Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
El Hombre, El
El Hombre, El
El Hombre, El
ALTERCULTURA
Sinesio

Da clic en la imagen para verla en tamaño completo
Dice Borges sobre la cábala:
La idea del Ser eterno que siempre ha tenido esas 10 emanaciones es de difícil
comprensión. Esas 10 emanaciones emanan una de otra. El texto nos dice que
corresponden a los dedos de la mano. La primera emanación se llama la Corona y es
comparable a un rayo de luz que surge del Ein Sof, un rayo de luz que no lo
disminuye, un ser ilimitado al que no se puede disminuir. De la Corona surge otra
emanación, de ésa, otra, de ésa, otra, y así hasta completar 10. Cada emanación es
tripartita. Una de las tres partes es aquella por la cual se comunica con el Ser
Superior; otra, la central, es la esencial; otra, la que le sirve para comunicarse
con la emanación inferior.
Aryeh Kaplan en su traducción del Sefer Yetzirah (p.193) nos dice que existen 1021
posibles permutaciones de las letras del alfabeto hebreo, "un número cercano al
número total de estrellas totales en el universo... así que a partir de las
permutaciones del alfabeto, un nombre puede ser formado para cada estrella del
universo. Esto en concordancia con la enseñanza de que cada estrella tiene un
nombre individual". Kaplan también menciona: "los comentarios señalan que los
ángeles son como almas para las estrellas... y esto también significa que las
estrellas y los planetas son como los 'cuerpos' de estos planetas'". Así tenemos
esta idea de la correspondencia entre el hombre y las estrellas y los ángeles;
Platón en el Timeo menciona también que cada alma está asociada a una estrella.
 "Les Très Riches Heures du duc de Berry". Da clic en la imagen para verla en
tamaño completo
Manly P. Hall en su libro La filosofía de la astrología nos introduce a la visión
del microcosmos de Paracelso:

Imagen: Robert Fludd
En el budismo podemos encontrar una interpretación distinta de las correspondencias
en el concepto de pattica samuppada (la originación dependiente) y en la metáfora
del collar de Indra, utilizada en el budismo hua-yen para explicar este mismo
concepto. Se dice que quien percibe la originación dependiente ve el Dharma (la
ley, la verdad). La idea de la originación dependiente es un tanto compleja pero en
resumidas cuentas sostiene que todas las cosas y todos los fenómenos dependen el
uno del otro y por lo tanto no tienen una realidad independiente. Todas las cosas
dependen la una de la otra y si siguiéramos esta cadena hasta su última causa
arribaríamos a la nada o al vacío. La realidad es entonces el vacío mismo o el
cuerpo del Dharma, el dharmakaya, que está ligado a su vez con el estado de nirvana
y aquello que no ha nacido ni morirá, aquello que es perpetuo devenir. El santo
budista Nagarjuna dice que este cuerpo iluminado, también llamado dharmadatu,
emerge cuando se purifican todas las aflicciones y los compuestos: es como la
mantequilla en la leche que no vemos hasta que no se purifica. Podemos agregar, con
una licencia poética que podría ser imprecisa dogmáticamente, que ese cuerpo
purificado, ese ghee medular, es la totalidad del universo integrada en la unidad
de la conciencia.
Lejos en la mansión celestial del gran dios Indra hay una fabulosa red que ha sido
colgada por un astuto artífice de tal manera que se extiende infinitamente en todas
direcciones. En sintonía con los gustos extravagantes de las deidades, el artífice
ha colgado una joya resplandeciente en cada “ojo” de la red, y como la red es en sí
misma infinita en dimensión, las joyas son infinitas en número. Ahí cuelgan las
joyas brillando como estrellas de primera magnitud, una suprema visión que
sostener. Si seleccionamos arbitrariamente una de estas joyas para inspeccionar y
la analizamos de cerca, descubriremos que en su superficie azogada se reflejan
todas las demás joyas de la red, infinitas en número. No sólo eso, sino que cada
una de las joyas reflejadas en esta joya también está reflejando todas las otras
joyas, así que hay un número infinito de procesos de reflejo ocurriendo.
Por último tenemos a la física moderna, que ha encontrado una extraña propiedad en
la naturaleza básica de la materia: el entrelazamiento cuántico. Esta propiedad,
considerada como una aberración fantasmagórica por Einstein, describe la conexión
instantánea que existe entre dos partículas que han entrado en contacto entre sí,
no obstante la distancia (una definición muy parecida a la de la magia simpática de
James Frazer). El entrelazamiento cuántico sugiere que el universo es no-local, es
decir todas las regiones del espacio dependen la una de la otra, lo cual significa
un principio intrínseco de inseparabilidad. Según el físico Mark Van Raamsdonk: “El
espacio-tiempo es sólo una imagen geométrica de cómo un sistema cuántico se
entrelaza".
Todas estas ideas, uno conjetura, apuntan desde distintos frentes a la unidad
indivisible de la realidad, todas revelan que la multiplicidad y la inconexión son
meros juegos de apariencias e ilusiones. Como si observáramos el resplandor de una
vela en una casa de espejos multiplicada en miles de reflejos y, sin embargo, es
una única luz la que produce todos los reflejos.

SOBRE EL SIGNIFICADO ESOTÉRICO DE LA INSCRIPCIÓN DE DELFOS: "CONÓCETE A TI MISMO"
ALTERCULTURA
POR: ALEJANDRO MARTINEZ GALLARDO - 12/03/2015
LA FRASE INSCRITA EN EL ORÁCULO DE DELFOS SE HA GANADO EL MÁS ALTO PRESTIGIO
FILOSÓFICO, PUESTO QUE ENCIERRA EN UNAS POCAS PALABRAS UN PROFUNDO SIGNIFICADO QUE
TRASCIENDE EL TIEMPO
4.5K
SHARES

La fama de esta frase se esparce en la obra de numerosos autores griegos, pero sin
duda es Platón al que le debemos su mayor difusión, al utilizarla en varios de sus
diálogos como un llamado a la filosofía. Sócrates en un par de ocasiones exhorta a
primero ocuparse del conocimiento de sí mismo antes de tratar de penetrar en los
misterios de la mitología y los dioses.
Si bien se ha dicho que la filosofía no es más que una serie de notas a pie de
página de la obra de Platón, esto también ha hecho que existan innumerables
"Platones", casi tantos como comentarios del gran filósofo. Sin embargo, si
seguimos la tradición platónica estrictamente, leyendo desde los filósofos que
ocuparon la dirección de su academia (que hoy conocemos como los neoplatónicos) y
de su más fiel avatar en el Renacimiento, Marsilio Ficino (quien instituyó una
nueva academia platónica en Florencia), debemos considerar que la filosofía de
Platón, dentro de toda su vastedad, es esencialmente mística. Esto puede resultarle
incómodo a la sociedad secular actual, pero una lectura cuidadosa nos indicará lo
que nos dice Ficino, que su enseñanza puede llamarse "una teología", puesto que
"cualquier tema que trate, sea la ética, la dialéctica, la matemática, rápidamente
lo completa, en un espíritu piadoso, y lo lleva a la contemplación y veneración de
Dios".
Sabemos que en Grecia se instituyó por siglos una iniciación a los misterios y que
la mayoría de los filósofos, historiadores y dramaturgos fueron iniciados en estos
misterios. Aunque existe un voto de silencio mayormente respetado en torno al
contenido de misterios como los de Eleusis, no es demasiado aventurado sugerir que
en ellos se propiciaba una experiencia mística ligada a la inmortalidad del alma y
al conocimiento de la divinidad --lo que hoy llamaríamos una experiencia enteógena
o psicodélica.
...considera que el alma del hombre es como un espejo en el que la imagen del
divino semblante se refleja prontamente; y en su entusiasta búsqueda por Dios,
mientras que rastrea cada huella, en toda partes se vuelca hacia la forma del alma.
Porque sabe que este es el significado más importante de las famosas palabras del
oráculo: "Conócete a ti mismo", esto es: "Si quieres ser capaz de reconocer a Dios,
debes primero aprender a conocerte a ti mismo".
Ficino nos dice aquí que conocerse a sí mismo es la vía regía para la gnosis de la
divinidad, puesto que el alma es divina y en ella esta impresa una imagen de Dios.
Sería mucho más difícil e impráctico buscar la divinidad en otra parte, en algo más
remoto, cuando se tiene un acceso interno, inmediato. En su Comentario al Banquete
de Platón, traza de otra forma geométrica esta reunión interior con la divinidad:
Y ciertamente es necesario que las cosas creadas se recojan ante su propio centro,
y ante su propia unidad, y que se acerquen a su Creador, a fin de que: por su
propio centro, se acerquen al centro de todas las cosas.
En lo anterior podemos encontrar puntos en comunes con la explicación que da
Sócrates a Protarco sobre lo ridículo que es ocuparse de cosas más oscuras antes de
dedicarse a conocerse a sí mismo. Tenemos aquí una doble enseñanza, en dos niveles
que encajan perfectamente, de un lado el aspecto ético de ocuparse de la existencia
inmediata y no perderse en divagaciones demasiado abstrusas, pero en la profundidad
de esta labor cotidiana se revela también un aspecto metafísico, porque ocupándonos
de nosotros, viviendo la vida que se nos presenta de manera filosófica, penetrando
en nuestro propio ser, tenemos la posibilidad de acceder al misterio de nuestra
esencia divina.
Por último, una versión más reciente dentro de la cultura popular, que podemos
ligar a esta mismo conocimiento, también influido por un orientalismo. George
Harrison, en su canción "Inner Light", de nuevo nos conduce al conocimiento del
universo a través de la introspección: con sólo mirar hacia adentro podremos
conocer el ancho mundo y las leyes del cielo:

Altercultura
Arte
Ciencia
Filosofía
Medios y Tecnología
Magia y Metafísica
Política
Psiconáutica
Sociedad
Ecosistemas
Salud
Lifestyle
TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS ® 2016
CONTACTO
PUBLICIDAD
parentesis.com
harmonia.la
contactointeractivo.com