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Critical Theory and Social Justice, Occidental College, 2010

Úntala en Tu Cara, Embardúnala en tu cuerpo, es ¡Tiempo de Empezar Una


Fiesta Menstrual!

Smear It on Your Face, Rub It on Your Body, It‘s Time to Start a Menstrual
Party!

Shannon Docherty
Critical Theory and Social Justice, Occidental College, 2010

Resumen: Este artículo explora actitudes actuales acerca de la menstruación y el


resultante movimiento Menarquico. Menarquia o Anarquía Menstrual (Menarchy, or
menstrual anarchy), es una respuesta a las actitudes negativas acerca de la
menstruación.

Las Menarquistas critican la industria del cuidado femenino (femcare) , las compañías
farmacéuticas y la publicidad que producen y refuerzan las ideas de que la
menstruación deben disimuladas y escondidas. Las teóricas feministas refieren una
larga historia de igualar la menstruación con la reproducción fallida y reducen la
menstruación a una maldición. La objetivización y mercantilización de la menstruación
y de los cuerpos de las mujeres combinados con preocupaciones bioéticas acerca de
la supresión menstrual han creado una sensación de urgencia en el movimiento
menarquista.

Las menarquistas, influenciadas por la Tercera Ola del feminismo y el Hagalo-Usted-


Misma (Do-It-Yourself) inspiradas por la contracultura punk, están saliendo del closet
menstrual. Como activistas y artistas, ellas están creando productos menstruales
alternativos y criticando los discursos tradicionales sobre la menstruación.

Este articulo expone parte del archivo menarquista en expansión que se está
acumulando en internet. Las menarquistas están criticando y mejorando el manejo
menstrual al mismo tiempo que re conceptualizan la menstruación. Al abrazar la
cualidad abyecta de la sangre menstrual, las menstruadoras están transformando sus
propias actitudes hacia su ciclo menstrual y radicalizando la menstruación.
.
Keywords: menarchy, femcare industry, menstrual blood, feminism, menstruation,
abject

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Smear It on Your Face, Rub It on Your Body, It‘s Time to Start a Menstrual
Party!
Shannon Docherty
Cycle I: Menstruation, Commodification, and Bioethical Interventions

En 1970, Germaine Greer desafío a mujeres a probar su sangre menstrual. En The


Female Eunuch, Greer puso este provocativo desafío: ―si tú piensas que estas
emancipada, deberías considerar la idea de probar tu sangre menstrual- si te da asco,
te falta mucho todavía, nena‖1 Casi cuarenta años después, Ingrid Berthon-Moine
publico una serie de fotografías de mujeres usando sangre menstrual en sus labios.
Los retratos de Berthon-Moine llaman la atención sobre un nuevo movimiento de
activistas menstruales.

La menarquia, o la anarquía menstrual están dedicada a erradicar el asco que


acompaña las actitudes occidentales hacia la menstruación. Las Menarquistas son
primariamente feministas jóvenes influenciadas por vetas sexo-positivas y queer-
friendly de la tercera ola del feminismo, una contracultura punk con la filosofía del
hazlo-tu-misma, y principios anarquistas que buscan desregular el control corporativo y
medico de la menstruación2. De acuerdo al artículo publicado el 2009 en The
Guardian, ―la menarquia aboga por ―esfuerzos simples por hablar abiertamente acerca
de los periodos, confronta radicalmente las actitudes negativas, y hace campañas por
productos higiénicos mas amigables con el medio ambiente‖3.
Mientras las feministas han creado conciencia en el pasado acerca de los temas
menstruales, el actual discurso menarquista está situado en un momento fundamental.
La preocupación primaria es acerca de la industria del cuidado/higiene femenina
(femcare), una industria que obtiene ganancias de la mercantilización de la
menstruación y el cuerpo femenino. Femcare es parte de la industria de la higiene que
se beneficia del consumismo de productos que mantienen ciertos estándares de
manejo corporal.

Femcare incluye a los fabricantes de productos menstruales, compañías médicas y


farmacéuticas, y firmas publicitarias. Mientras las feministas reconocen que femcare
ha creado productos que permiten que las mujeres menstrúen mientras continúan con
sus vidas, sus críticas a femcare están enraizadas en la idea de que la industria se
beneficia de las mujeres que creen que la menstruación es una ―maldición‖ que
necesita ser disimulada y hecha invisible. Las menarquistas revelan este patrón
opresivo y buscan cambiar el futuro del manejo de la menstruación.

El involucramiento creciente de Femcare en el manejo de los cuerpos de las mujeres


ha llevado a una segunda preocupación menarquica –las implicancias bioéticas de
suprimir la menstruación. Las técnicas farmacéuticas para suprimir la menstruación
han sido deslizadas como un sueño feminista hecho realidad; sin embargo las
menarquistas están llamando la atención hacia la falacia de esta afirmación,
insistiendo que una respuesta feminista a la menstruación debería revertir las actitudes
negativas hacia esta, y no tratar de eliminarla 4.

1 Germaine Greer, The Female Eunuch (London: MacGibbon & Kee, 1970) 51.
2 Chris Bobel, ―Our Revolution Has Style: Contemporary Menstrual Product Activists ‗Doing Feminism‘ in
theThird Wave,‖ Sex Roles 54 (2006): 331.
3 Kira Cochrane, ―It‘s in the Blood,‖ The Guardian 2 Oct. 2009, G2, 18 <http://www.guarian.co.uk/
lifeandstyle/2009/oct/02/menstruation-feminist>.
4 See for example, the Seasonique advertisement with the tagline ―Repunctuate your Life.‖
<http://www.youtube.com/watch?v=6xsnKcNgZW8&feature=player_embedded>. Elizabeth Kissling
critiques this advertisement in her Bitch interview. The advertisement repeatedly uses feminist rhetoric and
values of selfdefinition: taking control of your body and achieving empowerment through choosing to end
your period.

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Las menarquista están exponiendo el financiamiento farmacéutico que está detrás de


la investigación y desafiando la afirmación de que la menstruación es un estilo de vida
opcional.

El Nexo de las mujeres experimentando más ciclos menstruales durante su vida,


usando cantidades crecientes de productos y tipos de productos dedicados al manejo
de la menstruación, y la manipulación biológica intensificada ha creado en respuesta
un movimiento menstrual.

Las Menarquistas están complicando y reordenando la postura feminista sobre la


menstruación. Enraizada en el activismo feminista que una vez lucho por los derechos
iguales de las mujeres menstruando en el lugar de trabajo y mejores productos para el
manejo de la menstruación, las menarquistas están luchando ahora por la
menstruación misma. Están defendiendo la sangre en una era en que femcare está
amenazando con hacer la menstruación desaparecer. Las menarquistas usan humor,
lenguaje inclusivo, blogs, fanzines, campañas virales, textos provocativos,
performances, y arte para comunicar su mensaje5. A través de varios medios, ellas
crean una diversidad de intervenciones que confrontan actitudes negativas hacia la
menstruación. Ellas están saliendo del closet como menstruadoras y encarando sus
―abyectos temores‖. Al hacer la menstruación visible, las menarquistas también están
criticando asuntos más amplios acerca de la mercantilización del cuerpo, el
capitalismo y el asco.

Los análisis del feminismo tradicional han sido usados por las menarquistas para
demostrar como la Menstruadora es Otra.

El análisis de Simone de Beauvoir de la construcción de la Mujer como lo Otro es


fundamental para mostrar como la historia de la opresión de las mujeres se extiende a
la menstruación6. La activista menstrual y académica Elizabeth Kissling usa la teoría
de Beauvoir como un lente para examinar actitudes acerca de la menstruación:

La construcción social de la menstruación como una maldición femenina está


implicado explícitamente en la evolución de la mujer como lo Otro: ―La sangre, de
hecho, no hace a la mujer impura; es más bien un signo de su impureza‖
(Beauvoir p. 169). Esto quiere decir, que la menstruación no hace a la mujer lo Otro;
es porque ella es lo Otro que la menstruación es una maldición7.
Kissling examina la industria de cuidado femenino y concluye que las corporaciones
están contribuyendo a (y lucrando de) la construcción de las mujeres como lo Otro. En
“Menstrual Meditations,” Iris Marion Young usa la teoría de Beauvoir para interpretar
actitudes culturales acerca de la menstruación. Young se enfoca en la descripción
realizada por Beauvoir sobre ―la aparición de la menstruación como una crisis para la
niña, para la cual ella no está bien preparada, y sobre la que siente miedo, vergüenza,
asco, ambivalencia y a veces orgullo al convertirse en una mujer‖8. De acuerdo a la
teoría de Beauvoir la menstruación es una fuente de asco y vergüenza porque, ―es una
renuencia a asumir el status femenino que la niña sabe es subordinado‖9. Una mirada
crítica a la historia del manejo de la menstruación provee la comprensión de porque la
comunidad activista menstrual está luchando para hacer la menstruación visible.

5 Bobel, ―Our Revolution Has Style,‖ 331.


6 Simone de Beauvoir, The Second Sex, trans. H. M. Parshley (New York: Vintage Books, 1952) 169.
7 Elizabeth Kissling, Capitalizing on the Curse: The Business of Menstruation (Boulder, CO: Lynne Riemer
Publishers, 2006) 4.
8 Iris Marion Young, ―Menstrual Mediations,‖ One Female Body Experience: Throwing Like a Girl and Other
Essays (New York: Oxford University Press, 1997) 109.

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Femcare: Una Historia de Manejo de la Menstruación

La Menarquia es un llamado a imponerse a la industria de femcare, que obtiene


ganancias de concepciones misóginas del cuerpo de la mujer.

Muchos autores/a han mostrado que femcare mercantiliza los cuerpos de las mujeres
y existe como una ―cura‖ a las ya patologizados procesos de la menstruación. Kissling
afirma que femcare ―refuerza e incluso ayuda a crear actitudes negativas hacia la
menstruación, hacia las mujeres, y hacia los cuerpos de las mujeres, y esas actitudes
son explotadas para mejorar las ganancias corporativas‖10 Estas ―soluciones‖ son
vendidas a las mujeres a altos costos; un reporte estima que la menstruadora
promedio gastara más de $2,100 dólares en productos femeninos durante su vida11. El
manejo de la menstruación es un gran negocio.

Kissling reporta que las ganancias de femcare:


La así llamada industria de la higiene femenina … anualmente excede los 2 billones en
ventas en USA (marketresearch.com, 2001). Este número no incluye ventas de
productos como remedios con o sin receta para el dolor menstrual o el síndrome
premenstrual, ni los dineros gastados en publicitar ninguno de esos otros productos
relacionados a la menstruación12.
Antes de la aparición de la industria femcare, la menstruación era manejada a costos
mucho menores. Las tecnologías del manejo de la menstruación se han expandido y
mejorado a través del siglo XX quizás a causa de los valores de las mujeres
norteamericanas de clase media. La historiadora Lara Freidenfelds documenta la
relación norteamericana con la menstruación en The Modern Period: Menstruation in
Twentieth-Century America. Las mujeres adaptaron sus técnicas de manejo de la
menstruación de acuerdo a ideales ―modernos‖ del manejo corporal ―desarrollados por
la clase media blanca urbana bien educada‖13. La higiene y los valores de la clase
media coinciden dado que ambos alientan la auto regulación de límites y por lo tanto
confirman el cuerpo moderno.

La menstruación es importante para el cuerpo moderno homeostatico porque


desdibuja los limites con la sangre—un indicador de ambos vida y muerte—porque las
menstruadoras no tienen control sobre su llegada, y porque es abyecta.

Entonces no es sorprendente que ciertas prácticas de manejo menstrual fueran


tomadas por mujeres que estaban luchando por ser parte de la clase media. Por
ejemplo, Freidenfelds explica el cambio desde el uso de paños de tela a los paños
desechables:

Ya en 1940 y 1950, el uso de paños de tela se convirtió en un marcador de gran


pobreza, y los paños desechables empezaron a ser considerados como una necesidad
incluso para aquellas que no se consideraban a si misma clase media…. Incluso
aquellas viviendo en circunstancias económicas más marginales hicieron lo que
pudieron para comprar toallas desechables.14

La transformación desde los trapos reusables a los cinturones intrincados y excesivos


de 1930 a productos más convenientes y accesibles como tampones compactos han
afectado a las mujeres.
9 Young 100.
10 Kissling, Capitalizing on the Curse, 6. 11 Bobel, ―Our Revolution Has Style,‖ 334.
12 Kissling, Capitalizing on the Curse, 1.
13 Lara Freidenfelds, The Modern Period: Menstruation in Twentieth-Century America (Baltimore: Johns

Hopkins Univ. Press, 2009) 8. 14 Freidenfelds 135.

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Freidenfelds se enfoca en los desarrollos positivos de los productos menstruales: De


acuerdo a aquellas entrevistada para ese libro, manejar la menstruación de una
manera moderna les alivia de la vergüenza, la ansiedad y la incomodidad de métodos
más viejos, y usualmente les permite a las mujeres continuar su trabajo y su juegos
como ellas y otros se han acostumbrado a esperar que así sea.

Un nuevo modo de manejo corporal que permite estas actividades quizás se sienta
especialmente liberador para las mujeres, quienes de otro modo a menudo
experimentan la menstruación como algo que obstruye su participación y competición
efectiva con pares varones en escuelas y lugares de trabajo 15.
La impresión general de Freidenfelds es que las menstruadoras modernas están
felices con las nuevas técnicas de manejo menstrual, a pesar del nuevo nivel de
―trabajo ´gerencial´ para las mujeres‖16. Kissling también reconoce los beneficios de la
industria femcare. Ella explica, ―productos de manejo menstrual disponibles,
relativamente baratos que son confortables, efectivos y fáciles de usar le han permitido
a las mujeres participar más libre y confortable mente en actividades económicas,
educacionales y de ocio, que antes‖17.

Mientras el manejo de la menstruación ha impactado positivamente las vidas


de las mujeres, las menarquistas critican femcare por su ideología subyacente.
Femcare obtiene ganancias de la idea de que los ciclos menstruales de las
mujeres son asquerosos: que la sangre menstrual es sucia y necesita ser
escondida, regulada y esterilizada. La menstruación ha sido tratada como una
amenaza al cuerpo moderno, y femcare ha reaccionado vendiendo productos
que cubren las manchas. El incremento de tecnologías menstruales disponibles
se correlaciona con estándares más elevados de disimulo. Kissling argumenta,
―así como la movilidad provista por los productos menstruales se incrementa,
también lo hacen las demandas de `frescura´ requeridas a las mujeres… en el
mundo comercial de los así llamados productos de higiene femenina, la
menstruación es retratada como una mancha literal y figurada en la feminidad
propia (cuida tu imagen de mujer)‖ 18. En otras palabras, la menstruación es todavía
un tabú porque hay productos que se venden que la esconden. Mientras los productos
necesitan publicidad y al final contribuyen al discurso de la menstruación en la esfera
pública, el tono y alcance del discurso es limitado.

Muchas académicas feministas de la menstruación se han enfocado en los avisos


publicitarios sobre la higiene femenina como una fuente y un indicador de actitudes
negativas hacia la menstruación 19 . En Flow: The Cultural History of Menstruation,
Stein y Kim revisan la historia de la publicidad menstrual. Aunque no culpan a femcare
por hace de la menstruación un tabú y una vergüenza, Stein y Kim señalan que
―aunque la publicidad no invento la auto aversión, de todas maneras la han
capitalizado, promulgando una sensación de mortificación corporal que todos/as
debimos haber superado hace décadas… una puede decir que nuestra mentalidad
colectiva es el resultado de campañas publicitarias efectivas‖20. La menstruación no es
el asunto de los mensajes publicitarios; en vez de eso los procesos de manejo y las
técnicas de disimulo están siendo discutidas.
15 Freidenfelds 197.
16 Freidenfelds 197.
17 Kissling, Capitalizing on the Curse, 123.
18 Kissling, Capitalizing on the Curse, 124.
19 Bobel, ―Our Revolution Has Style‖; Kissling, Capitalizing on the Curse; Elissa Stein and Susan Kim,
Flow: TheCultural Story of Menstruation (New York: St. Martin‘s Griffin, 2009).
20 Stein and Kim 114.

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La innovación en los productos ha expandido el pasillo de la higiene femenina, pero no


han diversificado las actitudes hacia la menstruación. Kissling explica que mientras ―la
publicidad de los productos menstruales es uno de los pocos discursos públicos y
visible acerca de la menstruación, estos textos implícitamente y explícitamente
enfatizan su suciedad y/o su secreto y, entonces, contribuyen a la construcción actual
de la mujer como lo Otro‖ 21.
Recientemente, Kotex lanzo una campaña mediática autoconsciente que se burla de
los eufemismos y la vergüenza que es tan prevalente en la publicidad menstrual. En el
website de la compañía, la misión establece:
U by Kotex quiere ayudar a las mujeres a cambiar la conversación sobre los periodos y
el cuidado vaginal. Al conversarlo abiertamente, tenemos la esperanza de que cada
mujer aprenderá a pensar diferente, hablar abiertamente, hacerse cargo ayude a
Romper el Ciclo y se empiece a sentir confortable con su cuerpo y segura sobre su
cuidado personal 22.
U by Kotex entiende que su audiencia son mujeres más jóvenes quienes están
ansiosas de criticar las actitudes negativas acerca de la menstruación. Mientras esta
campaña lucha por ―Romper el Ciclo‖ de la publicidad menstrual, el producto que
vende no es nuevo; son los mismos tampones y toallitas re empacadas en colores
fluorescentes y vendidas a consumidoras más jóvenes y conocedoras.

Menstruar o No Menstruar: Intervenciones Bioéticas

La supresión menstrual es la última tendencia en manejo menstrual, y sus


implicaciones bioéticas han espoleado una reacción desde las menarquistas. Drogas
como Seasonale, Seasonique, Lybrel, y Depo Provera son anticonceptivos extendidos
que permitan a las mujeres limitar su sangramiento a tres veces al año. Freidenfelds
señala que este es meramente el paso siguiente en el enfoque moderno a la
menstruación. Ella apunta, ―¿Cual puede ser la extrapolación más obvia del periodo
moderno que un producto que hace casi desaparecer la menstruación?‖23. La
popularidad creciente de estos productos indica que las mujeres se están comprando
la idea de que vale la pena elegir una vida sin menstruación.

Las menarquistas atribuyen el control farmacéutico creciente sobre los cuerpos


menstruantes a las consecuencias de los retratos negativos de la menstruación.
Kissling escribe, ―la negatividad hacia la menstruación expresada en la exposición
mediática y la promoción de Seasonale no es ni nueva ni sorprendente….La
Negatividad cultural acerca de la menstruación es de seguro uno de los factores que
ayudan a explicar la ignorancia de las mujeres acerca de la menstruacion‖24. Si más
mujeres tuvieran acceso a la investigación e información acerca de la menstruación,
quizás menos mujeres elegirían la supresión menstrual. Por lo menos, las mujeres
estarían tomando decisiones informadas.

Al mismo tiempo en que las mujeres están eligiendo suprimir sus ciclos menstruales,
las sociedades industrializadas están viendo un incremento en la incidencia de la
menstruación. La mujer promedio en las sociedades industrializadas menstrúa unas
450 veces en su vida, comparado con los 50 periodos de la mujer prehistórica.
21 Kissling,Capitalizing on the Curse, 9.
22 U by Kotex, Mission Statement, Kimberly-Clark Worldwide, Inc. Dallas, TX, 4 Apr. 2010
<http://www.ubykotex.com/the_mission>.
23 Freidenfelds 198. 24 Kissling, Capitalizing on the Curse, 74.

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Hoy en día en las sociedades agrarias alrededor del mundo, una mujer solo menstrual
unas 150 veces en su vida 25.

El creciente número de visitas menstruales mensuales yuxtapuestas con la aparición


de productos menstruales y drogas que controlan, manipulan, y manejan la
menstruación proveen un contexto interesante para las anarquistas menstruales.
La menarquia enfrenta críticamente el rol de la menstruación en las vidas de las
mujeres e indica que está en juego en la terminación de la menstruación.

Los/as defensores/as de la supresión menstrual hacen afirmaciones históricas,


biológicas y centradas en la reproducción que racionalizan las intervenciones
farmacéuticas del ciclo menstrual. Elsimar Coutinho, uno de los primeros doctores en
introducir la idea de suprimir la menstruación, señala que como las mujeres han
comenzado a tener más periodos y menos reproducción, la menstruación se ha vuelto
obsoleta; él cree que el ―tratamiento‖ medicamente más avanzado de la menstruación
seria su cesación completa. La menstruación, según él, ―implica que el sistema
[Reproductivo] fallo y, que por motivos de eficiencia reproductiva, se repetirá el mes
siguiente, el mes después de eso, y así hasta que un huevo fertilizado anide
exitosamente y se comience a desarrollar‖26.

La descripción que Coutinho hace de la menstruación como una falla no es nueva. Las
teóricas feministas refieren una larga historia de reducir la menstruación a
reproducción fallida y a un llamado a realizar intervenciones medicas innecesarias en
los cuerpos de las mujeres.

Emily Martin critica la literatura médica por su uso de metáforas médicas que ven a
las mujeres solo como reproductoras y se enfocan en el ciclo menstrual como una falla
reproductiva. Algunos textos médicos (anticuados) han descrito al ―útero llorando por
falta de bebe.‖27. La sangre menstrual, entonces es vista como desperdicio— una
substancia inutilizada e improductiva. Estas metáforas sexistas del cuerpo reflejan
valores industriales y capitalistas del cuerpo.

Martin explica, ―la menstruación no solo carga con la connotación de un sistema


productivo que ha fallado en producir, también carga con la idea de producción que
salió mal, haciendo productos con ningún uso, que no está de acuerdo a las
especificaciones, invendible, desperdiciado, chatarra. Por muy asquerosa que sea, la
sangre menstrual saldrá, la producción que salió mal es también una imagen que nos
llena de horror‖28. Llama la atención al porque vemos la menstruación como una falla.
Martin escribe:

Quizás una razón para que la imagen negativa de producción fallida esté asociada a
la menstruación sea precisamente que las mujeres están de alguna manera siniestra
fuera de control cuando menstrúan. No están produciendo, ni continuando la especie,
ni preparándose para quedarse en casa con el bebe, ni proveyendo un útero seguro y
cálido para la esperma masculina. Creo que es evidente que el poder negativo detrás
de la imagen de falla en la producción puede ser considerable cuando se aplica
metafóricamente a los cuerpos de las mujeres 29.

26 Elsimar Coutinho, Is Menstruation Obsolete? (New York: Oxford Univ. Press, 1999) 4.
27 Emily Martin, ―Medical Metaphors of Women‘s Bodies: Menstruation and Menopause,‖ Writing on the
Body: Female Embodiment and Feminist Theory, ed. Katie Conboy, Nadia Medina, and Sarah Stanbury
(New York: Columbia Univ. Press, 1997) 29.
28 Martin 29.29 Martin 30.

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Como la investigación de Martin muestra, el así llamado discurso medico ―objetivo‖ se


enraíza en ideas culturales acerca de la menstruación. El análisis de Martin de las
metáforas médicas es fundamental para deconstruir la creencia de Coutinho de que la
menstruación deba ser eliminada.

Como la mayoría de los ―expertos‖ en el mundo del manejo menstrual, Coutinho está
afiliado a la industria de la higiene femenina, como uno de los que desarrollaron la
hormona inyectable contraceptiva Depo Provera, no es sorpresa entonces que él crea
que la menstruación necesite ser ―tratada‖ por la industria medica.

La Dr. Leslie Miller de NoPeriod.com apoya la supresión menstrual basada en su


extensivo estudio financiado por Wyeth, una de las compañías farmacéuticas más
grandes del mundo30. Mientras muchos de los/as que abogan por la supresión
menstrual afirman que la mujer moderna no tiene razones para menstruar excepto
durante periodos breves cuando tratan de concebir, Kissling cuestiona si el único
propósito de la menstruación es permitir el parto 31.
Las menarquistas tienen un rango de opiniones sobre la supresión menstrual, pero su
respuesta común es que mas estudio es necesitado urgentemente.

El proceso medico de la menstruación no está bien entendido, por lo tanto haciendo


las consecuencias de ―tratar‖ la menstruación a través de la supresión menstrual
potencialmente peligrosas. Ciertamente, algunas menstruadoras con problemas de
salud particulares se beneficiaran de las tecnologías de supresión menstrual; sin
embargo, la mayor critica de las menarquistas sobre estas drogas es que han sido
publicitadas y vendidas como un tema de estilo de vida.

En Take Control of Your Period, Diana Kroi usa una lógica post-feminista para
defender las razones por las que una debería elegir un estilo de vida libre de
menstruación. Ella señala una variedad de temas de estilo de vida que son un factor
en la decisión de una mujer de controlar su menstruación a través de la supresión,
incluyendo desde que no le guste un periodo mensual hasta evitar la discriminación
que a veces las mujeres menstruando enfrentan en la sociedad 32. La posición
postfeminista es que elegir terminar con la menstruación es empoderador porque la
menstruación no les sirve a las mujeres. La idea es que un cuerpo liberado de la
menstruación esta siempre listo para el sexo, el trabajo y el juego.

En una entrevista para Bitch magazine, Elizabeth Kissling explica como esto es parte
del cuerpo neo-liberal:

La mujer no-menstruadora puede ser vista como el sujeto neo-liberal ideal. El cuerpo
de una mujer menstruando chorea, se hincha, es impredecible, sus emociones se
intensifican—por lo tanto este cuerpo es visto como un problema en una economía
neoliberal.

Una mujer menstruando no puede presentarse a sí misma como un sujeto racional, en


proceso de aprendizaje y mejora, ella no es capaz de participar en el consumismo
24/7. Un cuerpo no-menstruador (adaptado) esta mucho mejor adaptado al éxito de
Mercado en la sociedad de consumo 33.
30 NoPeriod.com, ed. Leslie Miller, 3 Mar. 2010 <http://www.noperiod.com>.
31 Kissling,
Capitalizing on the Curse, 62.
32 Diana Kroi, Take Control of Your Period (New York: The Berkeley Pub. Group, 2004) 9.
33 Elizabeth Kissling quoted in ―Reproductive Writes: Bitch Magazine.‖ Reproductive Writes: I Choose My
Choice: An Interview with Elizabeth Kissling. Web. 22 Mar. 2010 <http://bitch
magazine.org/post/reproductive-writes choose-mychoice- an-interview-with-elizabeth-kissling>.

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La supresión menstrual, como está siendo actualmente usada y marketeada, es una


preocupación bioética que necesita ser tomada seriamente. Sucumbir a una actitud
post-feminista y elegir la supresión menstrual por conveniencia es un acto que
demuestra la vergüenza continuada de las mujeres sobre la menstruación.

Iris Marion Young compara la vergüenza y el secreto del cuerpo menstruante con la
idea de estar ―En el Closet Menstrual‖. Ella sabe que las mujeres creen en la
importancia de ocultar su menstruación y que ellas seguirían una miríada de ―reglas
prácticas‖34. Las reglas todas vienen de la asunción de que la menstruación es sucia y
debe ser ocultada. Además de los mensajes culturales que se transmiten a las
mujeres acerca de ellas mismas a través de la publicidad, textos médicos patriarcales,
y productos menstruales, las mujeres enfrentan una crisis existencial única cuando
menstrúan. La menstruación transgrede barreras, por lo tanto haciéndolas parecer
asquerosas.

En Disgust: A Gateway Emotion (asco), Susan Miller escribe:

La antiquísima ansiedad acerca del sangramiento periódico probablemente se


relaciona con la perturbación de barreras corporales cuando la materia interna fluye
hacia afuera. La pérdida de sangre es especialmente amenazante porque la sangre es
sabido que es esencial para la vida …. Otras dinámicas emocionales poderosas de
seguro contribuyen a la mezcla de ansiedad, asco y sobrecogimiento en respuesta a la
menstruación, y el menor de estos no es el hecho de que la menstruación separa a la
mujer del hombre y destaca aquellas funciones de la mujer que un hombre no puede
desempeñar.35

Si las menstruadoras creen que la menstruación es asquerosa, también pueden creer


que ellas son asquerosas. La teoría de Julia Kristeva sobre la abyección está
relacionada de cerca al asco. Pues el asco inmediatamente trata de separar y volver
―Otro‖ el objeto de asco, las teorías de Kristeva acerca de la abyección reconocen la
extraña ambigüedad que acompaña lo abyecto. Lo abyecto no es Sujeto u Objeto,
dentro o fuera. Kristeva describe lo abyecto como un ―correlato al sujeto que yace justo
del otro lado del borde de su identidad y amenaza con disolver ese borde‖36. La
menstruación por lo tanto desafía la idea del Ser como un cuerpo autónomo y
continuo. Kristeva explica que la causa de abyección es ―lo que perturba la identidad,
el sistema el orden. Lo que no respeta fronteras, posiciones, reglas. Lo intermedio, lo
ambiguo, lo compuesto‖37.

El enfrentar la propia abyección (abject-ness) es lo que está en juego al salir del closet
menstrual.

Young teoriza acerca del abyecto origen de estos miedos: Como menstruadoras, las
mujeres amenazan sistemas psíquicos de seguridad porque el proceso de las mujeres
desafía la distinción entre dentro y fuera, solido y fluido, auto-idéntico y lo cambiante.
Ambos, hombres y mujeres experimentan la menstruación como abyecta o
monstruosa, porque ambos albergan ansiedades sobre la disolución del ser y fundirse
con el fantasma de la madre.38

En vez de enfrentar nuestro ser abyecto y nuestros orígenes maternales, las mujeres
se supone que cubran cualquier vestigio de menstruación. Como menstruadoras, las
mujeres somos vistas como abyectas y fuera de control.

34 Young 106. 35 Susan Miller, Disgust: A Gateway Emotion (New Jersey: The Analytic Press, 2004) 108.
36 Julia Kristeva, Powers of Horror: An Essay on Abjection, trans. Leon S. Roudiez (New York: Columbia

Univ. Press, 1982) 4. 37 Kristeva 4. 38 Young 111.

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Young cree que la necesidad de esconder la menstruación está conectada con la


necesidad de borrar cualquier signo de ser incapaz de controlar aquello que es
abyecto. Young sugiere dos opciones que las culturas utilizan para ―mantener su
ansiedad a distancia‖39. Históricamente a través de las culturas, las mujeres eran
separadas de los hombres mientras menstruaban. Nuestra sociedad contemporánea
ha tomado la segunda ruta de crear un closet menstrual. Young explica:

A las mujeres se les puede permitir que deambulen libremente entre los hombre, pero
deben mantener los signos de su menstruación escondidos. En cada caso, cargaran
cada mes el peso de la abyección, lo monstruoso, el estigma del nacimiento y la
muerte, como una vergüenza forzada. Ella está en el closet menstrual. Si una mujer
desea caminar entre los hombres cuando sangra, mejor será que mantenga sus
fluidos privados en secreto.40

La idea de Young del closet menstrual explica porque tratamos la menstruación como
si fuera algo vergonzoso.

Por supuesto, esta vergüenza es reforzada por las expectativas culturales y la


capitalización de la mujer menstruante como lo Otro. Esta presión interna y externa par
hacia las mujeres para que sientan asco por su sangre menstrual crea una sensación
de silencio alrededor de la menstruación. Las menarquistas se esfuerzan por hacer la
menstruación visible y al hacerlo, salen del closet como menstruadoras.

Cycle II: Menarquia: Out and Proud/ Abierta y Orgullosa

Soy una menarquista. Soy una menstruadora. Estoy menstruando. Las menarquistas
están saliendo del closet y alentando a otras menstruadoras a hacer lo mismo. La
literatura académica sobre la menstruación provee la teoría en la que se basa la
menarquia, pero la sangrienta guerra menstrual está siendo peleada en línea por
menstruadoras en todos lados. Informalmente documentado por académicas como
Elizabeth Kissling y Chris Bobel, el blog de investigación colectiva ―re:Cycling: the
Society of Menstrual Research,‖ y la autora de la revista ―Adventures in Menstruating‖
y artista del performance Chella Quint, el movimiento menarquista está emergiendo
rápidamente. Las menstruadoras están saliendo del closet como individuas y creando
comunidades. La menarquia es un movimiento radical que busca recuperar la
menstruación.

El capitalismo ha secuestrado la menstruación, promocionado con bombo su


asquerosidad, y la ha usado como una herramienta de terror para hacer que las
mujeres le teman a su propia sangre. Esta guerra sobre la menstruación se apoya en
los productos de manejo de la menstruación y en la industria de la higiene femenina.

Las menarquistas se están re-apropiando sus periodos y creando lentamente una


contracultura que rechaza los discursos establecidos sobre la menstruación. Una
bloguera, Ninja Witch, lanzo una serie de poleras llamadas ―The period is finally
coming out of the closet‖. Ella explica, ―Cada vez que la sangre mensual de la mujer
fluye ocurre como parte de un ciclo, la magia sucede. Es momento de que empecemos
a darle el respeto y el honor que ella se merece‖41. Las poleras dice: ―Period.‖ ―It all
started with a period.‖ ―Womyn rule, period.‖ ―I need a break, period.‖ ―Everything is
better with a period.‖ Debido a que los publicistas presumen que las audiencias no
pueden manejar la vista o la mención de la sangre, las menarquistas desafían esas
premisas.

39 Young 111. 40 Young 111. 41 Ninja Witch, 22 Oct. 2009 <http://ninjawitch.com>.

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―re:Cycling,‖ un blog creado por Society of Menstrual Cycle Research/ la sociedad de


investigación del ciclo menstrual, ha criticado recientemente el afiche de ―Always
Infinity‖, Figura 1, que afirma que puede hacer que el ―fluido parezca POOF!
Desaparecer. Como si fuera magia.‖42

Figura 1. Always Infinity

En su blog en re: Cycling, Society for Menstrual Cycle Research, Elizabeth Kissling critica la
imagen de pureza retratada en este afiche que habla de cualquier cosa excepto la
menstruación.43

Este aviso publicitario comparte muchas de las distintivas cualidades opresivas de la


publicidad menstrual. Se refiere a fluido en vez de sangre menstrual—anotado.
Muestra liquido azul en vez de un color representativo o realista—anotado. Muestra el
producto como una solución ―mágica‖—anotado. Asume que las mujeres quieren que
cualquier signo de la menstruación desaparezcan—anotado. Usa lenguaje que hace
referencia a un nivel científico de manejo de la menstruación y ―absorción‖—anotado.
Usa un fondo blanco que alude a la pureza de la vida sin menstruación —anotado.
Modelo súper flaca, glamorizada —Anotado.

El blog de Elizabeth Kissling cuestiona la magia que alli sucede. Ella bromea,
―seriamente— hay magia aquí. Quizás es PhotoShop, pero ese paño es casi tan ancho
como sus costillas.

42 Always Infinity, advertisement, re:Cycling, 2 Nov. 2009 <http://menstruationresearch.org/blog>.


43 Always Infinity.

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Es definitivamente más grande que su cabeza‖44. La blancura, imágenes de cuerpos


irreales, y la pureza se marketean aquí.

Además de criticar, las menarquistas llevan a cabo su agenda a través de piezas de


arte satírico que se enfrentan a la imaginería de la publicidad tradicional de femcare.
Por ejemplo, el 2002 el Museum of Menovulatory Lifetime (MOLT), un museo virtual
dedicado a cambiar las actitudes de la sociedad hacia la menstruación, organizo un
concurso para desarrollar publicidad alternativa de productos menstruales.

Geneva Kachman, la fundadora de MOLT, explora el tema, ―¿Es posible crear


campañas publicitarias basadas en una narrativa menstrual positiva, y al mismo
tiempo, marketearla efectivamente a poblaciones masivas?‖45. Su visión fue crear una
―narrativa menstrual en la cual las menstruadoras están en un estado de femineidad
´acrecentada` en vez de ´contaminada`, y la menstruación es ‗oportunidad de auto-
cuidado‘ en vez de una ‗crisis higienica‘‖46. Una de sus propuestas de publicidad más
interesante es desplegada en la Figura 2.

Figura 2. Propuesta publicitaria para ―MITT‘N Pads.‖Parte de la competencia del año 2002
realizada por MOLT: The Museum of the Menovulatory Lifetime, para desarrollar productos
publicitarios menstruales alternativos47.

Este aviso muestra una fotografía de nueve mitones con el siguiente título: UNA
MUJER MENSTRUADORA PASA POR UN MONTON… De toallas. Los/as
expertos/as sugieren que las mujeres usan toallitas al menos parte del tiempo, y los
estudios señalan que más mujeres prefieren usarlos de noche. Al usar toallas MITT‘N
en tu siguiente periodo, puedes pasar por muchas menos… toallas. Nuestras toallas
son más suaves, confortables y el DOBLE de absorbentes que otras marcas lideres.
That‘s right…doblemente absorbentes, sin que hagan más bulto, entonces puedes
ahorrarte un montón de…dinero.
MITT‘N Pads – ―it‘s true, one MITT‘N is better than two.‖48
Este afiche no glorifica la menstruación, ni la considera asquerosa. En vez de eso,
ofrece una opción realista—con un toque de sátira—Para una re-visualización futura
positiva de promoción de productos menstruales.
44 ElizabethKissling, ―Works Like Magic,‖ web log post, re:Cycling, 2 Nov. 2009,
<http://menstruationresearch.org/ tag/femcare-adverstising/page/3/>.
45 MOLT: The Museum of Menovulatory Lifetime, 19 Dec. 2009 <http://www.motx.org.>.
46 MOLT. 47 MOLT. 48 MOLT.

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Los afiches creados para este concurso ilustran el trabajo que necesita ser realizado
para modificar las normas culturales que igualan la menstruación con la suciedad.
Chella Quint, una menarquista pionera, es firme sobre el deconstruir la reputación de
la menstruación de estar histórica, social y culturalmente cubierta de miedo, vergüenza
y asco.

En su fanzine ―Adventures in Menstruating,‖ ella escribe, ―que el deconstruir esas


creencias, con fuerza bruta cuando sea necesario, es empoderador‖49 . Sus fanzines
cómicos e ingeniosos reflejan a otras menarquistas, quienes también juegan con la
idea de que la menstruación sea asquerosa. En su e-zine, Quint escribe, ―El factor del
asco es todavía divertido. Es la nueva broma de flatos. Esperen y veran. La risa es
terapeutica50. Ella no tiene miedo de acercarse al asco con humor, dando vuelta las
típicas bromas menstruales—que Iris Marion Young señala como manifestaciones
típicas de abyección—y darlas vuelta. Quint se interesa en explorar lo abyecto; ella
entiende el poder en hacerlo.

Ella nos implora que abracemos nuestro flujo menstrual en vez de internalizar este
asco y tratar de alejarlo de nosotros mismos. Quint rechaza el miedo de ser señalada
como abyecta y asquerosa al usar menstruación en sus pantalones. Como una líder
del movimiento menarquista, ella ha comenzado apropiarse del miedo alrededor de la
menstruación. Ella está fuera del closet y bloguea y participa activamente en la
reapropiación de las ideas acerca de la menstruación.

Chella Quint alienta a las menstruadoras a desplegar el asco al vestir de manera


orgullosa una mancha menstrual. Como una crítica a los ideales neo-liberales del
cuerpo moderno, ella introduce un producto de moda, Stains™, ―Una mancha
removible para vestir en tu ropa como quieras‖51.

Ella promueve su producto subversivo:


Tenemos una manera de socavar este tipo de publicidad de la higiene femenina de
una vez y para siempre. Vamos a desacreditar, desmitificar y desempoderar el miedo
a la filtración al volver la mancha un objeto de deseo. Un objeto de belleza…
Luzco mi corazón en mi manga y mi sangre en mis pantalones. Voy a recuperar la
mancha, reclamar mi sangre y reclamar mi periodo. Porque les digo el rojo es el nuevo
negro52.
Quint junto a otras menarquistas recientemente participo en Femstruation Week
en Febrero 2010. Organizado por Edinburgh AnarchaFeminist Kolektiv, esta semana
destaco las variadas prioridades y planes de la menarquía53. Femstruation Week ilustra
lo que la comunidad menarquista mas amplia está haciendo y como es el activismo
menstrual. Al dedicar la semana a la ―femstruation‖, las menarquistas cultivan una
sensación de orgullo, análoga a la salida del closet y la participación en desfiles de gay
pride. El lenguaje ingenioso usado cuando se describe esta semana, ―Esta incursión
de una semana en la menstruación comenzara fuerte y terminara liviana‖, es el típico
estilo menarquista. La selección de talleres, charlas, puestos de fanzines,
performances habladas, instalaciones artísticas, exposiciones fotográficas,
perfomances, y, videos muestran diversos modos de activismo.

49 Chella Quint, Adventures in Menstruating, Web, n.d., 15 Mar. 2010,


<http://chartyourcycle.wordpress.com/>.
50 Quint n.d.
51 Quint n.d.
52 Quint n.d.
53 ―Femstruation Week,‖ 17 Feb. 2010 < http://edinburghanarchafeminist.blogspot.com>.

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Un componente clave del activismo menstrual es educar a otros sobre la historia de la


menstruación. The Museum of Menstruation and Women‘s Health/ El Museo de la
Menstruación y la Salud de la Mujer (MUM) es un museo virtual que documenta todo lo
relacionado a la menstruación.

El propósito detrás del museo es:


Ser el depósito más grande del mundo de información sobre, y ser una ―vitrina‖ para,
la menstruación, incluyendo cuantas culturas sea posible. Esto incluirá coleccionar y
desplegar, cuando sea posible, historias, costumbres, y artefactos, y educar sobre la
menstruation.54
MUM es un recurso útil para cualquier persona que esté interesada en las
construcciones culturales sobre la menstruación. Harry Finley, el autoproclamado
―curador‖ del museo, tiene una visión inspiradora acerca de educar a las personas
acerca de la menstruación. Crear un museo que caracteriza la menstruación lleva la
atención a las construcciones culturales y las historias intricadas en las experiencias
de las diferentes con la menstruación.

Aunque MUM no es un museo acreditado y Finley es un coleccionista no un curador,


MUM es un recurso para cualquier menarquista. Al tener una colección de productos,
avisos, poemas, artefactos, textos, y básicamente cualquier cosa relacionada a la
menstruación, MUM actúa como una base de datos no oficial y un archivo para
activistas menstruales. Las activistas menstruales y académicas Elizabeth Kissling y
Geneva Kachman han realizado fuertes críticas cuestionando la motivación de Finley
para crear el museo. Su interés en la menstruación es claro, pero su agenda
menarquista es cuestionable. Al crear el museo sin la intención deliberada de cambiar
la concepción de la menstruación, MUM vuelve exóticas a las menstruadoras como lo
Otro. La crítica de Kachman resulto en la creación de su propio museo.

El sitio web de Geneva Kachman y su museo virtual, MOLT, the Museum of the
Menovulatory Lifetime, tiene una actitud revolucionaria hacia la menstruación.
Menovulgraphy/Menovulgrafia, un concepto acuñado por Kachman, es el periodo de
tiempo desde la pubertad a la menopausia contada como una historia con imagenes 55.
Ella alienta a las mujeres a hacer arte y expresar sus vidas puntuadas a través de sus
ciclos menstruales. El sangramiento menstrual puntúa nuestras vidas, marcando
eventos significativos. Al usar los ciclos menstruales para marcar el tiempo, ella
encuentra valor en el menstruar y ofrece una razón para que la menstruación continúe.

Esta nueva manera de pensar el tiempo también imagina el tiempo cíclicamente en


vez de cronológicamente, Por lo tanto desestabilizando el argumento evolucionario de
Coutinho. Kachman vive fuera del closet menstrual y alienta a todas las mujeres a
hacerlo. Ella creo el Lunes Menstrual, un día festivo internacional que comenzó el
2000, el cual ha sido celebrado los lunes después del Día de la Madre por los últimos
10 años. El día festivo provee un ejemplo de un mundo re imaginado donde las
mujeres tienen una relación positiva con la menstruación. La misión de este día dice:

Crear un aura de diversión alrededor de la menstruación;
Alentar a las mujeres a hacerse cargo del cuidado de su salud reproductiva y
menstrual;

54 MUM: Museum of Menstruation and Women‘s Health, 18 Dec. 2009 <http://www.mum.org>.


55 MOLT.

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Crear una mayor visibilidad sobre la menstruación, en películas, imprenta, música y


otros medios; y
Alentar la honestidad acerca de la menstruación en nuestras relaciones56.
MOLT ofrece sugerencias de actividades, manualidades, y celebraciones
menstruales. El día festivo y el sitio web de MOLT han atraído de manera no
estruendosa a muchas menstruadoras y celebrantes quienes quieren conmemorar y
apoyar a las menstruadoras. ―Starter kits/equipos para empezar‖ gratis fueron
ofrecidos para ayudar a iniciar fiestas el Lunes Menstrual. La demanda fue más alta de
lo esperada y para el primer año más de 900 kits fueron pedidos57. Este apoyo
demuestra que la menstruación puede y está siendo vista de manera diferente. MOLT,
reconoce el poder que la industria de la higiene femenina posee, y Kachman intento
encontrar un sponsor corporativo para los Lunes Menstruales.

El 2002, MOLT contacto a Proctor & Gamble, los fabricantes de Tampax. De acuerdo
a Elizabeth Kissling, relaciones públicas de P&G respondió que este día festivo era
―too much about menstruation/demasiado relacionado con la menstruación‖58. Esta
respuesta es un ejemplo adecuado de los discursos establecidos sobre la
menstruación. Las compañías que en teoría están mejorando las vidas de las
menstruadoras se rehúsan a reconocer de que las están ―protegiendo‖—la
menstruación. Kachman sale del closet de manera desafiante y lleva el discurso de
vuelta a la menstruación. MOLT y MUM buscan hacer la menstruación accesible e
iniciar conversaciones y preguntas acerca de la historia de la menstruación y de su
manejo. Estos sitios, junto con una plétora de fanzines, libros, blogs, y productos
menstruales alternativos están todos exponiendo las conexiones entre la misoginia, el
capitalismo, y el manejo menstrual.

No solo están criticando el sistema, sino que, participando en la conversación y


proponiendo nuevas maneras de pensar la menstruación. Las menarquistas son
partidarias activas de los productos menstruales alternativos. Inspiradas por la filosofía
punk do-it-yourself/hazlo tu misma/o, las menarquistas están tomando el manejo de la
menstruación en sus propias manos. Mucho esfuerzo han realizado para ―desaprender
la vergüenza, resistir el lavado de cerebro corporativo, y literalmente ensuciarnos las
manos aprendiendo como funcionan nuestros cuerpos‖59. Cualquier mención del
activismo menstrual está acompañada por una descripción profunda de productos
menstruales alternativos. Las menarquistas creen que Diva Cups (copas menstruales
de silicona), Luna Pads (toallitas lavables y reutilizables), the Keeper (copas
menstruales de silicona), y otros productos menstruales ―alternativos‖ ofrecen mejores
opciones que los tampones y las toallitas.

Porque son reusables, estos productos también son amigables con el medio ambiente.
En vez de promocionar un solo estilo ―normal‖ (no menstruando) de cuerpo moderno
que las mujeres deban emular, los fabricantes de estos nuevos productos reconocen
que la menstruación y su manejo deben lucir diferentes para cuerpos distintos. A
través de la publicidad boca a boca y los fanzines, las menarquistas ofrecen guías de
recursos para los diferentes productos. Ellas ofrecen su propia experiencia para
―reasegurar a la lectora de que está leyendo (al menos de una mujer) sobre la
experiencia real del uso del producto‖60. Este grupo particular de menarquistas evita
condensar la experiencia simplemente a temas de las ―mujeres‖.

56 MOLT.57 MOLT
58 Kissling,Capitalizing on the Curse, 112.
59 Bobel, ―Our Revolution Has Style,‖ 336.
60 Bobel, ―Our Revolution Has Style,‖ 337.

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Quieren separar la menstruación de la femineidad. Bobel lo explica, ―Llamar la


atención a la única experiencia femenina del sangramiento mensual excluye a las
niñas, a las mujeres post menopáusicas, a las mujeres transgenero y transexuales y a
mujeres que por una miríada de otras razones, no pueden o no quieren sangrar‖61.

Las campañas de marketing para los productos alternativos contrastan fuertemente


con Kotex, Tampax, y Always.

Primero, no parten de la premisa de que la menstruación es tabú y que su producto


facilitara la vida de la mujer y hará la menstruación tan poco molesta como sea
posible. Es lo opuesto. Kissling explica esta impactante nueva actitud hacia la
menstruación: ―los avisos de productos ecológicamente amigables no venden secreto
y vergüenza junto con sus productos. No hay mención sobre la frescura ni remedio
para la feminidad manchada. La menstruación es entendida como un hecho de la vida
que se debe aceptar, en vez de esconder o controlar‖62. Los avisos son directos,
informativos, y transparentes acerca de su meta de ―liberar a las mujeres de la
dependencia en productos de papel pesados, incómodos, y caros‖63.

En Segundo lugar, la promoción de esos productos es de boca en boca, con mujeres


promoviéndolos. The Keeper, que es una copa de goma diseñada para recolectar la
sangre menstrual, tiene una fuerte ―base de fans‖. Incluso la página oficial de The
Keeper se alinea con las ideas de las menarquistas sobre el marketing de productos
menstruales—es informativa y llena de testimonios de mujeres que apoyan The
Keeper. La página oficial explica los beneficios financieros; Las mujeres ahorraran
$445 dólares en 10 años, a la vez que se recorta el desperdicio de productos
desechables. Las lunapads son otra alternativa popular. Las toallitas menstruales
lavables son una herramienta práctica y llena de recursos para que las mujeres
manejen su menstruación.

Mientras los productos menstruales alternativos están revolucionando verdaderamente


las ideas sobre la menstruación y como puede ser manejada, el resultado más
revolucionario de estos productos es que conectan a las mujeres más directamente a
su sangre menstrual. Cuando se lava un Lunapad o se vacía The Keeper, las
menstruadoras están directamente tocando su sangre menstrual abyecta. La miran sin
miedo, directamente, y, dependiendo de cuan subversivas aspiren a ser, pueden
incluso hacerlo en lugares públicos. Al limpiar y enjuagar su sangre en baños públicos,
las mujeres están abrazando sus ciclos menstruales y dejando impresiones duraderas
en las mujeres testigos. Mientras las menarquistas están tratando de cambiar las
actitudes publicas hacia la menstruación, ellas deben hacerlo primero al superar sus
propios mensajes misóginos internalizados que se manifiestan en el auto-asco.

Cycle III: Un momento menstrual caótico


Medio dormida me froto con el dedo la vagina. Esta húmedo. Abro mis ojos y
excitadamente veo una capa delgada de brillo rojo en mi dedo índice. ¡Lo sabia!
Satisfecha, triunfantemente saco mi dedo y lo muestro a mi novia antes de darme
vuelta y cerrar mis ojos por otros 10 minutos. Sabía que estaba por llegar, por
supuesto. En el tiempo justo, y claro los calambres y el deseo debilitante de quedarme
en cama todo el día de ayer. ¿Dónde está mi Diva Cup? ¿Cómo se verá mi sangre
esta semana? Recientemente ha sido de un carmesí brillante. Solía avergonzarme y
enrollar mi paño o tirar mi tampón por el inodoro. Ahora, con respeto inspecciono y
admiro los charcos de sangre menstrual que gotean fuera de mí. Es chocantemente
hermoso. Un signo de revolución, una bandera de coraje, y como Judy Chicago ha
demostrado, una obra de arte deliberadamente radical (ver Figura 3).
61 Bobel, ―Our Revolution Has Style,‖ 34. 62 Kissling, Capitalizing on the Curse, 97.
63 ―The Keeper: Reusable Menstrual Cup,‖ 18 Dec. 2009 <http://thekeeper.com>.

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Figura 3. Red Flag/Bandera Roja by Judy Chicago, 1971.


Judy Chicago dono esta impresión (numero 51 de 94) al Museum of Menstruation and
Women’s Health in 1998 <http://www.mum.org/>.

Los coágulos aun me perturban un poco. Las partes más espesas son un poco
gelatinosas y me recuerdan la jalea de frambuesa. Me asustan un poco si las imagino
como migajas de mi cuerpo vivo—el forro de mi útero y las capas protectoras que
existen para crear otra cosa viva. Quiero tocarla, untarla, usar mi sangre menstrual
para crear algo, evocar sentimientos y emociones. Muchas artistas han intentado
transformar actitudes sobre la sangre menstrual haciendo arte menstrual. La artista
Vanessa Tiegs creó una serie de 88 pinturas tituladas ―Menstrala‖ (ver Figura 4).

Figura 4. Galaxy Crossing por Vanessa Tiegs.

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Una de las 88 imágenes hechas en 3 años usando la sangre menstrual de la artista 65.

Ella usa su sangre menstrual como un diario de lo que ella llama su ―ciclo mensual de
renovación‖. Debido a que ella encontró pocas imágenes visuales de la menstruación,
tuvo que crearlas ella misma. Usando su propia sangre menstrual como medio, se
expresa a si-misma, su estado de ánimo, y su sexualidad a través del arte. Su
intención es crear imágenes positivas y afirmativas de la menstruación, así como
conectarse con su propio cuerpo66.

La escritura menstrual es una escritura cíclica. Desbanda formas de ser falocéntricas,


de razonar, de producir y trabajar, de existir en el mundo. La menstruación es nuestra
libertad. Podemos untarla en las paredes, pintar con ella, vestirla, ostentarla. Dejemos
que los retratos de Ingrid Berthon-Moine‘s sean una inspiración (ver Figura 5).

Figura 5. Red is the Colour por Ingrid Berthon-Moine.


Mujer usando su sangre menstrual como lápiz labial.67

Las mujeres miran fija e intransigentemente a la cámara. Sus labios manchados de


sangre podrían bien ser una capa gruesa de pintalabios Cover Girl™, pero una mirada
detenida revela los rastros de los coágulos de la sangre menstrual. Los retratos de
Berthon-Moine reflejan ideas menarquistas contemporáneas. Ella trae literalmente la
menstruación a las bocas de las mujeres. En la fotografía más arriba, con sangre
desafiante en los labios, la mirada fija y silenciosa representa el silencio que rodea la
sangre menstrual.

Las series de retratos de Berthon-Moine muestran la invisibilidad de la menstruación y


a la vez remueven cualquier tecnología menstrual mediadora que borre los signos de
menstruación. En re: Cycling, Chris Bobel analiza el poder detrás de las series de
Berthon-Moine:

65 Vanessa Tiegs, Galaxy Crossing, Menstrala, n.d., 18 Dec. 2009, <http://menstrala.blogspot.com>.


66 Vanessa Tiegs, Menstrala, 18 Dec. 2009, <http://menstrala.blogspot.com>.

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Critical Theory and Social Justice, Occidental College, 2010

Las modelos de Moine, silenciosas y sin pestañar, lanzan un desafío. Cuando nos
encontramos con su mirada y contemplamos sus rojas bocas, estamos obligadas a
mirarnos a nosotras mismas, y las unas a las otras. ¿Por qué hay un tabú menstrual,
de todas maneras? ¿Y a quien y a qué sirve? Tiene que haber un montón de cosas en
juego cuando la gente trabaja tanto para mantener vivo el tabú…

El sexismo y la misoginia dan forma a las actitudes culturales sobre los cuerpos y las
vidas de las mujeres, mostrándolos como deficientes en el mejor de los casos, y
repulsivos en el peor.

Esto prepara el escenario para el abuso, para la ―justificación‖ del poder y el control
sobre las mujeres y las niñas y todas las cosas femeninas.

No dejemos que esta conexión pase desapercibida mientras miramos para otro lado
por el asco, especialmente entonces. El tabú menstrual se enraíza en una mirada
negativa y disfuncional de los cuerpos y experiencias de las mujeres, es un artefacto
del sexismo, tan viejo como el sexismo mismo.

Desafiar el tabú dice NO a faltarle el respeto a las mujeres y nos acerca al término de
la violencia contra las mujeres. Ese es el poder de trabajos como el que Moine
realiza68.
Goteando, dejando nuestra marca donde quiera que vayamos. Podemos revolucionar
femcare, radicalmente rechazarlo y en vez de eso derramar, manchar, y embardunar
en todos lados.

Ahora mismo la humedad de la sangre mantiene mis piernas juntas. Me siento en un


charco de mi sangre. Inusualmente confortante, tibia y poderosa. Aprendo a disfrutar
esta transformación lenta que mi cuerpo crea. Estaré feliz cuando se termine, pero por
esta semana al mes, la menstruación me recuerda, me inspira, y me transforma68.

67Ingrid Berthon-Moine, Red is the Colour, n.d., photograph, http://www.ingridberthonmoine.com>.


68 Chris Bobel, ―What’s Menstruation Got to Do With It?” web log posting, re:Cycling: Society for Menstrual
Cycle Research, 3 Mar. 2010, <http://menstruationresearch.org/2010/03/03/whats-menstrution-got-to-do-
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