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Álvaro Gutiérrez
266 Reseñas
En esta ocasión, además, dicha inten- para el pabellón de la seda de Berlín en la
ción fue anunciada ochenta años atrás exposición de la moda de 1927 (coinci-
por el propio autor del pabellón, siendo dentemente también un pabellón dentro
en gran medida la generatriz del edificio de otro) donde finas cortinas de seda
que hoy todos conocemos. Me refiero al suspendidas de la estructura del edificio
reflejo. Inquietudes que fueron expre- principal, conformaban un recinto de
sadas en varios proyectos predecesores al figuras curvilíneas que confinaban los
pabellón, en específico en el rascacielos espacios dedicados a la exposición. Un
de vidrio en Berlín de 1922 donde Mies límite completamente definido y sin em-
confesaba abiertamente su interés sobre bargo, casi inexistente.
el estudio de materiales con propiedades La lección que nos deja éste aconte-
reflectantes: cimiento arquitectónico es que más allá
de sólo trabajar con los atributos físicos
Las pruebas realizadas sobre una maqueta de cris- de los materiales, el arquitecto debe de
tal me mostraron el camino y pronto me di cuenta trabajar y explotar otro tipo de valores
de que al utilizar cristal no se trata de conseguir un muchas veces intangibles. En este caso el
efecto de luz o sombra sino más bien de lograr un atributo del reflejo, ya sea del mármol,
gran juego de reflejos de luz. del vidrio, del metal cromado, del agua o
del acrílico, es la característica utilizada
Dichas investigaciones se “cristalizaron” para los propósitos de cada arquitecto y
por completo en el pabellón de Alema- que al final se resumen en uno mismo: el
nia, crisol de herencias expresionistas delimitar y conformar un espacio.
y de la emergente vanguardia arquitec- Como ya lo dijo Josep Quetglas en El
tónica alemana. Artificio de reflejos y horror cristalizado, el espacio del pabellón
simetrías que desconcertaba al visitante queda retenido por la geometría, pero
atónito de la época. no una geometría de relaciones físicas, de
Con esto no se pretende demeritar proporciones o modulados, sino por una
ni poner en tela de juicio la capacidad geometría de evocaciones, de percepcio-
propositiva del dueto japonés, sino por nes, de referencias.
el contrario elogiar su perspicacia para Con esta sencilla intervención SANAA
entender la esencia del edificio, las in- reinterpreta y potencia la idea original
tenciones originales del arquitecto y re- del pabellón de Alemania, y convierte la
interpretarlas de una manera propia. experiencia de habitarlo en algo nuevo,
Lo que interesa pues, es como se tra- un espacio familiar vivido de manera
baja la condición del límite. El qué de la distinta, un nuevo recorrido con nuevas
intervención nos queda claro pero el cómo fugas visuales y relaciones espaciales ante-
resulta más interesante. La manera de riormente inexistentes, todo esto conse-
delimitar y conformar un espacio pres- guido, en palabras burdas, a través de una
cindiendo casi por completo de la mate- simple espiral de acrílico.
ria resulta excitante. Ésta instalación nos recuerda aspectos
Utopía. Si bien es inconcebible pensar esenciales y primigenios de la arquitectu-
una arquitectura sin materia, Sejima y ra a menudo olvidados hoy en día y habla
Nishizawa coquetean con este paradigma también de su universalidad en una época
a lo largo de su carrera y constantemente que apuesta por la singularidad confiada
llevan al límite esta cuestión. En diver- en gran medida a la innovación de la fi-
sos proyectos dejan claro dicho interés gura y del material, en otras palabras, la
por disociar al cerramiento de cualquier tecnología por encima de la técnica.
carácter de robustez o gravedad inclu-
so aún cuando estos mismos funcionen La grandeza de este arte no puede alcanzar su ex-
como estructura, y más bien apuntan a presión materialmente, sino que actúa con medios
una búsqueda de un espacio más dinámico, que nos afectan aún más profundamente […]
herencia evidente de la arquitectura tra- Sólo la presentimos, pero prendidos en su encan-
dicional nipona. tamiento. Creemos en ella como algo maravilloso.
En este sentido la instalación se ase-
meja bastante a la intervención de Mies Peter Behrens 1908
DC.19-20 267