Está en la página 1de 4

Samuel Beckett

(Dublín, 1906 - París, 1989) Novelista y dramaturgo irlandés. Samuel Beckett estudió en la
Portora Royal School, una escuela protestante de clase media en el norte de Irlanda, y luego
ingresó en el Trinity College de Dublín, donde obtuvo la licenciatura en lenguas romámicas y
posteriormente el doctorado. Trabajó también como profesor en París, donde escribió un
ensayo crítico sobre Marcel Proust y conoció a su compatriota James Joyce, del cual fue
traductor y a quien pronto le unió una fuerte amistad.

Samuel Beckett

En 1930 regresó a Dublín como lector de francés de la universidad, pero abandonó el trabajo al
año siguiente, tras lo cual viajó por Francia, Alemania e Italia, desempeñando todo tipo de
trabajos para incrementar los insuficientes ingresos de la pensión anual que le enviaba su
padre (cuya muerte, en 1933, supuso para el escritor una dura experiencia), hasta que en 1937
se estableció definitivamente en París.

En 1942, y después de haberse adherido a la Resistencia, tuvo que huir de la Gestapo para
afincarse en el sur de Francia, que estaba libre de la ocupación alemana, donde escribió su
novela Watt. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, Beckett se entregó de lleno a la escritura:
terminó la trilogía novelística Molloy, Malone muere y El innombrable, y escribió dos piezas de
teatro. Aunque utilizaba indistintamente el francés o el inglés como lenguas literarias, a partir
de 1945 la mayoría de su producción está escrita en francés, y él mismo vertió sus obras al
inglés.
La difícil tarea de encontrar editor no se resolvió hasta 1951, cuando su compañera, Suzanne
Deschevaux-Dumesnil, que más tarde se convertiría en su esposa, encontró uno para Molloy.
El éxito relativo de esta novela propició la publicación de otras, y en especial dio pie a la
representación de Esperando a Godot en el teatro Babylone de París; el resonante éxito de
crítica y público que obtuvo la obra le abrió las puertas de la fama.
Su ruptura con las técnicas tradicionales dramáticas y la nueva estética que proponía le
acercaban al rumano Eugène Ionesco, y suscitó la etiqueta de «anti-teatro» o «teatro del
absurdo». Se trata de un teatro estático, sin acción ni trucos escénicos, con decorados
desnudos, de carácter simbólico, personajes esquemáticos y diálogos apenas esbozados. Es la
apoteosis de la soledad y la insignificancia humanas, sin el menor atisbo de esperanza.
Se considera en general que su obra maestra es Esperando a Godot (1953). La pieza se
desarrolla en una carretera rural, sin más presencia que la de un árbol y dos vagabundos,
Vladimir y Estragón, que esperan, un día tras otro, a un tal Godot, con quien al parecer han
concertado una cita, sin que se sepa el motivo. Durante la espera dialogan interminablemente
acerca de múltiples cuestiones, y divagan de una a otra, con deficientes niveles de
comunicación.

En otra de sus piezas, Días felices (1963, escrita en inglés en 1961), lo impactante es su
original puesta en escena: la cincuentona Winnie se halla enterrada prácticamente hasta el
busto en una especie de promontorio. Habla y habla sin tregua, mientras su marido Willie,
siempre cerca pero siempre ausente, se limita a emitir de vez en cuando, como réplica o
asentimiento, un gruñido. Winnie repite a diario los mismos actos, recuenta las pertenencias de
su bolso, siempre idénticas, y, sobre todo, recuerda las mismas cosas triviales e
intrascendentes, pero que constituyen sus «días felices».

El teatro de Beckett adquiere tonos existencialistas, en su exploración de la radical soledad y el


desamparo de la existencia humana y en la drástica reducción del argumento y los personajes
a su mínima expresión, lo cual se refleja asimismo en su prosa, austera y disciplinada, aunque
llena de un humor corrosivo. En el año 1969 fue galardonado con el Premio Nobel de
Literatura.
DÍAS FELICES
APRIL 21, 2013 BY SENSE.OF.F

Título Original: Happy Days.

MARCO HISTORICO DE LA OBRA-CRONOLOGIA: Dicen que empezó a escribirla el día 8 de


octubre de 1960 y que fue terminada el día 14 de mayo de 1961. La obra fue traducida
y estrenada por primera vez en España en 1963, dada la censura del momento. Otra
traducción que se hizo de la obra fue Ah, los buenos tiempos.

Autor: Samuel Beckett. (Nos remitimos a la entrada de la obra Esperando a Godot,


donde podéis encontrar un link de su biografía).

SINOPSIS DE LA OBRA: El tema central es el deterioro físico y mental de las personas,


aunque podemos encontrar una gran diversidad de opiniones respecto al verdadero
sentido de la obra. Es un drama simbólico, del absurdo.

ARGUMENTO:

Winnie, es una señora de mediana edad que aparece en escena semienterrada en un


montículo calcinado, bajo una luz cegadora que nunca cesa de brillar. Pese a ello, a
través de un ritual de acciones cotidianas, encuentra siempre motivos, por
insignificantes que sean, para considerar sus días, felices. Beckett introduce la
recurrente frase “Esto habrá sido otro día feliz”, que oiremos a menudo a lo largo de la
obra. Nos enteramos de que Winnie no ha vivido siempre en estas condiciones, sin
embargo nunca se nos explica cómo llegó a estar aquí. A pesar de sus intentos por
vivir felizmente, no deja de hundirse en el montículo de arena, hasta el punto de que
en el segundo acto está enterrada hasta la cabeza. En este momento no puede
moverse y admite tener dolor. A pesar de la situación de desesperación está segura
de que este también será otro día feliz. Continúa hablando alegremente pero al no
poder coger el bolso no puede utilizar sus pertenencias y le resulta difícil hacer frente
al día sin su rutina. Hace tiempo que no sabe nada de su marido Willie pero no puede
ver detrás del montículo así que no sabe si aun estará allí pero necesita creer que sí.
Al final de la obra Willie se arrastra hacía Winnie, su intención es incierta:
Winnie: “¿Vienes a por mí, Willie, o a por otra cosa? ¿Es un beso lo que quieres,
Willie, o es otra cosa?”
Beckett hizo el siguiente comentario al respecto del final de la obra: “La duda respecto
a lo que Willie quiere- Winnie o el revólver- es como la pregunta en Toda esa
caída respecto a si Mr Rooney tiró a la chica fuera del vagón de tren o no. Y la
respuesta es la misma en ambos casos- no lo sabemos, al menos yo no.
En esta obra la condición existencial de los personajes se materializa a través del
montículo de arena que inexorablemente se traga a Winnie. Conforme se acerca al
final el proceso se ralentiza, como si el final se resistiera a librarla de la agonía de
morir. Beckett afirmó que pretendía representar la interminable repetición de
momentos de muerte (dying moments), más que la muerte misma. Sus personajes
quieren terminar sus vidas pero el final nunca llega porque el reloj ralentiza su ritmo.
Todo lo necesario en lo que a mi respecta – técnicamente y en otros sentidos- es que
menos y más, y más es demasiado. La ambigüedad de su motivación, la duda,
establecida claramente por Willie, era una oportunidad dramática que no podía perder
ni arruinar resolviéndola.
Estructura: Obra en dos actos.
PERSONAJES: Winnie: La protagonista de la obra. Es una mujer de mediana edad a la
que le da pánico quedarse sola. Es eternamente optimista y una habladora compulsiva
que necesita ser escuchada. El autor la comparó con un pájaro en su esfuerzo por
volar y desencadenarse de su destino/ruina, al cual siempre tiran hacía abajo. Otra
característica llamativa es que el personaje recurre constantemente a las citas
literarias, las cuales aparecen distorsionadas.

Willie: Esposo de Winnie. Es un hombre terso y, por contraste, nada comunicativo. La


ignora habitualmente a excepción de alguna respuesta monosilábica. Sus respuestas
parecen ser de menos importancia para Winnie que el hecho de ser escuchada. Es
característico de Beckett introducir un personaje que llevar a cabo la función crítica. Lo
más que se ve de él es su cogote mientras lee un papel amarillento o escrutiniza sus
cartas. Vive obsesionado por el sexo y una postal pornográfica que guarda. A lo
largo de toda la obra en ningún momento podemos decir que mantengan una
conversación.

TEMA O SUNTO DE LA OBRA: Eduardo Haro Tecglen afirmó en el diario El


País (10/10/1984): “Hace un cuarto de siglo esta obra de Beckett era una tragedia
metafísica aterradora… Escuchando ahora el gran texto se encuentran bastantes
vestigios de optimismo: una capacidad de resignación; la magnífica condición plástica
del ser humano para adaptarse; el amor y la compañía de los dos seres residuales,
Winnie, la enterrada; Willie, el reptante

TIEMPO: El biógrafo de Beckett, Klaus Binkenhauer, destaca la gran preocupación de


este autor en sus últimas obras, incluida Los días felices, por el detalle en las
acotaciones escénicas: «Es posible que los fracasos atribuibles al trabajo rutinario de
la gente de teatro expliquen el hecho de que Beckett, en sus últimas obras, haya ido
detallando cada vez más las acotaciones escénicas hasta llegar a dar datos en
segundos y centímetros. La idea que Beckett se hace del movimiento escénico es tan
exacta y acertada que los directores de escena y los actores pueden seguir las
acotaciones con toda confianza».

VALORACION PERSONAL: "Cuando se vive el fin de una civilización (tal como la viven o
creen que la viven, Beckett y Bacon), la última confrontación brutal no se produce
contra una sociedad, contra un Estado, contra una política, sino contra la materialidad
fisiológica del hombre", Milan Kundera

Una mujer se encuentra enterrada hasta la cintura, en un montículo de tierra


resquebrajada. Un hombre merodea por detrás. Igual, hay motivos, reales o no, para
considerar a éste, "un nuevo día feliz". Sus palabras la llevarán por el pasado, el
presente y el futuro, siempre incierto. Un ocaso personal, social, histórico y existencial.
Winnie y su espíritu estoico insistirán en seguir adelante, aunque lo que le suceda
parezca una maldición.

También podría gustarte