Cuando se considera solo la variación en los precios, el comportamiento de consumidor
se mueve sobre la curva de la cantidad demandada. Sin embargo, el comportamiento
de la demanda se ve también afectado por otras variables, entre las que se pueden mencionar las siguientes.
Ingreso de los consumidores: al aumentar el ingreso de las personas, la tendencia
a comprar puede aumentar (se denomina bien normal) o disminuir (bien inferior), como por ejemplo aquellos bienes a los que se accede solo porque no se dispone de recursos suficientes para adquirir el que realmente se desea, lo que sí se logra con un mayor ingreso.
Cantidad de consumidores: al variar la población del mercado, se modifica la
capacidad de consumo reflejando un cambio en la demanda en el mismo sentido en que lo hace la población.
Precio de los bienes complementarios: al variar el precio de un bien
complementario, la demanda por el producto se modifica en sentido contrario. Dos productos son complementarios cuando el consumo de uno condiciona el consumo del otro. Aunque no se modifique el precio del producto que se elaborará en el proyecto, su demanda caerá si sube el precio del bien complementario. Por ejemplo, si sube el precio de las entradas, algunas personas dejarán de asistir al cine y, en consecuencia, demandarán menos palomitas de maíz aunque estas no cambien de precio.
Precio de los bienes sustitutos: al variar el precio de un bien sustituto, se modifica la
demanda del producto del proyecto en el mismo sentido que la variación del precio. Por ejemplo, si el precio de un producto sustituto cae, el consumidor trasladará su consumo a aquel, dado que le permite disponer del ingreso ahorrado para satisfacer otras necesidades o deseos, en desmedro del proyecto.
Gustos y preferencias: personas que manifiesten diferentes intereses o preferencias
sobre un mismo producto, aun teniendo el mismo ingreso, demandarán más o menos de él, según sus gustos, a un mismo precio. Por ejemplo, acompañar las comidas con una copa de vino o una gaseosa.
Expectativas: el nivel de expectativas sobre variaciones de precios o cambios en los
atributos de un producto, por las constantes innovaciones tecnológicas, puede hacer que un consumidor adelante o posponga compras respecto de otro.
La variación de cualquiera de estos factores hará que, aun manteniéndose un precio,
la demanda cambie. Mientras que el cambio en el precio muestra la variación de la cantidad demandada dentro de la curva de demanda, la modificación de cualquier otro factor hará que la curva completa se desplace, como se ejemplifica en el Gráfico 2.2.