Está en la página 1de 4

BIOETICA Y TRANSPLANTES

PRINCIPIOS BIOETICOS

 La búsqueda del bien (principio de la beneficencia y no maleficencia)


 El respeto a las personas (principio de autonomía)
 La equidad (principio de justicia)

En la actualidad, la mayoría de los trasplantes se realizan en un acto terapéutico, ya


validado por experimentación previa, por tanto, el problema ético pasa a ser el diagnostico
de muerte, la obtención de órganos y la utilización de recursos escasos.
En la perspectiva filosófica, el problema es que es la vida y la muerte siendo la vida humana
una vida animal dotada de razonamiento e integralidad de funciones, la muerte se producirá
cuando pierdan total e irreversiblemente esas condiciones. Este es el caso de la muerte
cerebral.
La donación de órganos también suscita problemas con algunas objeciones que tienen que
ver con la dignidad corporal. En relación con los donantes vivos, hay una presunción contra
la automutilación, incluso cuando se saque algún bien de ello. Las donaciones de
cadáveres, por otro lado, van contra nuestro respeto por la integridad de un cuerpo, y
nuestro deseo de honrar a los muertos.
La doctrina de la iglesia deja la cuestión de la donación de órganos a cada individuo. En su
encíclica Evangelium vitae, el sumo pontífice Juan Pablo II habla de una autentica cultura
de la vida que puede ser fundamentada por cada persona. En el No 86 escribe: “entre ellos
merece especial reconocimiento la donación de órganos, realizada según criterios
éticamente aceptables, para ofrecer una posibilidad de curación e incluso de vida, a
enfermos tal vez sin esperanzas”.
Dejar morir a las personas de una muerte lenta mientras espera en vano órganos no es una
perspectiva atractiva.
En la bioética, un aspecto fundamental que debe considerarse es la autonomía, la cual está
representada en la voluntad del donante quien en vida y como acto altruista, dio su
consentimiento en donar sus órganos para trasplante.
El desarrollo actual y futuro de la ingeniería genética abre un campo absolutamente distinto
al tradicional, en el cual los conflictos bioéticos son también totalmente diferentes. Siendo
un material de experimentación que requiere un control ético solo por esa razón los
problemas ya observados son:
1. Uso de embriones donantes.
2. Definición del estatuto del embrión humano.
3. Riesgo de los heterotrasplantes transgénicos.
Aún queda un gran camino por recorrer pero nuestro país ha logrado un gran avance en
esta materia los controles son cada vez más estrictos lo que da una mayor certeza de que
el origen de cada órgano o tejido es conseguido mediante la donación de forma altruista sin
ánimo de lucro. Por tanto la donación no es otra cosa más que un acto de generosidad
humana que permite darle la oportunidad de vida a un ser que lo necesita.

Consideraciones Éticas en el Trasplante de órganos.

Es indudable que uno de los grandes avances de la Medicina en el siglo pasado fue la
posibilidad de ofrecer a personas enfermas, un cambio en sus condiciones a través del
trasplante de órganos. Esta práctica no ha estado exenta de grandes cuestionamientos
éticos y religiosos.
En un principio, los cuestionamientos se referían a la obtención de órganos de personas
muertas – incluyendo la definición de muerte como tal – y la forma en que se podía decidir
quién podría ser el mejor receptor de ese órgano. La dificultad inicial de una supervivencia
razonable de este tipo de trasplantes retrasó la discusión de estas consideraciones, lo
mismo que sucedió con el trasplante de órganos de personas vivas no relacionadas. El
mayor avance se logró en aquellos casos en que la dupla receptor-donador estaba
conformada por familiares directos, que en cierta forma plantea menos problemas éticos,
siendo desde siempre una práctica de mayor aceptación e incluso, promoción por su
importante valor moral.
Sin embargo, el desarrollo de fármacos que han permitido modular la respuesta
inmunológica, y con ello disminuir la posibilidad de rechazo o daño a mediano plazo del
órgano trasplantado, volvió a poner sobre la mesa de discusión muchas de estas
cuestiones. Un ejemplo claro en este momento es la posibilidad de recibir donaciones de
personas vivas, no relacionas, y eventualmente a consideración de un beneficio económico
para el donador, práctica no aceptada en muchos países, pero con promoción activa por
otros, como parte de sus programas del llamado Turismo de la Salud.
Latinoamérica ha sido una de las regiones del mundo más activas en relación al
establecimiento de guías éticas en el área de trasplantes. La Sociedad de Trasplantes de
América Latina y el Caribe auspició el Primero Foro Latinoamericano de Bioética en
Trasplante, el cual se llevó a cabo en la ciudad de Aguascalientes, México, en 2010. Es
interesante ver cómo se toman algunos de los conceptos básicos de la Ética Médica, como
los principios básicos a cuidad: dignidad humana, beneficencia, integridad, vulnerabilidad,
autonomía, responsabilidad y justicia.
Muchos autores, médicos, filósofos, académicos, economistas, religiosos, discuten en
forma activa estas nuevas condiciones que se presentan ahora. Considero que la persona
interesada en estos devenires tiene en los Principios de Guía o Principios Rectores de la
Organización Mundial de la Salud, información que le puede orientar inicialmente, por lo
que los presentaré y comentaré a continuación, en relación a la legislación actual en México.

Principio 1
Los órganos de personas fallecidas pueden ser retirados con el propósito de trasplante si:
(a) Se obtiene cualquier consentimiento requerido por la ley; y
(b) No hay ninguna razón para creer que la persona fallecida se opuso a tal retiro, en la
ausencia de cualquier consentimiento formal expresado durante toda la vida de la persona.
Comentario: actualmente en México son aceptadas ambas opciones para la donación de
órganos. Es uno de los cambios que se hicieron en la Ley de Salud del Distrito Federal en
marzo de 2012, para coincidir con la Ley General de Salud, en la que se considera que la
persona puede donar de forma expresa, teniendo que manifestarlo por escrito, o tácita, en
la cual, se considera que si no se expresó por escrito el deseo de no donar, y si los familiares
o quien funja como responsable lo aceptan, se pueden obtener los órganos de la persona
que falleció. Con esta regulación, se busca proteger el principio de autonomía de cada
persona, quien es la única responsable de decidir sobre su cuerpo o tejidos, y el qué hacer
con ellos en vida o después de ella.

Principio 2
Los médicos que determinan que se ha producido la muerte de un donador potencial no
deben estar directamente implicados en el retiro de órganos de los donadores y los
procedimientos de trasplante subsecuente, o ser responsables del cuidado de los
destinatarios potenciales de esos órganos.
Comentario: es obligación de cada país definir lo que se considera como muerte legal. Este
principio busca evitar que las personas involucradas en el proceso de trasplante puedan
tener conflictos de interés en la decisión del momento en que se considera que la persona
ha fallecido y puede ser candidato a donar sus órganos.

Principio 3
Los órganos para el trasplante deben tomarse preferentemente de personas fallecidas. Sin
embargo, personas adultas vivas pueden donar órganos, pero en general esos donadores
deben estar genéticamente relacionados a los receptores. Puede haber excepciones en el
caso de trasplante de médula ósea y otros tejidos con capacidad de regeneración
aceptable.
Un órgano puede tomarse de un donador adulto con el fin de trasplante, si éste da su libre
consentimiento. El donador debe estar libre de cualquier influencia y presión indebidas, y
suficientemente informado para poder comprender y sopesar los riesgos, beneficios y
consecuencias del consentimiento.
Comentario: este principio vuelve a reforzar la autonomía de la persona en relación a su
decisión de convertirse en donador. Es uno de los principios modificados en los últimos
años, en los que e incluyó a quienes deciden donar órganos en vida, y todavía no considera
como una opción a quienes forman una dupla donador-receptor sin estar genéticamente
relacionados, un punto que se encuentra en este momento en fuerte discusión, y que no
limita esta posibilidad en los países en que es aceptada. En México se permite esta
situación, cumpliendo los siguientes requisitos:
1. Obtener una resolución favorable del Comité de Trasplantes de la institución en que se
haga el procedimiento, cumpliendo con las evaluaciones estandarizadas en cada sitio
2. El potencial donador debe otorgar su consentimiento expreso ante Notario Público,
manifestando que éste es libre, consciente y sin que medie remuneración alguna. Este
consentimiento puede ser revocado en cualquier momento.
3. Cumplir con los requisitos legales y procedimientos establecidos por la Secretaría de
Salud para comprobar que no se está lucrando con el trasplante.

Un caso especial es el que ocurre con donadores extranjeros. Se les solicita que tengan
acreditado un expediente y seguimiento clínico por al menos 6 meses antes del
procedimiento si no se tiene parentesco, o dos semanas en familiares hasta cuarto grado.

Principio 4
Ningún órgano debe extraerse del cuerpo de un menor en vida con el fin de trasplante.
Puede haber excepciones en la legislación nacional en el caso de tejidos con capacidad de
regeneración.
Comentario: se busca proteger al máximo una población muy vulnerable como son los
menores de edad. La legislación mexicana también ha incluido un artículo en especial para
garantizar el cuidado de ellos.
Principio 5
El cuerpo humano y sus partes no pueden ser objeto de transacciones comerciales. Por
consiguiente, dar o recibir el pago (incluyendo cualquier otra compensación o recompensa)
de órganos debe prohibirse.

Principio 6
Debe prohibirse el publicitar la necesidad o la disponibilidad de órganos, con el fin de ofrecer
o buscar pago por ellos.

Principio 7
Debe prohibirse a los médicos y otros profesionales de la salud a participar en los
procedimientos de trasplante de órganos si tienen razones para creer que los órganos han
sido objeto de transacciones comerciales.

Principio 8
Debe prohibirse a cualquier persona o institución involucradas en procedimientos de
trasplante de órgano el recibir cualquier pago que exceda una cuota justificable por los
servicios prestados.

Principio 9
A la luz de los principios de justicia y equidad, los órganos donados deben hacerse
disponibles para pacientes sobre la base de su necesidad médica, y nunca sobre otras
consideraciones, como las financieras.
Comentario a los principio 5 a 9: Estos principios se emitieron como una respuesta a casos
del llamado turismo de trasplantes, condición que se refiere a la búsqueda de donadores
en países en vías de desarrollo, para receptores con una mayor capacidad económica. Es
una práctica de ampliamente discutida en la actualidad, ya que existen países en los cuales
incluso se ha promovido por parte de sus gobiernos. México sigue las directrices de la
Declaración de Estambul (2008), en donde se establece que el comercio con órganos es
una práctica que debe prohibirse, ya que está ligada inevitablemente a una condición de
falta de justicia. Lo cierto es que el tener una condición económica o de educación precaria,
hace particularmente vulnerables a algunos grupos, y las instituciones y gobiernos tienen
la obligación de protegerlos de presiones de este tipo para tomar su decisión de convertirse
en donadores. Estos mismos principios vuelven a recogerse en el Documento de
Aguascalientes (2010). En estos principios, se busca establecer las condiciones para
mantener los principios de responsabilidad, justicia, vulnerabilidad e integridad para todos
los potenciales donadores.

También podría gustarte