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El Visagismo
El Visagismo
El Visagismo no sólo permite corregir facciones o realizar cambios en el cabello para causar
una mejor impresión, ya sea en una cita o una entrevistalaboral. Involucra una cuestión
más profunda, que le permite al cliente lograr ser quien realmente cree que es o quiere ser,
y al profesional lo beneficia en la relación con el cliente, ya que aprende el abordaje correcto
según cada persona, y cómo atenderlo según sus preferencias.
Los tipos de rostros se clasifican según su forma geométrica. Por sus dimensiones pueden
ser: ovalados, que corresponden a las dimensiones del canon, y son rostros equilibrados.
Anchos, donde el eje horizontal es casi de la misma dimensión que el vertical. Allí se pueden
distinguir dos tipos, redondos y cuadrados. Estrechos, donde el eje vertical predomina
sobre el horizontal, dando lugar a rostros largos y estrechos. Dentro de esa categoría se
pueden distinguir dos tipos, alargados y rectangulares. Y combinados, que poseen zonas
anchas y estrechas combinadas en el mismo plano horizontal. A este grupo corresponden
los rostros triangular, triangular invertido y hexagonal. Así, por ejemplo, un rostro redondo
tiene una forma corta y ancha, por lo que debe maquillarse de manera que se produzca un
efecto visual de alargamiento: se maquillan los pómulos muy altos, cerca del ojo, y se
difuminan muy ascendentes, hacia la sien y la ceja. Por otro lado, un rostro alargado en el
que predomina el eje vertical sobre el horizontal necesita que se le aplique el colorete por
encima del hueso del pómulo, recto y paralelo a la ceja. Para cada una de las variantes
existen determinadas recomendaciones en el área del maquillaje y del estilismo. Los
profesionales que desean brindar un servicio más completo y de excelencia a sus clientes, y
que todavía no han realizado estudios de Visagismo, deberían empezar a investigar un poco
este campo, y verán que se les abre un mundo infinito de posibilidades.
La estructura facial de cada persona, se determina por la posición, forma y prominencia de
sus huesos, tomando en cuenta líneas, perfil, nariz y frente.
También relacionamos la forma de la cabeza:
* Vista frontal (forma del rostro)
* Vista posterior
* Cuello
* Rasgos perfectos e imperfectos.
También relacionamos el Cuerpo:
* Hombros
* Cadera
* Estatura Al igual que analizamos un cabello antes del corte, definimos cada rostro, cuello,
etc., un buen corte debe usarse para resaltar los rasgos más atractivos y para ayudar a
disimular las imperfecciones faciales en caso de que las haya.
Aunque siempre estés a la vanguardia en cuanto a cortes de cabello, no es razón suficiente
el elegir cualquier corte o porque simplemente esté de moda, por ejemplo: No quedaría
estético un cabello muy corto en una persona con cuello largo como tampoco, un cabello
largo, no proporcionará mayor esbeltez a un cuello corto.
Tienes que recordar sin embargo, que antes de decidirte por un corte en particular, debes
tomar en cuenta también, la forma del cabello, su longitud y textura.
Un corte de cabello, no debe ser una causa sino algo pensado para una forma de vivir, un
estilo que debe favorecer, sinónimo del trabajo bien hecho porque fue hecho con técnica.
Cabello liso, ondulado, rizado, largo, corto, encrespado, fosco, teñido,… .Existen multitud
de tipos de cabello y cada uno es específico de su portador. Hoy día, los estilistas y asesores
de imagen se han adaptado por completo a esta diversidad a la vez que se van incorporando
técnicas modernas de diagnóstico y análisis capilar.
Se han creado soluciones para todos los problemas. Los expertos del cabello también
determinan fórmulas prácticas que permiten plasmar los cambios de imagen más
originales. Conviene recordar que un peinado tiene que armonizar no solamente con el
rostro, sino también con su carácter, sus costumbres y sus gustos. La edad de la persona
importa menos. Lo esencial es observar si es alegre o taciturna, tranquila o agitada; si es
joven de espíritu o si manifiesta un carácter anticuado; si es clásica o moderna; si trabaja o
no.
Rostro redondo
Cuidado con los rulos, el cabello debe llevarse lo suficientemente largo para mitigarlo,
cubriendo los costados del rostro desde la frente hasta la mandíbula, el grueso del cabello
debe delimitarse sellando la parte superior de la cabeza y evitar aumentar los flancos.
Lo que debe hacer:
• Alargar el rostro.
• Aplastar los lados.
• Abultar la parte superior.
• El rostro no debe estar muy invadido de cabello, pues generalmente los rostros redondos
son pequeños.
No debe hacer:
• Ensanchar el rostro.
• Abultar los lados.
• Aplastar la parte superior.
Rostro oval:
A este tipo de rostro le sienta cualquier tipo de corte y peinado, pero no debemos olvidarnos
de otros rasgos. Es preciso observar el perfil para distinguir que peinado es más necesario y
apropiado.
Debemos saber que, en general:
• Un peinado clásico, simétrico, bastante liso, conviene a una persona tranquila, sin
exuberancia.
• Un peinado hueco, de fantasía, asimétrico conviene a una persona alegre, exuberante e
imaginativa.
• Un peinado simple y armonioso, para una persona que trabaja y desea estar siempre
bien peinada.
• Un peinado trabajado, cuyos movimientos son rebuscados, conviene a una persona
social.
Lo que no debe hacer:
• Alargar el rostro.
• Exagerar el volumen de la parte alta de la cabeza.
• Liberar de cabello totalmente el rostro.
Lo que si debe hacer:
• Disminuir la altura del rostro por medio de un flequillo importante.
• Disminuir el volumen en la parte alta de la cabeza.
• Traer mechas al rostro para romper la regularidad del óvalo.
Rostro rectangular:
También en este caso deberá enmarcar la zona maxilar. Frente semi-cubierta por flequillo,
muchas ondas etc. La moda en peluquería no impone nuca un peinado sino una idea, un
estilo de peinado.
En general impone
• La longitud de los cabellos: largos, semilargos, cortos.
• El volumen del peinado: simétrico o asimétrico, liso o hueco.
• La tendencia general del peinado: reparto de volúmenes.
El color