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Las relaciones interpersonales saludables: qué significan y cómo

ponerlas en práctica
Las relaciones interpersonales son el eje de nuestra vida. Es innegable la determinante
importancia que tienen nuestros contactos con otras personas en el desarrollo de
nuestras experiencias, por lo que debemos procurar que estas interacciones sean lo más
ricas, interesantes y provechosas posibles. Por el contrario, aquellas relaciones que no
propician la alegría o los buenos momentos, sino la discordia y el sufrimiento, deben ser
mejoradas o alejadas. Nuestra existencia será significativamente más plena.

Las relaciones tóxicas no valen la pena

El término de relación tóxica se utiliza para referirse a las relaciones de pareja y son
aquellas uniones en las que los integrantes, al compartir tiempo juntos, experimentan
más dolor que alegría. Por lo general, uno sufre más que el otro, pero suelen devenir en
escenarios en los que el daño emocional es mutuo. En consecuencia, las relaciones
tóxicas impiden la realización o la autosuperación de las partes involucradas, llegando a
perjudicar gravemente su salud emocional y hasta física.

La plenitud en las relaciones

El objetivo en las relaciones saludables es el bien mutuo, pues una persona


contribuye a la satisfacción y autorrealización de la otra, y viceversa. De lo contrario, se
establece un vínculo nocivo. Para evitar esto se pueden asumir algunas actitudes
personales frente a los otros, por ejemplo, no exigir a los demás adaptarse a nuestros
juicios y expectativas; ser francos cuando lo requiera y ser congruente con nuestras
acciones.

Por otro lado, el primer contacto que se establezca con el otro es muy importante. En este
sentido, en pro de tener más y mejores relaciones saludables, es fundamental que
tratemos como queremos ser tratados, desde el primer momento.

Es necesario deslastrarse de las relaciones perjudiciales. No obstante, si bien hay


personas que no contribuyen al bienestar propio, es preciso perdonarlas antes de salir de
sus vidas. Es mejor no ser depositario de rencores.

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