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Derechos Circulacion
Derechos Circulacion
1) Conocer los derechos humanos y como se aplican a todos los individuos bajo
la jurisdicción del Estado sin discriminación de raza, idioma, sexo, religión,
origen nacional o social.
1
La Convención Americana sobre Derechos Humanos fue adoptada en la ciudad de San José, Costa Rica, el
día 22 de noviembre de 1969, durante la Conferencia Especializada Interamericana sobre Derechos
Humanos. Entró en vigor el 16 de junio de 1978.
aspiran a ganarse honradamente un módico vivir vendiendo su fuerza de trabajo allí
donde esperan que ésta puede ser comprado.
La significación jurídica de las fronteras como delimitadoras del derecho a la libre
circulación Proclaman las constituciones de cuantos países se dicen democráticos o
sea casi todos los del mundo, así como probablemente todas las demás normas de
rango constitucional en el mundo de hoy, que cada ciudadano tiene derecho a
escoger libremente su residencia dentro del territorio del «país» en el cual esté
vigente la norma en cuestión.
El derecho a salir y el derecho a entrar Mucho se ha vociferado a favor de ciudadanos
de países como los del Este cuando no podían salir de su territorio. Al menos quienes
los condenaban a no salir no los condenaban a morirse allí de hambre. En verdad es
más grave negar el derecho a la inmigración a los habitantes de los demás «países»
que el derecho a la emigración a los del propio «país», porque lo primero atenta
contra derechos inalienables de muchos más seres humanos que lo segundo; y,
sobre todo, es mucho más grave cuando se dan circunstancias como las que empujan
a esos pobres exiliados económicos de los países pobres, países que las potencias
colonialistas no han tenido empacho en someter durante mucho tiempo a su
dominación, y cuya actual pobreza seguramente tiene como una de sus causas esa
pasada opresión que han estado sufriendo hasta hace poco o que, según aducen
algunos estudiosos, siguen sufriendo, aunque con otras formas
En un Estado Democrático de Derecho auténtico, cuando se habla de la tutela
derechos y libertades fundamentales se alude a la vigencia plena de la Constitución
de la República, como la norma fundamental del Estado que debe ser respetada,
interpretada y aplicada por todas las autoridades públicas, incluyendo a operadores
del sistema de justicia y al pueblo en general. En otras palabras, la Constitución es y
debe ser la piedra angular de toda la estructura estatal, cuyo accionar
principalmente debe estar dispuesto para lograr el buen funcionamiento del Estado
y el goce y ejercicio del contenido esencial de los derechos fundamentales. La
Constitución Política de Honduras potencia el principio pro persona, también
conocido como pro homine, cuando en el Artículo 59 literalmente establece “La
persona humana es el fin supremo de la sociedad y del Estado. Todos tienen la
obligación de respetarla y protegerla...”. De cuya lectura, en el plano normativo se
deriva que este principio tiene como fin recurrir a la norma más protectora o de
mayor alcance para el goce y ejercicio de un derecho fundamental o en su defecto
aplicar la norma que menos limitaciones o restricciones produzca al goce y ejercicio
de los derechos humanos.
También, es importante señalar que la protección y garantía de los derechos
fundamentales no sólo está plasmada en la Constitución de la República, además, se
encuentran reconocidos en diversos Tratados y Convenios Internacionales, de los
cuales el Estado de Honduras es Alta Parte Contratante, mismos que cobran primacía
sobre las normas internas de los Estados, según lo establecido en la Convención de
Viena, conforme la cual, los Estados adquieren obligaciones que deben ser cumplidas
de buena fe sin invocar disposiciones de su derecho interno como justificación para
incumplirlas.
Esta protección de los derechos fundamentales derivada de los instrumentos
internacionales en materia de derechos humanos, es recogida en forma expresa por
nuestro derecho interno, cuando la Ley sobre Justicia Constitucional, en su Artículo
41 habilita a toda persona para la interposición del Recurso de Amparo a efecto de
mantener o restituir el goce de los derechos tutelados en Tratados, Convenciones y
otros instrumentos internacionales. Honduras es Alta Parte Contratante de la
Convención Americana sobre Derechos Humanos desde el 08 de septiembre de 1977
y acepta la competencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos el 09 de
septiembre de 1981. Es la Convención Americana el instrumento jurídico que por
excelencia define el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos
Humanos.
En Honduras, puede afirmarse sin lugar a dudas que la internalización de los
derechos humanos, ha llegado a través de la Convención Americana. Esta
Convención progresivamente ha jugado un papel importante como fuente del
Derecho Constitucional, al interpretar y aplicar normas constitucionales por reenvío,
especialmente las reguladas por tratados internacionales de derechos humanos. Con
respecto, a la jurisdicción constitucional transnacional la Ley Sobre Justicia
Constitucional en el Artículo 2 señala “Se interpretarán y aplicarán de conformidad
con los tratados, convenciones y otros instrumentos internacionales sobre derechos
humanos vigentes en la República de Honduras, tomando en consideración las
interpretaciones que de ellos hagan los tribunales internacionales”.
A nivel regional la OEA replicó el proceso de codificación en el continente americano.
Los documentos básicos de Derechos Humanos en el Sistema Interamericano son la
DADDH, la CADH, la Convención Interamericana para Prevenir y Sancionar la Tortura,
el Protocolo Adicional a la Convención Americana en Materia de Derechos
Económicos, Sociales y Culturales o “Protocolo de San Salvador”, el Protocolo a la
Convención Americana sobre Derechos Humanos relativo a la abolición de la Pena
de Muerte, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia contra la Mujer o “Convención de Belém do Pará”, Convención
Interamericana para la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra las
Personas con Discapacidad, la Carta de la Organización de los Estados Americanos,
la Carta Democrática Interamericana, la Declaración de Principios sobre Libertad de
Expresión, los Principios y Buenas Prácticas sobre la Protección de las Personas
Privadas de Libertad en las Américas.
2
Corte IDH. Caso de la Comunidad Moiwana vs. Surinam, op. cit., párr.113.
3
Ibidem, párrs. 120-121
desplazamiento de los familiares de Florencio Chitay fuera de su comunidad
“provocó una ruptura con su identidad cultural, afectando su vínculo con sus
familiares, su idioma y su pasado ancestral”. El Tribunal agregó que el
desplazamiento forzado de los pueblos indígenas fuera de su comunidad podía
colocarlos en una situación de especial vulnerabilidad, que por sus secuelas
destructivas sobre el tejido étnico y cultural generaba un claro riesgo de
extinción, cultural o físico.4
EN PUEBLO INDÍGENA KICHWA DE SARAYAKU Y SUS MIEMBROS VS. ECUADOR,
en el momento en que este comentario se escribe todavía en trámite ante la
Corte, la Comisión se encuentra denunciando que una comunidad indígena
vecina al Pueblo Sarayaku habría impedido el paso de los Sarayaku por la única
vía de transporte en la zona, esto es el río Bobonaza. El Estado habría tenido
pleno conocimiento del problema de libre circulación que afectaba a las
presuntas víctimas por al menos dos años, sin que haya ofrecido ni
implementado medidas para subsanar esta situación. Para la Comisión
Interamericana, la responsabilidad del Ecuador se vería comprometida por no
haber protegido a los miembros del Pueblo de Sarayaku, con la finalidad de
que pudieran circular libremente por el río Bobonaza, a sabiendas que la
comunidad indígena vecina había hecho pública su intención de no dejarlos
pasar. Asimismo, la Comisión considera que el Estado sería responsable por
haber impedido, a través de destacamentos militares, el libre tránsito y
circulación de los miembros del Pueblo de Sarayaku. Finalmente, la Comisión
indicó que la empresa privada que recibió la concesión para explotar petróleo
en el territorio Sarayaku habría colocado explosivos en el dicho territorio como
parte de sus actividades petroleras. Estos hechos, según la Comisión,
impactaron la libre circulación de los Sarayaku, al reducir las áreas en que ellos
podrían circular, buscar alimentos y procurar su subsistencia, además del
riesgo para el derecho a la vida que los explosivos acarrean.5
CORTE IDH. CASO VÉLEZ RESTREPO Y FAMILIARES VS. COLOMBIA. Excepción
Preliminar, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 3 de septiembre de 2012.
Serie C n.º 248. En adelante: Corte IDH. Caso Vélez Restrepo y familiares vs.
Colombia. EPFRC. 2012. Corte IDH.
4
Corte IDH. Caso Chitay Nech y otros vs. Guatemala, op. cit., párrs. 145-147
5
demanda de la Comisión ante la Corte, supra nota 4517
CASO DE LAS COMUNIDADES AFRODESCENDIENTES DESPLAZADAS DE LA
CUENCA DEL RÍO CACARICA (OPERACIÓN GÉNESIS) VS. COLOMBIA. Excepciones
Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 20 de noviembre de 2013.
Serie C n.º 270. En adelante: Corte IDH.
CASO OPERACIÓN GÉNESIS VS. COLOMBIA. EPFRC. 2013. CORTE IDH. CASO
FAMILIA PACHECO TINEO VS. BOLIVIA. Excepciones Preliminares, Fondo,
Reparaciones y Costas. Sentencia de 25 de noviembre de 2013. Serie C n.º 272. En
adelante: Corte IDH.
CASO FAMILIA PACHECO TINEO VS. BOLIVIA. EPFRC. 2013. CORTE IDH. CASO
LIAKAT ALI ALIBUX VS. SURINAM. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y
Costas. Sentencia de 30 de enero de 2014. Serie C n.º 276. En adelante: Corte IDH.
CASO LIAKAT ALI ALIBUX VS. SURINAM. EPFRC. 2014. Corte IDH.
CASO DE PERSONAS DOMINICANAS Y HAITIANAS EXPULSADAS VS. REPÚBLICA
DOMINICANA. Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia
de 28 de agosto de 2014. Serie C n.º 282. En adelante: Corte IDH.
CASO DE PERSONAS DOMINICANAS Y HAITIANAS EXPULSADAS VS. REPÚBLICA
DOMINICANA. EPFRC. 2014. Corte IDH.
CASO DEFENSOR DE DERECHOS HUMANOS Y OTROS VS. GUATEMALA.
Excepciones Preliminares, Fondo, Reparaciones y Costas. Sentencia de 28 de agosto
de 2014. Serie C n.º 283. En adelante: Corte IDH.
CONCLUSIONES
6
Artículo 13, PIDCP.
medidas conjunta o separadamente, en cooperación con la Organización de las
Naciones Unidas, para promover el respeto universal y la observancia de los
derechos humanos y las libertades fundamentales.
El derecho a salir del país no solo implica la obligación para los Estados de
otorgar a las personas un documento de viaje, sino que estos también deben
eliminar las trabas burocráticas que obstaculizan y en muchos casos incluso impiden
el acceso a estos documentos, entre las cuales se cuentan entre otras, la ausencia de
información clara sobre los requisitos para realizar el trámite, el cobro de tasas
elevadas y la exigencia de certificados innecesarios.