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Introducción

El mantenimiento de los electrolitos es resultado de balances estrictamente


regulados del consumo y la excreción mediados por mecanismos fisiológicos
elaborados. La retención de sodio (Na+) produce expansión del volumen, y la
depleción produce contracción del volumen. Un balance neto negativo de
sodio tiene como resultado un estado clínico de contracción del volumen del
líquido extracelular (LEC), la causa más frecuente de deshidratación.

Los trastornos electrolíticos pueden surgir de un exceso o defecto absoluto de


los mismos con un nivel de agua corporal normal, o bien, de un exceso o
defecto relativo, porque el nivel de agua corporal haya aumentado o
disminuido. Por tanto, cualquier situación que genere un desequilibrio entre
las entradas y salidas de agua y electrolitos va a provocar alteraciones
electrolíticas. Revisaremos las alteraciones de los electrolitos más implicados
en el control del medio interno como son sodio, potasio, calcio, fósforo y
magnesio.
Los Electrolitos y sus trastornos clínicos
Un electrolito o electrólito es cualquier sustancia que contiene en su composición iones
libres, que hacen que se comporte como un conductor eléctrico. Debido a que generalmente
se encuentran iones en una Disolución, los electrolitos también son conocidos como
soluciones iónicas, pero también son posibles electrolitos fundidos y electrolitos sólidos.

Comúnmente, los electrolitos existen como disoluciones de ácidos, bases o sales. Más aún,
algunos gases pueden comportarse como electrolitos bajo condiciones de alta temperatura o
baja presión. Las soluciones de electrolitos pueden resultar de la disolución de algunos
polímeros biológicos (por ejemplo, ADN, polipéptidos) o sintéticos (por ejemplo,
poliestirensulfonato, en cuyo caso se denominan polielectrolito) y contienen múltiples
centros cargados. Las soluciones de electrolitos se forman normalmente cuando una sal se
coloca en un solvente tal como el agua componentes individuales se disocian debido a las
interacciones entre las moléculas del solvente y el soluto, en un proceso denominado
solvatación. Por ejemplo, cuando la sal común, NaCl se coloca en agua, sucede la siguiente
reacción:

También es posible que las sustancias reaccionen con el agua cuando se les agrega a ella,
produciendo iones. Por ejemplo, el dióxido de carbono reacciona con agua para producir
una solución que contiene iones hidronio, bicarbonato y carbonato.

En términos simples, el electrolito es un material que se disuelve completa o parcialmente


en agua para producir una solución que conduce una corriente eléctrica.

Las sales fundidas también pueden ser electrólitos. Por ejemplo, cuando el cloruro de sodio
se funde, el líquido conduce la electricidad.

Si un electrólito en solución posee una alta proporción del soluto y éste se disocia para
formar iones libres, se dice entonces que el electrólito es fuerte; si la mayoría del soluto no
se disocia, el electrólito es débil. Las propiedades de los electrólitos pueden ser explotadas
usando la electrólisis para extraer los elementos químicos constituyentes.

Medición
La medición de los electrólitos es un procedimiento diagnóstico realizado comúnmente,
ejecutado vía examen de sangre con electrodos selectivos o urinálisis por tecnólogos
médicos. La interpretación de estos valores es algo carente de significado sin la historia
clínica y frecuentemente es imposible sin una medición paralela de la función renal. Los
electrólitos medidos más frecuentemente son el sodio y el potasio. Los niveles de cloruro se
miden rara vez, excepto para la interpretación de gas sanguíneo arterial dado que están
vinculados inherentemente a los niveles de sodio.
Trastornos clínicos de los electrolitos

Hiponatremia
La hiponatremia aguda o la corrección demasiado rápida de una hiponatremia crónica
pueden producir problemas neurológicos. La hiponatremia aguda conlleva riesgo de edema
cerebral con aumento de presión intracraneal y en los casos más graves herniación cerebral
y muerte. En la hiponatremia crónica el cerebro posee mecanismos de adaptación que
evitan el edema cerebral. Sin embargo, en este caso la corrección inadecuada de la
hiponatremia queriendo alcanzar valores normales de sodio en pocas horas puede dar lugar
al síndrome de desmielinización osmótica.

Hipernatremia
Como el resto de alteraciones existen dos mecanismos de producción:

1. Pérdida excesiva de agua libre: por excreción de agua

Pura (fiebre, hiperventilación, diabetes insípida) o por pérdidas de líquido hipotónico


(líquidos gastrointestinales, quemaduras, diuresis osmótica).

2. Ganancia excesiva de solutos que contengan sodio, típica de la ingestión de


fórmulas hipertónicas o de la sobrecarga intravenosa con soluciones hipertónicas.

Hipokaliemia
Se produce por ingesta deficitaria, pérdidas excesivas (digestivas, cutáneas o renales) y
entrada de potasio al espacio intracelular. Esta última causa es bastante frecuente en los
pacientes graves ya que la respuesta al estrés genera secreción de insulina, catecolaminas y
situaciones de acidosis, favoreciendo todo ello la entrada de potasio al interior de la célula.
Otras causas de hipokaliemia en el niño son los fármacos como la furosemida y el
salbutamol.

Hiperkaliemia
En la mayor parte de los casos se produce por una disminución en la eliminación renal de
potasio (insuficiencia renal, alteraciones tubulares, hipoaldosteronismo).
Hipocalcemia
Cuando el calcio total es inferior a 8,5 mg/dl hablamos de hipocalcemia. Una cifra de calcio
iónico inferior a 1,0 mmol/L es diagnóstica de hipocalcemia iónica, la verdaderamente
importante. Existen múltiples causas de hipo- calcemia: insuficiencia renal, insuficiencia
hepática, sepsis, politraumatismo, quemaduras, rabdomiolisis, técnicas de depuración
extrarrenal, transfusión (quelación con el citrato), hiperventilación, hipomagnesemia,
hipoalbuminemia, administración de bloqueantes del calcio, antiepilépticos, furosemida,
gentamicina, corticoides, cisplatino, bicarbonato, heparina, fosfato e intoxicación por flúor.

Hipercalcemia
Se define por unos niveles de calcio iónico superiores a 1,30 mmol/L o unos niveles de
calcio total superiores a 10,5 mg/dl. La causa más frecuente son los procesos malignos, el
hiperparatiroidismo, la inmovilización y la administración excesiva de calcio.

Hiperfosforemia
La administración de enemas de fosfato, destrucción masiva de tejido (lisis tumoral,
rabdomiolisis, quemaduras, hipertermia maligna) y fallo renal agudo son sus causas más
comunes.

Hipofosforemia
Causada por pérdidas renales, antiácidos quelantes del fósforo, o por captación masiva por
las células (tratamiento de malnutriciones severas o cetoacidosis diabética).

Hipomagnesemia
Derivada de pérdidas renales secundarias a fármacos nefrotóxicos (cisplatino,
aminoglucósidos, anfotericina B, diuréticos). Secundaria a la hipotermia terapéutica y tras
administración de glucosa y aminoácidos en pacientes desnutridos.
Conclusión
El agua es de gran importancia para el intercambio de iones en líquidos extracelulares e
intracelulares que en donde se llevan a cabo procesos simples como osmosis o un poco más
complejos como potenciales de membrana y concentraciones de pH.

El motivo por el cual las determinaciones de electrolitos son en sangres por que las
concentraciones que se determinen son un reflejo del mecanismo de electrolitos dentro de
las células como fuera de ellas. Las unidades en las que se expresan esta concentraciones en
es miliequivalentes.
Bibliografía
https://www.cmrinstitute.org/nni/espanol/content/module2/groups/87.html

https://www.sccalp.org/documents/0000/0180/BolPediatr2006_46_supl1_076-083.pdf

https://accessmedicina.mhmedical.com/content.aspx?bookid=1467&sectionid=93110571

https://es.wikipedia.org/wiki/Electrolito

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