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Medidas optadas y desafíos para América Latina post crisis

Como bien señalaba la primera parte de esta investigación, la crisis


financiera internacional de 2008 tuvo múltiples repercusiones en los
países de Latinoamérica.

Trastocó el desempeño de las economías y puso en duda


paradigmas que habían orientado la política económica en la mayoría
de los países. Asimismo, exacerbó crecientes divergencias entre
puntos de vista surgidos incluso antes de la crisis. Algunas de esas
divergencias son de carácter ideológico, pero otras obedecen a
enfoques antagónicos sobre estrategias económicas. (Rosenthal,
2010, p.29)

Por otro lado, considerando el crecimiento económico en la región,


Quenan (2013) señala lo siguiente:

Las perturbaciones resultantes de la crisis internacional provocaron


en 2009 una recesión, a fin de cuentas, moderada (disminución del
PIB en casi un 2 %): la región se ha visto relativamente poco
afectada por la crisis en comparación con otras zonas del mundo
(Ver Gráfico 1) […] En 2009, el crecimiento retrocedió en 7 puntos en
relación con el crecimiento medio anual del período anterior (Ver
Gráfico 2). Sin embargo, esta afirmación debe relativizarse. Por un
lado, por un efecto básico: la brusca desaceleración del crecimiento
latinoamericano se explica esencialmente por el fuerte dinamismo del
crecimiento en los años previos a la crisis. Por otro, evaluar la
resistencia de América Latina en su conjunto puede resultar simplista
dada la variedad de efectos que la crisis ha tenido en los diferentes
países de la región. (p.9)

Es por ello que en este apartado, se evaluará el impacto y


posteriormente los desafíos para algunos de los países con economías
más representativas, como son: Argentina, Brasil, México, Colombia, Chile
y Perú.

Gráfico 1

Tasa de crecimiento en 2009 (% interanual)

Fuente: Modificado. Quenan, América latina frente a la crisis económica internacional:


buena resistencia global y diversidad de situaciones nacionales, 2013, p.9

Gráfico 2

Diferenciales de crecimiento: media 2005-2007 vs 2009 (en puntos porcentuales)


Fuente: Modificado. Quenan, América latina frente a la crisis económica internacional:
buena resistencia global y diversidad de situaciones nacionales, 2013, p.10

ARGENTINA
Previo al 2008, Argentina había mantenido un crecimiento de seis
años consecutivos en su economía.

Para el período 2003-2008, el crecimiento del PIB superó el 50% con


una tasa anual promedio de 8,5%. Las últimas cifras disponibles,
correspondientes al cuarto trimestre de 2008, indican un PIB total de
U$S 330.000 millones nominales (U$S 9.000 per cápita
aproximadamente), con un aumento del 4,9% respecto al mismo
período de 2007. (D´Elía, 2009, p.43)

Sin embargo, Argentina experimentó una gran desaceleración


económica para el 2009. El impacto de la crisis financiera internacional
afectó y agravó otros problemas en ese período.

Tal como sucedió con la mayoría de las economías latinoamericanas,


uno de los principales canales a través de los cuales impactó la crisis
fue el comercio exterior. Fundamentalmente, mediante la reducción
de los precios internacionales de las materias primas y de la
demanda internacional de productos exportables. Asimismo, en
Argentina la extensa sequía en la zona pampeana tuvo un fuerte
impacto en la producción, con un efecto negativo en los cultivos y en
la producción agropecuaria. […] Al mismo tiempo, la disminución en
la demanda, primero internacional y posteriormente doméstica, hizo
que la actividad industrial tuviera un fuerte descenso a fines de 2008
y principios de 2009. Con posterioridad, a mediados de este último
año, se observó una nueva recaída en la actividad producto del
impacto de la Gripe AH1N1 en la economía local, lo cual llevó a la
suspensión de actividades en algunas industrias entre los meses de
julio y agosto. Claramente se observó en Argentina un impacto de la
crisis en el último trimestre de 2008 y en la primera mitad del año, así
como una posterior recuperación hacia fines de 2009. Los sectores
más afectados fueron aquellos destinados a la producción de bienes,
los cuales mostraron un descenso del 5% en los primeros nueve
meses de 2009 respecto del mismo período de 2008. Los sectores
productores de servicios, en cambio, mostraron un leve incremento
del 0,2%. (Ronconi, Marongiu, Dborkin, & Filc, 2010, p.23)

La respuesta del gobierno argentino ante todo esto, fueron una


serie de medidas que asegurarían el financiamiento del sector público y
políticas contracíclicas.

La medida alrededor de la cual orbita toda la estrategia del gobierno


nacional de respuesta a la crisis es la creación del Sistema Integrado
Previsional Argentino (SIPA) mediante el cual se produce la
unificación del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones en un
único régimen previsional público. La vinculación de esta medida con
la crisis tiene dos dimensiones. En primer lugar, uno de los
fundamentos para su creación fue la necesidad de proteger los
ahorros de los trabajadores ante la crisis financiera internacional. En
segundo lugar y primordialmente, estos fondos han tenido una gran
importancia para el financiamiento de otras políticas. Esta medida fue
aprobada por ley y obtuvo en el Congreso el apoyo de parte de la
oposición, lo que requirió realizar algunos cambios al proyecto oficial.
(Ronconi et al., 2010, p.26)
Al igual que este sistema, se dieron muchas otras en muchos
sectores; tal es el caso de las medidas de ampliación del presupuesto para
obras públicas, el Programa de recuperación productiva (REPRO), donde
se fijaba a los trabajadores de cuyas empresas acreditaban una situación
de crisis un sueldo temporal; la AUH (Asignación Universal por Hijo), entre
otras.
Desafíos
Octavio Bordón (2015) señala lo siguiente:

Es casi una constante que la Argentina muestra, por sus riquezas


naturales y condiciones de su población, una extraordinaria
capacidad para recuperarse en poco tiempo de las crisis
socioeconómicas y políticas que recurrentemente padece; pero,
justamente, la otra cara de esta moneda es la dificultad que muestra
para mantener procesos sustentables de crecimiento económico,
equidad social y fortalecimiento institucional. Esto ha implicado que
las coyunturas favorables han sido aprovechadas insuficientemente y
los contextos negativos han generado fracturas graves en la
sociedad y en su estructura productiva e institucional.

Es por ello que uno de los más grandes desafíos, no solo para
Argentina sino para toda la región es la de fortalecer la democracia.

Según la encuesta de Latinobarómetro difundida en diciembre del


2010 y llevada a cabo en 18 países latinoamericanos, una proporción
creciente de más del 60% de la población estima que la democracia
es preferible a otro sistema (un porcentaje similar al de la aprobación
que obtiene la empresa privada) y 44% se manifiesta conforme con
el funcionamiento de la democracia en sus países. (Allard Neumann,
2011, p.177)

BRASIL
Mantuvo un bajo rendimiento entre los años 2001 al 2003; sin
embargo, a partir del 2004 experimentó un crecimiento sostenible hasta el
cuarto trimestre del 2008.

A partir del tercer trimestre de 2008 comenzaron a hacerse sentir los


efectos de la crisis internacional en la economía brasileña. Ya a partir
de octubre de dicho año se evidenció una fuerte salida de capitales
vía reducción de inversión de carteras y vía remisión de utilidades al
exterior.
Si bien durante los primeros tres trimestres de 2008 el PBI había
tenido un aumento promedio de 6,6% respecto al mismo período del
año anterior, el último trimestre de dicho año experimentó una
variación del 0,8% respecto del mismo trimestre de 2007. Los
primeros tres trimestres de 2009 han presentado una caída del
producto de hasta 2,1%, sin embargo, a partir del último trimestre de
este año hubo un repunte de la actividad económica, lo cual redujo el
impacto inicial que había tenido la crisis. Dada esta situación, para el
total del año 2009 se observó una variación del -0,2% del PBI. Al
mismo tiempo la crisis generó fuertes dificultades para obtener
créditos externos y esto afectó a su vez a los bancos brasileños,
particularmente a los de menor envergadura, los cuales redujeron el
financiamiento o encarecieron su costo. (Ronconi, et al., 2010, pp.36
-37)
Una vez sentida la crisis, el estado brasileño optó, en primera
instancia por medidas que estabilicen el sistema financiero y cambiario.

El valor del real brasileño frente al dólar y otras monedas caía sin
que hubiera forma de detenerlo. El resultado era un alza en las tasas
de interés, devaluación de la moneda y un intento por mantener
liquidez en los mercados internos, ello con el fin de garantizar la
llegada de inversión extranjera directa e indirecta. En este último
punto, habría que agregar que había una política laboral poco clara,
ya que por un lado se incitaba al capital extranjero a invertir en Brasil
pero las condiciones de contratación eran poco favorables para los
trabajadores y costosas para los empresarios, con lo cual se creaba
un ambiente laboral y social tenso que a su vez le representaba al
Estado un alto costo económico, político y social. En esa ocasión, el
gobierno incentivó la contratación junto con un programa de
estímulos fiscales para los patrones, con ello las empresas de todo
tipo formalizaron a cientos de empleados, éstos a su vez tuvieron
acceso a la cobertura social y se mantuvo un buen nivel de
recaudación.

Las medidas internas ante la crisis se concentraron en buscar y


mantener un equilibrio de las políticas sociales y laborales, además
de políticas macroeconómicas y de crecimiento pese a la turbulencia
económica. Ello se tradujo en:

1) Mantener y promover el crédito tanto a personas físicas como a


empresas;

2) Estimular la demanda interna en sectores clave para generar


empleo (especialmente la industria de la construcción y automotriz);

3) Ampliar la cobertura de la protección social (programa Bolsa


Familia);

4) Al ampliar la cobertura social, se habla de la creación de nuevos


empleos formales;

5) Conciliar la oferta en relación a la demanda;

6) Mantener un clima empresarial sano y extraordinariamente


competitivo;

7) Disminución impositiva a ciertas ramas industriales, como la


automotriz, con el fin de mantener los empleos;

8) Control gubernamental sobre el aumento del empleo informal


(disminución de personas sin contrato). (Ithaí Bras, 2013, pp. 173;
175)

Desafíos
El regionalismo abierto, propuesto por la CEPAL en diversos
documentos entre 1990 y 1994 reflejó un llamado a conciliar las
interdependencias tanto en la apertura de las economías al interior
de la región latinoamericano, como en un comercio más abierto con
el resto del mundo. Ha sido importante en cuanto ha servido como
base para políticas nacionales, incluso en países con énfasis y
estrategias distintas en algunos aspectos, como Brasil y Chile. […]
Por su parte, una potencia emergente como Brasil ha diversificado
su producción y exportaciones, es una potencia alimentaria
mundial, tiene vastas reservas petrolíferas–que requerirán grandes
inversiones por hallarse bajo el fondo del mar y desarrolla una
política asertiva en los foros internacionales e incluso en
continentes como África. Sus grandes empresas como Petrobras,
Vale Rio Doce y otras operan a escala global. (Allard Neumann,
2011, pp. 178-179)

Es por ello, que resulta muy necesario acuerdos de integración que


faciliten accesos a otras regiones o partes del mundo.

PERÚ
Se sabe que los organismos internacionales mantienen asambleas
para realizar “diagnósticos” regionales en materia económica. Sin
embargo, esto no es suficiente; es necesario para cada estado desarrollar
y ejecutar planes a corto y largo plazo.

Como se ha analizado anteriormente, Perú no fue la excepción y se


sintió –si bien es cierto, no como en otras latitudes- el impacto de la crisis.

En los tres años previos a la crisis, el Perú logró superávits fiscales


promedio de 2,7% del PBI (frente los déficits de 3% y 3,5% que se
esperan en el 2017 y 2018). La recaudación de impuestos se
situaba en 16,6% del PBI (en lugar del 13,3% actual) y la deuda
pública bajaba vertiginosamente (hoy está en aumento y podría
llegar en pocos años al máximo legal de 30%). (Abusada Salah,
2017)
En 2008, por el mes de junio, se nombró a Luis Valdivieso como
nuevo Ministro de Economía y Finanzas, pero luego del fallido intento con
el “Plan Anticrisis” cede el cargo a Luis Carranza (Enero de 2009).

Es en esta nueva gestión donde se anuncia un nuevo paquete de


medidas denominando Plan de Estímulo Económico, cuyo objetivo
principal consistió en mantener el crecimiento económico en tasa
superiores al 5%.

Dicho paquete comprendió dos grandes rubros, el impulso a la


actividad económica y el desarrollo de infraestructura. En el primero
de ellos se anunció la realización de tres acciones principales: i) La
reducción del precio del diesel y la gasolina en aproximadamente
10%, lo que requirió el desembolso de 1000 millones de nuevos
soles para el Fondo de Estabilización de Precios de los
Combustibles, cancelando con ello la deuda que tenía el Estado
con las refinerías. ii) El aumento temporal del 5% al 8% del
beneficio de restitución de derechos arancelarios a exportadores,
conocido como drawback. Esta medida, que representa un
desembolso de 360 millones de nuevos soles, tendrá un impacto
muy limitado en la promoción de las exportaciones. iii) El
incremento en 150 millones de nuevos soles de los recursos para el
programa de compras estatales de bienes y servicios producidos
por las micro y pequeñas empresas (MYPES). (Narváez, 2009,
pp.7-8)

Otros Desafíos
Asimismo, Allard Neumann (2011) enumera una serie de desafíos
que considera clave para una mayor integración regional.

1. Superación de desigualdades y protección social.


2. Política exterior en un mundo con multiplicidad de actores: diálogo con
nuevos agentes transnacionales y de la sociedad civil.
3. Convergencia de mecanismos de integración y articulación de políticas y
propuestas, aportes a la nueva gobernanza global y reformas al
multilateralismo.
4. Asumir los temas emergentes y el desafío ambiental así como la
coordinación de políticas en áreas clave.
5. Cooperación educativa y cultural e intercambio científico y en nuevas
tecnologías. El reto de la competitividad, la innovación y el
emprendimiento
6. Incremento de la inversión extranjera directa (IED) latinoamericana.
7. Lucha contra la corrupción y el narcotráfico.
8. Soluciones políticas a conflictos armados y arreglo pacífico de
controversias.

Conclusiones:

Como bien se expresa en el último apartado de la investigación, cada país


de la región latinoamericana ha desarrollado políticas en los diversos
sectores económicos para poder contrarrestar la crisis financiera. Si bien,
la situación de cada país es diferente; organismos internacionales
mantienen firme sus propuestas de cara a los próximos años.

La resolución a los problemas internos, conflictos armados, lucha contra el


narcotráfico y corrupción; así como la protección social, las controversias
ambientales y los mecanismos de articulación regional son algunos de los
desafíos para toda la región.
Referencias

Abusada Salah, R. (2017). El Comercio. Recuperado de


https://elcomercio.pe/opinion/columnistas/peru-diez-anos-gran-crisis-
roberto-abusada-noticia-477161

Allard Neumann, R. (2011). Diez desafíos para América Latina en la década 2010
- 2020 : ¿Hacia un neo regionalismo emergente? Estudios Internacionales,
43(168). doi:10.5354/0719-3769.2011.14348

D´Elía, C. (2009). La Economía de la Argentina 2002 - 2008. Recuperado de


http://www.cei.gob.ar/userfiles/La%20economia%20de%20la%20Argentina
%202002-2008.pdf

Ithaí Bras, I. (2013). La estrategia brasileña frente a la crisis económica de 2008.


Revista de Relaciones Internacionales de la UNAM, 165-178.

Narváez, J. A. (2009). Grupo Propuesta Ciudadana. Recuperado de


https://propuestaciudadana.org.pe/publicaciones-gpc/

Octavio Bordón, J. (2015). Los desafíos a la democracia argentina. Recuperado de


https://www.revista-uno.com/numero-20/los-desafios-a-la-democracia-
argentina/

Quenan, C. (2013). IdeAs. Idées d'Amériques. doi:10.4000/ideas.780

Ronconi, L., Marongiu, F., Dborkin, D., & Filc, G. (2010). América Latina frente a la
crisis internacional: características internacionales y respuestas de política.
Recuperado de https://www.fundacioncarolina.es/wp-
content/uploads/2014/07/Avance_Investigacion_45.pdf

Rosenthal, G. (2010). La crisis financiera y económica de 2008 y su repercusión


en el pensamiento económico. Recuperado de
https://repositorio.cepal.org/bitstream/handle/11362/11352/100029039_es.p
df?sequence=1&isAllowed=y

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