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Aunque al gato se le llamaba myeou en el Alto Egipto, haciendo referencia a la onomatopeya

de su maullido, a las hembras las llamaban techau, nombre que se ha encontrado grabado en
muchas tumbas de mujeres. De este término deriva el nombre chaus, que ahora denomina a
un gato salvaje de Egipto y de Asia, Felis chaus.
Después se le atribuye el nombre de qato en siríaco. Parece que ésta sea la verdadera raíz
del término italiano gatto. Sin embargo hay otros orígenes posibles, sobre todo el adjetivo
latino cautus, que significa astuto o agudo, o también el verbo francés guetter en el sentido de
espiar, ya que el gato es un animal activo que tiene la vista y el oído siempre alerta. Algunos
etimologistas creen que se trata de una fantasía, ya que el uso de la expresión gato se
empieza a usar en Egipto varios siglos antes de la aparición del gato en Atenas, Roma o en
la Galia. A pesar de todo no es fácil diferenciar, en los textos antiguos, al gato de otros
cazadores de ratas como la marta, la garduña, o la comadreja. Los griegos llamaban a los
gatos ailouros, que significa «animal que mueve la cola». De este término procede la palabra
para denominar a los amantes de estos animales: los ailurofílicos.
A partir de la Edad Media, gatti o cattine fella designaban las pieles de gato, usadas para
monederos. En esa época también se usaban otros términos para designar al gato doméstico.
Todos empiezan por la palabra latina mus, que significa ratón. Encontramos sobre
todo musio, murio, murilegus y muriceps. Estas denominaciones muestran hasta qué punto
estaba intrínsecamente ligado el gato a la caza de ratones.
La palabra gato acabó reemplazando al felis latino genérico. Este término no procede del
latino catus, prudente, ni de catulus, cachorro de perro, ni de captura, sino que vendría
de África, donde se dice kadista en nubio antiguo, qato en siríaco, kattos o katta en griego o
del árabe quett.
Partiendo de esta base podemos identificar el término gato en muchas lenguas aunque con
ligeras modificaciones, a diferencia de perro, cuyas sonoridades difieren totalmente. Así que
tenemos chat en francés, cat en inglés, katze en alemán, gato en español, gat en catalán, katu
en euskera, katt en sueco, gatto en italiano, kat en holandés y en danés, por ejemplo.
No es hasta el siglo XVI cuando aparecen términos derivados de gato, como gatito o gatera.

Origen del gato[editar]


Los gatos actuales comparten un antepasado común que probablemente esté relacionado con
los miacis. Estos pequeños carnívoros de los bosques aparecieron hace alrededor de 60
millones de años y tenían la velocidad y la talla de las jinetas actuales, con un cuerpo alargado
y una larga cola. Quedan pocos fósiles en el hemisferio norte.
El origen de los felinos está mal documentado en el registro fósil ya que los antepasados de
los félidos vivían normalmente en zonas tropicales, que no ofrecen buenas condiciones para la
fosilización. Las especies desaparecidas consideradas más cercanas al antepasado de los
felinos serían el proailurus (pequeño carnívoro europeo y arborícola aparecido hace 40
millones de años) y el pseudaelurus que vivió hace de 8 a 20 millones de años en Europa y en
Asia, y de los que se separaron los felinos actuales hace 10,8 millones de años.
Durante el oligoceno, los félidos se repartieron en dos subfamilias. La primera era de la
clase Nimravidae, y la segunda de la Felidae. Es en esta última clase donde se encuentra el
antepasado común de los félidos actuales, el proailurus. Durante el mioceno, los
descendientes de este último, los pseudaelurus, se diversificaron y entraron en África
y América.
Unos diez millones de años a.C. formaron la raíz de los félidos modernos, favorecidos por las
estepas y las sabanas, ricas en presas herbívoras. Es en esta época cuando aparecieron los
félidos de caninos largos, que vivirían hasta el año 10.000 a.C. El linaje de pequeños y
grandes felinos aparece hace cinco millones de años; originarios de Asia, se dispersan por
todo el mundo en el plio-pleistoceno, excepto en Australia y Madagascar.
El gato doméstico pertenece al género Felis desde que Carl von Linneo describió por primera
vez en 1758 como Felis catus en la trigésima edición de su Systema naturae, pero su posición
en la clasificación de los seres vivos cambió mucho.
En 2006 se realizaron trabajos sobre los cromosomas sexuales y el ADN mitocondrial de
todas las especies de felinos, conjugados con investigaciones paleontológicas, que revelaron
que el linaje del gato doméstico (Felis catus) ha divergido verdaderamente hace 3,4 millones
de años, en el plioceno, en los desiertos y bosques densos de la cuenca mediterránea. En
2007 se llevó a cabo otro estudio molecular sobre 979 individuos de gato de las arenas y de
gatos salvajes de diferentes subespecies en el que el gato doméstico ha permitido mostrar los
vínculos entre el gato salvaje africano (Felis silvestris lybica) y el gato doméstico: éstos se
habrían separado hace alrededor de 130.000 años.
Árbol filogenético de Felis silvestris
Felis
silvestris Felis silvestris silvestris - Gato montés europeo

Felis silvestris cafra - Felis silvestris cafra

Felis silvestris ornata - Gato ornado

Felis silvestris bieti - Gato de Biet

Felis silvestris lybica - Gato del desierto

Felis silvestris catus - Gato doméstico

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