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LITHOSURF Respuesta de la topografía y la red de drenaje a procesos litosféricos y climáticos en el sur de Iberia View project
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José Miguel AZAÑÓN1,2 José Antonio PEÑA 3, Teresa TEIXIDÓ 3, Rosa María
MATEOS 4, Jesús YESARES 2 , Jorge DELGADO 5,Meaza TSIEGE 6
1
Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra (UGR-CSIC), Granada. jazanon@ugr.es
2
Dpto. de Geodinámica. Facultad de Ciencias. Universidad de Granada, C/Fuentenueva s/n. 18071.
Granada. jazanon@ugr.es
3
Instituto Andaluz de Geofísica y Prevención de desastres sísmicos. Universidad de Granada.
pena@ugr.es, teixido@ugr.es
4
1Instituto Geológico y Minero de España. Avda. Ciudad Querétaro s/n. 07007 Palma de
Mallorca. rm.mateos@igme.es
5
Dpto. de Fotogrametría. Facultad de Ciencias. Universidad de Jaén, C/Fuentenueva s/n. 18071.
Granada. jdelgado@ugr.es
6
Dpto. de Geodinámica, Fctad. CC. Geológicas. Universidad Complutense de Madrid,
meaza@geo.ucm.es
RESUMEN
La mayor parte de las técnicas geofísicas pueden ser utilizadas para el análisis, estudio
y monitoreo de los procesos hidrogeológicos que afectan al terreno. No obstante, las
técnicas que utilizan los contrastes de conductividad eléctrica son de una extraordinaria
utilidad en la caracterización de procesos superficiales que alcanzan el límite vadoso-
freático. Las inestabilidades de ladera que se enraízan en este nivel suelen estar
condicionadas o desencadenadas por el agua. Aunque la prospección sísmica,
magnetométrica y gravimétrica son eficazmente utilizadas en la investigación de estos
procesos superficiales, es la prospección eléctrica la que está suministrando unos
resultados más significativos. Este tipo de técnicas geofísicas se utilizan para reconstruir
la geometría de los deslizamientos, identificar las superficies de rotura y los límites en
profundidad de la masa deslizada. En los últimos años, las técnicas de tomografía eléctrica
se han empleado para monitorizar flujos de agua en el interior y a la base de la masa
deslizada. En este trabajo se presentan los resultados de la caracterización de la geometría
del deslizamiento de Diezma, una inestabilidad de ladera que movilizó más de 1 millón de
metros cúbicos de material próximos a la A-92. Las técnicas de prospección geofísica que
ponen de manifiesto los contrastes de conductividad del terreno nos han permitido testar la
eficacia de algunas de las medidas de contención, basada en el drenaje del terreno.
EL DESLIZAMIENTO DE DIEZMA
2
m de anchura, y una profundidad variable entre 10 y 30 m, afectó a un volumen superior
al millón de m3 de material.
El plano principal de movimiento tiene su cabecera en la antigua carretera nacional CN-
342 Granada-Murcia (Fig. 2), a su paso por la base del cerro del Centenillo (a 6 Km de
Diezma). El pie del deslizamiento se situó justo en el talud norte de la A-92.
Fig. 2. Fotografías del escarpe principal del deslizamiento a la izquierda y el pie de la masa deslizada
invadiendo la Autovía A-92.
CONTEXTO GEOLÓGICO
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pertenecientes a dos unidades tectónicas del Subbético Interno, denominadas unidades de
Cañamaya y Despeñadero (Balanyá, 1982). La unidad de Despeñadero se sitúa al sur y
cabalga sobre la unidad de Cañamaya. Ambas se incluyen dentro de lo que se ha venido
denominando “Dominio de la Dorsal Bética” (García-Dueñas y Navarro-Vilá, 1980).
Inmediatamente al sur de la Unidad del Despeñadero aflora el complejo Maláguide. Las
unidades maláguides aparecen sobre un sustrato heterogéneo representado al S por el
Complejo Alpujárride. Entre el sustrato Alpujárride y/o Maláguide y la Unidad del
Despeñadero aflora una formación arcillosa con grandes bloques incluidos en su seno. El
tamaño de estos bloques es decamétrico a hectométrico y su litología es diversa
(principalmente calizas y rocas detríticas de diferente granulometría). Es precisamente en
estos materiales donde se localiza el deslizamiento de Diezma.
Tomografía eléctrica
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obtienen lecturas que corresponden a otro nivel de profundidad.
Para la adquisición de datos se ha optado por un dispositivo Wenner clásico, dado que la
información previa disponible sobre el área a investigar permite presuponer que la
disposición de materiales y estructuras es predominantemente paralela a la superficie del
terreno.
Se ha elegido una distancia inter-electródica mínima de 1.5 m, adecuada para alcanzar una
profundidad de unos 18 m con una resolución aceptable en los perfiles situados al N de la
carretera antigua, y 2 m en el S de la misma. Cuando ha sido necesario (perfil
longitudinal) se han prolongado los perfiles mediante el procedimiento “roll-along”, que
permite cubrir distancias superiores a la longitud total del dispositivo con mantenimiento
de la cobertura.
Únicamente los 30 m en cada extremo del perfil quedan con cobertura de un electrodo
cada 3 m (forzado por la geometría y por el modo operatorio del sistema), para el resto del
perfil la disposición es de 1 electrodo cada 1.5 m. Análogamente, en los perfiles con
separación mínima 2 m, quedan 40 m de los extremos de los perfiles con coberturas de 4
m, mientras que los dos segmentos centrales quedan con el espaciado mínimo.
Las tomografías eléctricas han sido tratadas usado el programa Res2dinv (Geotomo
Software Inc.), el cual resuelve el problema inverso reticulando el terreno (unidades de la
malla). A todos los perfiles se le ha añadido la corrección topográfica derivada de los
datos de GPS, por lo que el cálculo se ha realizado aplicando el método de elementos
finitos usando las unidades malla. El proceso iterativo de inversión se ha fijado para un
máximo de 9 iteraciones o un error inferior al 2%.
Radar de subsuelo
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mediante radar de subsuelo (Georadar, GPR). Esta es la modalidad más usual de
adquisición de datos, consiste en desplazar una antena que emite pulsos de energía
electromagnética en la banda de radiofrecuencia. Los pulsos de energía viajan hacia el
interior del terreno en forma de ondas electromagnéticas y, parte de la energía que
transportan se refleja en las superficies de discontinuidad electromagnética encontradas
(originadas por cambios de litología y también por cambios en el contenido en agua dentro
de una misma litología).
Para que estas ondas se reflejen es necesario que exista un contraste notable en un
parámetro denominado constante dieléctrica entre los dos materiales en contacto. Si esto
no ocurre, no hay reflexión; de modo, que puede haber un contacto entre dos materiales de
aspecto radicalmente diferente a simple vista, pero que por tener valores similares de la
constante dieléctrica (parámetro antes aludido) no devuelve energía y son tomados por un
material único. Lo contrario también puede ocurrir: un mismo material puede tener un
distinto valor de constante dieléctrica en función de su contenido en fluidos (agua o
contaminantes líquidos). Para el caso que nos ocupa en el deslizamiento de Diezma, si la
parte superior de un material está seca y hay un cierto contenido en agua a partir de
determinada profundidad, dicho contacto, eventualmente, puede ser detectado de manera
clara.
Para este rango de frecuencias (20 MHz), el tratamiento de datos GPR es similar al
tratamiento de post-apilamiento (post-stack) de una sección sísmica. En el esquema
siguiente se muestra el flujo de tratamiento aplicado y su resultado sobre el conjunto de
datos.
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Figura 3. Situación de los perfiles realizados en el deslizamiento.
El perfil PL-1 fue el seleccionado para combinar las metodologías de tomografía eléctrica
y de radar de subsuelo. Este perfil se inicia en la base de la alberca (origen del sistema de
coordenadas) y se extiende, en dirección SSE, a lo largo de 180 m de distancia topográfica
hasta alcanzar casi la carretera (Fig.4).
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Figura 4. Perfil PL-1 en el que se combinaron las técnicas de tomografía eléctrica y radar.
Entre los 5.5 m y los 59.5 m del perfil y coincidiendo con éste, se obtuvo también la
sección con rádar del subsuelo (20 MHz). De forma que ambos resultados se discuten
conjuntamente (Fig. 4).
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final del perfil, y también vendría delimitado por la isolinea de 20 Ω.m (en amarillo) de la
parte inferior del perfil (Fig. 5).
Realizado en la misma dirección que el perfil PT-2 (de E a W), cruzando hacia el tercio
inferior del perfil longitudinal PL-1.A los 44.5 m lineales se cruza con el perfil PL-1
(coincidiendo con los 126.25 m de éste).
Se ha usado la misma geometría que en el perfil anterior, con su correspondiente
corrección topográfica. Y el campo de resistividades obtenido ha sido tratado con la
misma interpretación geoeléctrica.
Al igual que en su homólogo superior (PT-2) este perfil muestra una zona central más
arcillosa (probablemente de arcillas húmedas); mientras que los materiales laterales se
caracterizan por un aumento resistivo, que podría atribuirse a una fracción más limosa. La
isolinea inferior de 20 Ω.m (en amarillo) describiría el contacto con el Maláguides (Fig.
5).
El Perfil PT-4 (Fig. 6) se realizó en la zona intermedia limitada por las dos carreteras
secundarias (Fig. 3). Tiene 160 m de longitud y se extiende de E a W. En este caso la
distancia mínima interelectródica fue de 2 m, a fin de obtener una mayor profundidad de
investigación.
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Figura 6. Perfiles PT-4. La escala de resistividades puede consultarse en la Figura 6.
El perfil PT-5 (Fig. 7) se realizó encima del frente inferior de deslizamiento, posee 160 m
de longitud y transcurre en dirección E-W. Tanto el espaciado mínimo entre electrodos
como la configuración geométrica han sido los mismos que en el anterior perfil.
Este perfil muestra un campo de resistividades caracterizado por un primer nivel (suelo)
irregular y una zona media más arcillosa que va aumentando de resistividad hacia el
extremo final (debajo del sector boscoso) (Fig. 3). En su parte inferior, el gradiente de
resistividades es tal que las isolineas de 20 y 40 Ω.m distan poco entre sí. Este dato,
correlacionado con la información del sondeo Nº 2 que dista unos 10 m hacia el Sur
(proyección perpendicular), permite establecer que la superficie de despegue podría
situarse entre dichas isolineas.
CONCLUSIONES
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• El contacto de la masa deslizada con el substrato, constituido por el Complejo
Maláguide, ha podido determinarse apoyándose en la información geológica, de
manera que en la zona Norte estaría definido por la isolinea de 20 Ω.m. Mientras
que en la zona Centro (terreno comprendido entre las dos carreteras secundarias)
este límite lo marcaría la isolinea de 40 Ω.m. Cabe mencionar que el subsuelo
investigado en este segundo sector viene caracterizado por un ligero aumento
resistivo. En el tramo Sur se ha encontrado un límite significativo marcado por
las isolineas entre 20-40 Ω.m, pero no se ha podido discriminar si se trata de una
superficie deslizante y/o del contacto con el Maláguide.
• La inspección realizada con radar del subsuelo ha sido coincidente con una
porción del perfil longitudinal de la zona Norte y también ha puesto de
manifiesto el contacto de los materiales de derrubio con el Maláguides. Sin
embargo, se ha observado que algunos cambios litológicos como transición
arcillas-limos quedan mejor resueltos por la tomografía eléctrica.
• Como puede apreciarse en la figura 8, en la parte más septentrional del
deslizamiento de Diezma la masa deslizada presenta una menor potencia. Esta
zona está situada por encima del escarpe principal y la cuantía del movimiento
fue muy inferior. Sin embargo, el terreno muestra valores de resistividad más
bajos que pueden interpretarse en términos de mayor humedad del terreno. La
corona de pozos realizada para drenar la parte inferior de esta zona parece una
medida correctora muy adecuada a la vista de los resultados de la tomografía
eléctrica. Por tanto, la tomografía eléctrica es un método muy apropiado para la
caracterización del grado de humedad del terreno. Ejemplo de ello puede
observarse en el cambio de resistividad hacia valores más altos que se observa al
extremo Sur del perfil PL-1, en su parte central. Dicho cambio, puede atribuirse
más al efecto de desecación originado por el drenaje de los pozos
“californianos” (Fig. 4) que a una variación de la composición de las arcillas
(fracción más limosa).
Figura 8. Perfiles PL-1 y PT-2, PT-3 de la parte septentrional del deslizamiento de Diezma en el que se
aprecia el efecto de desecación de los pozos californianos del extremo meridional del perfil PL-1 (cuadro azul).
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AGRADECIMIENTOS
REFERENCIAS
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