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Ensayo: El género

fantástico y el cuento
LENGUA Y LITERATURA

AGOSTINA ABALLAY 5° “C” - 2019 | SECUNDARIO NO. 25 LAGO DEL DESIERTO


En el presente ensayo analizaremos el concepto o la idea del género fantástico
según dos autores: Julio Cortázar y Zventan Todorov. Estas percepciones serán
relacionadas con dos cuentos: “La soga” de Silvina Ocampo y “El almohadón de
plumas” de Horacio Quiroga. El principal objetivo es tratar de definir o dar una
opinión acerca de las definiciones ya establecidas del Género Fantástico, utilizando
como herramienta estos cuentos. Así como también se realizará una relación con
las teorías de Piglia y Hemingway acerca del cuento, comparando sus
características y demás aspectos que lo diferencian de otros tipos de textos
literarios.
Definiendo lo fantástico
Como principio, el género fantástico se define, generalmente en los diccionarios
como todas aquellas obras en las que irrumpe lo inesperado, lo sobrenatural,
aquello que resulta contradictorio para con la realidad del receptor y que es
resultado de un pensamiento que trasciende las normas de dicho”.
A fin de explicar lo fantástico en los relatos, éstos pueden clasificarse como:
 Los que se explican por la presencia de un ser o de un hecho sobrenatural.
 Los que tienen explicación fantástica, pero no sobrenatural.
 Los que se explican por la intervención de un ser o de un hecho sobrenatural,
pero insinúan, también, la posibilidad de una explicación natural.
En principio, en el cuento fantástico, algo sobrenatural se escapa de los cánones de
la vida cotidiana, regida por las leyes del mundo, lo fantástico supone una ruptura
en la normalidad de los sucesos, es una excepción a las reglas.
Al tratar de definir lo fantástico nos encontramos con que es un poco confuso, ya
que cada autor tiene un concepto diferente sobre el género, algunos concuerdan y
otros discrepan. A continuación, se darán las definiciones de los dos autores.
Tzvetan Todorov fue el primero en plantear el problema de una forma sistemática
en su libro Introducción a la Literatura Fantástica (1980), en donde define lo
fantástico como la duda o vacilación que experimenta el lector, y a veces los
personajes. Por otra parte, Julio Cortázar no da una definición definitiva de lo que
es lo fantástico, sino que dice que es sólo un sentimiento que no puede ser explicado
con lógica ni con leyes. Para él esto genera en el lector una sensación de
extrañamiento que se define sobre todo como un sentimiento incluso un poco
visceral.
Todorov afirma que lo que define al género “es la vacilación que experimenta un ser
que sólo conoce las leyes naturales, ante un acontecimiento al parecer
sobrenatural”1.

1
Todorov, Tzvetan (1980) Introducción a la literatura fantástica. Editions du Seuil PREMIA editora de libros,
s.a. para la edición en lengua castellana, México, págs. 18-24.
Aunque la mayoría de las personas conoce los límites entre lo real y lo irreal, los
autores de literatura fantástica tienen la capacidad de hacer desaparecer esos
límites y adentrar a sus lectores en un mundo donde todo es posible. Para Todorov
lo fantástico se encuentra entre los límites de lo maravilloso, género sobrenatural
aceptado, y lo extraño, donde lo sobrenatural tiene una explicación lógica. Estos
límites son lo Fantástico-Extraño y Fantástico-Maravilloso. “Lo fantástico puede
desvanecerse en cualquier momento. Más que un género autónomo, parece
situarse en el límite de dos géneros: lo maravilloso y lo extraño”2. Por otra parte,
Julio Cortázar dice que lo fantástico no tiene límites definidos.
En este sentido, en “El almohadón de plumas” se narra la historia de unos recién
casados donde la mujer, Alicia, queda en cama debido a una enfermedad que la
hace perder sangre sin explicación lógica. Esto provoca que la mujer sienta morir
mientras ni el médico, ni su marido, Jordán, pueda hacer nada, y así pasa sus
últimos días en cama hasta que muere. La sirvienta que pasa a limpiar la habitación
encuentra entonces un hecho paranormal: observa pequeñas gotitas de sangre en
el almohadón. Con Jordán delante abren el almohadón y descubren: “sobre el fondo,
entre las plumas, moviéndose lentamente las patas velludas, había un animal
monstruoso, una bola viviente y viscosa”3.
Cuando se elige una explicación basada en las leyes naturales, se está frente a lo
extraño, cuando, de lo contrario, el personaje decide aceptar nuevas leyes no
pertenecientes al mundo que él conoce, se está frente a lo maravilloso. Una
apreciación posible a los postulados de Todorov, es que éstos pueden ser algo
rígidos, por lo tanto, pueden reducir lo fantástico a un simple momento que
rápidamente se va, y que no constituye más que un género literario específico, en
un estado inerte. Julio Cortázar, en la conferencia “El sentimiento de lo fantástico”,
alude a esta situación en que se encuentra lo fantástico al pertenecer a una
definición muy delimitada:
“El problema, como siempre, está en saber qué es lo fantástico. Es inútil ir al
diccionario, yo no me molestaría en hacerlo. Habrá una definición, que será
aparentemente impecable, pero una vez que la hayamos leído, los elementos
imponderables de lo fantástico, tanto en la literatura como en la realidad, se
escaparán de esta definición”4.
Explica también que lo fantástico es algo que sucede todo el tiempo, que está
constantemente mezclándose con la realidad, y, por lo tanto, podría ser un
sentimiento natural en algunas personas que tienen una sensibilidad especial para
identificarlo.

2
Todorov, Tzvetan (1980) Introducción a la literatura fantástica. Editions du Seuil PREMIA editora de libros,
s.a. para la edición en lengua castellana, México, págs. 18-24.
3
Quiroga, H. (1917). “El Almohadón de Plumas”. Cuentos de amor de locura y de muerte, pág. 4.
4
Cortázar, J. Conferencia dictada en la U.C.A.B. (1982).
El cuento “La Soga de Ocampo representa esta idea que plantea Cortázar de lo
fantástico mezclándose con la realidad. El cuento trabaja sobre la narración de esta
relación íntima entre el niño y su objeto de atención y dedicación mayor, sobre los
rasgos vitales de que el niño va dotando a la soga. La relación con la soga se
convierte en cotidiana y confiable, no hay peligro allí, por eso nadie le advierte al
niño que no juegue con la soga. Aparece aquí la metáfora que pone en escena los
bordes inseguros de la vida cotidiana. Los anteriores a la soga eran juegos
peligrosos, y de manera opuesta ésta no representa peligro alguno, pero ¿cómo
sabemos dónde está el peligro? ¿Qué es lo verdaderamente peligroso? Antoñito
viola sobre el final del cuento el código establecido, el pacto que lo unía a su
compañera, y entonces, algo se rompe. La soga actúa siguiendo las reglas
preestablecidas y el niño muere. El niño muere viendo su muerte, ve el rompimiento
del pacto, muere con los ojos abiertos: el peligro y el lazo/soga de confianza se
develan.
La complejidad del mundo cotidiano, el de la seguridad y la estabilidad, se hace
evidente: el niño muere con los ojos abiertos y la soga puede velarlo.
Afirma Cortázar que: “Ese sentimiento de lo fantástico, como me gusta llamarle,
porque creo que es sobre todo un sentimiento e incluso un poco visceral, ese
sentimiento me acompaña a mí desde el comienzo de mi vida, desde muy pequeño,
antes, mucho antes de empezar a escribir, me negué a aceptar la realidad como
pretendían imponérmela y explicármela mis padres y maestros. Yo vi siempre el
mundo de una manera distinta, sentí siempre que entre dos cosas que parecen
perfectamente delimitadas y separadas, hay intersticios por los cuales, para mí al
menos, pasaba, se colaba, un elemento, que no podía explicarse con leyes, que no
podía explicarse con lógica, que no podía explicarse con la inteligencia razonante” 5.
Lo fantástico según el autor, está vivo, está en todos lados y se está moviendo, y
esa animación de este género se explica porque, para el argentino, lo fantástico
radica en uno mismo, en él mismo.
En el relato de Quiroga, lo fantástico, aparece al final del relato dando una vuelta al
truculento argumento que desemboca en una explicación casi natural del hecho. De
esta manera, lo fantástico es favorable a su comprensión, aunque sea imposible
explicar el hecho de que un monstruo al estilo de una gran garrapata es capaz de
succionar litros y litros de sangre hasta acabar con la vida de la débil recién casada.
Se nos dan varias pistas lógicas que hacen del hecho algo menos extraño, por
ejemplo, se nos dice que el bicho es un parásito de las aves y que la sangre les es
particularmente favorable, por ello no es difícil encontrarlos en los almohadones.
Con este final, Quiroga logra fundir los límites entre lo posible y lo narrado en una
disolución en la que se nos da una salida verídica a lo fantástico. La descripción

5
Cortázar, J. Conferencia dictada en la U.C.A.B. (1982).
ayuda a formar un ambiente en el que destacan la fría casa con sus columnas y
paredes de mármol y la debilidad de Alicia.
Relacionando estas dos definiciones de estos autores, podemos imaginar a
Cortázar asintiendo ante la sentencia de Todorov: "Lo fantástico es la duda causada
en un ser que sin conocer más que las leyes naturales, está frente a un
acontecimiento en apariencia sobrenatural”6. El concepto de lo fantástico se define
entonces a partir de su relación con lo real, Todorov habla de la literatura fantástica,
Cortázar, más bien, de la "experiencia" de lo fantástico.
Esa experiencia o sentimiento de lo fantástico se resume también en el relato de
Ocampo: si hay algo que podemos atribuirle a este género es que aporta más
preguntas que respuestas. En su juego nos deja como huérfanos de sentido en un
escenario de incertidumbre donde lo que conocemos no es suficiente para explicar
lo que sucede. La gran mayoría de los trabajos acerca de la narrativa de Silvina
Ocampo hablan de la crueldad con la que puede narrar algo que se inicia con una
mirada inocente. Y es lo que provoca en el juego del niño con la soga ¿lo vemos
como juego o como un suicidio?
Relación del género fantástico con el cuento y las teorías de Piglia y
Hemingway.
Ricardo Piglia
Para Ricardo Piglia el cuento clásico narra una historia y esconde otra, de modo
que hay dos historias que coexisten: “El arte del cuentista consiste en saber cifrar
la historia 2 en los intersticios de la historia 1. Un relato visible esconde un relato
secreto, narrado de un modo elíptico y fragmentario”7.
Ambas historias proceden como los sueños, o las metáforas, donde hay un
elemento manifiesto y otro evocado u oculto. Por supuesto, cada una de las dos
historias de los cuentos obedece a un modo distinto de narrar e incluso a una lógica
distinta. Esto permite que los elementos que componen el cuento puedan tener una
doble función narrativa. El cuento es entonces una obra literaria en el que se pueden
leer las dos historias si se permanece lo suficientemente atento a la lectura.
Se puede establecer una relación con esta teoría cuando hablamos de “El
almohadón de plumas” de Quiroga. A medida que vamos leyendo este cuento nos
encontramos con pistas o indicios de que Alicia está enferma o, que de alguna
manera no se encuentra en su mejor estado de salud. Cuando Alicia muere y la
sirvienta junto con Jordán encuentran este monstruo que había estado matando
lentamente a Alicia, el lector se encuentra en una situación confusa, antes de este
suceso nada parecía alejado de la realidad, nada de fantasía ni sobrenaturalidad,
pero, con este momento se rompe esa estructura y nos damos cuenta que el cuento

6
Todorov T. Op. Cit. Págs. 18 -24
7
Piglia R. (1986). Formas breves, Tesis sobre el cuento. Pág. 1.
realmente nos contó dos historias que acabaron por determinarse en la muerte de
la mujer a manos de un animal chupasangre.
Con respecto a esto, Piglia advierte que no se trata de un sentido oculto que haya
que interpretar, sino de una historia distinta que está cifrada en otra. Esta naturaleza
de incluir las dos historias determina (según Piglia) la estructura del cuento. Su
objetivo es hacer aparecer artificialmente algo de la realidad que antes no podíamos
percibir.
Hemingway
Para Hemingway, todo relato debe reflejar tan sólo una parte pequeña de la historia,
dejando el resto a la lectura e interpretación del lector, sin evidenciar el verdadero
fondo, tal como sucede con un iceberg.
Por lo común una trama bien construida (una trama “lógica”) obedece a una serie
de preguntas que se interconectan de modo eficaz. En muchas de estas tramas, el
autor esclarece primero el “qué” y el “por qué”, y deja el “quién” para el final;
entonces podríamos decir que estamos en el terreno del “enigma” o de lo que los
ingleses llaman el “whodunit” (quién lo hizo). Otras tramas esclarecen primero el
“quién” y el “por qué”, dejando para el final el “qué”. Es la conexión entre las
preguntas lo que constituye, justamente, la trama.
En “La Soga”, Antoñito comienza jugando con la soga y desde un principio
reconocemos que es un cuento fantástico, ya que la soga cobra vida, se alimenta,
duerme y juega con el niño, pero la historia en sí a lo largo del relato nunca nos da
detalles precisos de qué era o qué representaba la soga. El iceberg de este cuento,
en mi opinión, es la incertidumbre que nos produce el final del relato, produciendo
en los lectores diferentes interpretaciones: la soga, ¿Es una serpiente?, la muerte
de Antoñito ¿Es un suicidio?, etc.
Concluyendo con este ensayo, puedo decir que el género fantástico es un género
que no debe tener un libro de instrucciones, la idea de lo fantástico, de todo aquello
que no podemos explicar en la vida real, no tiene límites, así como también, la
interpretación o aceptación de lo fantástico es totalmente relativa según la persona
que lo considere así.
Todorov, estructurado, habla sobre una vacilación experimentada que se pierde
entre lo maravilloso y extraño y a veces sobre pasa estas dos.
Cortázar opina que es un sentimiento que se encuentra dentro de uno mismo.
Diferentes autores encuentran diferentes opiniones sobre lo que es el género
fantástico, pero si se ponen de acuerdo en que es unos de los géneros más
importante que tiene la literatura.

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