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ALDEA GLOBAL

El término Aldea Global hace énfasis en las consecuencias socioculturales de la


comunicación, inmediata y mundial de todo tipo de información, a partir de
aquello que posibilitan y estimulan los medios electrónicos de comunicación.
Sugiere que, en especial, ver y oír permanentemente personas y hechos —
como si se estuviera en el momento y lugar donde ocurren— revive las
condiciones de vida de una pequeña aldea: percibimos como cotidianos hechos
y personas que tal vez sean muy distantes en el espacio o incluso el tiempo, y
olvidamos que esa información es parcial y fue elegida entre una infinidad de
contenidos.
El término fue acuñado por el sociólogo canadiense Marshall McLuhan. El
concepto aparece varias veces en sus libros The Gutenberg Galaxy: The Making
of Typographic Man (1962) y Understanding Media (1964) y probablemente se
haya popularizado a partir de estos. En 1968, McLuhan lo utilizó en el título de
su libro Guerra y paz en la Aldea Global.
McLuhan se refiere a la aldea global como un cambio producido principalmente
por la radio, el cine y la televisión, medios de comunicación audiovisual que
difunden imágenes y sonidos de cualquier lugar y momento y ocupaban un
espacio cada vez más importante en el hogar y la vida cotidiana, con una
expansión muy significativa en la década anterior.1 También aportó lo suyo la
difusión del teléfono, la fotografía, la reproducción y grabación de sonido,
la prensa gráfica, el procesamiento digital…
Se trata de un cambio trascendente, porque antes del siglo XX en que todos
estos medios de carácter audiovisual comenzaron a difundirse, las
comunicaciones eran dominadas por la palabra escrita. Acceder a la
información escrita enfatiza que hay un autor de esa información que relata su
versión, que pasó un tiempo y hay una distancia entre los hechos y la lectura,
que las consecuencias de la información no serán inmediatas, y que requiere
un esfuerzo consciente de la persona para convertirla en otras sensaciones. En
el lado opuesto, amerita una participación detectarlo en la radio, la televisión o
el cine.2
Las imágenes audiovisuales de los medios pueden pasar a formar parte de
nuestra vida cotidiana casi con el mismo peso que las que percibimos
directamente. Antes éramos habitantes de un mundo construido desde nuestro
hogar y donde a lo sumo leíamos sobre tiempos y lugares lejanos. Ahora vivimos
en una aldea donde nos cruzamos permanentemente con todos los lugares y
todos los tiempos, que muchas veces predominan sobre las personas y lugares
con los que convivimos. El ancho mundo se ha convertido para nosotros en una
pequeña aldea global, y las características de los medios vuelven a emerger en
la sociedad comportamientos tribales.3
McLuhan no parece opinar que estos cambios sean buenos o malos, solo los
diagnostica.4
Pasadas varias décadas el término aldea global se ha popularizado y se utiliza
en diversas acepciones que pueden diferir de la que le hubiera dado McLuhan.
Además han surgido muchos otros medios que han cambiado nuestra forma de
relacionarnos, en especial Internet y la televisión satelital.
Estos usos en general incluyen conceptos que hasta pueden ser contrapuestos:
 Red de dependencias mutuas, solidaridad, defensa de ideales compartidos,
ej. ecología, desarrollo sustentable, democracia.
 Relativismo, falta de referencias universales, líderes y normas
sociales emergentes.
 Protagonismo de los individuos, igualdad social.
 Un acontecimiento pequeño en determinada parte del mundo puede tener
efectos a una escala global: efecto mariposa, teoría del caos.
 Vulgarización.

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