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Capítulo 1: La Anunciación
Estamos en este camino de preparación durante este tiempo de adviento. Nos
estamos haciendo acompañar del Evangelio Según San Lucas durante todo
este tiempo preparatorio.
Los primeros dos capítulos del Evangelio según San Lucas, se refieren a los
eventos de la infancia de Jesús. Particularmente, el capítulo 1 centra su
atención en:
a. La anunciación del Angel a la Virgen María,
b. La visita de María a su Prima Santa Isabel,
c. El nacimiento de Juan Bautista
Podríamos sacar muchas Las enseñanzas, sin embargo, de todo aquello que
nos muestra el capítulo 1, nos quedaremos con tres palabras.
Versículo 28, Alégrate: Es la invitación del Señor: Jaire Kejaritomene:
Gózate, ánimo regocíjate, sécate las lágrimas, deja de vivir en la penumbra,
levanta tu mirada y deja de caminar por la vida cabizbajo y abatido. Hoy día
hay muchos que viven desilusionados, desesperados, angustiados,
desesperados por las diversas situaciones que enfrentan en la vida: Si ese es
tu caso Alégrate, te dice el Señor!
Versículo 30, No temas: El escritor sagrado utiliza la palabra griega
phobos, que es la raíz de la palabra Fobia. Fobos, en la mitología griega,
representa el temor, el miedo y tiene una raíz histórica muy interesante:
Fobos es el nombre de la luna más cercana a marte, el origen del temor de
Fobos, está en el hecho de que esta luna se va acercando a marte a una
velocidad de dos metros por siglo y probablemente en 50 millones de años, la
luna Fobos chocará en contra Marte. Lo mismo sucede con aquellos temores,
que a veces crecen en la mente de muchas personas que brotan de la
imaginación, miedos creados por fantasías, a situaciones en ocasiones irreales
pero que nos paralizan.
Versículo 28, El Señor está contigo: Tu alegría, tu gozo y tu valor la
renuncia a las fobias, debe estar sustentada en la certeza de que el Señor
nunca te abandona, en la confianza de que, en todo momento, en toda
circunstancia, el Señor siempre ha estado, siempre está y siempre estará
contigo. Ni la situación más calamitosa, ni el pecado más grave, ni la situación
más oscura que pasemos, hará que Dios se separe de ti.
¡Alégrate y no temas que el Señor está contigo!

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