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¿POR QUÉ UN NUEVO GOLPE MILITAR?

En octubre de 1929 se inicia, en Estados Unidos, la crisis de 1929, la caída de la Bolsa de Valores de Nueva York la cual trajo
como consecuencia la quiebra de muchos bancos, la paralización industrial y el desempleo masivo.
Al quebrar el sistema bancario norteamericano, los préstamos cesaron y las empresas que funcionaban en el Perú con capital
norteamericano redujeron sus actividades a gran escala. Como el Perú, durante la Patria Nueva estaba muy ligado al
capitalismo norteamericano, esta crisis afectó gravemente nuestra economía dependiente, llevándola al colapso y, por
consiguiente, se agudizaron las protestas populares, generando un mar de inestabilidad política, social y económica a fines
del Oncenio. Cayó estrepitosamente el tirano Augusto B. Leguía y su gobierno, pero esto no sólo fue obra del militar que lo
derrocó, en este caso Luis M. Sánchez Cerro, sino de la constante lucha del pueblo peruano contra el abuso de autoridad, la
demagogia, la marginación y la explotación.
En este contexto, las luchas obreras en los centros mineros, campos petroleros y en las ciudades eran continuas; incluso se
llegó a pensar en la intervención de fuerzas militares estadounidenses para defender el enclave de la Cerro de Pasco Minning
Co. En la década del 30, el movimiento campesino de la sierra estaba en descenso; pero se reactivó, con fuerza, a partir de
1945.
Las clases dominantes (latifundistas, civilistas, etc) incapaces de dirigir el Estado y la nación optan por apoyar un gobierno
militar para que ellos repriman toda agitación social y así salvar el sistema y sus intereses. Surge entonces en el Perú el
Tercer Militarismo que, según la "historia oficial", culmina en 1939, pero el cual todavía seguirá en décadas posteriores,
aunque en forma intermitente o encubierto tras gobiernos civiles, como sucedió, por ejemplo, con el primer gobierno de
Belaúnde Terry.
GOLPE DE ESTADO Y JUNTA MILITAR (1930)
En agosto de 1930, con el respaldo de los terratenientes del sur y una facción civilista, el comandante Luis M. Sánchez Cerro
se sublevó en Arequipa contra el gobierno dirigido por Leguía. Este golpe de Estado fue justificado con el Manifiesto de
Arequipa, documento que ofrece la promesa de vivir en el respeto de la Constitución, de la ley y de hacer de la honradez un
culto nacional. En una parte del Manifiesto, se lee lo siguiente:
POLÍTICA Y SOCIEDAD
El 27 de agosto, Luis M. Sánchez Cerro viaja a Lima y es bien recibido por el pueblo limeño por haberse sublevado y derrocado
al régimen dictatorial del Perú.. Uno de los objetivos de este gobierno era eliminar a la "burocracia leguiísta" para así controlar
el Estado y la población con medidas populistas, con mayor demagogia y eliminando del plano político al APRA, que en esos
tiempos manejaba una retórica de izquierda.
El APRA, en la década del 30, tenía una gran convocatoria de masas, cosa que alarmaba a las clases dominantes del país;
por tanto era importante para el gobierno su erradicación. Ante la agitación social creciente, especialmente la de origen obrero,
Sánchez Cerro disolvió, en noviembre de 1930, la Confederación General de Trabajadores del Perú C.G.TP., fundada por
José Carlos Mariátegui, después de la declaración de un paro general. La disolución de la CGTP fue una acción hecha por el
gobierno en el marco de la realización de un congreso de trabajadores en La Oroya, donde representaron a la Komintern,
Eudocio Ravines y Esteban Pavlevitch. Inclusive la Komintern anunció la revolución obrera en el Perú.
Los opositores a la Junta Militar acusaron a Sánchez Cerro de ser civilista, generando una presión tal que obligó a Sánchez
Cerro a renunciar a la jefatura de la Junta Militar pero con la intención de presentar su candidatura a la presidencia. Un sector
del grupo civilista se opuso, entre ellos Manuel J. Bustamante de la Puente, David Samanez acampo; el general Pedro P.
Martínez incluso llegó a sublevarse en el Callao.
Sánchez Cerro renunció ante la Asamblea Nacional oligárquica, entregando el poder al arzobispo Holguín, luego a Ricardo
Leoncio Elías, luego al comandante Gustavo Jiménez y por último se formó la Junta Civil del Sur (Arequipa) presidida por
David Samanez acampo. Mientras tanto, Sánchez Cerro se dirigió a Europa.
La Junta Civil del Sur, dirigida por Samanez acampo elabora el anteproyecto de Estatuto Electoral donde se hacía presente,
la garantía del voto secreto y la obligación de sufragar a los varones que sepan leer y escribir; también estableció la
independencia del Jurado Nacional de Elecciones, organismo muy manipulado durante la Patria Nueva de Augusto B. Leguía.
Al regreso de Sánchez Cerro de Europa, la Junta convoca a elecciones donde destaca la Unión Revolucionaria, de reciente
formación y con características fascistas, y el Partido Aprista Peruano. Sánchez Cerro, candidato de la Unión Revolucionaria
tenía el extraño prestigio de haber derrocado a Augusto B. Leguía, además de ser un exaltado nacionalista. Haya de la Torre
era el candidato del APRA, el otrora líder estudiantil, por su demagogia tenía el apoyo de la clase media y de una parte del
proletariado (trabajadores agroindustriales).
El 11 de octubre de 1931, en las elecciones sale ganador Sánchez Cerro con 152062 votos. El candidato aprista declaró
fraude electoral, iniciándose así una fuerte lucha por el poder entre la Unión Revolucionaria y el Partido Aprista, que incluso
llegó a ensangrentar nuestro país.
GOBIERNO CONSTITUCIONAL DE LUIS M. SÁNCHEZ CERRO (1931 – 1933)
Ganadas las elecciones por la Unión Revolucionaria, según las autoridades, Sánchez Cerro asumió la presidencia en forma
legal y reinicia su gobierno en favor de los latifundistas y la oligarquía agroexportadora. Hacendados como Aspíllaga, Miro
Quesada y otros apoyaban a este presidente, no por afinidad política, sino porque era el único individuo que podía dirigir una
campaña para frenar el movimiento de protesta social. Esto se observó con claridad ante gestos de racismo, superioridad y
desplantes que la oligarquía hacía a Sánchez Cerro en las reuniones sociales, por ser de origen humilde y de piel trigueña.
POLÍTICA SOCIAL
Con el fin de iniciar una gigantesca campaña de represión, el Gobierno promulgó una serie de leyes de excepción, entre ellas
la Ley de Emergencia que sirvió para imponer el orden público mediante multas, confinamiento, suspensión del derecho de
reunión, la clausura de centros de estudios, como la Universidad de San Marcos y otras instituciones. A pesar de las leyes de
excepción, las rebeliones, huelgas y protestas continuaban en todo el país. Por ejemplo:
1° Se subleva el comandante Gustavo Jiménez, "el Zorro" en Cajamarca (marzo de 1932), proclamándose Jefe Supremo
de la República, pero debido a la falta de apoyo fue derrotado (ante el fracaso se suicidó).
2° Se amotinaron los tripulantes de los cruceros Grau y Bolognesi, situación que fue controlada con un saldo de 8 marineros
fusilados, con previo juicio ante la Corte Marcial.
3° El 8 de mayo de 1932 se clausuró la Universidad de San Marcos por la constante agitación estudiantil.
4° Desde diciembre de 193 1, el Partido Aprista, dirigido por Haya de la Torre, planeaba con el comandante Beytia y el
coronel García Godo el ascenso al poder mediante un "Putsch" (golpe militar con apoyo social), intentando emular a los
conocidos partidos fascistas de Europa.
El 7 de julio de 1932 trabajadores de la hacienda Laredo y alumnos de colegio, dirigidos por Manuel Barreta, el Búfalo, tomaron
el cuartel O'Donovan de Trujillo, con la toma del cuartel, la ciudad se encontraba a merced de los apristas quienes nombraron
prefecto a Agustín Haya de la Torre. El Gobierno, para recuperar la ciudad, envió al mayor Alfredo Miro Quesada, quien fue
repelido, posteriormente fue enviado el coronel Ruiz Bravo, cuyas tropas bombardearon Trujillo y tomaron la ciudad.
La represión se hizo tan fuerte que terminaron fusilados centenares de personas en Chan Chan.
Este conflicto entre el APRA y el gobierno sanchecerrista fue un problema entre dos agrupaciones políticas Partido Aprista y
la Unión Revolucionaria por el predominio en la escena política.
Ante estas constantes revueltas y sublevaciones, el gobierno decidió declarar el 14 de marzo de 1933 como "traidores a la
Patria" a quienes atenten contra el orden constitucional.
Constitución de 1933: En 1931 David Samanez Ocampo designó una comisión presidida por Manuel Vicente Villarán, para
preparar un anteproyecto de Constitución Política. Luego se formó la Comisión de Constitución presidida por Clemente Revilla
para su implementación; el 9 de abril de 1933 se promulgó la Constitución Política que constaba de 236 artículos; rigió hasta
el inicio del gobierno de las fuerzas armadas que promulgó su estatuto revolucionario.
Esta nueva Constitución Política redujo el poder del Jefe de Estado (Presidente) y se ampliaron las facultades del Parlamento.
Proscribía la reelección y no permitía el sufragio, sino a varones alfabetos de más de 21 años.
ECONOMÍA
De la economía peruana, en especial de las finanzas, se encargó la Misión Kemmerer, dirigida por Edwin Kemmerer, para
realizar una reforma monetaria y bancaria. Este grupo, integrado por profesionales norteamericanos imbuidos de los
planteamientos de J. M. Keynes, tenía que ser contratado por los gobiernos latinoamericanos que se formaron tras la crisis
de 1929.
Reforma Monetaria: Se estabilizaba el Sol de Oro con un valor de 42. 1264 centígramos de oro, equivalente a 28 centavos
de dólar, para evitar la baja de la moneda por la disminución de las exportaciones e incrementó del valor de las importaciones,
que produjo un déficit en la balanza comercial e incremento de servicios de la deuda externa.
Implementación del Banco Central de Reserva del Perú, en reemplazo del Banco Central de la época del Oncenio, bajo los
mismos lineamientos que los del Banco Federal de Reserva de los EE.UU.
Ley de Bancos: Con esta disposición financiera se normaban las operaciones de las entidades bancarias y las relaciones que
debían mantener, en las distintas partidas de su activo y pasivo.
CONFLICTO CON COLOMBIA Y ASESINATO DE SÁNCHEZ CERRO
Con la firma del Tratado Salomón - Lozano (192 2) se entregó a Colombia amplios territorios. Sin embargo, la población
loretana se opuso categóricamente a este acto entreguista, por ello el 10 de setiembre de 1932 un grupo de ciudadanos
loretanos, dirigidos por el ingeniero Óscar Ordóñez, tomaron Leticia reduciendo a la guarnición colombiana.
Después de la toma de Leticia se sucedieron una serie de reclamos por parte de Colombia. Hubo también varios
enfrentamientos. El gobierno peruano, dirigido por Sánchez Cerro, pretendió organizar una campaña militar para recuperar
Leticia y el Trapecio Amazónico en medio de las constantes movilizaciones populares; con esto, el Gobierno pretendía ganar
el respaldo y la unidad nacional en torno al Presidente.
El 30 de abril de 1933, después de pasar revista a 30 000 efectivos dispuestos a ser movilizados hacia la frontera con
Colombia, se produjo un atentado perpetrado por un militante aprista, llamado Abelardo Mendoza Leyva, que ultimó al
presidente Sánchez Cerro.
Esta confrontación alcanzó su presente más álgido cuando en 1933 Sánchez Cerro fue asesinado.
La asamblea constitucional depurada otorgó de inmediato al mando presidencial al general Benavides, a fin de impedir el
desarrollo de un vacío político que pudiera aprovechar el APRA. Benavides se encontró con un panorama político bastante
complejo: en el orden internacional el Perú enfrentaba un conflicto con Colombia por problemas fronterizos; en el interior del
país la crisis económica motivaba a la protesta popular y la oposición organizada del APRA". (Cotler, Estado y Nación - 1987).
En medio del desconcierto, los militares allegados al presidente atraparon a Mendoza Leyva y lo mataron en el acto.
El Consejo de Ministros asumió el poder Ejecutivo el mismo día del asesinato. En una hora se reunió el Congreso y eligió
Presidente a Benavides, militar ligado a la oligarquía civilista.
ÓSCAR R. BENAVIDES (SEGUNDO GOBIERNO 1933 – 1939)
Con el ascenso de Óscar R. Benavides, General en Jefe de las Fuerzas Armadas, el nuevo Gobierno aplicó medidas para
estabilizar el sistema ante las luchas sociales, buscando la concentración política interna y ayuda externa (inversiones). Entre
algunos hechos tenemos:
POLÍTICAS SOCIALES
El 9 de agosto de 1933 se promulgó la Ley de Amnistía General para lograr una componenda política entre los partidos y el
Gobierno, esta ley consideraba la liberación de presos políticos, reapertura de locales de los partidos, prometía restablecer
todas las libertades públicas, etc.; la ley benefició, principalmente, al Partido Aprista que pudo actuar legalmente publicando
periódicos y revistas, organizando a la juventud y a un sector de la clase obrera. Todo esto se sintetizó en su lema de gobierno:
"Orden, progreso y trabajo". El fascismo que estaba muy desarrollado en Europa también influyó en el ambiente político
peruano, surgiendo una corriente pro-fascista. Destacó el Partido Unión Revolucionaria, que tuvo mucho protagonismo
durante el gobierno de Sánchez Cerro. Luis A. Flores, máximo líder de esta agrupación, sostenía que debía haber hermandad
entre capital y trabajo para evitar los conflictos de clases en la sociedad.José de la Riva Agüero, hombre ligado al gobierno,
fue un intelectual profascista quien planteó que la doctrina fascista obedece a una "revolución moral". Además propone el
"mestizaje" en el Perú como solución histórica e ideológica para acabar con las luchas de los campesinos. Sin embargo, era
difusor del expansionismo más soberbio.
no dio al gobierno de Benavides buenos resultados. El APRA sacó provecho de las movilizaciones obreras para oponerse al
régimen y obtener presencia política. El gabinete Riva Agüero ordenó fuertes medidas para detener las movilizaciones obreras
y sacar de la escena política al APRA.
Usaron métodos represivos, inspirados en el fascismo europeo:
Se contrató una misión policiaca italiana para instruir a los Cuerpos de Seguridad y a la Guardia Civil.
Se creó un batallón de asalto encargado de disolver las manifestaciones populares y proteger a personajes políticos
oficialistas.
Utilizaron el asesinato político.
Con el fin de separar a la clase proletaria de los partidos políticos y controlarla, el gobierno de Benavides dictó medidas
populistas asistencialistas como:
Construcción de comedores populares.
Seguro Social Obrero obligatorio, aunque no fue extensivo a todo el territorio, se aplicó a un sector de trabajadores muy
reducido, no se asistía a los ancianos pero incluía la construcción de un hospital obrero.
Creación de una Dirección de Trabajo para resolver los conflictos laborales.
Continuación de la política vial iniciada por Leguía para ocupar a los desempleados: carretera Panamericana (Tumbes -
Tacna), carretera Central (Lima - Tingo María), etc.
Otras obras fueron: reconstrucción del Palacio de Gobierno, culminación del Palacio de Justicia (constituye copia del Palacio
de Justicia de Bélgica), como anécdota se cuenta que al inaugurarlo, Benavides exclamó: iOh que buen palacio para tan poca
justicia! Óscar R. Benavides asumió el Gobierno por elección del Congreso para que culmine el mandato de Sánchez Cerro
(1931 - 1936). Por lo tanto, en 1936, se convocó a elecciones presidenciales. Los candidatos más destacados fueron: M.
Vicente Villarán (Partido Nacional Agrario), Jorge Prado Ugarteche (Frente Nacional), Luis Antonio Eguiguren (Partido Social
Demócrata) quien tenía el respaldo del APRA, etc. Las elecciones fueron anuladas, arguyéndose que Luis Antonio Eguiguren
tenía el voto aprista, partido que estaba declarado fuera de la ley desde 1934 y que había organizado fallidas intentonas
golpistas de tipo fascista ("Putsch"). Óscar R. Benavides, entonces, prolongó su mandato hasta 1939.
REALIDAD ECONÓMICA
Las exportaciones de materia prima disminuyeron debido a la crisis de la economía mundial, conocida también como la "gran
depresión", fue la causa por la cual los empresarios de las haciendas azucareras y centros mineros despidieron a cientos de
obreros; se perdió crédito externo y se contrajo el flujo comercial y monetario.
A mediados de la década del 30, el sistema capitalista mundial empieza a estabilizarse repercutiendo favorablemente en la
economía peruana, muy especialmente en el sector de exportación tradicional.
MANUEL PRADO UGARTECHE (1939 – 1945)
“Al término del mandato que se había señalado Benavides, la tensión internacional, por un lado, y la que se desarrollaba
internamente en las fuerzas armadas, se manifiesta en la sublevación del ministro de Gobierno y Policía, Correos y Telégrafos,
general Manuel Rodríguez, quienes favorecían el traspaso "democrático" de la presidencia a la clase propietaria.
Nuevamente ésta se presentó dividida: José Quesada, representante de los exportadores latifundistas, contaba con el apoyo
del sector de la oficialidad más propenso a mantener la política represiva, y Manuel Prado que, como su hermano tres años
atrás, representaba al sector burgués de la clase y contaba con el apoyo de Benavides.
En la medida que Prado constituía el vocero de la burguesía nacional progresista, tanto el Apra como el Partido Comunista le
otorgaron su apoyo tácito, asegurándole el triunfo electoral. Así Manuel Prado asumió la presidencia en el período 1939 -
1945, coincidiendo con el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial". (Cotler - 1987)
ECONOMÍA
La economía y política peruanas en este gobierno estaban fuertemente relacionadas con los problemas de la Segunda Guerra
Mundial, dado nuestro carácter dependiente.
La producción tradicional sufrió un gran descenso, pero aumentó significativamente la producción de algodón; en cambio, la
producción de caña de azúcar sufrió un leve estancamiento y trajo consigo consecuencias sociales graves, como el despido
de obreros. La producción minera, por otro lado, iba en aumento constante. En 1945, las exportaciones mineras alcanzaron
el 55% de todo lo exportado; pero casi toda la actividad minera estaba en manos del capital norteamericano.
En otro rubro, el atraso industrial en el país era notorio. Lo prueba el número reducido de obreros. Las actividades industriales
que destacaban eran textil, vidrios, pinturas, llantas, etc.
Por la coyuntura internacional de la guerra nombrada, la producción industrial se diversifica en función de los intereses de EE.
UU en la siderurgia, por ejemplo. Este relativo crecimiento industrial hacía aumentar el proletariado urbano y el proletariado
minero, en consecuencia, incrementando la cantidad de sindicatos.
Un sector de la burguesía peruana estaba decidida a impulsar la industria en el país.
Esta facción es la "burguesía industrial compradora", porque para ampliar la infraestructura y producción industrial adquiere,
del exterior, tecnología, insumos, etc. Pero esta "burguesía industrial compradora" no podía por sí misma crear toda la
infraestructura necesaria, por consiguiente, recurrió al apoyo del Estado y a la asociación con capitales financieros del exterior.
En ese sentido el Estado invirtió, gracias a empréstitos del exterior por ejemplo, en la construcción de la central hidroeléctrica
del Santa y en la Siderúrgica de Chimbote en colaboración con la Brassert y Co.
Ambas construcciones estaban a cargo de la Corporación Peruana del Santa, creada por el gobierno de Manuel Prado y
Ugarteche.
El hierro es fundamental para todo desarrollo industrial, y para aumentar la extracción de hierro de Marcona, el Gobierno
cedió los derechos de explotación que ejercía el Estado a la empresa The Utah Constructión Co., que, además de extraer
hierro, se dedicó a la exportación del mismo.
Las otras medidas que dio el gobierno de Prado para fomentar la industria fueron: la creación del Banco Industrial, la
promulgación de la Ley 9140 de Fomento Industrial, etc. Pero hay que remarcar que este impulso a la industria en nuestro
país no apuntaba a crear una economía nacional independiente, sino que el objetivo era servir a los intereses del capitalismo
de EE. UU durante el desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. Además la presencia de capitales extranjeros, si bien
ayudaban al desarrollo industrial, generaban más dependencia económica.
ACTITUD DEL ESTADO PERUANO DURANTE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL
El 7 de diciembre de 1941, la aviación japonesa atacó la base norteamericana de Pearl Harbor (Hawai), provocando la
intervención de EE. UU en la Segunda Guerra Mundial. El Perú inmediatamente rompió relaciones con las potencias del Eje
y se unió a los aliados (EE.UU. e Inglaterra).
A nivel político, sin embargo, el gobierno de los EE. UU recomendaba a Manuel Prado Ugarteche mejorar sus relaciones con
el Partido Comunista del Perú, por la intervención de la URSS en la guerra; el APRA no recibió la misma atención por lo que
se propuso al presidente de los EE. UU., Franklin D. Roosevelt, el Plan de Afirmación de la Democracia en las Américas,
donde planteaba asegurar la soberanía nacional y popular en base al voto ciudadano, de lo contrario se produciría una alianza
entre el totalitarismo (fascismo) de América Latina con los países del Eje.
El gobierno de Manuel Prado firmó con los EE. UU el Tratado de Préstamo y Arriendos para fortalecer la alianza entre el Perú
y los EE. UU durante este conflicto. Los puntos más importantes de este tratado eran:
1° Establecimiento de una base militar en Talara (El Pato).
2° Deportación de los japoneses residentes en el Perú a los EE. UU país que poseía un campo de concentración
para ellos.
3° Estabilización del precio de las materias primas que el Perú exportaba a EE. UU., país que a cambio de la reducción de
las tarifas arancelarias norteamericanas se beneficiaría con productos peruanos.
Con este tratado se demostraba la subordinación y el mayor grado de dependencia del Perú al capitalismo norteamericano.
SITUACIÓN SOCIAL
Las luchas sociales bajaron en intensidad, salvo en la Costa norte donde hubo despido de obreros de los enclaves azucareros.
El Partido Aprista se abstuvo de activar las luchas populares para no ser acusado de cómplice del Eje nazi-fascista.
Los comunistas organizaron la Confederación Nacional de Trabajadores para ganar bases y neutralizar políticamente al
APRA. El Gobierno apoyó en esta medida a los comunistas; por ésta y otras razones, Manuel Prado fue llamado el Stalin
peruano, sin embargo, el proyecto de confederación no prosperó.
A principio de los años 40, la actividad sindical empezó a reanimarse, se robustecieron los antiguos gremios (panaderos,
textiles, gráficos, choferes) y se formaron nuevos sindicatos. En Lima y Callao se organizaron dos poderosas uniones
sindicales.
La reactivación sindical fue impulsada tanto por el Partido Comunista como por el Partido Aprista. A través de la Confederación
de Trabajadores de América Latina (CTAL), los dirigentes realizaron gestiones con el gobierno de Prado, preparando el terreno
para la formación de una central sindical "democrática" en el Perú. El gobierno norteamericano, además de fomentar una
política de amplio frente, estaba interesado en encausar el movimiento obrero organizado en el esquema político de la
"democracia" capitalista y veía con buenos ojos la institucionalización de las organizaciones sindicales nacionales en América
Latina.
Es en este contexto que algunos dirigentes sindicales peruanos apristas y comunistas se reunieron en Santiago de Chile
(1943), poniéndose de acuerdo para conjugar esfuerzos en vista a la formación de una central sindical nacional. Este acuerdo
llamado Pacto Sindical de Santiago permitió que al año siguiente se formará la Confederación de Trabajadores del Perú
(CTP).
"La creación de la CTP fue anunciada para el 1ro. de mayo de 1944, en una visita a la tumba de José Carlos Mariátegui. El
primer secretario general fue Juan P. Luna, dirigente de choferes, entonces del Partido Comunista. El secretario de
organización fue Luis Negreiros, dirigente de tranviarios , militante del Partido Aprista. Al año siguiente, los apristas lograron
dominar plenamente la CTP siendo elegido secretario general Arturo Sabroso". (Sulmont, Historia del Movimiento Obrero –
1987).
GUERRA DE 1941 (5 DE JULIO – 11 DE AGOSTO)
Desde que el Ecuador surgió como república independiente en 1831 en la Asamblea de Riobamba, exigió durante años al
Perú, los territorios de Tumbes, Jaén y Maynas, generando una serie de conflictos que se han prolongado hasta finales del
siglo XX.
Estos problemas limítrofes se fueron agudizando con el correr de los años.
Después de tensas relaciones entre Perú y Ecuador, además de constantes escaramuzas, el 5 de julio de 1941, tropas
ecuatorianas realizaron una ofensiva en la zona del río Zarumilla, atacando el puesto de Aguas Verdes. Otro contingente
militar ecuatoriano había organizado un frente de 800 kilómetros desde la Cordillera del Cóndor hasta el río Putumayo,
sobrepasando inclusive la frontera del statu- quo convenido.
Ante la agresividad expansionista ecuatoriana el alto mando militar peruano organizó dos frentes de operaciones:
Costa: Conformada por las tropas del Agrupamiento Norte (Ejército, Marina,
Aviación y el apoyo de las Fuerzas Policiales; todos, al mando del general Eloy
G. Ureta.
El 23 de julio se inició la batalla de Zarumilla que significó una contundente
victoria peruana: las tropas peruanas llegaron a ocupar la provincia de El Oro
ante la escasa resistencia ecuatoriana.
Nor-Oriente: En el departamento de Loreto, las tropas peruanas de la Quinta
División estaban al mando del general Antonio Silva Santisteban. Se
destacaron guarniciones militares en la Cordillera del Cóndor, desde el Nudo
de Loja hasta Quito, y se realizaron incursiones por los ríos. El 11 de Agosto
se produce el combate de Rocafuerte, tomándose la guarnición ecuatoriana
del mismo nombre.
El 3 1 de julio de 1941, el gobierno de Manuel Prado aceptó la mediación de
Argentina, Brasil y EE. UU; luego, el 2 de octubre de 1941, se firmó el Acuerdo El Perú perdió el triángulo de Sucumbios con el Protocolo de
de Talara en el cual se establece una zona desmilitarizada entre las tropas Paz. Amistad y Límites de Río de Janeiro. firmado en 1942;
peruanas que ocupaban la provincia de El Oro, y las tropas ecuatorianas. Este pese a ello, los ecuatorianos no quedaron conformes.
acuerdo establecía una retirada de las tropas peruanas frente al avance que
habían logrado.
En la ciudad de Río de Janeiro el 29 de enero de 1942, se firmó el Protocolo de Paz, Amistad y Límites entre el Perú y Ecuador
entre los cancilleres Alfredo Solfy Muro (Perú) y Julio Tobar Donoso (Ecuador); también intervienen los garantes: EE.UU.,
Brasil, Argentina y Chile, que se había integrado a último momento. El protocolo fue aprobado el 26 y 28 de febrero de 1942.
Con la firma del Protocolo de Río de Janeiro (1942), después de la Tercera Reunión de Consulta de Ministros de Relaciones
Exteriores de las Repúblicas Americanas, en Río de Janeiro, que trataba la agresión japonesa a Pearl Harbor (EE.UU.) y la
posición política de los estados americanos, el gobierno de Manuel Prado consagró el statu-quo posesario establecido en
1936. Esto significaba que el Perú dejaba de litigar por territorios que Ecuador invadió en 1881 y que hoy día conforman la
selva amazónica ecuatoriana, donde se han hallado ingentes recursos naturales (petróleo) .
También hay que tomar en cuenta la presión internacional de los EE. UU para la firma del Protocolo de Río de Janeiro, lo que
confirma una vez más nuestro grado de dependencia del capitalismo de EE UU. en desmedro de los intereses nacionales.
Estos fracasos del Estado peruano, en la guerra de 1941 y en la firma y aplicación del Protocolo de Río de Janeiro, demuestran
categóricamente la inoperancia de quienes manejaron el Estado para conservar los territorios del país.
Culminando el proceso de firma y consagración del Protocolo de Río de Janeiro, una comisión mixta procedió a demarcar la
frontera entre Perú y Ecuador, tomando como base el Statu-quo de 1936.
La demarcación se hizo normalmente desde Capones hasta la quebrada San Francisco, y desde Güepi hasta la Cordillera
del Cóndor; pero en 1943, cuando el Perú había retirado todas sus tropas de la provincia de El Oro, Ecuador cuestionó la
demarcación en el punto del río Santiago, en la Cordillera del Cóndor.
Ante este impase, el canciller de Brasil, Oswaldo Aranha, propuso someter la controversia a un fallo del capitán Braz Días de
Aguiar, previa investigación de la zona, lo que Ecuador aceptó. En julio de 1945 se emitió el fallo de Braz Días de Aguiar: el
divortum aquarum de la Cordillera del Cóndor, constituiría el elemento de orientación para la demarcación de la frontera.
Ecuador aceptó el fallo y se continuó con la colocación de los hitos, hasta que en 1949 Ecuador volvió a objetar la demarcación
manifestando un error en el protocolo; el argumento era que no se había tomado en cuenta el río Cenepa, quedando
inconcluso, por lo tanto, 78 km sin demarcar.
JOSÉ LUIS BUSTAMANTE Y RIVERO (1945 – 1948)
Al finalizar el gobierno de Manuel Prado Ugarteche, las fuerzas políticas antioligárquicas exigieron la derogatoria de las leyes
de excepción y la vigencia plena de las libertades públicas. Estas fuerzas se agruparon y organizaron el Frente Democrático
Nacional, luego se entendieron con el APRA Y el ex presidente Óscar R. Benavides. El Frente Democrático Nacional como
nueva fuerza política, designó a José Luis Bustamante y Rivero como el candidato a las elecciones presidenciales de 1945.
El Frente Democrático Nacional (FREDENA) representó a una facción de la burguesía peruana, burguesía que pretendía
incrementar la producción industrial para satisfacer el mercado interno, en contraposición a la oligarquía que se proyectaba
al mercado exterior (oligarquía agroexportadora costeña) y negaba en la práctica la ampliación del mercado interno,
proponiendo la conservación de relaciones feudales de producción (servidumbre, latifundio, gamonalismo, etc.).

Sin embargo, esta burguesía industrial peruana no se desligaba del imperialismo (EE UU), sino más bien planteaba las nuevas
formas de dependencia económica: compra de insumos, adquisición de tecnología, etc.
Las elecciones presidenciales se llevaron a cabo el 10 de junio de 1945, presentándose también como candidato Eloy G.
Ureta por la Unión Revolucionaria. El FREDENA Y José Luis Bustamante y Rivero fueron los vencedores, provocando una
gran manifestación popular que esperaba la realización de reformas económicas y sociales. El Congreso tenía mayoría aprista
y su presidente era José Gálvez del FREDENA.
ECONOMÍA Y SOCIEDAD
Los años de postguerra afectaron económicamente al Perú, provocando una disminución de la exportación de materias primas
y generando desempleo y protestas.
Los productos agropecuarios habían tenido bastante salida en la época de la Segunda Guerra Mundial, lo que indujo a muchos
hacendados a concentrar tierras, en perjuicio de los minifundistas y comuneros: con el fin de dedicarse a los cultivos para la
exportación, esto trajo consigo la sindicalización masiva de los campesinos que reiniciaron una serie de luchas en la sierra
sur principalmente; pero también en el centro y en el norte del Perú.
Los campesinos, ya sindicalizados, se organizaron en la Federación Agraria Azucarera (Trabajadores de los enclaves
azucareros norteño s) y en la Confederación de Campesinos del Perú compuesto por pequeños propietarios, y desarrollaron
una fuerte lucha contra el latifundismo, gamonalismo y la servidumbre, siendo el objetivo principal la obtención de tierras,
problema que se planteó en la Asamblea Nacional de Indígenas Campesinos.
MIGRACIONES DEL CAMPO A LA CIUDAD
En este marco de luchas sociales en la sierra y de crisis de las relaciones feudales de producción, se desató una fuerte
migración de la sierra hacia la costa. Los inmigrantes se instalaban en los alrededores de las haciendas costeñas y de las
ciudades, formando cinturones de miseria.
La actividad obrera en las ciudades también fue intensa, en especial en el período de 1945 - 1947, cuando el Gobierno
reconoció 264 sindicatos que iniciaron una serie de reclamos. Para calmar las protestas obreras se aplicó una política
asistencialista que la bancada aprista del Parlamento respaldó y fomentó.
Estos movimientos sociales se deben a varias causas; entre ellas al fracaso de las proyecciones económicas del gobierno de
José Luis Bustamante y Rivero, que se basaron en:
1° Aumento de la burocracia estatal y controlismo de precios.
2° Aumento de jornales y sueldos para los trabajadores organizados (sindicatos) con emisión inorgánica.
3° Mantenimiento de un tipo de cambio fijo.
Al fracasar estos planteamientos económicos cundió una gran intranquilidad laboral, azuzada aún más por el APRA, el cual
entró en contradicción con el FREDENA Y el gobierno de José Luis Bustamante y Rivero.
Otra causa para el inicio de estos movimientos reivindicacionistas fue los cambios económico-sociales en el latifundio que
consistieron en asalariar a los huacchiIleros o colonos (siervos), quienes posteriormente se organizaron en sindicatos,
iniciándose así una nueva etapa del conflicto social.
Los huacchiIleros o colonos que no entraron al régimen salarial quedaron abandonados, sin ningún tipo de respaldo en la
producción, lo que ocasionó su migración a la costa, a las haciendas y ciudades. Entre tanto, algunas haciendas se habían
estancado en un sistema de relaciones sociales personales (características del feudalismo), y otras sufrían la arremetida de
las comunidades campesinas que crecían, en cuanto a población, en forma paralela a un gran desarrollo de su economía,
cuya producción apuntaba hacia el mercado interno. Para la continuación de este desarrollo económico era necesario la toma
de tierras que los hacendados retenían sin darle mayor provecho, pero que, generalmente, se negaban a entregar, utilizando
para eso su poder político ya que tenían presencia en el Poder Legislativo, generando en la sierra las luchas con los
campesinos.
El Partido Aprista tomó en cuenta estos cambios en la sierra; pues tenía interés de que los sindicatos campesinos se adhieran
a sus mas con el propósito de presionar a sus "enemigos políticos". El Partido Aprista defendió las reivindicaciones
económicas de los campesinos con tal de tenerlos bajo su dirección política.
ASPECTO POLÍTICO
El gobierno de Bustamante y Rivero no gozó de estabilidad política y social por varios motivos; entre ellos se pueden nombrar:
1° Sindicalización y agitación obrera contra los bajos salarios. .
2° Luchas campesinas contra el gamonalismo.
3° Oposición del Legislativo dirigido por la mayoría aprista.
4° Oposición de la oligarquía agroexportadora cuya expresión en el congreso es la Alianza Nacional, de tendencia liberal,
dirigida por Pedro Beltrán.

El Partido Aprista que era miembro del FREDENA (Frente Democrático Nacional) tuvo desde un principio serias diferencias
con José Luis Bustamante y Rivero, éstas se fueron haciendo insostenibles frente al planteamiento conservador de la alta
dirigencia aprista, contrario al reformismo de Bustamante. Prueba de ello es que los parlamentarios apristas no aceptaron una
ley de reforma agraria, sólo aceptaron resolver, caso por caso, los conflictos agrarios; no modificaron la ley electoral que
otorgaba el derecho a voto sólo a los ciudadanos alfabetos (20% de toda la población adulta); pero lo más sorprendente fue
proponer la entrega de una nueva y más extensa concesión a la I.P.C. (International Petroleum Company), lo cual distaba
mucho de su otrora y aparente "posición política antimperialista".
Pedro Beltrán y Eudocio Ravines ex militantes comunistas organizaron la Alianza Nacional y compraron el periódico La
Prensa, con respaldo de la oligarquía, para enfrentarse a la posición reformista de Bustamante y Rivero y hacer contrapeso
al Partido Aprista.
El 28 de julio de 1947, los apristas se negaron a concurrir a la instalación del Congreso dejando sin quórum al Senado,
produciéndose así un receso parlamentario. En mayo de 1948, el APRA movilizó a amplios sectores de la población con clara
tendencia golpista. El 3 de octubre de 1948 se produjo en el Callao, un motín donde militantes apristas se apoderaron del
cuartel Real Felipe y de la nave Grau, pero la alta dirigencia aprista dio una contraorden permitiendo que la insurrección sea
aplastada.
¿Por qué la alta dirigencia aprista no prosiguió con la insurrección?
Haya de la Torre no estaba dispuesto a seguir con la insurrección porque temía que las bases apristas se desbordaran en
sus manifestaciones; además corría peligro la vida de algunos altos dirigentes apristas como Seoane quien pidió garantías al
ministro de Gobierno. Si las bases apristas (clase media, obreros, empleados, etc.) se desbordaban, se habría originado de
nuevo una fuerte persecución de apristas, en especial de su dirigencia, quienes obviamente no querían ser objeto de
persecución, sino, más bien, deseaban continuar en el poder político a través del Parlamento.
A pesar de la persecución política, la dirigencia aprista se declaró fuera de la ley y entonces se inició la persecución de sus
líderes. Las bases apristas, descontentas ante la actitud timorata y conservadora de sus representantes, optaron por
radicalizarse políticamente.
Luego del fallido golpe aprista, el 27 de octubre de 1948, se levanta en Arequipa el general Manuel A. Odría con el apoyo de
la Alianza Nacional, para favorecer a la oligarquía agroexportadora, derrocando a José Luis Bustamante y Rivero.
MAR TERRITORIAL (LEY DE LAS 200 MILLAS)
Una de las medidas más acertadas de este gobierno fue la promulgación del decreto del 10 de agosto de 1947 que estableció
la soberanía y jurisdicción del Perú sobre la plataforma marítima, el zócalo continental y el mar hasta 200 millas, dando origen
así al mar territorial peruano. Posteriormente, Ecuador y Chile asumieron esta propuesta, firmándose el Convenio de Santiago
en 1952, donde declararon también su soberanía sobre las 200 millas del océano Pacífico.
EE. UU., fue uno de los países que se opuso a la soberanía marítima en la extensión de 200 millas, exigiendo que la zona
marítima soberana sólo sea de 12 millas. Su insistencia en este punto lo llevó a promulgar, años después, la Enmienda Kutche
que facultaba al gobierno de EE. UU a reducir o suspender la ayuda económica en caso que se capture o sancione naves
norteamericanas que se encuentren pescando en aguas consideradas por EE. UU "internacionales". Esta posición nos negaba
la soberanía de nuestro mar territorial; era un mecanismo de presión típico de los países potencia.
Odría denominó, a su pronunciamiento político, "Revolución Restauradora de Arequipa". Hay que tener en cuenta que los
otros sectores de la burguesía (incluido los que respaldaban a Bustamante y Rivero permitieron el golpe de Estado como
"solución militar" para frenar el descontento popular, neutralizar los reclamos de los sectores sociales medios y para
"domesticar" el movimiento obrero fortalecido en la década del 40. Se inició así un gobierno dictatorial, represivo, populista,
paternalista, antidemocrático y prolongado, conocido como el Ochenio (1948-1956) de Manuel Apolinario Odría.

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