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Diez razones por las que vale la pena estudiar periodismo (o reinventarlo si ya no tienes edad para volver a las aulas) Jorge Carrion* 1. Porque siempre sera necesario gestionar informacion Tal vez fueran los adivinos y los brujas los primeros periodistas. Si el higado del roedor mostraba tonalidades verdosas adivinaban que no era buena idea erigir el campamento junto a aquella laguna sos- pechosa; si descubrian una zona de hongos alucindgenos decidian enseguida que esa informacién —en cambio— era reservada. Te- nian que poseer fuentes fiables, ser convincentes, buenos comunica- dores, en ese contexto en el que el mito todavia no habia empezado a ser sustituido por el logos ({se completara algtin dia ese proceso * Profesor de la Universidad Pompeu Fabra, Barcelona, Espafia. Escritor, critico cultural y doctor en Literatura Comparada por la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, donde dirige el Master en Creacién Literaria. Colabora regularmente en varios medios de Espafia y América Latina, ES autor de varios libros de viaje, como Australia (2008) y Crdnica de viaje (2014); de los ensayos Viaje contra espacio. Juan Goytisolo y W.G. Sebald (2009), Teleshakespeare (2011) y Libreria (finalista del Premio Anagrama de Ensayo, 2013); y de la trilogia de novelas Las muertos, Las huérfanos y Los turistas, publicadas reciente mente por la editorial Galaxia Gutenberg, jordicarrion@hatmall.com, de sustitucién?). Siempre ha habido datos valiosos con los que trafi- car. La modernidad multiplicé exponencialmente su valor simbdlico. La contemporaneidad convirtié en cotidianos prefijos como mega o giga. La informacién no va a parar de crecer: siempre seran necesa- rios sus gestores. Los periodistas no son més que un tipo de gestor, como los bibliotecarios, los archiveros, los analistas 0 los profesores. Al igual que ellos, deben ser capaces de localizar rapidamente el dato significativo. Recubrirlo de discurso. Saber interpretarlo. 2. Porque a veces la vocacion no se elige No es tan frecuente como uno se imagina, pero hay quien atesora una fuerte vocacién mediatica. Hay quien desde siempre ha deseado ser periodista. En esos casos no hay nada que hacer: no tiene ningtin sentido quedarse encerrado en el armario. Sal de él. Sé periodista. Pero ten claro que la licenciatura en periodismo, el master, el docto- rado, ni siquiera el trabajo en una de las Ultimas redacciones —cual Ultimo mohicano— serén suficientes. El periodismo es un modo de mirar el mundo, de sonsacarlo, de elaborarlo narrativamente, de transmitirlo, Puede ser su contenedor, pero no su contenido. De ma- Nera que tienes que formarte, al mismo tiempo, en otros ambitos. Leer, ver, visitar, pensar. Economia, derecho, sociologia, humanida- des, cine, televisidn, viajes. El periodismo le dard herramientas na- trativas a tu mirada, pero seras td quien la llenara del conocimiento que te permita domesticar la informacién infinita. 3. Porque existen Mongolia y Anfibia No te hagas ilusiones, lo mas probable es que no te den trabajo. 0 que cuando termines la carrera o la reorientaci6n laboral hayan dejado de existir (y en cambio pervivan diarios centenarios). Lo que importa es que demuestran que otro mundo es posible: precisamente tu mundo. Un mundo en que la firma ha sido sustituida por la marca. En el que los contratos indefinidos se han transformado en colaboraciones 42 DIEZ RAZONES POR LAS QUE VALE LA PENA ESTUDIAR PERIODISMO freelance. En el que el periodista es también comisario, profesor, blo- guero, dj. En el que casi todo tiene que recrearse, repensarse, reima- ginarse. En el que las hemerotecas se han vuelto virtuales. En el que las grandes cabeceras se atomizan en un sistema solar de microme- dios. En el que el periodista se inserta en una dimensién superior, la de la comunicaci6n, que a su vez forma parte de la supergalaxia de lacirculacion informativa. Es dificil pensar hoy en dia en campos aco- tados, en cotos de caza: incluso las revistas independientes son tam- bién editoriales, foros, puntos de encuentro, hasta pizzerias; sobre todo: comunidades. Antes era posible lanzar al mercado una nueva revista y construir después un publico. Ahora es preciso crear primero un circulo de complices, que con el tiempo se vuelva campamento del salvaje oeste, ciudad circular en tierra de nadie, satélite, planeta. La esfera en cuyo corazon después se instalara el medio informativo, como antafio lo hacia el televisor en el centro del salén. 4. Porque estamos viviendo la gran explosion del dato Una de las consecuencias mas dificiles de predecir del 11-S ha sido la eclosi6n del big data, es decir, de la gestion de monstruosas canti- dades de datos. Una vez mas han sido los servicios de inteligencia y la industria militar quienes han impulsado lo que llamamos el avance humano. Las ingentes, casi ingobernables cantidades de informacién que acumulan los ordenadores precisan de intérpretes. Los analistas deberian comenzar a fusionarse con los periodistas para construir, a partir del big data, |o tinico que puede dotar de sentido tal magnitud informativa: big narratives. Si en 1999 Mark Kurlansky publicé Baca- lao: biografia del pez que cambié el mundo, un recorrido por cémo la pesca de bancos de bacalao 0 la evolucion de sus técnicas de con- servacién generaron cambios geopoliticos de primera magnitud, no seria extrafio que dentro de algunas décadas aparezca un libro que se titule: Como los bancos de datos cambiaron el mundo, una vez més. El periodista como pescador de altura: no esta mal la metafora, habra que afilarla. JORGE CARRION ae 5. Porque todos tenemos alma de hacker Se me ocurren pocos impulsos tan humanos como el que nos pre- cipita en el abismo del chisme. Cotillear, chafardear, poner verde al vecino 0 a la celebrity: intercambiar informacién —a veces contras- tada y otras no—. Si el periodista tiene que aliarse con el analista (0 transformarse en él), no hay duda de que también hace buena pareja con el hacker. Solo hay que echarle un vistazo a las series de television 0 a los periddicos: el nerd, el geek o el friki son perso- najes cémicos, pero el hacker es un personaje tragico, uno de los grandes héroes o antihéroes de nuestra época. No hace falta ser Julian Assange, no hace falta ni siquiera vulnerar la ley, solamente sumarle a la formacién estadistica y a la capacidad de observar ar- cos narrativos algunas nociones de btisqueda de datos a través de computadoras y redes. Cuantas mas, mejor. Digamos: el periodista como un hacker legal. El periodista informatico. 6. Porque esta por reinventar la figura del periodista En el imaginario colectivo el periodista todavia se vincula con la re- daccién. Pero ese es solo uno de sus espacios posibles. El hogar se convierte en laboratorio, en taller, en superficie de posproduccién. Los frentes en los que se multiplican las posibilidades del artista de lo real son multiples. Algunos podrian ser: el transmedia (Malvinas 3G, el arte contemporaneo como practica documental o historica (E/ Camp de la Bota, de Francesc Abad), el periodismo en vifietas (Joe Sacco), la inteligencia colectiva (Wikipedia), el desarrollo de progra- mas estadisticos, la escritura de novelas de no ficcién (Emmanuel Carrére) o la produccién de juegos. Los news games nos obligan a pensar lo real a través de la interaccién y de la reflexidn: {quién le iba a decir a tu madre que su hijo iba a ejercer el periodismo disefiando videojuegos? 4 our RAZONES POR LAS QUE VALE LA PENA ESTUDIAR PERIODISMO 7. Porque el periodismo esta en casi todas partes, pero... Estamos en tiempos de hazio tti mismo y de amateurs que se con- vierten en profesionales a golpe de visitas de blog, de retuiteos o de visionados de Youtube. Pero la técnica, la artesania, no siempre pue- den aprenderse intuitivamente. Y, sobre todo, solo puede mejorarse, perfeccionarse, gracias a la practica critica y al estudio. Estudiar periodismo es obligarse a una disciplina de aprendizaje, de lectura, de evaluacién. Para que después, durante toda tu vida, ya puedas aprender, leer y evaluarte por tu cuenta. Ese impulso es necesario, para luego interiorizar la inercia. Porque sin esa energia interna que te impulsa hacia adelante (aunque en el horizonte haya un barranco), al ritmo de las zancadas del presente, la realidad y sus noticias deja- rian de interesarte. Y seria el fin. 8. Porque siempre naceran nuevos hobbies, nuevas pasiones, nuevas tendencias No se me ocurre palabra mas precisa para nombrar a la tendencia que la palabra fendencia. Tecnoldgicos, artisticos, profesionales o sociales, constantemente surgen nuevos modos de relacionarse con aquello que nos hace humanos: la moda, la ciudad, los territorios, la imaginacién, los otros. Entre las muchisimas utilidades del periodis- mo esta justificar tu adiccion, tu aficién, tu pasion. Ya sea en un blog, en una revista, en un programa de radio o en un diario, si te convier- tes en un auténtico erudito en un lenguaje o una practica que acaba de empezar a desarrollarse y que, por tanto, todavia no cuenta con expertos, no hay duda de que podras generar discurso periodistico en ese ambito. Por supuesto es mas dificil conseguirlo en disciplinas y temas que se consideren clasicas. Pero eso no deberia abocar al desanimo. Al fin y al cabo, el propio periodismo ya es una practica y un area de conocimiento con varios siglos de tradicién. JORGE CARRION ‘e 9. Porque algo hay que estudiar Arquitectura no, porque no se construye obra nueva. Derecho no, Porque sobran abogados y no se convocan plazas de jueces. Me- dicina y magisterio tampoco, porque se esta recortando en sanidad y en educacién. gEntonces? Parecia que invertir en formacion en nuevas fuentes de energia resultaba conveniente, pero el sector no acaba de arrancar. {Qué queremos, que toda una generacién estu- die informatica y gastronomia? {Qué haremos con una generacién entera de programadores y cocineros? A diferencia de los estudios absolutamente técnicos, con una proyeccién laboral muy definida, el periodismo y la comunicacién audiovisual (maldito el dia que los se- pararon), como las matematicas o las humanidades, deberian educar sobre todo metodologias de andlisis y de formulaci6n, de observa- ci6n y de relato. Conocimientos de adaptacion a todo tipo de medios. 10. Porque merece la pena sentirse parte de una noble tradicion En La banda que escribia torcido, la imprescindible historia del Nuevo Periodismo firmada por Marc Weingarten y publicada por Libros del K. 0., encontramos multiples ejemplos de cémo el periodismo — como cualquier otra tradicién intelectual— se construye como una sucesién de artesanos que aprenden de otros artesanos, de maes- tros y discipulos, de referentes clasicos y de nuevos faros contem- poraneos. Sobre Joan Didion, leemos: “ahorré suficiente dinero para comprarse una maquina de escribir Olivetti Lettera 22; aprendio por si misma a unir frases reescribiendo a maquina los pasajes de sus libros favoritos”. ;Cudles serian esos maestros, nuestro favoritos? {Quieres mas a mama 0 a papa? {Eres del Barca o del Madrid? ¢De Enric Gonzalez o de Maruja Torres? De Juan Villoro o de Martin Caparrdés? {De Gabriela Wiener o de Manuel Jabois? ;De Ana Pastor 0 de Jorge Lanata? ¢Qué te tira mas, Salvados 0 Informe semanal? éDe ambos, de todos, de alguno, de ninguno? Unos son mas de 46, EZ RAZONES POR LAS QUE VALE LA PENA ESTUDIAR PERIODISMD Hunter S. Thompson 0 de Norman Mailer; otros, en cambio, admiran a Josep Pla o a Manuel Vazquez Montalban. Hay quien reivindica los reportajes de Gabriel Garcia Marquez o de Rodolfo Walsh: y quien va mas atras, a Nellie Bly 0 a Daniel Defoe. Pero sobre todo estan los periodistas casi anénimos, nuestros primeros jefes, los primeros que editaron textos nuestros, los profesores de la facultad, el redactor del semanario de nuestro pueblo, el chico de segundo de bachillerato que dirigia la revista del instituto y que nos pidié una cronica o un cé- mic. Todos los autores de todos los textos que hemos leido a lo largo yancho de nuestras vidas. Todo eso forma una marafia. Una tradicién polimorfa de la que vale la pena sentirse parte. 0 simplemente una banda: las de quienes escribimos torcido. No somos gente especial- mente recomendable, pero nos gusta nuestro oficio y creemos en él. éTe unes al club? Ensefar periodismo: el primer dia de clase Roberto Herrscher* Los nuevos alumnos entran al aula con cautela, como si estuvieran pisando vidrios rotos, y se sientan en las sillas dispuestas en forma de herradura. Los alumnos del Master en Periodismo de la Universidad de Barcelona suelen venir de una decena de paises y un puflado de idiomas, y algunos estan casi tan nerviosos como yo. Primero propongo la habitual rueda de presentaciones: en un. minuto, que cada uno nos cuente a los demas quién es, de qué pla- neta viene y por qué esta aqui. Algunos recitan su curriculum, otros piensan que hay que hablar bien del programa. Pero en cuanto uno cuenta una historia, los siguientes se dan cuenta de que tienen esa libertad: a lo largo de los afios he oido historias sobre conversaciones con el abuelo, sobre discusiones con la jefa, sobre una frase inspi- radora de un maestro, 0 sobre el estado del periodismo en su pais (sobre todo si el pais es Venezuela). Y entonces, cuando creen que el ejercicio termind, es cuando realmente comienza. Les digo que un editor demente decidié encar- garles un articulo sobre el primer dia de clases, con foto del grupo y explicacién del programa. Y que en la pagina del articulo debe haber * Profesor de la Universidad Alberto Hurtada, en Chile. Fue director del Master en Perio dismo de la Universidad de Barcelona de! 2005 al 2016. Ante todo, es periodista, Y lo ensefia muy bien, robertoherrscher@gmail.com, una cita destacada, de esas que aparecen en rojo o azul en un re- cuadro. Cada uno debe elegir una frase que haya dicho alguno de sus compafieros. Por supuesto, pueden parafrasear, porque no anotaron ni gra- baron. Pero les pido que no elijan dos ni tres sino una, que traten de dejar fuera sus propias ideas y que anoten la frase y no la cambien cuando empiecen a escuchar las respuestas de los compafieros. Ese es el momento en que les digo que el ejercicio se llama “el arte de la memoria” Es un momento magico. Se miran, se preguntan el nombre, se estrujan el seso para acordarse la frase exacta. Yo voy marcando con palitos los “votos” en el pizarrdn. Casi siempre son tres o cuatro los que acumulan mas menciones. Al terminar esto, comienza la tercera parte, la que mas me gus- ta. “¢Por qué les parece que se acordaron de esa frase? Y por qué piensan que esas dos frases tuvieron tantos ‘votos’?”, Como todos hablaron ya dos veces, ha bajado mucho el miedo a romper el hielo. Siempre hay algunos que dicen haber recordado una historia impactante, y otros que mencionan un giro ingenioso. El viejo tema de la sustancia y el estilo. La historia sorprendente o la historia comin bien contada. Todavia me acuerdo de los ganadores de la segunda edicién del master. Era octubre de 1999, y un abogado treintaflero contd que venia de San Petersburgo, de entrenar a croupiers del gran ca- sino de la ciudad. Eran los comienzos del reconquistado capitalismo tuso. El abogado, que habia ganado buen dinero como croupier en Espafia, sentia que algo no estaba bien en su trabajo en la antigua Leningrado. En la otra punta del aula, un joven recién recibido de socidlogo, andaluz con gracejo, nos contd que su suefio era ser pintor, pero en vez de manos nacié con dos pies izquierdos. Las risas inundaron el aula, y nadie se olvidé de su anécdota, pese a que querer ser artista y descubrirse sin talento no es tan original como entrenar croupiers en San Petersburgo. A medida que avanza el debate, surge la palabra clave: identi- ficacion. Bo ENSEMAR PERIODISMO: EL PRIMER DIA DE CLASE La mayoria encontré un vinculo, una cercania, un olor familiar en lo que escucharon, y por eso se les pegé. En algunos casos esa identificacion es facilmente reconocible, y le pueden poner palabras. En otros, saben que una idea o una frase les siguen zumbando en la memoria mientras otras se perdieron en el olvido, pero no terminan de descubrir por qué. La identificacion puede ser positiva o negativa. Pero siempre nos apela, nos atajle, sentimos que tiene que ver con nosotros. Fue a mediados de octubre del 2007. Una alumna venezola- na, Melissa Silva, llego cuando esa primera clase habia comenzado. “Lleguen a tiempo, o temprano. No es nunca un problema llegar es- candalasamente temprano”, dije mirando a Melissa. Cuando le tocd presentarse, dijo: “Me llamo Melissa Silva y, a veces, si es demasiado temprano”. Apenas nos estabamos conociendo, y me impresioné la seguridad con la que me contradecia. &Cémo es eso de que se puede llegar demasiado temprano? Y entonces nos conté la historia. Era una jovencisima reportera de sucesos en un diario venezolano, y el jefe la envid a una zona apartada, donde el jefe de Policia daria declaraciones. Como no sabia el camino y el trafico estaba pesado, salié con muchisima antelacién. Cuando Ilegé al descampado, vio a lo lejos cdmo unos policias se Ile- vaban a un hombre maltrecho pero vivo a unos matorrales. Faltaban al menos dos horas para la comparecencia del oficial. Fueron llegan- do los colegas, la mayoria a la hora de la comparecencia. Cuando el jefe leg, anuncié que un peligroso delincuente se habia escapado, que habia disparado contra los agentes, que estos se habian defen- dido, y que en el tirotea el hampén habia muerto. De vuelta a la redaccidn, siguid contando Melissa, hablé con su editor: todo era mentira, no hubo tiroteo, lo fusilaron, yo lo vi. Estaba alterada. El hombre sonrid, le dijo que se calmara y le hizo una simpatica reprimenda: “Muchacha, es que llegaste demasiado temprano”. Nunca olvidé la historia que Melissa Silva conté esa mafiana. Claro que sabia cual era la moraleja: e! que llegé temprano a vender barata su ética de periodista era el jefe. Melissa ya sabia de las ale- grias y las angustias que da /legar temprano. ROBERTO HERRSCHER st Alo largo de los afios fui atesorando historias de esas primeras, sesiones. Pero tal vez ninguna como la de Alvaro Aurane, el editor de La Gaceta, de la provincia argentina de Tucuman. Porque, ademas de ser una excelente historia, es la que al menos a mi me explicé por qué hago lo que hago. Sucedié en septiembre de! 2001 en un taller que di en la Funda- cién Nuevo Periodismo, en Cartagena de Indias. Ese dia Aurane nos conté la historia de un carpintero. Un cliente viene a preguntarle el precio para hacer doce sillas idénticas, y el carpintero le da para cada silla un precio muy superior al que cobra por hacer una sola silla. “Usted no entiende”, dice el cliente. “Hacer 12 sillas me deberia costar menos, no més”. Y el carpintero le responde que para él es un suplicio. Le gusta crear, preguntarle a la madera como quiere ser labrada, imaginar cada silla como un mundo, despertarse cada mafiana sin saber qué silla le saldra. Y entonces el editor tucumano hizo una pausa dramatica y nos dijo: “Cuando el carpintero me contd esta historia, entendi por qué me habia hecho periodista”, Desde entonces me identifico apasionadamente con la historia del carpintero. Cada vez estoy mas convencido de que si aprendemos a des- andar el camino y nos conectamos con esa parte nuestra que se acuerda de algunas cosas y olvida otras, podremos intentar ese |o- gro cada vez mas necesario y mas elusivo para los periodistas: ser memorables. Un gran profesor de la Universidad de Columbia, Sig Gissler, recomendaba a sus alumnos que al volver de reportear con la libreta llena de citas, datos y descripciones, intenten escribir el primer pa- trafo, el lead 0, como le llaman alli, el Jede, antes de abrir la libreta. Solo con la memoria. Ni mas ni menos. Si no podemos acordamos de lo que nos acaban de decir, de lo que acabamos de ver, gcémo podremos aspirar a que el lector recuerde lo que le contamos? A\ terminar esa primera clase los alumnos se van al café ha- blando entre ellos, preguntandose cosas que escucharon, queriendo & ENSENAR PERIODISMO: EL PRIMER DIA DE CLASE saber mas de este o de aquella. Todos hablaron, hasta el mas timido. Todos aprendieron a escuchar, hasta el mas acostumbrado a escu- charse a si mismo. Muchos de ellos lograran al final del afio hacer reportajes, perfiles, cronicas, documentales y producciones multime- dia que queden en la memoria. {Quién sabe qué historias potentes, qué frases ingeniosas, qué ideas innovadoras escucharé en la primera clase del afio que viene? Entraré con respeto, con algo de temor, les pediré que se presenten. No tengo ni idea de lo que puede pasar después. Tal vez por eso es que soy periodista. Tal vez por eso me gusta tanto ensefiar periodismo. Circulo dinamico de la informaci6n y periodismo narrativo* Cristian Alarcon** “La ll Catedra del Taller de Produccién Grafica | de la Facultad de Periodismo y Comunicacién Social ha elaborado, para el ciclo 2013, un documento breve e introductorio sobre un método de organiza- ci6n de la informacién que propone una visidn alternativa al modelo tradicional”, podria ser el comienzo noticioso de este cuaderno de catedra. Un copete o cabeza semejante, con su formal austeridad, es inexpugnable y veraz. Sin embargo, su aparente exactitud y amplitud nos dejan con las manos desamparadas y vacias. Esperamos que nos diga algo mas y suponemos que asi sucedera al parrafo siguiente. Pero, alguien tendria animos de llegar hasta alli sin sentirse abatido por la abulia de un inicio que simula informarnos quién, qué, donde, cuando y por qué, pero no sabe decirnos de qué va el asunto? Nadie. Porque el texto no solo aburre, despiadado, sino que tampoco cumple * Texto producido para el Taller de Produccién Grafica I-Cétedra I, Facultad de Periodismo y Comunicacién Sacial de Universidad Nacional de La Plata, 2012. + Autorde Cuando me muera quiero que me toquen cumbia; Sime querés, quereme transa y Un mar de castilos peronistas. Profesor de la Universidad Nacional de La Plata, maestro de la Fundacién Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNP), Desde mayo del 2012 dirige la revista Anfibia de la Universidad Nacional de San Martin, En el 2013 funda Cosecha Roja, fa red de periodismo policial de America Latina, de ta cual sigue siendo su director SU Verdadera mision intormativa. Ularo esta que este pretende ser un texto académico o educativo y no uno de naturaleza periodistica. Vemos entonces, de un modo muy basico y brutal, la vulnerabilidad del “infalible” modelo de las cinco W y la disposici6n jerarquizada de la informacion seguin la escuela tradicional norteamericana. PIRAMIDE INVERTIDA 40u8? gQuién? gDénde? ¢Cudndo? 4Gémo? {Por qué? informacion mas “importante” CUERPO. DESARROLLO Informacion “secundaria” detalles Este modelo surge con fuerza y se expande en un momento histérico y un espacio geografico: la Guerra de Secesién Norteame- ticana. La informacion transmitida por telégrafo debia ser emitida de modo conciso y con una marcada regia para discriminar el orden en que podria ser cortada, pues no se sabia en qué momento po- dia interrumpirse el cable o recibir —el escriba— el balazo de una Remington. Ante la misma pulsién de la muerte no quedan mayores apelaciones. Aun asi cabe pensar que Scheherezade —la narradora de Las mil y una noches— también se habra visto amenazada por la implacable espada del sultan despechado que habia decidido matar a todas las mujeres de su comarca. Ella, la diferente, decidié encan- tar a. su verdugo con maravillosos relatos para sobrevivir cada noche, durante mil noches. Nos ensefia, en cierto modo, que contar bien una historia es una buena manera de sobrevivir y —mas atin— de trascender. 5 CIRCULD DINAMICD DE LA INFORMACION Y PERIODISMO NARRATIVD Es preciso entender que el periodismo bien hecho es aquel que no se agota en una anécdota, un suceso desconectado sin causas ni implicaciones, un evento aislado condenado al olvido o a ser —como suele decirse despectivamente— futuro envoltorio para huevos o papel para prender el asado. El periodismo no es la noticia inmediata y efimera: es vincularse con el otro, comprender su universo y su historia. Solo asi aquello que cantamos tendra sentido: para ese otro narrado, para el otro que lee y para ese otro que es uno misma. 0 como diria Rimbaud, “yo soy el otro”. Porque a través del otro me comprendo a mi mismo. Pero tal empresa no es nada sencilla. Si como Hermann Hesse sostenia en Demian “la vida de cada hombre es un camino hacia si mismo”, en la vida de un periodista ese camino esta lleno de incer- tidumbres. Pero lejos de amedrentar su paso, la incertidumbre no debe mas que alimentar su voluntad, pues con la duda se activa el principal motor del periodista: la curiosidad. Un buen periodista asu- me valerosamente lo que no sabe y se permite dudar de lo que cree saber. Pero jamas duda de su voluntad por querer despejar todas esas incertezas y aproximarse a la verdad. Esa es su conviccién y Su paso firme en ese camino que lo conduce hacia si mismo y hacia el otro. Si nos posicionamos, entonces, en el lugar de un periodismo que busca ser curioso, convencido e incierto, lleno de voluntad, consciente de sf y de los otros, es necesario desprenderse de las barreras que el esquema de la noticia fria e inerte contiene implicita 0 explicitamente. La narracion, concebida no como un mero ejercicio estético que adorna las fantasias 0 mundos interiores sino como un proceso complejo y dinamico de descubrimiento, conflicto y compro- miso, es una dimension indivisible del periodismo. Porque antes de contar algo, debemos haberlo atravesado o examinado. La narracién y la investigacién no se oponen sino que se con- tienen, como cuencos, la una en la otra. A veces encastran, otras no, pero sus formas y contenidos se entrelazan sin remedio. La idea de que existe un periodismo de investigacion y otro que no lo es resulta una falacia que ha perjudicado durante el ultimo siglo la calidad de los medios de comunicacién. Durante décadas los periddicos, sobre 57 CRISTIAN ALARCON todo, han creado en sus estructuras grupos especiales de “investi- gacién”, disociando la idea de la indagaci6n profunda del periodismo de cobertura diaria. En términos generales, ese tipo de estructuras dentro de las grandes estructuras ha fracasado, diluyéndose por falta de recursos, de compromiso, de voluntad 0 de ideas y, basicamente, de sustento conceptual: todo periodismo que se digne de serlo, es de investigacién. O no lo es. No implica calzarse un sobretodo, una pipa y una lupa. Pero si concebir la noticia como un campo para indagar, sin aceptar impavi- damente lo dado y buscar siempre més alla. Desde la muerte de un rey hasta un sencillo asalto en el kiosco de la esquina, todo merece el maximo rigor. Suele atribuirse a un famoso periodista, cuya moral No juzgaremos ahora, aquella maxima de “que la realidad no se in- terponga con una buena noticia”. Nada mas opuesto ni menos cierto para la concepcidn del periodismo narrativo. Cuantos mas elementos reales, datos duros, documentos y fuentes tengamos, no solo seran mas acertadas nuestras informaciones sino mas rica nuestras his- torias. Porque narracion e investigaci6n, en este género, saben ir de la mano: la investigacién, con sus giros, avances y contrapuntos, comienza a delinear la narracién; la comprensién de lo narrativo per- mite ordenar y dar sentido a lo investigado. De la misma manera, el discutido y borroso limite entre perio- dismo y literatura tampoco debe ser fuente de confusion sino todo lo contrario: un terreno fértil para servirnos de todas las herramientas posibles. El tedrico Terry Egleaton conclufa que “no hay absoluta- mente nada que constituya la esencia misma de !a literatura”. {Hay algo que constituya la esencia misma del periodismo narrativo? La comprensién de la realidad como algo vivo. Y como todo aquello que vive, se mueve. Por eso resulta infructuoso abordarla con una regia estatica e inmutable: contarla de ese modo es contarla mal. El periodismo narrativo, entonces, con su dinamica y capacidad de transformacidn, es la mejor manera de contar una realidad. En con- secuencia, la mejor forma de hacer periodismo. Por eso, como dijimos, no basta con hablar bonito o elegante. “Todo lo que tengo en este mundo son mis bolas y mi palabra”, diria enérgicamente el icénico narco que encarna Al Pacino en Scarface. 38 CIRCULO DINAMICO DE LA INFORMACION ¥ PERIODISMO NARRATIVO La Biblia misma pone de manifiesto el valor de la palabra (“primero fue el verbo”) y en guarani palabra y alma son homénimos. Cuando decimos algo debemos sostenerlo. Y asi como Tony Montana tiene sus agallas (y sus discutibles procedimientos, por supuesto), noso- tros tenemos la informacién. Si bien son infinitas las similitudes con la literatura entendida convencionalmente y a veces solo parecen distinguirse por el contrato que el narrador hace con el lector (esto es ficcidn, esto no), la principal diferencia es que el periodismo narrativo debe comprobar cada dato, informacién o elemento que alimente su relato. No necesariamente —por supuesto— de modo notorio, pues un periodista no es un abogado o detective (aunque a veces no esta muy lejos). Sino porque en el texto mismo, incluso cuando esa infor- macién o documentacién no sea explicita, se respira la veracidad. Enseguida se nota si quien escribe estuvo ahi, si camino esas calles, si se interné en hemerotecas 0 juzgados. En el caso del periodismo. narrativo —a diferencia de la ficcion— la busqueda de la verdad (esa interpretacién de una realidad) solo puede ser a través de he- chos veraces. En fin, de la experiencia del conocimiento. No se puede hacer periodismo sin moverse de Ia silla. El dilema en cuestiOn es la incidencia de la experiencia en el relato. Sabemos que la historia es un relato y que se construye con base en aproximaciones o intereses, que la realidad no es la Unica verdad (perd6n Aristételes, perdén general), que quiza todo sea un gran suefio y la vigilia no sea otra forma mas de ese suefio. Somos la codificacién de nuestras impresiones sensibles. Pero algunas de ellas son tan concluyentes como un trozo de plomo hirviendo en la carne, o el sacudén después del disparo, o una cicatriz larga y profunda como un rio. Periodismo no es poesia, pero citemos un ejemplo breve. Antes de describir un bombardeo de la Guerra de Malvinas, en la cual fue uno de los tantos jovencitos enviados al ma- tadero por los generales argentinos, el poeta Gustavo Caso Rosendi confesé alguna vez que habia pensado en un relato “al estilo soldado Ryan”. Pera el tiempo —ese que le permitid escribir con excelencia y distancia— le dio a entender que no: la guerra, lejos de ser algo hiperrealista, es una experiencia mas bien surrealista, o psicodélica. Asi escribid :“Caian los barriletes/ regresaban todos juntos/ envueltos CRISTIAN ALARCON eg en llamas/ con sus colas de trapo [...] y entre las manos un tazon/ con leche hirviendo y miel/ sobre una tostada casi negra/ y ese tufo entre las ufias/ a lata a tierra a humo/ a pez ausente/ y aparecian de pronto/ los perros de la infancia/ para echarse al lado nuestro/ nos olian el miedo y nos lamian/ luego por fin el silencio/ al fin el silencio poder dormir/ dormir un poco o para siempre”. Ese poema dice mas de la guerra que un cable de la época. Pero Rosendi no es periodista ni eligid esa experiencia. Ahora, cualquier periodista que se digne de serlo debe transitar, con valor y entereza, la linea de fuego que nos une o separa de la realidad. Hasta ahora nuestra vida tenia forma de piramide invertida. Esto es lo que vamos a intentar deconstruir. Para desaprenderlo lo tene- mos que aprender. En la piramide invertida se proclama la idea de objetividad porque nos obliga a organizar la informacion de lo mas importante a lo menos importante a través de cinco preguntas que garantizan un resultado que pretende ser eficaz. Pero, como ya he- mos sefialado, los canones impuestos por la escuela tradicional nor- teamericana —con sus elementos constitutivos de la noticia y sus factores noticiables— se fundan en una coyuntura de guerra y de industria determinada, lo cual explica muchas cosas. Por lo pronto, que inclusive para comprender el gran paradigma de la objetividad periodistica hay que aplicar una mirada subjetiva. Y el circulo dinami- co de la informacion se basa abiertamente en el recanocimiento de que es imposible negar la subjetividad. Y que esa subjetividad, esa manera irrepetible de experimentar un acontecimiento, tanto del que construye el relato como de quien lo protagoniza, se inscribe siem- pre en una trama. Esa trama es siempre social, cultural y politica. El concepto de trama ameritaria otra clase, dedicada exclusivamente a indagar sobre sus alcances, pero no es la idea de esta catedra ofre- cer frentes de conocimiento complejos antes de tiempo: el concepto de trama lo iremos explorando a medida que leamos en nuestros materiales, en nuestra bibliograffa, las tramas narrativas. Ahora, para ordenar y facilitar la tarea del periodista que lee, investiga y escribe, 60 CIRCULO DINAMICO DE LA INFORMACION Y PERIODISMO NARRATIVO construiremos un primer edificio para darle orden a ese caos que sobreviene a la experiencia periodistica. En principio es un cuadro de cuatro entradas en el que cada una de sus columnas corresponde a un tipo de material narrativo y a los elementos sustanciales de la informacion, tal como los concebimos desde nuestra perspectiva. EJEMPLO. ‘SUJETOS TERRITORIO TEMA CONFLICTO “Asangre fria” | Perry Smith, | La carcel, Lanaturaleza | El delito, (T, Capote) Dick Hickock, | la zona rural | humana, el asesinato la familia la pena de asesinada. muerte “Operacién Fusilados, Basural de Abuso de Gobierno de Masacre" sobrevivientes, | J.L. Suarez, poder por facto, rebelién (Rodolfo Walsh, la comisaria San parte del marcial, Walsh) policia Martin, casa | Estado militancia de Florida Aqui tenemos cuatro elementos para preguntarnos “gqué esta pasando?”. En una noticia bien contada los protagonistas son nues- {ros personajes, que se mueven en un territorio en el que ocurre un acontecimiento; ese hecho noticioso se refiere siempre a un “tema” yen él se expresa un conflicto social, humano, cultural o politico. 1. Los personajes: Son los protagonistas de la historia que se va a abordar. Podrian asociarse al viejo concepto del “quién”, pero desde un nivel profundo que reconozca sus complejidades, perspec- tivas y vinculos. Desde tal reconocimiento de su espectro es que a partir de individuos o colectivos construimos personajes. 2. El territorio: Es el espacio en el cual se desarrolla nuestra historia, que a la vez contiene otras historias y, en consecuencia, otros espacios. Es el “donde”, expandiendo o superando la concep- cién de mero lugar, a partir de ser multiplicado en caminos e indaga- do en Zoom. El territorio es una forma mas profunda de concebir la espacialidad, atripuyéndole o reconociéndole mayor incidencia que la de un simple escenario en el cual se desarrollan los acontecimientos, 61 CRISTIAN ALARCON 3. Tema: En modo algo ampuloso pero no tan errado, podria fundarse como “el gran qué”. Detras o a partir de los elementos constitutivos enumerados subyace 0 se erige un tema extraordinario y atractivo, pero que en su carActer reconocible y amplio se hace comin para el que lee y el que escribe. 4. Conflictos: Dicho de un modo ligero, as la serie de hechos que contiene nuestra historia. Si nos remitimos a las cinco W, repre- sentaria el “qué”. Puede reconocerse como el primer disparador de la noticia, pero a la vez esos conflictos saben ser mas de los que advertimos en la superficie y cobijar un buen pufiado de “cémos” y “porqués” asi como nuevos “quiénes” y “qué Basicamente, este cuadro nos permite organizar la informacion como —en cierto modo— lo haria la vieja piramide invertida. Pero la diferencia sustancial es que sus elementos constitutivos no se vuelcan automaticamente como si de llenar un formulario se tratara. Contraria y saludablemente, su vision expandida permite recolectar multiples elementos en cada categoria, lo que genera un abanico in- menso de posibilidades a la hora de delinear un texto. Toda noticia 0 historia —todo relato, en definitiva— es un recorte. La diferencia es que en la pirdmide invertida el recorte es ejercido principalmente por e| modelo: en el periodismo narrativo, quien decide es el periodista. Pero en pos de progresar sobre la materia, comprendemos que e| cuadro de cuatro entradas implica una dificultad: exponer estos elementos como compartimentos estancos y estaticos. Y en la vida real, ese extrafio mundo que pretendemos desentrafiar, sucede todo lo contrario. Estos elementos se cruzan, interacttan, se vinculan: se afectan. Tanto en la investigaci6n como la produccién narrativa, la informacién deja de ser una enumeraci6n exanime para mutar en un proceso dinamico de infinitas posibilidades y sentidos. Si: esta es la batalla del movimiento. Deciamos entonces que contamos con sujetos, que dejan ya de ser personajes aislados porque son atravesados e interpelados por su propia subjetividad: estan vivos, piensan, sienten. Son individuos que tienen una mirada. Es fundamental comprender las implicacio- nes de ello, porque es una pregunta esencial en el desarrollo del oficio: gcual es la mirada de esto? El punto de vista nos ayuda a 62 CIRCULO BINAMICO DF LA INFORMACION Y PERIODISMO NARA Circulo Dinamico Sujetos (mirada) Conflicto (dindimicas sociales) Tema (concepto) Espacialidad revelar cémo se desarrolla la trama en la cual nos enfocamos en los otros. Ese otro tiene una mirada sobre si mismo y sobre su espacio. Siempre que tenemos unos sujetos tenemos una espacialidad. Pero nunca Ilegamos a ella si no tenemos una mirada. Por lo tanto, todas las partes del circulo dinamico de la noticia se contaminan entre si. De la misma manera, las condiciones de este sujeto es:an de- terminadas por la espacialidad en la que se crio, en la que vivid, en la que lucha, se pelea, lo traicionan, traiciona, ama y olvida. Estos dos conceptos (sujeto y espacialidad) son la columna vertebral de la materia. Balzac escribié en el prefacio de La comedia humana: “Mi obra tiene una geografia, como tiene una genealogia, con familias, lugares y objetos, personas y hechos; como tiene un blasén, no- bles y burgueses, artesanos y campesinos, politicos y petimetres, un ejército; en resumen un mundo”. En el periodismo ocurre lo mismo: abordar la especialidad no se trata solo de describir un territorio en el sentido literal 0 geografico, sino de desentrafiar un universo construido por el sujeto, que a la vez es el que lo define. Se puede conocer mucho del sujeto a través de los objetos que lo rodean y alli aparece el valor del detalle, aquello que le da sentido a una trama vincular, mas alla de la informacién dura. Pero el sentido residira en saber captar ese espiri- tu para que el espacio (y el tiempo) no agoten nuestra historia. Como aquel poema de T. S. Eliot, “sin el significado no hay tiempo, y ese CRISTIAN ALARCON 63 Momento del tlempo dio el significado”. Se trata de un pensamiento biunivoco: asumir que una historia esta determinada por un tipo de sujeto y por un momento en un espacio nos permite entenderla mas a fondo para luego extraer su sentido esencial y poder transfigurarlo a otro contexto. Asi la historia se vincula con la historia universal. Asi la noticia no es anécdota y si periodismo. De esa relacion de sujeto y espacio surgen los conflictos, que son el elemento transformador. Ninglin sujeto ni espacio permane- cen inmutables cuando hay un conflicto. Y esto es algo que le da nombre al circulo: las dinamicas sociales. Alli donde haya al menos dos personas —y desde el principio de los tiempos fue asi— habra conflicto o tensi6n. A partir de ellas se generan intereses, bandos, Oficios, cédigos, discursos, estéticas y miradas que se reconfiguran constantemente, asi como al espacio en el que estan inscriptas. A través de esos conflictos no solo nos acercamos a las dindmicas sociales 0 a las miradas de los sujetos sino al tema. Porque en ese entramado humano residen, precisamente, tramas. Asi como el personaje nos lleva a pensar en la idea de sujeto y territorio en espacialidad, cuando hablo de tema se trata de pre- guntar hacia donde estoy yendo conceptualmente: a la trama, y de la trama al sentido. Cuando en Cuando me muera quiero que toquen cumbia narramos la muerte del Frente Vital, hablamos de las con- secuencias del neoliberalismo en los noventa. Cuando en Operacién masacre asistimos al fusilamiento observamos los abusos de un Go- bierno reaccionario. Con el tema vamos definiendo el concepto. Y eso se da cuando hacemos una pregunta, que es muy sencilla pero a la vez contiene en cierto modo las célebres W: ide qué estoy hablando? Porque no se extingue en el qué: las implicancias son mayores. {De qué hablo cuando hablo de esto? {Por qué y para qué hablo de esto? {Qué posee esa historia que, aun ligada a la realidad mas concreta, se despega y se vuelve especial y trascendente? ¢Qué sentido tie- ne contarla? En nuestro fuero intimo es fundamental creer que una historia puede —aunque sea en una proporcién minuiscula— trans- formar algo. Si creemos ello, la mitad del trabajo esta cumplida. Y si lo logramos, entonces podemos decir que tenemos un handicap que Nos interesa alcanzar. 64. CIRCULO DINAMICD DE LA INFORMACION Y PERIDDISMO NARRATIVD El periodista televisivo Fabian Polosecki aseguraba: “Hay algo peor que la angustia de la pagina en blanco. Algo peor que no tener ninguna historia que contar: es haber oido demasiadas, y no poder olvidarlas”. Es cierto que hay historias que pesan en el alma, retum- ban en la mente y queman en las manos. Pero para un periodista ese es el mejor de sus problemas. Los buenos periodistas no son otra cosa que buscadores de problemas. Sabemos que uno de ellos es la recopilacién de datos, el trabajo de campo, la investigacion, ese terreno hostil o desconocido, o redescubrir que a través de esos en- tramados todo se mueve. Pero cuando se creer salir airoso de este, aparece otra instancia dinamica: la organizaci6n de la informacién. Para ello no esta mal elaborar listas: no nos referimos a respon- der las cinco W sino a la obsesion de recopilar informacion y querer saber mas. Cuando buscamos esa historia estamos buscando la re- construcci6n de una trama vincular. Por eso podemos ir viendo todos los elementos para desarrollar la historia en la direccién que creemos. que es mejor. Porque es necesario entender que una historia siempre tiene otra forma de contarse (como el bello texto de Oscar Wilde en el que es el lago y no Narciso quien se enamora de si mismo). Nueva- mente volvemos a la otredad: siempre hay otra historia posible. Pero mucho mas importante es saber que a mayor cantidad de investi- gacién, de testimonios, de datos duros, de detalles, de entrevistas y de documentos, mayores son las posibilidades. Una historia bien investigada puede convertirse en diez o cien historias. Es entonces asunto del periodista corresponder con un criterio claro para enfocar y seleccionar. Toda historia debe tener un sentido y un recorte. Enumerar he- chos —aun cuando sean muchos y cabales— no significa contar bien una historia. llustremos esto con un ejemplo tonto: el profesor de lengua de una escuela primaria escucha el grito de un alumno. Cuando le pregunta por qué Io hizo, la respuesta es: “Juancito me dijo que se aburria en clase y que nos escaparamos. Y yo le dije que no. Y él me dijo que era un cobarde. Y yo le dije que no. Y él que si, y me pegd”. Cuando le pregunta a Juancito qué sucedi6, la respuesta es: “Tuvimos un desacuerdo y reaccioné de modo descortés”. ,Cual de los dos es el mejor alumno? Claramente Juancito, que, a pesar de CRISTIAN ALARCON oe su mala conducta, tiene la capacidad de sintetizar una idea sin nece- sidad de enumerar sucesivamente. Si bien es un ejemplo lingiiistico sobre combinacién sintactica y seleccién seméntica, puede aplicarse a la narracion de una historia. De nada sirve volcar datos y eventos si no sabemos escoger cudles le dan peso a la historia y cuales la hacen pesada. Si cuento una persecucién policial no alcanza con el informe detallado: debo sentir vértigo. Si cuento una guerra, no quiero solo la estadistica de caidos: necesito sentir terror. Eso se logra a partir de un recorte y este se consigue cuando se comprende esa realidad que abordamos inicialmente. Si llegamos al final de fa investigacion porque la trama vincular que vamos a desentrafiar se ofrecia rica y activa, lo mismo debe suceder con el texto: de principio a fin debe exponer ese ritmo. Para volver a citar a Rimbaud: “todo se trata de musica y excitacién” y nuestro texto debe contener una musica, una cadencia y un ritmo que concuerden con lo narrado. Si de excitacién hablamos, suele decirse que la diferencia entre la Noticia y la literatura es que una alcanza el climax en el principio y la otra en el desenlace. Pero eso sucede si la noticia se construye con la piramide invertida y si la historia no es lo suficientemente intensa durante todo su recorrido. En el periodismo narrativo, el climax o la tensi6n —si permiten la licencia— jamas debe acabar. El perio- dismo debe ser una insatisfaccion constante: siempre querer saber mas. Para el lector debe ser como para el sultan de Las mil y una noches: necesitar una nueva y fantastica historia. Para el periodista, como la hoja en blanco de Polosecki: saber que, como en un circulo, siempre volvemos al principio y tenemos mil historias latentes espe- rando para ser contadas.

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