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ARTE DEL RENACIMIENTO

A mediados del siglo XVI, Rodrigo de Mexía promueve este palacio. El concepto
de renacimiento se aplica a la época artística que da comienzo a la Edad
Moderna. El término procede de la obra de Giorgio Vasari Vidas de pintores,
escultores y arquitectos famosos, publicada en 1570, pero hasta el siglo XIX este
concepto no recibió una amplia interpretación histórico-artística. Sin embargo,
Vasari había formulado una idea determinante, el nuevo nacimiento del arte
antiguo, que presuponía una marcada conciencia histórica individual, fenómeno
completamente nuevo en la actitud espiritual del artista. De hecho el
Renacimiento rompe, conscientemente, con la tradición artística de la Edad
Media, a la que califica, con pleno desprecio, como un estilo de bárbaros o de
godos. Y con la misma conciencia se opone al arte contemporáneo del norte de
Europa. Desde una perspectiva de la evolución artística general de Europa, el
Renacimiento significa una ruptura con la unidad estilística que hasta ese
momento había sido supranacional.

LITERATURA DEL RENACIMIENTO


La literatura renacentista forma parte de un movimiento más general del
Renacimiento que experimenta la cultura occidental en los siglos XV y XVI,
aunque sus primeras manifestaciones pueden ser observadas en la Italia de los
siglos XIII y XIV. Se caracteriza por la recuperación humanista de la literatura
clásica grecolatina y se difunde con gran fuerza gracias a la invención de la
imprenta hacia 1450. La novedad afecta tanto a los temas como a las formas.
Entre los primeros cabe destacar el antropocentrismo, el interés por la naturaleza
y la recuperación de la mitología clásica. La filosofía recupera las ideas
platónicas y las pone al servicio del cristianismo. La búsqueda del placer
sensorial y el espíritu crítico y racionalista completan el ideario de la época. En
cuanto a los aspectos formales, se recupera la preceptiva clásica (cuya raíz está
en la Poética de Aristóteles), basada en el principio artístico de la imitación.
También se desarrollan nuevos géneros (como el ensayo) y modelos métricos
(entre los que destaca el soneto como forma estrófica y el endecasílabo como
tipo de verso). Los precedentes de Dante, Petrarca y Boccaccio dan lugar a un
esplendor de la literatura renacentista en Italia en el siglo XVI. La figura directriz
del gusto poético renacentista de ese siglo será Pietro Bembo, que escribió
canciones petrarquistas y sonetos, pero sobre todo, se erigió en el árbitro de la
literatura italiana de su tiempo, que fue el centro de irradiación internacional de
este movimiento.

ARQUITECTURA DEL RENACIMIENTO


Arquitectura del Renacimiento o renacentista es aquella diseñada y construida
durante el período artístico del Renacimiento europeo, que abarcó los siglos XV
y XVI. Se caracteriza por ser un momento de ruptura en la Historia de la
Arquitectura, en especial con respecto al estilo arquitectónico previo: el Gótico;
mientras que, por el contrario, busca su inspiración en una interpretación propia
del Arte clásico, en particular en su vertiente arquitectónica, que se consideraba
modelo perfecto de las Bellas Artes. Produjo innovaciones en diferentes esferas:
tanto en los medios de producción (técnicas de construcción y materiales
constructivos) como en el lenguaje arquitectónico, que se plasmaron en una
adecuada y completa teorización. Otra de las notas que caracteriza este
movimiento es la nueva actitud de los arquitectos, que pasaron del anonimato
del artesano a una nueva concepción de la profesionalidad, marcando en cada
obra su estilo personal: se consideraban a sí mismos, y acabaron por conseguir
esa consideración social, como artistas interdisciplinares y humanistas, como
correspondía a la concepción integral del humanismo renacentista. Conocemos
poco de los maestros de obras románicos y de los atrevidos arquitectos de las
grandes catedrales góticas; mientras que no sólo las grandes obras
renacentistas, sino muchos pequeños edificios o incluso meros proyectos, fueron
cuidadosamente documentados desde sus orígenes, y objeto del estudio de
tratadistas contemporáneos.
LA ESCULTURA
La escultura del Renacimiento se entiende como un proceso de procuración de
la escultura de la Antigüedad clásica. Los escultores encontraron en los restos
artísticos y en los descubrimientos de yacimientos de esa época pasada la
inspiración perfecta para sus obras. También se inspiraron en la naturaleza. En
este contexto hay que tener en cuenta la excepción de los artistas flamencos en
el norte de Europa, los cuales además de superar el estilo figurativo
del gótico promovieron un Renacimiento ajeno al italiano, sobre todo en el
apartado de la pintura.1 El renacer a la antigüedad con el abandono de lo
medieval, que para Giorgio Vasari «había sido un mundo propio de godos»,2 y
el reconocimiento de los clásicos con todas sus variantes y matices fue un
fenómeno casi exclusivamente desarrollado en Italia. El arte del Renacimiento
logró interpretar la Naturaleza y traducirla con libertad y con conocimiento en
gran multitud de obras maestras.

PINTURA RENACENTISTA
La Capilla Sixtina, cuyos frescos suponen una de las cumbres de la pintura
renacentista, no sólo los pintados por Miguel Ángel sobre el altar y en la bóveda,
sino por los de las paredes, de artistas del primer renacimiento como Botticelli.
La pintura renacentista abarca el período de la historia del arte europeo entre
el arte de la Edad Mediay el barroco. Como todo el arte del Renacimiento,
la pintura de esta época está relacionada con la idea de volver a la antigüedad
clásica, el impacto que tuvo el humanismo sobre artistas y sus patronos, gracias
a la adquisición de nuevas sensibilidades y técnicas artísticas. Se considera a
Italia la cuna de la pintura renacentista al confluir allí las nuevas técnicas (como
el descubrimiento de la perspectiva) con una nueva ideología humanista. Allí se
conservaban a la vista los monumentos de la Antigüedad a la que se quería
hacer renacer, buscando modelos de armonía y belleza. Se fue perfeccionando
a lo largo del siglo XV en las ciudades estado italianas, comenzando
por Florencia, bajo el mecenazgo de los Médici. El papel de defensores de las
artes que rivalizaban entre sí por dar más brillo a sus estados, fue desempeñado
por los Montefeltroen Urbino, los Sforza y los Visconti en Milán,
los Gonzaga en Mantua y los Este en Ferrara. En Roma fueron
los papas quienes llamaron a los distintos artistas de la época para trabajar en
los palacios papales.1

PRINCIPALES REPRESENTANTES DE LA FÁBULA


ESOPO
Tal vez uno de los más antiguos y célebres fabulistas, sea el escritor griego
Esopo, al cual se le atribuyen gran cantidad de fábulas, de carácter formativo,
algunas de las cuales han pasado a la tradición literaria, convirtiéndose en
verdaderos clásicos de las historias infantiles, como por ejemplo La Liebre y la
Tortuga
FEDRO
Por su parte, el Latín también contó con un importante representante del género
de la Fábula, papel que correspondió a Fedro (10 d.C – 70 d.C). De origen
Macedonio, fue en Roma, donde Fedro se formó como poeta. No obstante su
valor en el ámbito de la fábula es doble, ya que no sólo llegó a ser uno de sus
máximos representantes.
JUAN BAUTISTA DE LA FONTAINE
Muchísimo más contemporáneo, Juan Bautista de la Fontaine es uno de los
representantes de la fábula más importante del siglo XVII. Escritor prolífico, se
inspiró en Esopo para producir fábulas, en las cuales abordó temas universales
como el amor, la amistad, la muerte o la vida. Entre las fábulas más importantes
de este escritor resaltan El molinero, El Cura y el Muerto o El cuervo y la zorra.
TOMÁS DE IRIARTE
Muchísimo más contemporáneo, Tomás de Iriarte fue un gran fabulista de finales
del siglo XVIII. Este escritor, quien también es altamente reconocido por las
traducciones al Español de la obra de Moliere y Voltairé. Como fabulista destacó
por numerosas historias, moralizantes, en las que usaba moralejas con gran
acierto. Entre ellas la más reconocida es “El burro flautista”.
JOSÉ NÚÑEZ DE CÁCERES
Igualmente, Núñez de Cáceres es uno de los más importantes fabulistas de
Santo Domingo, y de la lengua hispana. Nacido en las últimas décadas del siglo
XVIII, llegó a ser rector de la Universidad de Santo Domingo. Así mismo, su obra,
aunque pequeña (apenas conformada por doce fábulas) constituye un baluarte
para la Literatura de este país. Entre ellas destacan El lobo y la raposa, El conejo
y El Abejarrón y la abeja. En también importante destacar que Núñez Cáceres
firmaba sus obras con el seudónimo “El fabulista principiante”
RAFAEL POMBO
Así también, el escritor colombiano Rafael Pombo también constituye uno de los
máximos representantes de las fábulas infantiles del siglo XIX. Según afirman
sus biógrafos, Pombo nació en Bogotá, y en principio estudió Ingeniería. No
obstante, las Letras cumplieron con su llamado, y en poco tiempo Pombo
comenzó a destacar como poeta y narrador.
NOMBRE DE FABULAS:
1. El león y el ratón
2. El águila, el cuervo y el pastor
3. La gallina de los huevos de oro
4. El león y la liebre
5. La zorra y las uvas
6. La zorra y el leñador
7. El águila y el escarabajo
8. La zorra y la cigüeña
9. La hormiga y la cigarra
10. El ratón de campo y el ratón de ciudad
11. El gato y los ratones
12. El águila y el caracol
13. Tal para cual
14. El árabe hambriento
15. La prudencia humana
16. El cuadro del burro
17. La zorra y el espino
18. La zorra y el leñador
19. La zorra y la serpiente
20. La zorra y las uvas

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