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Roberto Castro
Cuando el aire llega a los alvéolos, parte del oxígeno que lleva atraviesa las
finísimas paredes y pasa a los glóbulos rojos de la sangre. El dióxido de carbono
de la sangre pasa al aire, así la sangre venenosa se convierte en sangre arterial.
Esta operación se denomina hematosis.
Transporte de gases.
El oxígeno tomado en los alvéolos pulmonares es llevado por los glóbulos rojos
de la sangre hasta el corazón, y después distribuido por las arterias a todas las
células del cuerpo.
* PRIMERA FASE:
Se oxida la glucosa (azúcar) y no depende del oxígeno, por lo que recibe el nombre de
respiración anaeróbica y glucolisis, reacción que se lleva a cabo en el citoplasma de la
celula.
* SEGUNDA FASE:
Tanto que es una parte del metabolismo, concretamente del catabolismo, en el cual la
energía contenida en distintas biomoléculas, como los glúcidos (azúcares, carbohidratos),
es liberado de manera controlada.
Las primeras leyes de los gases fueron desarrollados desde finales del siglo XVII, cuando
los científicos empezaron a darse cuenta de que en las relaciones entre la presión, el
volumen y la temperatura de una muestra de gas, en un sistema cerrado, se podría obtener
una fórmula que sería válida para todos los gases. Estos se comportan de forma similar en
una amplia variedad de condiciones debido a la buena aproximación que tienen las
moléculas que se encuentran más separadas, y hoy en día la ecuación de estado para un gas
ideal se deriva de la teoría cinética. Ahora las leyes anteriores de los gases se consideran
como casos especiales de la ecuación del gas ideal, con una o más de las variables
mantenidas constantes.
Ley de Charles
Artículo principal: Ley de Charles
La ley de Charles, o ley de los volúmenes, fue descubierta en 1778. Se dice que, para un
gas ideal a presión constante, el volumen es directamente proporcional a la temperatura
absoluta (en grados Kelvin).
Esto se puede encontrar utilizando la teoría cinética de los gases o un recipiente con
calentamiento o enfriamiento [sin congelar <0] con un volumen variable (por ejemplo, un
frasco cónico con un globo).
Donde T es la temperatura absoluta del gas (en grados Kelvin) y k2 (en m3·K−1) es la
constante producida.
Ley de Gay-Lussac
Artículo principal: Ley de Gay-Lussac
Mediante la combinación de (2) o (3) podemos obtener una nueva ecuación con P, V y T.
Definiendo el producto de K2 por K3 como K4 :
Renombrando la raíz cuadrada de k5 como K nos queda la ecuación general de los gases:
La ley de Dalton de las presiones parciales establece que la presión de una mezcla de gases
es simplemente la suma de las presiones parciales de los componentes individuales. Ley
de Dalton es el siguiente:
,
Donde PTotal es la presión total de la atmósfera, PGas es la presión de la mezcla de gases en
la atmósfera, y PH20 es la presión del agua a esa temperatura.
volumen de un gas: Son las dimensiones del espacio que ocupa un gas. En un sistema
cerrado, el gas ocupa todo el volumen del sistema. Así por ejemplo, cuando un gas es
metido a un recipiente, se expande uniformemente para ocupar todo el recipiente. Cuando
un gas es sacado del recipiente al ambiente tenderá a expandirse por la atmósfera.
a
Servicio de Cardiología. Hospital General Universitario Gregorio Marañón. Madrid. España.
Artículo
FISIOPATOLOGÍA
Por último, existe la posibilidad de que se produzca una amplificación del fenómeno
fisiológico descrito al principio, por el cual los GPIV presentes en el corazón normal
aumentan con el ejercicio. Este mecanismo podría ser especialmente relevante en pacientes
en los que se registren velocidades máximas relativamente más bajas, reflejo de un grado
de obstrucción menor. En el estudio de Cabrera et al, la mayor parte de los pacientes con
GPIV no desarrollaron síntomas con el esfuerzo, pero, de forma interesante, en estos
pacientes se registraron velocidades más bajas (2,37 ± 0,77 m/s) que en los que sí
presentaron síntomas. A partir de estos datos, podría plantearse que los GPIV registrados en
el grupo de pacientes con velocidades relativamente más bajas responden a un mecanismo
fisiopatológico diferente, en el cual la obstrucción desempeñaría un papel menor. Desde un
punto de vista teórico, el desencadenamiento de una respuesta hiperdinámica en un
ventrículo con una mayor desproporción ventrículo-anular podría producir un incremento
en los GPIV fisiológicos no obstructivos. En este contexto, la identificación en el estudio
de Cabrera et al del diámetro TSVI indexado para la superficie corporal como único factor
predictor independiente para el desarrollo de GPIV con el esfuerzo cobra una especial
relevancia fisiopatológica. Aunque no se midió directamente la desproporción entre el área
de sección de la cavidad ventricular y el TSVI, es razonable suponer que los pacientes con
un TSVI pequeño en relación con su superficie corporal puedan tener también una
desproporción ventrículo-anular mayor y, por tanto, unos GPIV también mayores. Este
interesante hallazgo, no descrito previamente, podría explicar que en los pacientes que
desarrollaron GPIV con el esfuerzo tuvieran unas velocidades aórticas máximas en
situación basal significativamente mayores que los que no los presentaron. Finalmente,
también la existencia de una excesiva disminución de las resistencias vasculares periféricas,
de acuerdo con la competitividad reconocida entre los componentes extrínseco e intrínseco
de la carga sistólica total a la que está sometido el ventrículo2, podría amplificar este
fenómeno fisiológico y dar lugar a GPIV no obstructivos anormalmente elevados.
DIAGNÓSTICO
En todo caso, puede concluirse que el análisis de la potencial repercusión clínica de los
GPIV desarrollados con el ejercicio físico no puede realizarse utilizado información
derivada de pruebas de estimulación farmacológica, sino que es preciso llevar a cabo
estudios diseñados específicamente con este objetivo. En este contexto, el trabajo de
Cabrera et al aporta valiosa información al analizar no sólo la incidencia de este fenómeno,
sino también los factores relacionados con su aparición y la evolución clínica de los
pacientes que lo presentan. En esta serie, el porcentaje de pacientes con una velocidad del
flujo sistólico durante el esfuerzo igual o superior a 2,5 m/s es sensiblemente superior al
comunicado con anterioridad. Sin embargo, estas velocidades aumentadas se acompañaron
de síntomas en un reducido número de pacientes y no se asociaron con la aparición de
eventos adversos en el seguimiento. Aunque los 5 pacientes de este grupo que presentaron
síntomas tuvieron GPIV de mayor magnitud, los autores reconocen que los datos del
estudio no permiten establecer una relación causal definitiva entre el desarrollo de GPIV
durante el esfuerzo y la aparición de síntomas.
AGRADECIMIENTOS