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"AÑO DE LA LUCHA CONTRA LA CORRUPCIÓN E IMPUNIDAD"

PROYECTO DE TÉCNICAS Y MÉTODOS DE APRENDIZAJE


INVESTIGATIVO

DOCENTE : LIC. MERCEDES CHAPILLIQUEN UCAÑAN

TEMAS : VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ

INTEGRANTES : BENITES TIMANÁ, ALEMBER

PAITA, 17 DE OCTUBRE DE 2019


2

A mis hijos que son razón de cada paso, en la


vida.
Alember Benites Timaná
3

Agradezco a las personas que hicieron posible: A mis padres,


Que han sido fuente de motivación en la vida
4

INDICE

INTRODUCCIÓN 7

CAPITULO I 9
LA VIOLENCIA BASADA EL EN GÉNERO 9

1. ¿Qué es la violencia basada en género? 9


2. El triángulo de la violencia y la violencia simbólica en la dominación 10
masculina.
3. Denominación De La Violencia De Género. 13
4. Diversos conceptos sobre violencia. 16
4.1. Violencia contra la mujer. 16
4.2. Violencia Familiar. 17
4.3. Violencia Psicológica 18
4.4. Violencia física. 19
4.5. Violencia Sexual. 20
4.6. Violencia económica 21
4.7. Hostigamiento Sexual. 22
4.8. Trata de personas 23
4.9. Homofobia 23
4.10. El Feminicidio 24
a. Feminicidio íntimo. 25
b. Feminicidio no íntimo. 25

CAPÍTULO II
LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ 26

2. UNA MIRADA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ. 26


2.1. Violencia familiar y formas: 27
2.2. Casos atendidos por tipo de violencia según departamento. 29

CONCLUSIONES 31
RECOMENDACIONES 32
BIBLIOGRAFIA 34
LINKS 34
5
6
7

INTRODUCCIÓN

En el Perú existe una población estimada 33 105 273 de habitantes (2019), es por
ello, que se le considera como el 41º puesto de Población Total. Su territorio aunque
extenso se divide en regiones, donde la mayor población se centra en la región de la
costa. La Violencia contra la mujer humedece por toda la realidad de nuestra
sociedad. La pobreza y la miseria, la enfermedad y el hambre, fuentes de
desigualdad y la discriminación en sus formas múltiples como racial, de clase, de
edad, por la orientación sentimental y sexual, y en el presente año la nacionalidad y la
etnia. La violencia contra la mujer, dolorosa y anclada en el presente, se cruza con
pensamiento de un pueblo con problemas de valores.

En nuestro país, tal como lo indican las estadísticas oficiales y lo identifica el Plan
Nacional contra la Violencia hacia la Mujer, los principales sucesos dañinos
castigados contra la mujer son la violencia familiar, el feminicidio, las violaciones
sexuales, la trata, el hostigamiento sexual, la violencia por prejuicio, entre muchas.
Las cifras del INEI señalan una situación que se agrava e incluso si comparamos con
el resto del mundo, nuestra realidad fomenta los factores que aportan a este
incremento.

Sin duda, que la violencia basada por el género está dirigida hacia la mujer
afectándolas de manera desmedida y exclusiva. No obstante, si también estamos
considerando como violencia a todo acto que está dirigido contra toda persona que
pretende confrontar las leyes de nuestro pueblo, con repercusiones en las
generaciones futuras. Este tipo de violencia es causa de mortalidad cuando tiene
carácter acumulativo, por lo que tiene consecuencias intergeneracionales.

El tema elegido para desarrollar este trabajo de investigación es La violencia contra la


mujer en el Perú. Es frecuente escuchar casos de violencia de género en personas
casadas o en convivencia con una cierta edad, pero en el caso de esta violencia de
género es más visible. Es bien sabido que la violencia de género que se origina con la
convivencia, no surge inesperadamente, sino que aparece al comienzo de la relación,
pero suele pasar inadvertida. (Instituto de la Mujer, 2011).

Por tal eso, la información es una factor de mucha importancia en la protección del
individuo ante cualquier eventualidad que genere un problema, y en especial para
8

prevenir la violencia contra el género femenino, por este motivo, se llevará a cabo
esta investigación, dado la importancia que tiene adquirir información de este para
poder guiar futuras actuaciones de prevención y sensibilizar a las jóvenes
adolescentes para que puedan identificar y detectar situaciones de violencia de
género y así llevar a cabo estrategias para que detecten el problema.

La presente investigación consta de dos capítulos. En el primer capítulo, se aborda


los antecedentes históricos a nivel mundial y nacional; así como, el marco conceptual
y normativo de la problemática de la violencia contra la mujer y los enfoques en los
que se basa la investigación. El segundo capítulo, versa sobre el desarrollo de la
violencia en el Perú. Por último, se desarrollaran las recomendaciones de prevención
y conclusiones por el investigador, aportando una investigación a CFP SENATI
PAITA.
9

CAPITULO I

LA VIOLENCIA BASADA EL EN GÉNERO

1. ¿Qué es la violencia basada en género?

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la


Violencia contra la Mujer define la violencia contra la mujer como cualquier
acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico, tanto en el ámbito público como en el privado.
Dicha convención agrega además que se entenderá que la violencia contra la
mujer incluye la violencia física, sexual y psicológica:

a) Que tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier


otra relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya
compartido el mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre
otros, violación, maltrato y abuso sexual;
b) ) Que tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier
persona y que comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura,
trata de personas, prostitución forzada, secuestro y acoso sexual en el
lugar de trabajo, así como en instituciones educativas, establecimientos
de salud o cualquier otro lugar, y
c) Que sea perpetrada o tolerada por el Estado, dondequiera que ocurra
(artículos 1 y 2).

A partir de esta definición, se tiende a identificar violencia contra la mujer con


violencia de género, cuando en realidad no son sinónimos y más bien la
violencia contra la mujer está incluida en la violencia de género, que además
incluye, entre otros, a la violencia por prejuicio, como se verá más adelante.

Se requiere previamente tener una comprensión clara del fenómeno de la


violencia desde su manifestación más general en la sociedad, para entender
cómo se inserta allí la violencia basada en género, delineando sus mecanismos
y sus causas, aportando definiciones sobre conceptos clave y sentando
posición respecto de cómo se está entendiendo el tema desde una perspectiva
de género.
10

2. El triángulo de la violencia y la violencia simbólica en la dominación


masculina.

La violencia basada en género, que tiene un carácter generalizado, constante y


múltiple, se presenta en distintos espacios de la vida social, por lo que requiere
ser atendida desde un enfoque que permita visibilizar las múltiples conexiones
entre las diferentes formas en que se presenta.

Al respecto, resulta útil tomar como referencia los aportes teóricos de Johan
Galtung sobre la violencia, que propone un modelo triangular para ilustrar la
manera en que distintos tipos de violencia se relacionan entre sí. Galtung
distingue entre la violencia directa, la violencia estructural y la violencia cultural.

Para este autor, la violencia se entiende como: “afrentas evitables a las


necesidades humanas básicas, y más globalmente contra la vida, que rebajan
el nivel real de la satisfacción de las necesidades por debajo de lo que es
potencialmente posible. Las amenazas de violencia son también violencia”
(Galtung, 2003, citado por Magallón 2005, p.4). Es posible hacer una lectura de
los planteamientos de Galtung desde el enfoque de derechos para colocar la
violencia en el lugar que le corresponde, pues producto de las luchas de las
mujeres es que se empieza a considerar a la violencia como un problema
público y se la incorpora como un asunto de derechos que entra en el campo
de exigibilidad frente al Estado, que debe brindar garantías para que se
cumplan.

En el caso de las mujeres, la


violencia directa es claramente
evidenciable y se ejerce contra
sus derechos de sobrevivencia,
de identidad, de bienestar y de
libertad, a través del feminicidio,
el maltrato, el desprecio, el
acoso, proveniente de los
modelos hegemónicos de feminidad, la ciudadanía de segunda categoría y la
11

sistemática negación de derechos y de opciones y elecciones de vida para las


mujeres (Magallón, 2005, p. 5).

Del mismo autor sabemos que si bien la violencia estructural se vincula a lo


económico, cuando se trata de las mujeres, expresa además el añadido que
deviene de la posición subordinada que ocupan ellas en el orden social y
económico, que configura situaciones de violencia específicas y diversas. En
ese contexto, “las relaciones de género, social y culturalmente construidas,
forman parte de este tipo de violencia estructural institucionalizada, aceptada
socialmente, con efectos profundos, en muchos casos invisibles, no evidentes
de manera directa, en las potencialidades y en el bienestar humano” (Ramos,
2003, p. 311).

Algunas de las expresiones más evidentes de la violencia estructural en las


mujeres son:

 La desigualdad para el acceso a la propiedad.


 La diferente determinación de los salarios para hombres y mujeres a
igual capacidad y experiencia (presente en la idea anterior).
 Las diferencias en el acceso a las posiciones de poder y tomar de
decisiones.
 La feminización de la pobreza.
 La división sexual del trabajo.

A esto se agrega que se trata de violencias que han sido socialmente pactadas,
organizadas y reguladas, lo que implica que están integradas a la
institucionalidad de la sociedad (Mac Gregor, 1990). En el caso del Perú, es
preciso señalar además que son violencias que han recibido la herencia
histórica del pasado colonial y de la desigualdad entre clases sociales y su
correlato: el desprecio de los criollos de sectores altos y acomodados por las
capas sociales más humildes de origen indígena o africano, herencia que
también alcanza a las mujeres que provienen de esos estratos o clases y que,
pese al tiempo transcurrido de vida republicana, aún se mantiene viva.
12

Por otro lado, la violencia cultural tiene un carácter simbólico y perdura en el


tiempo. De acuerdo a lo que señala Galtung, cumple la función de legitimar a
las otras dos formas de violencia: la violencia directa y la violencia estructural.
Aquí se encuentra lo que se ha construido respecto de la mayor cercanía de la
mujer a la naturaleza debido a su papel reproductor, que la ha encasillado en el
mundo familiar del cuidado, entendido en contraposición del mundo de la
racionalidad, de la producción, de la creación transformadora y la cultura y lo
que, por otro lado, se ha construido asociado a los varones, a quienes se
reconoce capacidades para regirse en el mundo público de la ciencia, de la
política y el arte, que además ostenta mayor prestigio y reconocimiento social.

También forman parte de la violencia cultural contra las mujeres, aquellas ideas
y estereotipos que se mantienen vigentes hasta hoy en día acerca de la
pasividad y falta de impulso creativo de las mujeres (Magallón, 2005, p. 6).

Finalmente, todo lo que constituye ese universo de representaciones marcadas


por consideraciones de género en el campo simbólico son expresiones de este
tipo de violencia, que al estar internalizadas en cada individuo y en cada
institución social, son poco visibles y por ello, difíciles de combatir y erradicar.
El papel de la violencia simbólica es clave para entender los mecanismos de la
violencia en su conjunto y las interconexiones entre estas distintas formas de
violencia.

Ahondando en el tema de la violencia simbólica, Bordieu señala con acierto


que la diferencia entre los sexos tiene el carácter de una institución que marca
tanto lo objetivo de las estructuras sociales como lo subjetivo de las estructuras
mentales a tal punto que el dominio masculino no necesita justificarse, ya que
se expresa a todo nivel y se refuerza permanente a través de las costumbres y
los discursos.

La noción de habitus que hace referencia a los cuerpos sobre los cuales se
inscribe este sistema social de dominio masculino, permite entender cómo esta
división entre los sexos, que define toda una manera de entender el mundo, se
vuelve natural y se legitima en cada uno de los individuos que componen la
sociedad. El soporte de esta dinámica es la violencia simbólica, que echa mano
de la eficacia del “prejuicio desfavorable”, por el cual sólo se pueden percibir
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las propiedades y características negativas que la posición dominante desea


transmitir con respecto a las mujeres.

Sin embargo, la violencia simbólica se consolida al establecer un juego de


espejos entre hombres y mujeres que se ven como antagónicos y que se
definen por oposición al otro y en el que el dominado no tiene otras categorías
para entenderse e identificarse a sí mismo, que las que le ha impuesto la parte
dominante (Bordieu, 1999, p. 51).

Para el caso de las mujeres (y también de la etnia, raza y clase), la eficiencia


simbólica de este mecanismo es tal, que aplica esquemas de pensamiento que
adoptan el punto de vista dominante. Éste funciona desde la lógica del prejuicio
desfavorable, sin necesidad de coacción física alguna y sin mayor esfuerzo,
debido a que se ha operado a 2 lo largo de toda la vida y como se señaló
antes, está registrado en lo más profundo de los cuerpos.

“El efecto de la dominación simbólica (trátese de etnia, de sexo, de


cultura, de lengua, entre otros) no se produce en la lógica pura de las
conciencias conocedoras, sino a través de los esquemas de percepción, de
apreciación y de acción que constituyen los hábitos y que sustentan, antes que
las decisiones de la conciencia y los controles de la voluntad, una relación de
conocimiento profundamente oscura para ella misma”. (Bordieu, 1999, p. 53-
54).

3. Denominación De La Violencia De Género.

La violencia basada en género, es decir, aquella dirigida a asegurar la vigencia


del sistema de género que dispone que en las relaciones de poder el dominio
quede establecido en el campo masculino y la subordinación en el femenino,
no tiene una denominación inequívoca.

Una forma de nominar a esta violencia es como “violencia de género” que


enuncia la violencia que se ejerce contra aquellas personas que cuestionan o
transgreden el sistema de género existente. La principal crítica que ha recibido
esta denominación es que podría referirse a la violencia que ejerce un género
sobre el otro, cualquiera de ellos, lo cual no da cuenta del origen ideológico de
14

la violencia que se utiliza para imponer y mantener la condición de dominación


masculina (Paz, 2012, p.2-3).

Atendiendo a estos reparos es que se defiende otra forma de denominarla,


como es “violencia contra las mujeres” o “violencia de los hombres contra las
mujeres” para visibilizar precisamente que se trata de una violencia enraizada
en relaciones de poder históricamente desiguales entre mujeres y hombres,
que fuerza a las primeras a una situación de subordinación respecto de los
segundos. Esta es precisamente la denominación que recoge la “Declaración
sobre la eliminación de la violencia contra la mujer” en su artículo 1°: “A los
efectos de la presente Declaración, por "violencia contra la mujer" se entiende
todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o
pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o sicológico
para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación
arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida
privada.”

Y también la denominación que acoge la Convención Interamericana para


prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer:

Artículo 1°.- Para los efectos de esta Convención debe entenderse por
violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género,
que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer,
tanto en el ámbito público como en el privado.

La ventaja del término “violencia de género” o más explícito aún, “violencia


basada en género” es que pone en evidencia una violencia fundada en la
ideología que sustenta el sistema de género, que claramente otorga 7
preeminencia a lo masculino sobre lo femenino.

La violencia basada en género debe entenderse entonces como aquella


violencia que refuerza e impone los postulados de este sistema de género.
Como señala Scott (1996), el género se vale de diversos elementos para
enraizarse en las relaciones sociales: conceptos normativos (jurídicos,
científicos, religiosos, educativos), las instituciones y organizaciones sociales
(familia, escuela, mercado de trabajo, entre otras), los símbolos culturales y la
15

configuración de la identidad personal. Por ello, la violencia de género se


constituye en cada uno de estos campos para impedir que el sistema de
género sea desmontado.

El reconocimiento de la violencia basada en género permite entonces enfrentar


la violencia que está a la base de las relaciones de poder históricamente
desiguales entre varones y mujeres, así como de quienes cuestionan el
sistema de género, en donde las mujeres llevan la peor parte y abre
posibilidades para una intervención que busque cambiar radicalmente esta
situación, lo cual implica actuar tanto con las víctimas como con los
perpetradores. Esta denominación permite además incluir aquella violencia que
se dirige a quienes no acatan el imperativo sociocultural del sistema binario de
género y la práctica sexual de la heterosexualidad (la violencia por prejuicio).

La violencia basada en género se define entonces como:

Cualquier acción o conducta, basada en el género y agravada por la


discriminación proveniente de la coexistencia de diversas identidades (raza,
clase, identidad sexual, edad, pertenencia étnica, entre otras), que cause
muerte, daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico a una persona, tanto en
el ámbito público como en el privado. Se trata de aquella violencia que ocurre
en un contexto de discriminación sistemática contra la mujer y contra aquellos
que confrontan el sistema de género, sea al interior de las familias o fuera de
ellas, al margen de su sexo, que no se refiere a casos aislados, esporádicos o
episódicos de violencia, sino que están referidos al sistema de género
imperante, que remite a una situación estructural y a un fenómeno social y
cultural enraizado en las costumbres y mentalidades de todas las sociedades y
que se apoya en concepciones referentes a la inferioridad y subordinación de
las mujeres y la supremacía y poder de los varones .
16

4. Diversos conceptos sobre violencia.

A continuación se desarrollará un marco referencial acerca de las definiciones y


términos que debe tomarse en cuenta al plantear una investigación sobre la
violencia contra la mujer. Para ello, se ha recurrido a diversas fuentes tales
como planes nacionales del MIMP, boletines informativos del Ministerio
Público, normas legales nacionales y otras publicaciones sobre la problemática
y la investigación científica.

4.1. Violencia contra la mujer.

La violencia contra las mujeres no es exclusiva de ningún sistema político o


económico; se da en todas las sociedades del mundo y sin distinción de
posición económica, raza o cultura.

Las estructuras de poder de la sociedad que la perpetúan se caracterizan por


su profundo arraigo y su intransigencia; impidiendo a las mujeres ejercitar sus
derechos humanos y disfrutar de ellos.

Este tipo de violencia surge a partir de un patrón de habitualidad y no de un


mero incidente aislado, construido en base a los estereotipos y roles de género
que consideran la violencia como medio efectivo de poder y control sobre las
mujeres, caracterizado por el uso de conductas físicas, sexuales y abusivas.

La Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia


contra la mujer (Convención Belem Do Pará), señala: “cualquier acción o
conducta que, basada en su condición de género, cause muerte, daño o
sufrimiento físico, sexual o psicológico a la mujer, tanto en el ámbito público
como en el privado». Además, se entenderá a los «hechos de violencia física,
sexual y psicológica contra la mujer que:

a. Tenga lugar dentro de la familia o unidad doméstica o en cualquier otra


relación interpersonal, ya sea que el agresor comparta o haya compartido el
mismo domicilio que la mujer, y que comprende, entre otros, violación, maltrato
y abuso sexual.

b. Tenga lugar en la comunidad y sea perpetrada por cualquier persona y que


comprende, entre otros, violación, abuso sexual, tortura, trata de personas,
17

secuestro y acoso sexual en el lugar de trabajo, en instituciones educativas,


establecimientos de salud o cualquier otro lugar.

c. Sea perpetrada o tolerada por el Estado o sus agentes, dondequiera que


ocurra”.

Por tanto, la violencia contra la mujer es un problema mundial, histórico y


estructural, ya que a lo largo de la historia se ha podido constatar que la mujer
cumple un rol determinado socialmente; es decir, que se ha ido construyendo
una realidad donde lo femenino es inferior a lo masculino

4.2. Violencia Familiar.

Una de las definiciones más aceptadas es la que elaboró el Consejo de Europa


en el año 1985: “Es toda acción u omisión cometida en el seno familiar por uno
de sus miembros, que menoscaba la vida o la integridad física o psicológica, o
incluso la libertad de otro de los miembros de la misma familia, causando un
serio daño al desarrollo de su personalidad”.

En la legislación peruana, la derogada Ley de Protección frente a la Violencia


Familiar (Ley N° 26260), conceptuaba a la violencia familiar como: “cualquier
acción u omisión que cause daño físico o psicológico, maltrato sin lesión,
inclusive amenaza o coacción grave y/ o reiterada, así como violencia sexual,
que se produzca entre: cónyuges, ex cónyuges, convivientes, ex convivientes,
ascendientes, descendientes, parientes colaterales hasta el cuarto grado de
consanguinidad y segundo de afinidad; quienes habitan en el mismo hogar,
siempre que no medien relaciones contractuales o laborales; quienes hayan
procreado hijos en común, independientemente que convivan o no al momento
de producirse la violencia, y entre uno de los convivientes y los parientes del
otro hasta el cuarto grado de consanguinidad y segundo de afinidad, en las
uniones de hecho”.

Actualmente, la nueva “Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia


contra las mujeres y los integrantes del grupo familiar”, Ley N° 30364, en su
artículo 6° define a la violencia contra cualquier integrante del grupo familiar
como cualquier acción o conducta que le cause la muerte, daño o sufrimiento
físico, sexual o psicológico que se produce en el contexto de una relación de
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responsabilidad, confianza o poder, de parte de un integrante a otro del grupo


familiar.

La nueva ley incorpora como institución innovadora el concepto de “grupo


familiar”, el cual reconoce de manera extensa la protección de los miembros del
hogar y no sólo de sujetos en específico como lo establecía la Ley N° 26260,
hoy derogada; estos pueden ser los cónyuges, ex cónyuges, convivientes, ex
convivientes, padrastros, madrastras, ascendientes, los parientes colaterales
de los cónyuges o de los convivientes hasta el cuarto grado de consanguinidad
y segundo de afinidad y quienes sin tener cualquiera de las condiciones antes
señaladas habitan en el mismo lugar siempre que no medien relaciones
contractuales o laborales28. Además de considerar a las niñas, niños,
adolescentes, adultos mayores y personas con discapacidad, como las más
vulnerables del grupo familiar y por ende, requieren de una especial protección.

En tal sentido, cuando hablamos de violencia familiar nos referimos a todas las
formas de abuso de poder que se desarrollan en el contexto de las relaciones
familiares y que ocasionan diversos niveles de daño a las víctimas, quienes son
en este caso, los grupos vulnerables como las mujeres, las niñas y niños, y las
personas mayores.

4.3. Violencia Psicológica.

Es toda acción u omisión directa o indirecta, que cause, o que pudiera


ocasionar, daño emocional, disminuir la autoestima, perjudicar o perturbar el
sano desarrollo de la personalidad de la mujer u otro miembro del grupo
familiar, degradar o controlar las acciones, comportamientos, creencias y
decisiones de las personas por medio de intimidación, manipulación, amenaza,
humillación, aislamiento o cualquier otra conducta que implique un perjuicio en
la salud mental, la autodeterminación, la autoestima o el desarrollo personal,
sin importar el tiempo que requiere para su recuperación.

Este tipo de maltrato puede ser reflejo de diversas actitudes por parte del
maltratador: “hostilidad, que se manifiesta en forma de reproches, insultos y
amenazas; desvalorización, que supone un desprecio de las opiniones, de las
tareas o incluso del propio cuerpo de la víctima; e indiferencia, que representa
19

una falta total de atención a las necesidades afectivas y los estados de ánimo
de la mujer.

En efecto, la violencia psicológica en razón de género supone un lento proceso


de destrucción de la persona victimada”.

La medición de esta forma de violencia es más difícil, pues los


comportamientos concretos varían significativamente según los distintos
escenarios. No existe una noción común acerca de qué actos o combinación de
actos, y con qué frecuencia, constituyen violencia psicológica o emocional31. El
maltrato puede tener secuelas a largo plazo para la salud mental con el
desarrollo de trastornos como depresión, baja autoestima, intentos de suicidio y
síndrome de estrés postraumático.

Ello, sumado a que las mujeres víctimas de violencia psicológica suelen por lo
general ocultar o restar importancia al hecho de haber padecido o estar
padeciendo algún tipo de maltrato, y solo denuncian las acciones que atentan
contra su vida o la de sus hijos.

4.4. Violencia física.

“La Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar”, en su artículo 8° define a la violencia física como
la acción o conducta que causa daño a la integridad corporal o a la salud de
una persona o más del grupo familiar. Se incluye el maltrato por negligencia,
descuido o por privación de las necesidades básicas, que pudieran haber
ocasionado daño físico o que puedan legar a ocasionarlo, sin considerar el
tiempo que requiera para su recuperación.

La acción o conducta que causa daño a la integridad corporal y a la salud


implica una lesión en el cuerpo aunque no necesariamente ésta deba ser
visible, pues este tipo de violencia comprende un rango de agresiones muy
amplio, que va desde un empujón, hasta las lesiones graves con secuelas
permanentes o la muerte misma. Así pues, una de estas agresiones físicas
consisten en forcejeos, empujones, bofetadas, tracción de cabellos, intentos de
estrangulación, torceduras de brazo, golpes de puño, puntapiés, golpes con
20

objetos, quemaduras, agresión con armas de fuego o punzo-cortantes, hasta el


homicidio.

Según Corante Morales y Navarro Garma, el daño físico es resultado material y


corporal que presenta la víctima de maltrato, pudiendo ser de diferentes
magnitudes. Su precisión es realizada a través del reconocimiento médico.
Para efectos legales de considerar la acción como delito o falta, se ha
establecido que las lesiones que requieran más de 10 días de asistencia
médica o descanso físico sean calificadas como acciones delictivas (artículo
121° y 122° del Código Penal), las lesiones que solo alcancen asistencia o
descanso hasta 10 días, se consideraran falta contra la persona (artículo 441°
del Código Penal).

4.5. Violencia Sexual.

Comprende los delitos de Violación de la Libertad Sexual, Proxenetismo y


Ofensas al Pudor Público a los que se refieren en el Libro Segundo, capítulos
IX, X, XI del Título IV del Código Penal.

“La Ley para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra las mujeres y los
integrantes del grupo familiar”, Ley N° 30364, preceptúa que son acciones de
naturaleza sexual que se cometen contra una persona sin su consentimiento o
bajo coacción. Incluyen actos que no involucran penetración o contacto físico
alguno, así como ser expuesto a material pornográfico y aquellos que vulneren
el derecho a las personas de decidir voluntariamente acerca de su vida sexual
o reproductiva, a través de amenazas, coerción, uso de la fuerza o intimidación.

Por otro lado, el Tribunal Constitucional35 establece que la violencia sexual es


“un acto que solo puede ser ejecutado por quien revela un particular
menosprecio por la dignidad del ser humano, siendo gravemente atentatorio del
derecho fundamental a la integridad física, psíquica y moral, y del derecho
fundamental al libre desarrollo de la personalidad, ambos reconocidos en el
artículo 2°, inciso 1) de la Constitución Política […]. Por tanto, la violencia
sexual, se refiere a cualquier acto de índole sexual realizado a una persona en
contra de su voluntad, ya sea a través de la violencia, amenaza grave,
21

aprovechándose de la situación de vulnerabilidad, imposibilidad de resistir o


mediante cualquier otro tipo de coerción.

La Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR)36 entiende por violencia


sexual la realización de un acto de naturaleza sexual contra una o más
personas o cuando se hace que esas personas realicen un acto de naturaleza
sexual: por la fuerza o mediante la amenaza de la fuerza o mediante coacción,
como la causada por el temor a la violencia, la intimidación, la detención, la
opresión psicológica o el abuso de poder, contra esas personas u otra persona
o aprovechando un entorno de coacción o la incapacidad de esas personas de
dar su libre consentimiento.

Como se puede apreciar, las definiciones de esta conducta varían de una


jurisdicción a otra, sin embargo, podemos concluir la violencia sexual son
acciones que buscan someter, obligar o causar sufrimiento por medios de actos
de contenido sexual usando la fuerza, intimidación, coerción, chantaje,
soborno, manipulación, amenaza o cualquier otro mecanismo que anule o limite
la voluntad personal (violación, tocamientos y el acoso).

4.6. Violencia económica

“Es la acción u omisión que se dirige a ocasionar un menoscabo en los


recursos económicos o patrimoniales de cualquier persona a través de:

a. La perturbación de la posesión, tenencia o propiedad de sus bienes;

b. La pérdida, sustracción, destrucción, retención o apropiación indebida


de objetos, instrumentos de trabajo, documentos personales, bienes, valores y
derechos patrimoniales;

c. La limitación de los recursos económicos destinados a satisfacer sus


necesidades o privación de los medios indispensables para vivir una vida
digna; así como la evasión del cumplimiento de sus obligaciones alimentarias;

d. La limitación o control de sus ingresos, así como la percepción de un


salario menor por igual tarea, dentro de un mismo lugar de trabajo”.
22

Por tanto, se concluye que:

a) Existe violencia económica cuando uno de los miembros de la familia


usa el poder económico para provocar un daño a otro;

b) Es la modalidad de violencia por la cual las víctimas son privadas o


tienen muy restringido el manejo del dinero, la administración de los bienes
propios y/o gananciales o mediante conductas delictivas ven impedidos su
manejo. Se tiene en cuenta la intencionalidad, un elemento subjetivo, que
servirá para trazar una línea divisoria entre una relación violenta de la que no lo
es. La segunda tiene características más objetivas, haciendo mayor hincapié
en aspectos jurídicos.

4.7. Hostigamiento Sexual.

El hostigamiento o acoso sexual es otra de las manifestaciones de violencia


sexual hacia la mujer. La legislación nacional distingue dos modalidades:

El hostigamiento sexual típico o chantaje sexual consiste en la conducta física


o verbal reiterada de naturaleza sexual no deseada o rechazada, realizada por
una o más personas que se aprovechan de una posición de autoridad o
jerarquía o cualquier otra situación ventajosa, en contra de otra u otras, quienes
rechazan estas conductas por considerar que afectan su dignidad, así como
sus derechos fundamentales.

El hostigamiento sexual ambiental consiste en la conducta física o verbal


reiterada de carácter sexual o sexista de una o más personas hacia otras con
prescindencia de jerarquía, estamento, grado, cargo, función, nivel
remunerativo o análogo, creando un clima de intimidación, humillación u
hostilidad.

Por tanto, el acoso sexual está constituido por aquellos actos repetidos o
insinuaciones verbales o físicas de carácter sexual, no solicitados ni
consentidos ni deseados y que van dirigidos a menoscabar la libertad de la
persona sobre su cuerpo o sexualidad. Esto provoca sensaciones de amenaza
y disminuye la seguridad de la víctima en sí misma.
23

Es muy difícil determinar la magnitud del problema debido a que,


generalmente, las víctimas de hostigamiento sexual no denuncian los hechos
por temor a las represalias de sus empleadores, maestros u otros.

4.8. Trata de personas

La trata de personas con fines de explotación sexual es otra de las


manifestaciones de violencia sexual hacia la mujer.

La Legislación Penal Nacional define la Trata de personas como la actividad


que “promueve, favorece, financia o facilita la captación, transporte, traslado,
acogida, recepción o retención de personas, en el territorio de la República o
para su salida o entrada del país, recurriendo a la violencia, la amenaza u otras
formas de coacción, como la privación de libertad, el fraude, el engaño, el
abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad, la concesión o recepción
de pagos o beneficios con fines de explotación o venta de niños, para que
ejerza la prostitución , someterlo a esclavitud sexual u otras forma de
explotación sexual, obligarlo a mendigar, a realizar trabajos o servicios
forzados, a la servidumbre, la esclavitud o prácticas análogas a la esclavitud u
otras formas de explotación laboral ,extracción o tráfico de órganos o tejidos
humanos […]”. Según esta definición, la Trata de personas ya no es un delito
sólo contra la libertad sexual sino contra la libertad integral, ampliándose así las
finalidades y las diversas formas que reviste y que afectan principalmente a las
mujeres.

4.9. Homofobia

La definición más básica de homofobia es el odio a la homosexualidad. Es una


actitud o una ideología de rechazo y temor hacia todo lo relacionado con esta,
que estigmatiza y discrimina a personas cuya opción o identidad sexual o es la
heterosexual. Sufren también esta discriminación personas cuyo
comportamiento no se ajusta a lo que se considera propio de su
género/genitalidad. Es decir, hombres afeminados o mujeres cuya conducta no
es vista como lo suficientemente femenina.

Así también, la homofobia nos remite a una práctica discriminatoria hacia las
personas que tiene, o se supone que tienen, prácticas sexuales con personas
24

de su mismo sexo, o hacia las personas que asumen una identidad sexo y
genérica distinta de la heterosexual o del género socialmente asignado a su
sexo de nacimiento. Así, con el término homofobia se engloban las prácticas
que involucren la discriminación hacia las lesbianas, gays, bisexuales, travestis,
transgéneros, transexuales, intersexuales y hombres que tienen sexo con otros
hombres.

La prevalencia de estos actos en la sociedad, hacen que las mujeres


bisexuales y las lesbianas sean más vulnerables a la violencia por la doble
condición de discriminación, por ser mujeres y por tener una preferencia sexual
distinta a la heterosexual; un claro ejemplo son las mujeres lesbianas, quienes
son víctimas de malos tratos, que no afectan a los gays o los varones
bisexuales, como ser sometidos a pruebas de virginidad o a matrimonios o
embarazos forzados. Las mujeres que se sienten atraídas por otras mujeres
corren el riesgo de ser maltratadas en sociedades donde se considera que
llevan la “vergüenza” a sus familias o sus comunidades.

4.10. El Feminicidio

El feminicidio es el crimen contra las mujeres por razones de género. Es un


acto que no responde a una coyuntura ni actores específicos, pues se
desarrolla tanto en tiempos de paz como en tiempos de conflicto armado y las
mujeres víctimas no poseen un perfil único de rango de edad ni de condición
socioeconómica.

Sin embargo, existe mayor incidencia de la violencia en mujeres en edad


reproductiva. Los autores de los crímenes tampoco responden a una
especificidad ya que estos actos pueden ser realizados por personas con
quienes la víctima mantiene un vínculo afectivo, amical o social, como por
ejemplo familiares, parejas, enamorados, novios, convivientes, cónyuges, ex
convivientes, ex cónyuges o amigos, también es realizado por personas
conocidas como vecinos, compañeros de trabajo y de estudio; así como por
personas desconocidas para la víctima. Dichas situaciones pueden ser
perpetradas de manera individual o colectiva, e incluso por mafias organizadas.
25

En el Perú, el feminicidio se caracteriza porque en él se presenta un


antecedente de violencia familiar o violencia entre la pareja, así también, se
posiciona como una categoría que debe ser abordada como la forma más
extrema e irreparable de violencia directa hacia las mujeres; ello debido a que
muchos de los crímenes responden a un clima social de discriminación y
violencia, en una sociedad en la que aún persiste una cultura histórica con
prácticas sociales que siguen atentando contra la libertad, la salud, la
integridad y contra la vida de las mujeres.

a. Feminicidio íntimo.

Se presenta en aquellos casos en los que, la víctima tenía (o había tenido) una
relación de pareja con el homicida, que no se limita a las relaciones con vínculo
matrimonial sino que extiende a los convivientes, novios, enamorados y parejas
sentimentales.

b. Feminicidio no íntimo

Ocurre cuando el homicida no tenía una relación de pareja con la víctima. En


esta categoría, se incluye la muerte perpetrada por un cliente (tratándose de
las trabajadoras sexuales), por amigos, vecino o por desconocido cuando ataca
sexualmente a la víctima antes de matarla así como: la muerte ocurrida en el
contexto de la trata de personas, o sencillamente por su condición de mujer.
26

CAPÍTULO II

LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ

2. UNA MIRADA DE LA VIOLENCIA CONTRA LA MUJER EN EL PERÚ.

El 9 de febrero del presente año, Aldeas Infantiles SOS Perú en alianza con el
Programa Nacional Contra la Violencia Familiar y Sexual del Ministerio de la
Mujer y Poblaciones Vulnerables y la ONG Paicabi de Chile llevaron a cabo el
Foro ¡Levantemos la voz! Violencia sexual entre adolescentes y formas de
prevención. Con el objetivo de sensibilizar a las y los participantes del foro
sobre la magnitud de las prácticas de abusos sexuales entre las y los
adolescentes, y dar a conocer el rol de las instituciones públicas en su atención
y prevención. El evento contó con la participación de más de 150 asistentes de
diversas entidades públicas y privadas.

El evento ha sido importante para conocer las acciones de gestión pública y


privada que se vienen desarrollando para prevenir y/o reducir los índices de
violencia en cualquier acción o conducta que se dirige hacia ella, basada en su
condición de mujer, con el propósito de causarle daño, sufrimiento físico,
sexual, psicológico o la muerte, tanto en el ámbito público como en el privado.
Estos sucesos pueden ocurrir en los ámbitos:

a) La familia: La violencia que tiene como agresor (a) a uno de sus


miembros. En nuestro país se conoce como violencia familiar y
comprende la violencia física y psicológica, abuso sexual y violación.
b) La comunidad: Que tiene como agresor (a) a cualquier persona y sucede
en el trabajo, en instituciones educativas, establecimientos de salud o
cualquier otro lugar. Puede ser hostigamiento sexual, trata y tortura.
c) Las esferas del Estado: Violencia cometida, permitida o tolerada por el
Estado o por sus agentes, donde quiera que ocurra.
27

2.1. Violencia familiar y formas.

Entre las formas de violencia, destaca la violencia psicológica y/o verbal, que
es la agresión a través de palabras, injurias, calumnias, gritos, insultos,
desprecios, burlas, ironías, situaciones de control, humillaciones, amenazas y
otras acciones para minar su autoestima; la violencia física es la agresión
ejercida mediante golpes, empujones, patadas, abofeteadas, entre otras y la
violencia sexual es el acto de coacción hacia una persona a fin de que realice
actos sexuales que ella no aprueba o la obliga a tener relaciones sexuales. En
el año 2019, en el informe del CEM a Nivel Nacional la violencia fue mayor en
los rangos de edad

Casos atendidos por grupos de edad según mes

Mes Total 0-17 años 18-59 años 60 + años


Ene 12.575 2.514 9.392 669 23%
Niñas y Adolescentes
Feb 11.134 2.384 8.118 632
Mar 12.433 2.658 9.137 638
Abr 12.380 2.787 8.942 651 72%
Jóvenes y Adultas
May 12.894 2.976 9.210 708
Jun 12.522 2.975 8.873 674
Jul 12.808 3.142 9.006 660
5%
Ago 12.954 3.141 9.035 778 Adultas Mayores
Total 99.700 22.577 71.713 5.410
% 100% 23% 72% 5%

Lo que indica que los casos mayores atendidos se encuentran en un rango de


18-68 años con un 72% de reportes. Hasta la fecha según el mes se han
atendido 99700 casos en lo que va el año 2019, con una distribución en los
meses de incremento en Mayo, Julio y Agosto, el mayor registro de caso se
encuentran en los casos clasificados como nuevos:

Casos atendidos por condición del caso según mes


Mes Total Nuevo Reingreso Reincidente Derivado Continuador

Ene 12.575 9.872 953 1.346 376 28


Feb 11.134 8.672 938 1.173 329 22
Mar 12.433 9.557 1.010 1.455 375 36
Abr 12.380 9.543 1.117 1.355 329 36
May 12.894 9.854 1.202 1.391 413 34
Jun 12.522 9.600 1.127 1.416 354 25
Jul 12.808 9.843 1.121 1.427 380 37
Ago 12.954 9.853 1.171 1.398 488 44
Total 99.700 76.794 8.639 10.961 3.044 262
% 100% 77% 9% 11% 3% 0%
28

Aunque existen casos de reincidencia estos no se han incrementado en lo que


va del año, por tanto el promedio de los casos registrados a nivel nacional se
han mantenido en 1370 casos registrados, siendo el mayor índice de registros
en la clasificación como nuevos con un 77% de registros en lo que va el año.

2.1.1. Casos atendidos según grupo de edad y tipo de violencia.

En el año 2019 se registra en el Perú que la violencia contra la mujer con


mayor índice es el psicológico con un registro total de 49 378 registros durante
los primeros 8 meses, este 50% del total registrado a nivel nacional tiene mayor
indicador entre las edad de 26 – 35 años de edad con un índice de 11957
registros. En tipo de violencia Económica es de menor porcentaje (500
registros) en comparación de los tipos de violencia como también lo es Física
(39726 registros) y Sexual (10096registro) en lo que va del año; pero no menos
importante.

Casos atendidos según grupo de edad y tipo de violencia

0-5 6-11 12-17 18-25 26-35 36-45 46-59 60 + Casos VMFS según tipo de violencia
Tipo de Violencia Total
años años años años años años años años (Porcentaje)
Económica 500 44 38 36 65 111 75 53 78 Sexual Económica
Psicológica 49.378 1.839 3.854 3.641 6.442 11.957 10.629 7.201 3.815 10% 0%
Física 39.726 1.056 2.117 3.298 9.048 11.601 7.524 3.655 1.427
Sexual 10.096 370 1.926 4.358 1.596 948 576 232 90
Total 99.700 3.309 7.935 11.333 17.151 24.617 18.804 11.141 5.410
Psicológica
% 100,0% 3,3% 8,0% 11,4% 17,2% 24,7% 18,9% 11,2% 5,4% 50%
Física
40%

Casos atendidos según caracteristicas presentes en las víctimas

En la violencia psicológica los casos registrados indican que el presunto


agresor es un familiar directo cuyo vínculo familiar es la pareja o cónyuge,
durante el año el mayor índice se encuentra en el mes de Enero con 4132
registros con índices altos en el mes de Marzo y Julio, con un registro de 3812
registro en promedio en lo que va del año.

Casos atendidos por tipo de violencia y vínculo relacional de la presunta persona agresora con la víctima, según mes

Tipo de violencia
Económica-Patrimonial Psicológica Física Sexual
Mes Total
Vínculo de Vínculo Sin vinculo Vínculo de Vínculo Sin vinculo Vínculo de Vínculo Sin vinculo Vínculo de Vínculo Sin vinculo
pareja Familiar /6 pareja Familiar /6 pareja Familiar /6 pareja Familiar /6
Ene 12.575 36 23 2 4.132 2.024 175 3.628 1.269 143 192 393 558
Feb 11.134 24 14 3 3.511 1.876 172 3.167 1.196 129 162 352 528
Mar 12.433 29 27 0 3.888 2.030 190 3.600 1.302 149 196 427 595
Abr 12.380 49 18 0 3.691 2.143 245 3.450 1.332 150 209 399 694
May 12.894 29 31 0 3.724 2.189 261 3.691 1.440 167 179 472 711
Jun 12.522 34 32 1 3.788 2.200 254 3.418 1.404 126 164 437 664
Jul 12.808 35 32 0 3.893 2.311 234 3.382 1.381 158 185 464 733
Ago 12.954 38 43 0 3.871 2.334 242 3.470 1.396 178 208 462 712
Total 99.700 274 220 6 30.498 17.107 1.773 27.806 10.720 1.200 1.495 3.406 5.195
% 100,0% 0,3% 0,2% 0,0% 30,6% 17,2% 1,8% 27,9% 10,8% 1,2% 1,5% 3,4% 5,2%
/6 Casos atendidos donde el v ínculo relacional entre la presunta persona agresora la v íctima no es de pareja ni familiar (v cecino/a, docente, compañero/a de trabajo, compañero de estudios, desconocido, otro).
29

Lo alarmante del tipo de violencia psicológica es que los datos reflejan la


existencia de violencia proveniente de una persona sin vínculo familiar y desde
el mes de enero se ha venido incrementando con un pico alto en el mes de
Mayo con 261 casos registrado.

2.2. Casos atendidos por tipo de violencia según departamento .

En el año 2019, a nivel nacional, se registra un 49,5% de los casos como


violencia psicológica con una participación en el departamento de Lima con 14
852 casos, el mayor registro en lo Casos atendidos por tipo de violencia según departamento
Tipo de violencia
que va del año y en comparación
Departamento Total Económica-
Psicológica Física Sexual
de otros departamentos, y Patrimonial
Amazonas 1.052 6 415 448 183
Arequipa con 5090 casos Ancash 4.881 12 2.492 1.962 415
Apurimac 2.224 13 1.066 1.033 112
registrados. Siendo Piura el quinto Arequipa 8.534 79 5.090 2.663 702
Ayacucho 2.720 15 1.320 1.158 227
departamento de mayor registros Cajamarca 2.261 5 1.022 1.003 231
Callao 2.249 7 1.213 766 263
de casos en el tipo de violencia
Cusco 7.437 31 3.743 3.192 471
con 2206 casos registrados. En Huancavelica 1.195 6 618 457 114
Huanuco 2.787 6 1.230 1.149 402
violencia económica-patrimonial Ica 3.426 12 1.697 1.337 380
Junin 5.186 18 2.483 2.138 547
(0,5%) se registra con un mayor La Libertad 3.842 12 1.792 1.473 565
Lambayeque 2.469 8 1.326 936 199
indicador en el departamento de Lima 30.584 110 14.852 12.248 3.374
Loreto 2.120 99 892 796 333
Lima con 110 registros y en el Madre De Dios 678 8 327 230 113
departamento de Loreto con 99 Moquegua 774 3 412 303 56
Pasco 1.059 6 472 470 111
registros en los 8 primeros meses. Piura 4.031 3 2.206 1.530 292
Puno 3.417 23 1.487 1.662 245
Piura solo ha registrado 3 casos San Martin 2.960 3 1.525 1.093 339
Tacna 1.856 4 718 901 233
en lo que del año. Tumbes 1.352 4 719 589 40
Ucayali 606 7 261 189 149
Total 99.700 500 49.378 39.726 10.096
En la violencia física con un 39,8% % 100,0% 0,5% 49,5% 39,8% 10,1%
es el segundo tipo de violencia que se registra a nivel nacional con un indicador
mayor en la capital con 12248 registros, siendo Cuzco el segundo
departamento con mayor indicador con 3192 casos registrados, seguido de los
departamentos de Arequipa, Junín, Ancash, Puno y Piura, siendo este último el
séptimo departamento con un indicador de 1530 registros.

El tipo de violencia Sexual se registra con 10,1% de casos desde Enero hasta
Agosto con un mayor indicador en la capital con 3374 casos, seguido de
30

Arequipa con 702 registros y luego La Liberta (565 registros) y Cuzco con (471
registros) en lo que va del año 2019.

A fines del mayo, el Poder Judicial, Ministerio de la Mujer y Poblaciones


Vulnerables (MIMP) y el Ministerio Público (MP) se reunieron para sancionar y
erradicar la violencia contra la mujer fruto de esta reunión se busca impulsar
protocolos que permitan mayor atención a las denuncias de feminicidio y
violencia contra la mujer. Está tarea será conducida entre el presidente de la
Corte Suprema, la ministra Ana María Mendieta y el fiscal de la Nación, Pablo
Sánchez., también coincidieron en impulsar el Registro de Agresores de
Violencia Familiar y Sexual en todo el país.
31

CONCLUSIONES

a) La violencia del género en Suramérica se ha incrementado en los


últimos años, y sus casos registrados y no registrados son la imagen de
la realidad que vive nuestro país, por ende; las estadísticas en acoso,
violaciones, y muchos más en su mayoría no son reportados pero
existen y esto es gracias a la falta de concientización de la población
masculina y los valores que encierran nuestras vidas sociales en contra
de los derechos de la mujer y su participación activa en nuestra
sociedad y desarrollo. Siendo su origen una transmisión cultural de
actitudes masculinas (machismo) que alimentan este fenómeno.
b) Nuestra realidad en Perú, las leyes de nuestros gobiernos deben ser
aplicadas con rectitud por las diferentes instituciones públicas que se
vinculan directamente con la atención de los casos ligados a la violencia
contra la mujer, y en todos los aspectos como la educación, laboral,
salud, político gubernamental y socio-económico. La aplicación de las
leyes y normas de convivencia en el pueblo desinformado genera un
cambio positivo potencial que permite eliminar todo fenómenos en busca
del cambio, eliminando incluso comportamiento por transferencia de una
cultura anterior.
c) El género femenino ha sufrido en el transcurso de la historia las
diferentes tipos de maltrato y en todas las culturas se observa la
existencia de la mujer como objeto de abuso por unas costumbres
sexistas, que impiden su desarrollo resaltando una “debilidad” como
menosprecio y delegación de actividades del hogar. Esto ha variado en
el transcurso del tiempo ya sea por aspectos políticos, religiosos,
culturales y sociales de cada continente, afectando el modo de ver a la
mujer.
32

RECOMENDACIONES

1. Para avanzar hacia la igualdad.


El atropello de los derechos humanos que afecta la violencia contra la
mujer tiene sus raíces en las desigualdades sociales desde la
antigüedad entre hombre y mujeres, en todas sus etapas de la vida. Es
en nuestra sociedad el reforzamiento del principio de igualdad de
derechos como eje orientador de todas las políticas, dado que las
mujeres se ubican en peores condiciones en comparación a la población
masculina. Estos principios dentro de la política y sus futuras leyes sean
bases para iluminar la igualdad en el actuar de la vivienda, trabajo,
educación, empresarial, salud, ayudas sociales, fiscalidad, etc.
La finalidad de los poderes públicos del estado es combatir la
desigualdad de todos, en especial de la mujer que se ponen en
manifiesto cuando se adopta en la igualdad de género.

2. Mejorar la formación de las y los profesionales que atienden a las


mujeres maltratadas.

La formación especializada de los servidores y colaboradores de las


instituciones públicas como son la policía y los centro de emergencia de
la mujer, como también los del Ministerio de la Mujer y la Población
Vulnerable debe contar siempre como profesionales de primer nivel,
capacitado e involucrado con valores éticos a la atención de cada caso,
siendo un aspecto necesario y por tanto obligatorio, por la concurrencia
del día a día, cuyo desarrollo de competencias permitan que la población
esté bien informada de los diferentes instituciones y aspectos de sus
derechos, en el momento de la denuncia y el proceso que conlleva.

3. El Gobierno Local debe coordinar y tener una participación activa


dentro del papel en la lucha contra la violencia hacia la mujer.

El organismo municipal en todos los departamentos, deben ser


participantes activos en la lucha por erradicar la violencia contra la
33

mujer, en la realidad de cada gobierno se necesidad diferentes


estrategias que permitan un eficiencia en los diferentes servicios y
administraciones: como servicios sociales, policiales, judiciales,
sanitarios. Su participación activa requiere: conocimiento compartido,
mecanismos de coordinación. En tal sentido sus planes de trabajo deben
mejorar la coordinación de las diferentes instituciones, en el plano local,
provincia y distrital; aplicando protocolos de actuación conjunta dentro
del marco legal de nuestra constitución.
34

BIBLIOGRAFIA

 Informe estadística Boletín Agosto 2019 - CEM


 Compendio Estadístico Provincial de Piura 2018. INEI –
Instituto Nacional de Estadística e informática.
 Proyecto De Investigación Sobre Violencia De Género En
Adolescentes. UNIVERSIDAD DE JAÉN, Por Auxiliadora
Martos Delgado 2015
 Amnistía Internacional, “Está en nuestras manos: No más
violencia contra las mujeres”, (2004), consultado el 25 de
setiembre de 2016.

LINKS
 http://amnistiainternacional.org/publicaciones/35-esta-en-
nuestras-manos-no-mas-violencia-contra-las-mujeres.html
 www.rpp.pe.
 www.mimp.gob.pe
 www.m.inei.gob.pe

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