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Los jardines infantiles forestales trata de un tipo de educación preescolar para niños de
entre 3 a 6 años de edad, cuya ejecución se practica en casi exclusivamente en el aire libre
(sin importar el clima). Se anima a los niños a aprender, jugar, explorar y respetar en un
hábitat natural, los bosques, desarrollando competencias para un mejor estímulo de los
sistemas cognitivo e inmunológico.
Algunos de los datos enseñados en este informe, son tomados como referencia de
“Bosquescuela”, ubicado en españa, a quienes ya les hemos enviado un mail para ponernos
en contacto y saber más sobre este increíble proyecto.
● Se crea en 1996, el primer jardín de infantes del bosque (hasta donde se sabe) fue
fundado en Norteamérica. Tender Tracks, en el área de la bahía de California fue
fundada por Wendolyn Bird, y todavía está en funcionamiento.
● A comienzos del 2005 hubo más de 450 jardines forestales en Alemania gracias a
su metodología de educación en el hábitat natural y guarderías tradicionales. A
finales del 2012, los jardines infantiles forestales aumentaron a 1000
establecimientos en Alemania.
● En la actualidad hay más de 30.000 niños asisten a este tipo de guarderías, según
las estimaciones de la asociación para jardines de infantes naturales.
La mayoría de los jardines forestales no utilizan juguetes con algún significado o propósito
ya definido, apoyando el desarrollo de las habilidades lingüísticas, creando verbalmente una
comprensión común de los objetos utilizados. Estos también son generalmente más
tranquilos, en torno al ruido, lo que demuestra que los niños y educadoras tienden a generar
menor tensión.
El que puedan jugar al aire libre por largos periodos, demuestra un cambio positivo en el
desarrollo de los niños, específicamente, habilidades en las áreas de equilibrio y agilidad;
también en habilidades manuales, coordinación, sensibilidad táctil y percepción de
profundidad. Algunos estudios han demostrado que los niños que asisten a este tipo de
jardín, son capaces de tener menores lesiones por accidentes o caídas.También, otro
estudios han comprobado que pasar tiempo en la naturaleza mejora la atención y la salud,
ya que al jugar al aire libre mejora el sistema inmunológico.
Roland Gorges encontró que los niños que habían estado en un jardín de infantes del
bosque estaban por encima del promedio, comparados por los maestros a los que no lo
habían hecho, en todas las áreas de habilidad probadas.
Se logran potenciar y enseñar capacidades, tales como:
o Creatividad.
o Ayudar a los demás.
o Concentración.
o Trabajo en equipo.
o Desarrollar la expresión oral y la capacidad de escuchar.
o Resolución de problemas.
o Expresar sentimientos y necesidades.
o Comunicación en inglés.
o Conceptos básicos de matemáticas y escritura.
o Respetar los sentimientos y necesidades de los demás.
o Aprender a comer alimentos variados y saludables.
o Bailar y cantar.
o Ser autónomos.
Desarrollar las habilidades motrices y artísticas respecto a cada edad.
Estudios que refuersan la
Alemania
“Peter HÄFNER obtuvo en 2002, en un estudio que realizó en la Universidad de
Heidelberg. Solicitó a profesores y profesoras de primaria distribuidos a lo largo de
ocho estados federales en Alemania, que evaluaran a sus alumnos y alumnas en
relación a ciertas competencias. Posteriormente, analizó los datos comparando los
alumnos que acudieron a una escuela infantil al aire libre del tipo BOSQUESCUELA
con los escolarizados en una escuela infantil ordinaria. Los resultados muestran con
un margen de error muy bajo (entre el 0,0001% y 0,05%) que los niños y niñas que
acudieron a una escuela infantil al aire libre del tipo BOSQUESCUELA, más tarde en
Primaria”
Costa Rica
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Posibilidades educativas de las actividades en el medio natural.
Perspectivas de futuro: la educación al aire libre y el aula naturaleza.
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