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REPÚBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR


INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
SUBDIRECCIÓN DE INVESTIGACIÓN Y POSTGRADO COORDINACIÓN
GENERAL DE POSTGRADO PROGRAMA DE MAESTRIA EN GERENCIA
EDUCACIONAL

Estado en el Sistema Educativo


Venezolano

Facilitador: Maestrantes:
Msc. Luis Villalba
Aular Cristian
Bello Luimar
Duven Anais
Iguaran Eladio
Vivas Greibys
Puerto Ordaz, Noviembre 2019
Estado:
Origen:
Muchas sociedades humanas han sido gobernadas por estados durante milenios,
sin embargo, la mayoría de las personas en la prehistoria vivían en sociedades sin
estado. Los primeros estados surgieron hace unos 5500 años junto con el rápido
crecimiento de las ciudades, la invención de la escritura y la codificación de nuevas
formas de religión. Con el tiempo, se desarrolló una variedad de formas diferentes,
empleando una variedad de justificaciones para su existencia (como el derecho
divino, la teoría del contrato social, etc.). Hoy, sin embargo, el estado-
nación moderno es la forma predominante de estado a la que están sometidas las
personas.

La palabra Estado viene del latín status, y este del verbo stare (estar parado). De
ahí pasó a significar a algo parado, detenido, como en statu quo. El verbo stare se
vincula con una raíz indoeuropea *sta-, que está presente en el verbo
griego ίσταμαι (histamai que se puede traducir como: establecer, poner en pie,
detener, estar en pie).

Como término polisémico, designa también a todo


aquel país soberano, reconocido como tal en el orden internacional, así como al
conjunto de atribuciones y órganos de gobierno de dicho país.
Todo Estado está dotado de territorio, población y soberanía.

Una parte de la doctrina aplica la idea de Estado a todas las formas políticas
asumidas a lo largo de la historia por las comunidades independientes, con lo que
quedan comprendidas en ella, incluso, la polis griega o el imperio romano.
Sin embargo, con mayor precisión, otros autores limitan el concepto a una
forma política históricamente concreta, aunque difieren en cuál se al tiempo de
aparición. Así, para unos es la forma política generada por la civilización occidental
inmediatamente después del imperio carolingio. Para otros nace con los reinos
medievales de la Baja Edad Media y, en fin, para un tercer sector, el Estado aparece
con el Renacimiento. En todo caso, estos planteamientos historicistas han
enriquecido y matizado el concepto de Estado.
Definiciones:

El concepto de Estado difiere según los autores, pero algunos de ellos definen el
Estado como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para
establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y
externa sobre un territorio determinado.

La definición más comúnmente utilizada es la de Max Weber, en 1919, define


Estado moderno como una “asociación de dominación con carácter institucional que
ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio el monopolio de la
violencia legítima como medio de dominación y que, con este fin, ha reunido todos
los medios materiales en manos de sus dirigentes y ha expropiado a todos los seres
humanos que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus
propias jerarquías supremas”. Las categorías generales del Estado son
instituciones tales como las fuerzas armadas, burocracias administrativas,
los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa,
gobernación, justicia, seguridad y otras, como las relaciones exteriores.

Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista


alemán Hermann Heller que define al Estado como una «unidad de dominación,
independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de
poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial». Además, el autor
define que sólo se puede hablar de Estado como una construcción propia de
las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad
Moderna. «No hay Estado en la Edad Antigua», señala el autor. Asimismo, cómo
evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se
incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y
la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funciones, como la
emisión de moneda propia.

Otra definición comúnmente aceptada del estado es la que se dio en la Convención


de Montevideo sobre Derechos y Deberes de los Estados en 1933. Definió el estado
como un espacio que posee lo siguiente: Una población permanente, un territorio
definido y un gobierno que es capaz de mantener control efectivo sobre el territorio
correspondiente y de conducir relaciones internacionales con otros estados.

Su concepto más generalizado se refleja en distintas definiciones doctrinales entre


las que se encuentra la de Sánchez A. (2015) que expresa:
“una comunidad organizada en un territorio definido, mediante un orden
jurídico servido por un cuerpo de funcionarios y definido y garantizado por un
poder jurídico, autónomo y centralizado que tiende a realizar el bien común, en el
ámbito de esa comunidad”.

De esta manera, la idea de Estado integra la de comunidad: el Estado es


la comunidad organizada. Pero en esta concepción subyace la distinción entre
Estado-organización, de una parte, y Estado-nación o Estado-comunidad política,
de otra, distinción que viene a salvar la que media entre Estado y sociedad. Otros
autores, como Maritain (s/f), circunscriben el concepto de Estado a
su organización estricta, es decir, al conjunto de órganos estatales considerados
como meros instrumentos de la comunidad política, contraponiendo así de manera
más abierta las ideas de Estado y sociedad.

Especialmente desde el punto de vista del concepto más usual de Estado, se


consideran elementos del mismo pueblo regido por él, el territorio sobre el que
ejerce su poder, y el poder mismo que ostenta.

Características:

Entre las características del estado se pueden mencionar las siguientes:


Población:

Asociada a un Estado-Nación existe siempre un conjunto de personas que lo


habitan y que están sujetas a intereses comunes. La población cuenta con una serie
de derechos, y además de cumplir con ciertas obligaciones y responsabilidades.

Territorio y Fronteras:

Siempre existe un espacio físico concreto donde se asienta la población


perteneciente a un Estado. Ese espacio físico tiene demarcados claramente sus
límites, de modo de evitar conflictos con los Estados vecinos. En los puestos
fronterizos normalmente existen controles de gendarmería.

División de poderes:

En los Estados modernos existe una clara división de poderes que agiliza los
procesos y evita la corrupción. Clásicamente, se diferencian tres poderes:

 Ejecutivo. Corresponde al gobernante y sus ministros, también a los


secretarios, subsecretarios, etc. Son los encargados de tomar decisiones de
diversa índole.
 Legislativo. Correspondería al Parlamento (que puede ser de una o dos
cámaras). Diputados y senadores proponen leyes que son debatidas y
finalmente aceptadas o rechazadas mediante el voto de los miembros de las
cámaras.
 Judicial. Corresponde a quienes se ocupan de la aplicación del derecho; es
muy importante que actúen con independencia y apego a la norma jurídica.
Poder:

Se refiere a la potestad que tiene siempre un Estado y que lo autoriza a imponer


decisiones de carácter general y de regir, mediante normas de cumplimiento
obligatorio, la convivencia pacífica entre las personas.

Funcionarios:

Los Estados modernos funcionan gracias al trabajo de gobernantes elegidos


mediante el sufragio universal de los ciudadanos, y estos no son más que
funcionarios que están al servicio de los ciudadanos durante el período que duren
sus mandatos. Terminados los mandatos, deben permitir que los reemplacen
nuevas autoridades elegidas por los procedimientos previstos en su Constitución.

Constitución:

Todo Estado funciona al amparo de una Constitución o Carta Magna, que es la


norma jurídica suprema positiva que rige su organización, explicitando quién
detentará la autoridad, la forma en que se ejercerá esa autoridad, los límites de los
órganos públicos y diversos derechos y deberes fundamentales de los ciudadanos
y también de los gobernantes.

Ejército:

La mayoría de los Estados tienen un ejército preparado para defender la soberanía


en caso de conflictos bélicos, aunque no todos. Los ejércitos pueden ser
profesionales o basados en el servicio militar obligatorio, o una combinación de
ambos.

Recursos:
Todos los Estados tienen previstos modos para obtener recursos; el más habitual y
extendido es la recaudación de impuestos. Con esos fondos el Estado debe atender
a los gastos en salud y educación, entre otros.

Intervención en la economía:

Algunos Estados acostumbran a intervenir en los mercados a fin de lograr ciertos


efectos en la economía (como estimular el consumo, abaratar el crédito, etc.); otros
no lo hacen casi nunca porque confían en las ventajas del libre mercado.

Elementos de Estado:

El Estado suele definirse como la organización jurídica de una sociedad bajo un


poder de dominación que se ejerce en determinado territorio. Tal definición revela
que son tres los elementos de la organización estatal: la población, el territorio y el
poder. El poder político se manifiesta a través de una serie de normas y de actos
normativamente regulados, en tanto que la población y el territorio constituyen los
ámbitos personal y espacial de validez del orden jurídico. Se ha dicho que la
ordenación jurídica bajo un poder de mando es el elemento formal, mientras que la
población y el territorio son los elementos materiales del Estado.

Territorio:

Suele definirse como la porción del espacio en que el Estado ejercita su poder.
Siendo éste de naturaleza jurídica sólo puede ejercitarse de acuerdo con normas,
creadas o reconocidas por el propio Estado. El ámbito espacial de validez de tales
normas es precisamente el territorio en sentido político.
La significación del territorio se manifiesta en dos formas distintas una negativa,
positiva la otra. La significación negativa consiste en que ningún poder extraño
puede ejercer su autoridad en este ámbito sin el consentimiento del Estado; la
positiva, en que todas las personas que viven en el mismo ámbito se encuentran
sujetas al poder estatal.

Población:

Los hombres que pertenecen a un Estado componen la población de éste. La


población desempeña, desde el punto de vista jurídico, un papel doble. Puede, en
efecto, ser considerada como objeto o como sujeto de la actividad estatal.

Poder:

Toda sociedad organizada ha menester de una voluntad que la dirija. Esta voluntad
constituye el poder del grupo.

Procesos de Transformación de Estado:

A través del tiempo el Estado ha ido evolucionando constantemente, desde


su concepto, hasta su forma de organización, evolución y su historia misma, el
saber de la evolución, o mejor dicho del nacimiento del Estado, es muy antiguo,
desde la polis griega, el imperio romano hasta el Estado Moderno. El Estado surge
como respuesta a necesidades de organización y es un término reservado para un
tipo particular de organización política que surge en la Edad Media.

Durante la Edad Media los individuos que, por necesidad, estaban sometidos
al poder feudal, lucharon siempre, en forma más o menos visible, por su libertad.
Aquellos que lograban escapar de las cargas señoriales acudían a las precarias
ciudades que, paradójicamente, eran consideradas "comunidades de hombres
libres", a pesar de estar sometidas al dominio del rey. Fue produciéndose
una centralización progresiva.

La autoridad real fue consolidándose a partir de la aparición de las caras o fueros,


que eran instrumentos a través de los cuales se otorgaban privilegios a
determinadas clases o ciudades, concediéndose asimismo a los individuos
beneficiados derechos y libertades hasta entonces desconocidos; como
contrapartida, cumplían la función de limitar el poder de los monarcas.

En el siglo XV, se produce la consolidación de los estados nacionales y surge clara


la figura de Maquiavelo, que usa métodos científicos, sin contenidos dogmáticos,
buceando en la historia y recurriendo a métodos comparativos.

En pleno absolutismo la autoridad real impera sobre una nación (concepto asociado
a un territorio delimitado) y surge el concepto jurídico político de frontera.

Así van configurándose los elementos característicos del Estado (Nación,


territorio, población, ejército nacional). Nace el Estado Nacional.

En el siglo XVIII surge un nuevo tipo de Estado, caracterizado por: desarrollo de la


burguesía que choca con la nobleza, las revoluciones burguesas desarrollo
del capitalismo espacios de poder y autoridad generados por la actividad económica
y la acumulación de capital asunción de funciones políticas por parte de la
burguesía, en detrimento de la realeza y la nobleza modificaciones en el rol del
Estado y sus integrantes.

Surge pues el Estado liberal, a partir de la revolución francesa, americana e inglesa.

Se puede decir que desde el surgimiento del ser humano se ha ido socializando con
demás grupos de comunidades, estas aunque fueran comunidades pequeñas, son
comunidades políticas formadas por los hombres, que después ahí surgiría
entonces el Estado como una organización política que aplicaría uno de los fines el
bien común. Sin duda los griegos concibieron a las polis griega como un complejo
de problemas jurídicos, sin embargo, fue mérito de los romanos concebir al Estado
en términos jurídicos, estableciéndolo como un conjunto de competencias y
facultades. También a través de la historia se ha ido definiendo al Estado como casi
sinónimo de gobierno, unificando los seres humanos para vivir una forma de
organización más clara, claro con sus representantes en ello, el Estado en efecto
es una organización humana como diría González Uribe, que va sufriendo
transformaciones a lo largo del tiempo, va evolucionando y dando lugar a diversas
formas que pueden ser reconocidas con más o menos facilidad en el tiempo y lugar
en que aparecieron.

La evolución misma del Estado en la antigüedad ha sido conformada por las


doctrinas jurídicas de los romanos, como lo son: las societas y la de soberanía. Las
societas descendía de un ente corpus llamado civitas que están contemplados por
las universitas que eran la unión de personas o un complejo de cosas formando una
unidad o sea un todo, y dentro de las universitas, la societas fue la que más y mayor
se nutrió de doctrina, que esto era a su vez, una institución jurídica y este sirvió de
referencia para describir al Estado.

La doctrina consideraba a la societas una institución de iure gentium, esto es, una
originada en el consentimiento. Las societas y por ende las civitas, es creada por
los hombres. Que las societas sea una institución creada por el consentimiento,
permite aplicar toda la doctrina que sobre el consentimiento se aplica a
las obligaciones y contratos . En la formación del Estado participan una serie de
cosas que al parecer el primer dato o fuente, es el grupo de personas que es
necesario y útil para constituir el Estado y a través de la historia no nos
equivocamos; "la humanidad es la existencia de un conjunto de habitantes que se
asienta sobre un territorio determinado, lo es cuál es la población".

Esto surge pues de una convivencia en territorio y población, que son elementos
para la constitución de un Estado y así darle vida jurídica, organización y soberanía
sobre todo, teniendo todos estos factores entonces el Estado empezaría a tomar un
orden jurídico y político sobre la vida y forma de sus habitantes que lo conforman,
es entonces cuando se dice que Estado no crea el Derecho, sino el Derecho crea
al Estado. De aquí no se trata pues de hacer un conocimiento acerca de la historia
política del Estado, sino de una historia jurídica de que hablemos de
una estructura y organización y aún límites del mismo, trataremos de cómo estaba
en el pasado su formación jurídica y si este, era susceptible de hablarse de
una personalidad jurídica y sujeta entonces de derechos y obligaciones. A esto se
sugiere un elemento importante del Estado, esto es, un elemento ya no físico sino
formal, que vendría siendo la autoridad, ya que dicho elemento es el que lleva a
la sociedad al bien común, o como lo define y clasifica González Uribe "para llevar
adelante el bien público cuenta el Estado con un elemento de decisiva importancia,
que es quizá el que lo caracteriza más visiblemente: la autoridad o poder público".

Esto, desde luego, ya en el derecho romano y refiriéndonos al derecho


administrativo ya existía en la materia pero la autoridad está reflejada en un derecho
ilimitado frente a los gobernados, para ello en una monarquía absoluta o en un
autoritarismo, donde en efecto la autocracia ostenta los caracteres contrarios a los
elementos de la democracia, destacando entre ellos el de juridicidad, que implica la
subordinación del poder público y consiguientemente de la actuación de todos los
órganos del Estado al derecho.

Pero surge un nacimiento no favorable para el Estado, viéndolo desde el punto de


vista histórico monárquico, y que es el constitucionalismo. Con el nacimiento del
constitucionalismo, con la eclosión histórica de la Revolución Francesa y la
Declaración de los Derechos del Hombre, se opera a fines del siglo XVIII
un cambio en la vida política, que afectara radicalmente la relación entre el Estado
y sus habitantes. Ya no se dirá que el Estado o el soberano puede hacer lo que le
plazca, que ninguna ley lo obliga, que nunca comete daños, sino por el contrario
que existen una serie de derechos inalienables que debe respetar, que no puede
desconocer porque son superiores y preexistentes a él.

En nuestra actualidad es muy difícil demandar o llevar al Estado frente a los


tribunales para exigirle la reparación de daños, a esto, se formulan varias teorías: la
indemandabilidad del soberano: el soberano no podía en el Estado de policía ser
llevado ante los tribunales como un litigante común, y tampoco pudo serlo el Estado
moderno durante mucho tiempo, exigiéndose en nuestro país hasta 1900 donde
todavía cuesta demandar al Estado.

La irresponsabilidad del soberano. El Rey no podía dañar, esto es, no cometía


daños desde el punto de vista jurídico, y por lo tanto era irresponsable por los
daños materiales que causara.

Los actos del príncipe. Correlativamente con lo antes recordado, el acto del príncipe
era como un acto de Dios, por encima del orden jurídico; su versión en el Estado
constitucional fue la teoría de los actos de imperio, primero y de los actos de
gobierno o institucionales, después. Los actos de gobierno son actos del poder
ejecutivo que no pueden ser impugnados judicialmente, del mismo modo que los
actos del príncipe no podían ser llevados a la justicia.

La doble personalidad del Estado. En la época de las monarquías absolutas, en que


el rey era indemandable e irresponsable, se ideo la teoría del Fisco que venía a
constituir una especie de manifestación privada del soberano, colocado en el plano
de la igualdad con los administrados, de este modo se atemperaba en parte el rigor
de la concepción soberana del Rey. Suprimido el Estado de policía, abandonada la
monarquía absoluta como forma de gobierno, no cabría sino llegar a la conclusión
de que toda la personalidad del Estado era la misma, y no precisamente igual que
la del rey, sino que la del Fisco. Sin embargo casi todos los autores hablaron
también de una doble personalidad del Estado, como poder soberano y como sujeto
de derecho.

La jurisdicción administrativa. En la vieja época monarquía, existía la llamada


"justicia retenida" el soberano decidía por si las contiendas entre partes; luego se
pasa a la justicia delegada en el que el rey delega la decisión ante un consejo que
sigue dependiendo de él, sin tener una verdadera independencia como un correcto
tribunal de justicia.

Esto, en el campo del derecho administrativo tiene un efecto primordial para hacer
efectiva la responsabilidad del Estado a través de los servicios públicos que otorga
y respecto de sus funcionarios, pero todo esto tiene que estar apegado al derecho
y a una legalidad, como decía Hariou que el principio de legalidad y su garantía en
el contencioso administrativo y el de la responsabilidad patrimonial de la
administración son los dos grandes pilares sobre lo que se asienta el derecho
administrativo y como dice Miguel Iribarren Blanco, becario del área de derecho
mercantil y de la empresa de la facultad de derecho de la universidad Oviedo, quien
en su exposición de motivos de la Ley de Expropiación Forzosa dice que hay dos
correctivos de la prerrogativa de la administración que reclama el instinto popular
que la administración actúe, pero que obedezca a la Ley; que actúe pero que pague
el perjuicio, también se evita una inevitable secuela incidental de daños residuales
y una constante creación de riesgos que es preciso evitar que revierta al azar sobre
un patrimonio particular en verdaderas injusticias, amparadas por un injustificado
privilegio de exoneración.

Pero el término Estado tiene un significado que es la organización del poder político
centralizado de una comunidad nacional, ahora el término Estado, para las
doctrinas contemporáneas, tiene un significado que es idéntico a comunidad
humana. El Estado es la comunidad nacional soberana, la nación moderna que ya
ha logrado su independencia de otras naciones, este significado de la palabra
Estado, coincide con la vieja palabra de polis, cuando Aristóteles habla de polis, se
refiere a la comunidad humana. Pues bien para los modernos, el Estado seria la
nación que vive en un territorio y que ha conquistado su soberanía.
Esta corriente estudia todos los fenómenos sociales de manera que el Estado es un
capítulo de la ciencia social, y para los que estudian al Estado, vista desde un punto
de organización, este estudia y analiza al Estado, como un fenómeno social,
ciertamente, pero como algo distinto de lo social, es un fenómeno que se produce
en la sociedad. Si la teoría del Estado tiene autonomía, si es
una disciplina particular, ello quiere decir que el Estado tiene una peculiaridad
dentro de lo social, esto es, como la organización política de una comunidad
humana. El Estado es un ente político real, constantemente se habla de él bajo
múltiples aspectos y en una infinita gama de situaciones.

Su idea se invoca y se expresa en variadisimos actos de la vida jurídica, desde la


constitución hasta las resoluciones administrativas y sentencias judiciales. Se da
como un hecho o como un supuesto y corresponde desentrañar su ser esencial y
definirlo conceptualmente con el objeto primordial de deslindarlo de aquellas ideas
con las que se le suele confundir.

La construcción conceptual del Estado debe fincarse lógicamente en el análisis de


todos los factores que concurren en su formación, interrelacionandolos y
expresándolos en una proporción sintética. La metodología estriba, por ende en
la inducción, que consiste en observar críticamente dichos factores para
conjuntarlos en un concepto, cuya formación debe estar precedida por la
ponderación de ser del Estado.

Como concepto formal, el Estado es único, denotando una idea abstracta que se
proyecta diferentemente, a través de sus distintos elementos y que también
lógicamente son formales, en los diversos estados históricamente dados.
El Poder Público Nacional

El Poder Público Nacional se divide en Legislativo, Ejecutivo, Judicial, Ciudadano y


Electoral; y este mismo se distribuye entre el Poder Municipal, el Poder Estatal y el
Poder Nacional.

Es de competencia del Poder Público Nacional: la política y la actuación


internacional de la República. La defensa de la República, los servicios de
identificación, la policía Nacional. La regulación de la banca central y la creación,
organización y administración y control de impuesto sobre la renta. La legislación
para garantizar la coordinación de las distintas potestades tributarias. El régimen
de metrología legal y control de calidad así como los censos
y estadísticas nacionales.

Las obras públicas y las políticas macroeconómicas, financieras y fiscales de la


República. También tendrán en su potestad la legislación en materia de sanidad,
vivienda, seguridad alimentaria, ambiente, turismo y ordenación del territorio. El
régimen general de los servicios públicos domiciliarios. La legislación en materia de
derechos, deberes y garantías constitucionales.

Poder Público Estadal:

Los Estados son entidades autónomas, con personalidad jurídica plena, y quedan
obligados a mantener la independencia, soberanía e integridad nacional, cumplir y
hacer cumplir la Constitución y la ley de la República.

Para poder optar al cargo de Gobernador de Estado se debe cumplir con los
siguientes requisitos:

• Ser venezolano(a) por nacimiento o naturalización (los naturalizados deben


demostrar que residen por lo menos desde hace 15 años en el Estado).

• Mayor de 25 años.
• De estado seglar.

• Estar inscrito en el Registro Electoral Permanente.

EL Poder Ejecutivo Estadal es el órgano encargado de legislar sobre las materias


de la competencia estadal, así como de sancionar la Ley del Presupuesto del
Estado, entre otras. Este órgano estará conformado por un grupo de personas que
no pueden exceder de 15 ni ser menor de 7, y las mismas representarán a la
población del Estado y de los Municipios que lo integran.

La Contraloría Estadal es un órgano que para su funcionamiento requiere de


autonomía orgánica (como órgano) y funcional (con respecto a sus funciones). La
misma tiene por objeto la vigilancia, control y fiscalización de los ingresos,
los gastos y los bienes del Estado. Como todo órgano del Estado debe ser dirigido
por un funcionario del Público llamado Contralor.

Es de la competencia exclusiva de los Estados:

1. Dictar su Constitución para organizar los poderes públicos, de conformidad con


lo dispuesto en esta Constitución.

2. La organización de sus Municipios y demás entidades locales y su división político


territorial, conforme a esta Constitución y a la ley.

3. La administración de sus bienes y la inversión y administración de sus recursos,


incluso de los provenientes de transferencias, subvenciones o asignaciones
especiales del Poder Nacional, así como de aquellos que se les asignen como
participación en los tributos nacionales.

4. La organización, recaudación, control y administración de los ramos tributarios


propios, según las disposiciones de las leyes nacionales y estadales.
5. El régimen y aprovechamiento de minerales no metálicos, no reservados al Poder
Nacional, las salinas y ostrales y la administración de las tierras baldías en su
jurisdicción, de conformidad con la ley.

6. La organización de la policía y la determinación de las ramas de


este servicio atribuidas a la competencia municipal, conforme a la legislación
nacional aplicable.

7. La creación, organización, recaudación, control y administración de los ramos de


papel sellado, timbres y estampillas.

8. La creación, régimen y organización de los servicios públicos estadales.

9. La ejecución, conservación, administración y aprovechamiento de las vías


terrestres estadales.

10. La conservación, administración y aprovechamiento de carreteras y autopistas


nacionales, así como de puertos y aeropuertos de uso comercial, en coordinación
con el Ejecutivo Nacional.

11. Todo lo que no corresponda, de conformidad con esta Constitución, a la


competencia nacional o municipal.

Poder Público Municipal

El Poder Público Municipal o los Municipios son unidades políticas primarias que
tienen personalidad jurídica propia y autonomía. Se les considera primordial dentro
de la organización nacional. Está enmarcado dentro de lo que se denomina las
Entidades Locales, constituidas por:

1. Los Municipios.

2. Los Distritos Metropolitanos, como es el caso de la Alcaldía Metropolitana en


Caracas.
3. Las Parroquias.

4. Y las mancomunidades y demás formas de asociaciones descentralizadas que


se formen en un Municipio.

El Municipio como figura jurídica y territorial, muy importante dentro del Estado,
debe reunir una serie de elementos para constituirse como tal:

1. Una población que no debe ser menor a 10.000 mil habitantes.

2. Encontrarse en un territorio determinado.

3. Un centro de población donde habite un número no menor a 2.500 habitantes, y


que sirva de asiento a sus autoridades.

4. Capacidad económica; capacidad para generar recursos propios para cubrir los
gastos de gobierno y administración, así como para prestar y satisfacer los servicios
mínimos que requiere.

El Municipio debe ser dirigido por un funcionario público llamado Alcalde, y por un
Concejo Municipal. El Alcalde es un ciudadano que es elegido para dicho cargo por
una mayoría relativa, en votación universal, directa y secreta, tal como lo establece
la Ley Orgánica del Sufragio. El Alcalde es la máxima autoridad ejecutiva del
Municipio, y para optar a éste cargo público se requiere:

1. Ser venezolano (a).

2. Mayor de 25 años.

3. De estado seglar.

4. Con 3 años, como minino, de residencia en el Municipio.

5. Gozar de todos los derechos civiles y políticos y estar inscrito en el Registro


Electoral Permanente de la Entidad.
El Concejo Municipal:

Es la rama legislativa o deliberante del Municipio, y tiene por objeto legislar sobre
las materias competencia del Municipio, así como ejercer control de la rama
ejecutiva del municipio. De tal forma que el Municipio es una especie
de célula imprescindible dentro de la conformación del Estado y del Gobierno,
puesto que es de allí de donde se deriva lo que se conoce como República, es decir,
los Municipios son la base para la conformación del Estado y del Gobierno.

Son de la competencia del Municipio el gobierno y administración de sus intereses


y la gestión de las materias en las siguientes áreas:

1. Ordenación territorial y urbanística; patrimonio histórico; vivienda de interés


social; turismo local; parques y jardines, plazas, balnearios y otros sitios
de recreación; arquitectura civil, nomenclatura y ornato público.

2. Vialidad urbana; circulación y ordenación del tránsito de vehículos y personas en


las vías municipales; servicios de transporte público urbano de pasajeros y
pasajeras.

3. Espectáculos públicos y publicidad comercial, en cuanto concierne a los intereses


y fines específicos municipales.

4. Protección del ambiente y cooperación con el saneamiento ambiental; aseo


urbano y domiciliario, comprendidos los servicios de limpieza, de recolección y
tratamiento de residuos y protección civil.

5. Salubridad y atención primaria en salud, servicios de protección a la primera y


segunda infancia, a la adolescencia y a la tercera edad; educación preescolar,
servicios de integración familiar de la persona con discapacidad al desarrollo
comunitario, actividades e instalaciones culturales y deportivas; servicios de
prevención y protección, vigilancia y control de los bienes y las actividades relativas
a las materias de la competencia municipal.
6. Servicio de agua potable, electricidad y gas doméstico; alcantarillado,
canalización y disposición de aguas servidas; cementerios y servicios funerarios.

7. Justicia de paz, prevención y protección vecinal y servicios de policía municipal,


conforme a la legislación nacional aplicable.

8. Las demás que le atribuyan esta Constitución y la ley.

Las actuaciones que corresponden al Municipio en la materia de su competencia no


menoscaban las competencias nacionales o estadales que se definan en la ley
conforme a esta Constitución.

Poder Legislativo Nacional:

Está formado por la Asamblea Nacional la cual está integrada por diputados
elegidos en cada entidad Federal elegirá tres diputados. Los pueblos indígenas de
la República Bolivariana de Venezuela elegirán tres diputados de acuerdo con lo
establecido en la ley.

Funciones de la Asamblea Nacional:

 Legislar en materias de competencia nacional y sobre el funcionamiento de


las distintas ramas del Poder Nacional.
 Proponer enmiendas y reformas a esta Constitución, en los términos
establecidos en esta.
 Ejercer funciones de control sobre el Gobierno y la Administración
Pública Nacional, en los términos consagrados en esta Constitución y en la
ley. Los elementos comprobatorios obtenidos en el ejercicio de esta función,
tendrán valor probatorio, en las condiciones que la ley establezca.
 Organizar y promover la participación ciudadana en los asuntos de su
competencia.
 Decretar amnistías.
 Discutir y aprobar el presupuesto nacional y todo proyecto de ley
concerniente al régimen tributario y al crédito público.
 Autorizar los créditos adicionales al presupuesto.
 Aprobar las líneas generales del plan de desarrollo económico y social de la
Nación, que serán presentadas por el Ejecutivo Nacional en el transcurso del
tercer trimestre del primer año de cada periodo constitucional.
 Velar por los intereses y autonomía de los Estados.
 Autorizar la salida del Presidente de la República del territorio nacional por
cinco días.

Organización de la Asamblea Nacional

La Asamblea Nacional deberá contar con un Presidente, dos Vicepresidentes, un


Secretario y un Subsecretario, elegidos para periodos de un año por la mayoría de
los votos afirmativos de la Cámara, y además se nombrará Comisiones
Permanentes, ordinarias y especiales y a su vez Subcomisiones. Las Comisiones
Permanentes, en un número no mayor de quince, estarán referidas a los sectores
de la actividad nacional. Igualmente se podrá crear Comisiones con carácter
temporal para investigación y estudio, todo ello de conformidad con su Reglamento.
Se podrán crear o suprimir las Comisiones Permanentes con el voto favorable de
las dos terceras partes de sus integrantes. En el receso de la Asamblea Nacional
funciona la Comisión Delegada.

Poder Ejecutivo Nacional:

El Poder Ejecutivo Nacional en Venezuela es representado por el Presidente o


Presidenta de la República, el Vicepresidente o Vicepresidenta de la República, los
Ministros o Ministras de estado y el Procurador o Procuradora de la República.
Todos los cargos anteriores, con excepción del procurador, son de libre
nombramiento y remoción por parte del Presidente de la República.

A partir del Capítulo II del Poder Ejecutivo Nacional sección primera del Presidente
o Presidenta de la República: es el Máximo órgano del poder Ejecutivo y cumple
funciones de Jefe de Estado, Jefe de Gobierno, Comandante en Jefe de la Fuerza
Armada Nacional, primer representante al exterior y jefe de la Administración
Pública Nacional.

Es elegido a su cargo por un período de 6 años; aparte, puede ser reelegido, de


inmediato y por una sola vez, para un período adicional, en Elecciones Generales,
Universales, Secretas y Directas: se requiere ser venezolano por nacimiento, sin
otra nacionalidad. Ser mayor de 30 años y de estado seglar.

Atribuciones del presidente de la República:

 Cumplir y Hacer Cumplir la Legislación de Venezuela.


 Nombrar y destituir el Vicepresidente Ejecutivo o Vicepresidenta Ejecutiva,
nombrar y destituir los Ministros o Ministras.
 Dirigir las relaciones exteriores de la República y celebrar y ratificar
los tratados, convenios o acuerdos internacionales.
 Dirigir la Fuerza Armada Nacional en su carácter de Comandante en Jefe
ejercer la suprema autoridad jerárquica de ella y fijar su contingente.
 Declarar los estados de excepción y decretar la restricción de garantías en
los caos previstos.
 Administrar la Hacienda Pública Nacional.
 Nombrar y destituir aquellos funcionarios o aquellas funcionarias cuya
designación le atribuyen la legislación.
 Convocar y presidir el Consejo de Defensa de la Nación.

Poder Judicial Nacional:

La autoridad de administrar justicia procede de los ciudadanos y se imparte en


nombre de la república por autoridad de la ley.

Es ejercido por el Tribunal Supremo de Justicia y otros tribunales que se subdividen


en Tribunales de Jurisdicción ordinaria: Las Cortes de Apelaciones, Tribunales
Superiores, Tribunales de Primera Instancia y Tribunales de Municipio, y especial
como la Corte Marcial, esto se fundamenta en la Constitución de la República, en la
Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia y en la Ley Orgánica del Poder
Judicial.

El Tribunal Supremo de Justicia es el encargado de la administración, dirección y


gobierno del Poder Judicial el cual está constituido por la Corte Suprema de Justicia,
los Tribunales, el Ministerio Público, la Defensoría Pública, los órganos de
investigación penal, el sistema Penitenciario.

Atribuciones del Tribunal Supremo de Justicia:

 Ejercer la jurisdicción constitucional conforme al título VIII de la Constitución.


 Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Presidente(a) de la
República o quien haga sus veces, y en caso afirmativo, continuar
conociendo de la causa previa autorización de la Asamblea Nacional, hasta
la sentencia definitiva.
 Declarar si hay o no mérito para el enjuiciamiento del Vicepresidente(a)
Ejecutivo(a), de los(as) integrantes de la Asamblea Nacional o del propio
Tribunal Supremo de Justicia, de los Ministros(as), del Procurador(a)
General, del (o la) Fiscal General, del Contralor(a) General de la República,
del Defensor(a) del Pueblo, los Gobernadores(as), oficiales, generales,
almirantes de La Fuerza Armada Nacional y de los jefes(as) de misiones
diplomáticas de la República o a quien haga sus veces, si fuere el caso; y si
el delito fuere común, continuará conociendo de la causa hasta la sentencia
definitiva.
 Dirimir las controversias administrativas que se susciten entre la República,
algún Estado, Municipio u otro ente público, cuando la otra parte sea alguna
de esas entidades, a menos que se trate de controversias entre Municipios
de un mismo Estado, caso en el cual la ley podrá atribuir su conocimiento a
otro tribunal.
 Declarar la nulidad total o parcial de los reglamentos y demás actos
administrativos generales o individuales del Ejecutivo Nacional, cuando sea
procedente.
 Conocer de los recursos de interpretación sobre el contenido y alcance de
los textos legales, en los términos contemplados en la ley.

El derecho:

El concepto de derecho proviene del latín “directum”, que significa aquello que
está conforme a la regla. Se caracteriza por estar compuesto de una serie de
normas jurídicas, que regulan las relaciones, entre dos o más personas, que posean
obligaciones y derechos de forma recíproca.

Es un conjunto de principios y normas, generalmente inspirados en ideas


de justicia y orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya
observancia es impuesta de forma coactiva por parte de un poder público.456 El
conjunto de principios y normas jurídicas de un Estado determinado constituye
su ordenamiento jurídico. El derecho guarda una íntima conexión con la política,
la economía y la historia, y es el centro de problemas humanos complejos como la
determinación de lo que es justo.

Los juristas han elaborado numerosas definiciones del derecho a lo largo de los
siglos. Sin embargo, no existe una definición que goce de aceptación generalizada.

La Real Academia Española define el derecho como el “conjunto de normas,


principios, costumbres y concepciones jurisprudenciales y de la comunidad jurídica,
de los que se derivan las normas de organización de la sociedad y de los poderes
públicos, así como los derechos de los individuos y sus relaciones con aquellos”.
El derecho es un conjunto o sistema de normas jurídicas, de carácter general, que
se dictan para regir sobre toda la sociedad o sectores preestablecidos por las
necesidades de la regulación social, que se imponen de forma obligatoria a los
destinatarios y cuyo incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva o la
respuesta del Estado a tales acciones.

El derecho puede dividirse en dos grandes grupos, el subjetivo y el objetivo:

 Derecho objetivo. Tiene que ver con todas aquellas normas que regulan el
accionar de las personas en el interior de la sociedad y a esta en su totalidad.
Dentro del derecho objetivo se puede hablar del:

o Derecho público. que es aquel orientado a organizar la cosa pública,


es decir, a la relación entre los Estados, a los individuos, a las
organizaciones públicas y a las relaciones del individuo con la
sociedad y a la sociedad en sí.
o Derecho privado. aquel que se orienta a las relaciones entre los
individuos entre sí para satisfacer necesidades personales.
 Derecho subjetivo. Está compuesto por aquellos beneficios, privilegios,
facultades y libertades que le corresponden a cada individuo. Este derecho
puede orientarse a la conducta propia y a la ajena.

Ramas del derecho:

El derecho se divide en tres partes:

• Derecho Público: Es el que tiene el objetivo de regular los vínculos entre los
individuos, personas físicas, y también a las entidades privadas con los distintos
órganos del poder público. Aquí se encuentra además el derecho constitucional que
es una rama del derecho público, por el cual se definen mediante el estudio y
análisis a las leyes que definen la norma de un Estado.
• Derecho Procesal: Es la rama destinada a la aplicación de las normas del
derecho. Aquí encontramos el derecho internacional para regular la conducta de los
estados, el derecho penal para determinar qué conductas son las consideradas
delictivas, y el derecho administrativo que tiene el objetivo de la administración
pública.

• Derecho Privado: Regula las relaciones jurídicas entre las personal, es decir
entre agentes que no son de carácter público, sino que están en igualdad de
condiciones. Como por ejemplo el derecho civil que abarca las actividades
cotidianas, cuestiones familiares, también conflictos sobre la propiedad.

Abarca también al derecho mercantil que es la rama dedicada exclusivamente a


cuestiones de organización y explotación comercial, regula sobre las actividades del
mercado, el intercambio directo o indirecto de bienes, servicios que prestan
productores, y debe garantizar también apoyo legal a los consumidores.

Por último comprende también al derecho internacional privado, el cual se


especializa en reglamentar a los individuos que entablan relaciones internacionales.

• Derecho social: Es el conjunto de normas jurídicas que son instauradas a


favor de individuos socialmente débiles, con el objeto de lograr su convivencia en
otras clases sociales, dentro de un marco vigente. Por ejemplo el derecho laboral,
que pretende garantizar condiciones dignas para realizar el equilibrio dentro de las
relaciones laborales, entre el empleado y el empleador. Aquí juegan un papel
importante los derechos del trabajador, la prevención social y los derechos
sindicales.
Las normas

Se definen como reglas que se establece con el propósito de regular


comportamientos y así procurar mantener un orden. Esta regla o conjunto de reglas
son articuladas para establecer las bases de un comportamiento aceptado, de esta
forma se conserva el orden.

Existen variados usos de la palabra norma, básicamente, porque lo que existe en el


mundo es susceptible de ser regulado.

Norma social: Este el sistema de reglas más grande existe, ya que engloba en sí
misma otros subconjuntos de normas que señalaremos más adelante. Cuando nos
referimos a social, estamos haciendo referencia directa a una sociedad y a su
contexto, donde existe diversidad de personas que requieren de orden para
asegurar una buena o aceptable convivencia.

Si bien dentro de una población existe variedad tanto de personalidades como de


gustos, entre otros, éstas deben acoplarse en cierta medida, siendo reguladas de
igual manera, por algo que se denomina moral.

Dentro de estas normas sociales, existen otras dos que sí deben ser cumplidas
porque son sancionables. Estas son:

 Norma penal: Son conductas que están establecidas delitos y son penadas
por ley y no tiene derecho a objeción.
 Norma jurídica: Reglamento que controla todo tipos de delitos y conductas
impropias o de desviación jurídica.
La norma jurídica:

Es una regla u ordenación del comportamiento humano dictado por la autoridad


competente del caso, con un criterio de valor y cuyo incumplimiento trae aparejado
una sanción. Generalmente, impone deberes y confiere derechos.

Se diferencia de otras normas de conducta en su carácter heterónomo (impuesto


por otro), bilateral (frente al sujeto obligado a cumplir la norma, existe otro facultado
para exigir su cumplimiento), coercible (exigible por medio de sanciones tangibles)
y externo (importa el cumplimiento de la norma, no el estar convencido de la misma).

Los caracteres de las normas jurídicas

Las normas jurídicas también están definidas por los caracteres de la positividad,
la validez, la vigencia, la imperatividad, la certeza, la justicia, la obligatoriedad, la
coactividad, la legalidad, la objetividad, la generalidad y la abstracción. Sin embargo,
la forma en que tales caracteres están presentes en las diferentes normas y en el
Derecho en cuanto ordenamiento jurídico no es idéntica.

Hay caracteres que el Derecho y las respectivas normas que lo integran


comparten en pie de igualdad, por cuanto las normas tienen esos caracteres en su
calidad de elementos integrados en el correspondiente ordenamiento jurídico. Es el
caso de la positividad, la imperatividad, la certeza, la obligatoriedad, la coactividad
y la objetividad. Pero otros caracteres afectan al Derecho y a sus normas de forma
diferente. Sería el caso de la validez, la vigencia, la justicia, la legalidad, la
generalidad y abstracción o la circularidad autopoiética.
Otros caracteres de las normas son los siguientes:

Bilateralidad

Existe una antigua tradición doctrinal según la cual para que haya Derecho tiene
que haber sociedad. Esta doctrina se recoge formulada como tesis en un aforismo
latino, que dice: ubí Ius, ibi societas, donde hay Derecho, hay sociedad.
Radicalmente entendida, esta tesis alude tanto a la innata predisposición social del
hombre, que hace que el vivir en sociedad sea una condición existencial
peculiarmente suya, como a una de las notas esencialmente constitutivas del
Derecho, como es la bilateralidad o alteridad en el sentido genuino del término. Por
lo tanto, los instrumentos de que se vale el Derecho para regular las relaciones
encuentran en la bilateralidad uno de sus elementos distintivos.

Una norma es bilateral porque atribuye derechos a un sujeto e impone obligaciones


a otro, generando así una relación jurídica.

La llamada seguridad jurídica, que veremos con detenimiento cuando abordemos


los “Principios generales del Derecho”, se presenta como una especie de aspiración
o meta exterior al propio Derecho que se podrá lograr mediante la realización de
una serie de requisitos.

La certeza supone que se conoce cuáles son las leyes, cuál es su contenido y
cuáles son las sanciones a causa de su incumplimiento. La certeza no es una
circunstancia que se refleje en las normas jurídicas; más que un requisito del
Derecho, es un objetivo que se trata de conseguir a través de ciertos elementos,
como son la preferencia por la generalidad y la abstracción, la claridad en la
redacción de las normas, la publicación de las misma en los distintos Boletines
Oficiales, etc.
En nuestro ordenamiento jurídico, la seguridad está reconocida dentro de los
llamados principios constitucionales del Derecho, junto a otros seis que no son sino
instrumentos para conseguir que nuestro ordenamiento jurídico esté dotado de
seguridad.

Coercibilidad y coactividad:

Se trata de dos caracteres derivados o producto de la imperatividad del Derecho y,


por lo mismo, de las normas jurídicas. El Derecho sólo podrá realizar su función de
aseguramiento de la vida social siendo una ordenación que consista en que sus
normas sean imperativas, esto es, aplicables a todos de una forma incondicional. Y,
por eso, se afirma que la capacidad de emplear/aplicar la coacción es uno de los
rasgos definitivamente característicos de la normatividad jurídica. Hay incluso
autores que sostienen que esa posibilidad es la nota que distingue al Derecho de
todos los demás códigos de normatividad social.

La historia de la discusión en torno al problema del carácter esencialmente coactivo


del Derecho pone de manifiesto con toda evidencia que gran número de
discrepancias que se han producido en este ámbito tienen su origen en la utilización
de unos términos probablemente inadecuados.

Y esa constatación ha dado pie a la distinción entre “coacción” y “coercibilidad”.


Muchos autores los utilizan indistintamente como sinónimos, lo que aumenta la
confusión.

El elemento formal (la validez):

En el lenguaje del Derecho el término validez aparece en distintos contextos para


aludir a una cierta propiedad de los actos de las normas y viene a significar
simplemente “existencia jurídica”. Cuando un acto humano pretende producir
efectos jurídicos, no basta con la intención: el testamento o la compraventa son
instituciones jurídicas, actos o negocios regulados por el Derecho, y para obtener
los efectos que se pretenden es preciso realizar una serie de actos o
comportamientos de acuerdo con lo establecido por las normas.

Un testamento no es la simple emisión de voluntad de un sujeto acerca del reparto


de sus bienes tras la muerte, emisión que puede hacerse en un trozo de papel o en
una conversación entre amigos sin mayores formalidades. Decimos entonces que
el testamento o el contrato son válidos cuando, además de la voluntad de testar,
comprar o vender, los actos que lo constituyen han sido realizados de acuerdo con
lo establecido en el sistema jurídico.

Lo mismo sucede con el resto de las normas. Una norma es válida cuando cumple
todas las condiciones que el sistema establece para reconocer a las normas como
pertenecientes al mismo. Las condiciones de validez son distintas en los diferentes
sistemas, como también lo son dentro de un mismo sistema a propósito de cada
tipo de norma.

Eficacia:

Esta implica la correspondencia del Derecho con la realidad, en otras palabras, el


efectivo cumplimiento de lo prescrito por el Derecho. Veremos como la eficacia del
Derecho constituye uno de los temas de reflexión, quizá el más importante, de la
Sociología Jurídica. En una primera aproximación señalaremos que la eficacia del
Derecho depende del acatamiento de las normas jurídicas por parte de sus
destinatarios, así como de los operadores jurídicos encargados de imponer una
sanción en caso de que no se produzca dicho acatamiento.
Cuando las normas jurídicas son acatadas de forma voluntaria por los destinatarios,
decimos que existe cumplimiento, pero cuando es necesaria la intervención de los
poderes públicos, hablamos de aplicación del Derecho o cumplimiento forzoso. En
el lenguaje jurídico el término eficacia no tiene un significado unívoco. Cuando se
predica la eficacia como una cualidad de las normas o del Derecho en su conjunto
tampoco se piensa en las mismas cosas.

a) En un sentido jurídico, cuando se habla de la eficacia de los actos o de las


normas se quiere aludir a los efectos o consecuencias que los mismos presentan,
de acuerdo con las previsiones establecidas por el propio ordenamiento para ese
tipo de actos o normas.

La eficacia es así la fuerza o capacidad para producir efectos jurídicos. Algunas


normas pueden pertenecer al sistema aunque no sean válidas. No es válida la ley
inconstitucional no anulada y, sin embargo, produce efectos. Por eso, el concepto
de eficaz así entendido es algo más amplio que el de validez y viene a coincidir con
el de existencia o pertenencia: toda norma válida es eficaz en sentido jurídico, es
decir, resulta susceptible de producir efectos jurídicos siempre que se produzcan
las circunstancias en ella previstas, pero no toda norma que es eficaz, tiene que ser
necesariamente válida.

B) La eficacia de las normas jurídicas se mide también en un sentido


político: los propósitos del legislador

Las normas jurídicas son creadas para conseguir determinados objetivos. Como ya
sabemos, el Derecho es un instrumento para ordenar la sociedad de acuerdo con
un cierto modelo o proyecto ideológico, filosófico, etc. Cuando el legislador dicta una
norma, en principio hemos de pensar que lo hace para algo, para producir un
impacto en la sociedad a través de la orientación de las conductas de los
destinatarios. A veces, las normas se muestran como instrumentos idóneos para
alcanzar esos fines y entonces se dice que son eficaces. Por lo tanto, cuando se
alcanzan los objetivos para los que se aprobó una determinada norma, se dice que
ésta es eficaz. En un sentido político la eficacia de las normas alude a la
satisfacción o realización de las finalidades u objetivos sociales o políticos en vista
de los cuales fueron establecidas esas normas.

Con todo, cuáles sean las finalidades que persiguen las normas es cuestión que no
siempre resulta clara. A veces, los motivos del legislador se encuentran explícitos
en las exposiciones de motivos que preceden a los textos normativos y a veces no.
Puede que las explicaciones contenidas en las exposiciones de motivos sean
honestas y puede que no sea así.

La justicia o el valor del Derecho:

Por último, otro elemento del Derecho, es el llamado valor de la norma: una norma
debería adaptar o armonizar su contenido a unos criterios de justicia.
Parece una cuestión indiscutible: el Derecho tiene algo que ver con la justicia,
aunque sólo sea porque esa relación se halla firmemente arraigada en nuestro
lenguaje cotidiano.

Por otra parte, es frecuente que se hable de la “Administración de justicia”, y no de


la “Administración del Derecho”, que sería una expresión más adecuada. Sin
embargo, si nos preguntamos qué es la justicia y cuál su precisa relación con el
Derecho, la cosas se complican extraordinariamente, entre otras cosas tal vez
porque el concepto de justicia se halla cargado de una fuerte emotividad. En una
primera aproximación, muy elemental, diremos que la justicia es un atributo que se
predica de las normas: se dice que una norma es justa o injusta.
La respuesta al problema de la justicia o injusticia se puede determinar de dos
formas. En primer lugar, la justicia de una norma se mide por la adecuación con una
norma o conjunto normativo distinto al Derecho, pero íntimamente relacionado con
él, que llamamos Moral o moralidad. Una norma es justa si resulta conforme a lo
que manda la Moral, e injusta en otro caso.

Toda sociedad se rige, al menos, por dos tipos de normas: las morales y las
jurídicas. Por lo tanto, determinar la justicia o la injusticia de una norma jurídica es
una tarea análoga a la de establecer su validez o invalidez.

Una de las condiciones de validez consiste en la adecuación del contenido de la


norma a lo establecido en otra superior (lo que hemos llamado el requisito material
o sustancial.

Por tal razón se puede decir que, una norma es justa cuando su contenido se
adecua a lo establecido en otra norma, esta vez no jurídica sino moral. Ya sabemos
que cuando hablamos de Moral nos estamos refiriendo a dos cosas distintas: el
conjunto de valores comunes vividos en una sociedad, es decir, la llamada moral
social; pero también nos referimos a lo que se denomina moral individual o crítica,
es decir, aquella asume un sujeto y que le sirve para evaluar la justicia o la injusticia
de una norma.

La segunda forma de responder a la cuestión de la justicia de una norma es aquella


que se lleva a cabo teniendo en cuenta la mayor o menor correspondencia entre la
norma y los valores superiores o finales que inspiran un determinado ordenamiento
jurídico.
Imperatividad:

El Derecho, en cuanto norma de conducta, es natural y constitutivamente vinculante,


es decir, tiene la capacidad o posibilidad de condicionar determinadamente el
comportamiento social de los sujetos jurídicos. En efecto, desde hace tiempo se
viene diciendo que el Derecho es imperativo, que es un conjunto de directivas o
prescripciones, esto es, sus normas constituyen órdenes o mandatos para los
sujetos a quien van dirigidas.

La imperatividad podría definirse como “aquella carácterística del Derecho por la


que sus normas se constituyen en preceptos o mandatos que imponen a los
destinatarios el deber de realizar las conductas que ellas mismas indican”.

Por su origen
Atendiendo al origen o a las fuentes de donde proceden, podemos distinguir los
siguientes tipos de normas:

Legales:

Son normas escritas dictadas por los órganos legislativos competentes del Estado.
Una ley aprobada por las Cortes Generales, una Orden ministerial, cualquier
disposición emanada de las Comunidades Autónomas, o el bando de un alcalde son
ejemplos de este tipo de normas.
Habitualmente necesitan un acto solemne de promulgación, que acredita la
existencia de la misma (publicación en el Boletín Oficial correspondiente).

Consuetudinarias:

Se trata de la repetición reiterada de determinadas conductas, las llamadas


“costumbres jurídicas”. Nuestro Código Civil las recoge como parte del Derecho en
su artículo 1.1.

Para su existencia como auténticas normas jurídicas se exige que tales


comportamientos consuetudinarios se realicen con el convencimiento de que son
conductas jurídicamente obligatorias.

En los ordenamientos jurídicos modernos suele afirmarse que no puede existir una
norma consuetudinaria que no esté de acuerdo con la ley, no siendo admisible la
costumbre “contra legem”.

Jurisprudenciales:

Normas que provienen de la actividad judicial llevada a cabo por algunos tribunales.
Tienen dos manifestaciones:
Por un lado, la doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal Supremo. Así
lo recoge nuestro Código Civil en el art. 2.6: “la jurisprudencia complementará el
ordenamiento jurídico con la doctrina que de modo reiterado establezca el Tribunal
Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del
Derecho”.

Por otro lado, la sentencia de un Tribunal, en cuanto que dicho fallo es un mandato
por el que se regulan las relaciones entre las partes afectadas por dicha sentencia.

Negociales

Las contenidas en las cláusulas de los contratos o negocios jurídicos, puesto que lo
establecido en ellas por las partes les obliga jurídicamente.

Por la jerarquía formal o el lugar que las normas ocupan en el ordenamiento


jurídico

Desde este punto de vista, las normas pueden ser:

Primarias

Aquellas que ocupan la escala más alta o importante dentro del ordenamiento
jurídico, es decir, las que se sitúan en el más alto rango jerárquico.

Desde esta perspectiva puramente formal, puede decirse que la norma primaria es
la Constitución de cada Estado.
Secundarias:

Aquellas que ocupan una escala inferior en la jerarquía normativa. Su condición de


inferioridad se debe al hecho de no ser válidas por sí mismas, sino que adquieren
su condición de validez de otra norma superior.

En este sentido se consideran secundarias todas las restantes normas del


ordenamiento jurídico excepto la Constitución.

Cabe afirmar, no obstante, que el concepto de norma primaria o secundaria puede


predicarse de todas las normas del ordenamiento jurídico, a excepción de la primera
y la última según el punto de referencia de cada norma en la pirámide normativa.

Para clasificar las normas desde el punto de vista jerárquico, podría combinarse el
criterio formal y material del concepto de fuentes del Derecho. El resultado sería el
siguiente:

1. En la cúspide de todo ordenamiento jurídico estatal estaría la Constitución,


que ocupa siempre el mayor rango. La Constitución es en cualquier Estado la norma
suprema. En ella se contienen los principios y valores básicos, se protegen los
derechos y libertades fundamentales, se determina la forma del Estado y se regulan
las funciones de los distintos órganos del mismo.
2. En el caso del Derecho español, estarían a continuación las leyes. Estas
pueden ser:

Orgánicas: establecidas en el art. 81 de la Constitución, relativas al desarrollo de


los derechos fundamentales y las libertades públicas, las que aprueban los
Estatutos de Autonomía y el régimen electoral general o cualquiera otras previstas
en la Constitución. Son aprobadas por las Cortes y requieren un quórum especial.
Ordinarias: aprobadas por el Poder Legislativo, desarrollan otros preceptos
constitucionales de ordenación de la vida normal.

3. En tercer lugar estarían los decretos, los reglamentos, las órdenes


ministeriales y disposiciones generales de la Administración, que desarrollan
generalmente las leyes, determinan y concretan su contenido para ser aplicadas.
Son promulgados por órganos del Poder Ejecutivo.

4. Finalmente los actos administrativos y resoluciones judiciales. Son normas


concretas, individualizadas, resultantes de la aplicación de otras normas. Son
dictadas por órganos de la Administración y por órganos del Poder Judicial.

Por el grado de imperatividad

Desde el punto de vista de la imperatividad, o lo que es lo mismo, desde la


perspectiva de su relación con la voluntad de los particulares, las normas pueden
ser:
Se trata en todo caso de una distinción por razón del contenido del precepto.
Taxativas

Existen determinadas materias trascendentales para la organización social y para


la seguridad jurídica de los ciudadanos que el ordenamiento jurídico pretende
regular de manera inequívoca. Para ello utiliza normas taxativas, llamadas también
necesarias o de “ius cogens”.

Son aquellas normas que obligan siempre a los destinatarios, independientemente


de su voluntad, por lo que los obligados tienen que actuar necesariamente conforme
a lo prescrito en la norma, no pudiendo decidir la realización de otra conducta
diferente.

Esto quiere decir que las normas taxativas imponen siempre una prescripción
(mandato o prohibición) insoslayable, que ha de cumplirse de manera incondicional
para que surtan efectos jurídicos.

Dispositivas

Aquellas que pueden dejar de aplicarse a una situación jurídica concreta por
voluntad expresa de las partes.

El ordenamiento jurídico prefiere confiar a la voluntad de los sujetos la libertad de


establecer normas particulares para regular sus propias conductas, de manera que
cuando los individuos no manifiestan libremente la voluntad de establecer normas
particulares para la regulación de sus propios actos, el ordenamiento jurídico, por
razones de seguridad y de certeza, establece una regulación subsidiaria mediante
normas de carácter supletorio. Tales normas son las llamadas dispositivas.

Desde el punto de vista de la violación y de las sanciones de las normas

Desde el punto de vista de la violación de las normas y sus correspondientes


sanciones, las normas jurídicas se clasifican en cuatro grupos:

Leges plus quam perfectae

Aquellas cuya sanción consiste en la nulidad de los actos que las vulneran,
recayendo además otro tipo de sanción sobre el infractor, especialmente para
resarcir de los daños que hubiera podido ocasionar.

Por tanto, la consecuencia es doble: se produce la nulidad y además se impone otra


sanción.

Leges perfectae

Aquellas en las que la violación produce únicamente el efecto de la nulidad del acto
sin que se sobreañada sanción alguna para el infractor de la norma.

Leges minus quam perfectae

Aquellas que no establecen la nulidad de los actos contrarios a las mismas, es decir,
no impiden que los actos de violación de las normas produzcan efectos jurídicos.
Sin embargo, establecen determinadas sanciones, castigos o efectos desfavorables
que recaen sobre el infractor.

Leges imperfectae

Aquellas normas cuya infracción no solamente no produce la nulidad del acto, sino
que tampoco imponen sanciones al infractor. Son muy numerosas, especialmente
en el ámbito del Derecho público y del Derecho internacional, a pesar de que gran
parte de la doctrina no las acepta como normas jurídicas.
BIBLIOGRAFÍA.

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19 Junio 2019, consultada el 31 de octubre del 2019.

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