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PSICOANÁLISIS y FREUD

El psicoanálisis inicia precisamente con Freud, su teoría marca precisamente que nosotros no
somos amos de nuestra consciencia, de hecho, estados determinados por el inconsciente. Lo
interesante de su teoría es que aborda aspectos de la vida cotidiana, considerando aspectos
como el lapsus, concepto utilizado para referirse a un acto fallido que consiste en la interferencia
del inconsciente en la expresión hablada o escrita, un ejemplo de este, es cuando uno de
nosotros esta con su pareja y de repente le sustituye el nombre por otra persona que estamos
pensando de maneta inconsciente (espero que nunca les haya pasado).
Otro concepto desarrollado en su teoría son los chistes, de hecho, en sus obras habla
precisamente del chiste y su relación con el inconsciente, en donde nos habla precisamente que
el chiste es una forma de expresar sentimientos y deseos profundos (liberación del inconsciente)
a través de la comicidad, si han escuchado la frase, “entre broma y broma la verdad se asoma”,
es algo completamente real. Solo que, al decirlo de manera graciosa, se disfraza algo que no
podemos decir de forma seria o directa, pero que en realidad sentimos la necesidad de decir.
Los sueños de igual manera, como se habrán dado cuenta en su lectura, revelan precisamente
aquellos deseos inconscientes reprimidos que tenemos, de por sí, el mismo sueño es un deseo
ya cumplido, una satisfacción que necesitamos llenar al descansar. Nosotros siempre soñados,
de hecho, está comprobado científicamente, si buscan el término referido al sueño MOR, podrán
tener una mejor noción de esto.
Al soñar existen dos tipos de contenido, unos latente, que tiene que ver con los deseos
inconscientes de quien duerme, y el contenido manifiesto, que es el recuerdo del sueño. El sueño
también es un trabajo de análisis en el que debemos descubrir los deseos mas profundos e ideas
latentes que permanecen en nosotros. Recuerden que el sueño es el único lugar a nuestro en el
que se debilita la censura, hay un mayor margen de salida para aquello que no podemos hacer
en la realidad. Las pesadillas de igual manera nos permiten disfrazar los deseos, es decir, se
distorsiona de tal manera el contenido ya que el deseo es inaceptable, el Yo termina siendo
protegido. La pesadilla inclusive nos despierta, para no darnos cuenta de lo que realmente
queremos.
Dos conceptos fundamentales a tener en cuenta son la transferencia y la contratransferencia, la
primera definida como un proceso inconsciente en virtud del cual se actualiza la repetición de
tipos de relaciones infantiles vividos con un marcado sentimiento de actualidad, es decir, son
representaciones simbólicas de nuestras vivencias en la infancia las cuales se proyectan en otras
personas en nuestra vida adulta presente. El segundo entendido como el resultado de la
influencia del paciente sobre los sentimientos inconscientes del analista. En palabras concretas,
la transferencia y la contratransferencia son procesos necesario pero además inevitables; la
transferencia tiene que ver con todas aquellas emociones y sentimientos que el analizado
deposita en el analista de manera simbólica, es decir, puede representar una madres, un padre,
un hijo, sobrino(a) etc., y la contratransferencia son todas aquellas emociones o sentimientos
que el analizado genera en el analista.
Recuerden que Freud maneja una teoría del aparato psíquico, en la que divide la mente en tres
instancias psíquicas, para lo cuál utiliza la primera tópica:
-Consciente: instancia más próxima al mundo externo, es decir, mas cercana a la realidad, su
función es perceptiva en la que absorbe el contenido, de razonamiento, control de la movilidad
(cuerpo) y lenguaje.
-Preconsciente: Contiene las “huellas mnémicas”, es decir, representaciones de los
acontecimientos y/o sucesos, impresiones que quedan en la psique (mente) del sujeto. Contenido
latente que se puede extraer, pero no es profundo, es decir, es aquel material psíquico al cuál en
algún momento se puede tener acceso que se trae por medio de la voluntad.
-Inconsciente: la parte más primitiva y más próxima a lo somático-psíquico, es decir, el enlace
entre la mente y el cuerpo, es donde se encuentra todo aquel material desterrado de la mente,
la parte más profunda y de difícil acceso, el cual mantiene todos los contenidos reprimidos,
deseos y depósitos de impulsos ligados a la ansiedad, conflictos y dolor. Regido además por el
principio del placer; satisfacción inmediata sin pensar en las consecuencias.
Las instancias tantos conscientes como preconscientes están contaminadas por el inconsciente,
recuerden que Freud mencionaba el hecho de que nos somos dueño de nuestra consciencia, en
inconsciente es el que rige nuestros actos.
Posteriormente si recuerdan, Freud reelabora su teoría y crea tres instancias psíquicas, llamadas
también la segunda tópica, en las cuales enlaza todo lo establecido dentro de la primera tópica.
-Ello: Ignora por completo la noción del tiempo, ya que basada en el placer se concentra
únicamente en eso, totalmente inconsciente, contiene las pulsiones y todos aquellos aspectos
heredados que nos constituyen como sujeto. Contiene además el fondo de energía psíquica,
tanto erótica (libido) como agresiva. Regida por el principio del placer. Al nacer todos somos ello,
recuerden que todo niño está regido por este principio fundamental.
-Yo: Actúa como una fuerza mediadora entre el ello y el super yo, influenciado directamente por
el mundo exterior ya que tiene contacto con él, sin embargo, nunca llega a ser consciente, llega
a quedarse en el preconsciente, ya que todas las instancias permanecen en el inconsciente.
Regido por el principio de realidad. Busca tratar de dar equilibro entre el ello y super yo, protege
al organismo y aplaza la descarga del ello.
-Super yo: Representa como tal la figura del padre, autoridad, “heredero del complejo de Edipo”:
en el cuál el niño renuncia a la satisfacción de deseos otorgados por la madre, deseos que son
marcados por la prohibición del padre. La resolución ideal de esto, es la identificación con el
padre. Opuesto completamente a ello, contiene los pensamientos morales y éticos, el miedo al
castigo, concepto que se refiere al miedo a la castración, es decir, a perder el pene. Lo importante
de esto, es que se interioriza la normativa cultural.
Por desarrollar aún más el complejo de Edipo, este se refiere a una relación con los papas, la
madre que es la que da el placer y alimento, y el padre que se convierte en un rival, no es extraño
por tanto que en algún momento los hijos quieran casarse con sus mamás. El niño cree que la
madre es exclusivamente para él, pero existe alguien que los separa (padre). La psique por tanto
se construye a partir de este proceso de relaciones e identificaciones con los padres. Aunado a
ello, el niño comienza a interiorizar la culpa, por los deseos de querer “matar” al padre (deseos
agresivos). Esto se convierte por tanto en una rivalidad con el progenitor. La resolución adecuada
consiste en la aceptación de la realidad de la relación sexual entre los padres. Entrar en el mundo
de la cultura implica también a la renuncia de nuestros deseos originarios. La relación con el
padre es ambivalente, porque a pesar de verlo como un rival también existe el afecto, y el miedo
también a ser “castrado” (perder su pene), un miedo real pero también simbólico. El niño al
renunciar a la posesión total de la madre se identifica con el padre. Las personas que no
resuelven adecuadamente en complejo de Edipo se pueden volver personas promiscuas, buscar
de pareja en pareja alguien que sustituya a la madre de forma simbólica, ante la frustración de
nunca haberla tenido.
Freud además nos habla de un desarrollo psicosexual, el creía que el sujeto se desarrollaba a
través de distintas etapas, las cuáles tienen en común la manera en como la libido se transforma
y pasa de etapa a etapa. Recuerden que cada etapa implica una renuncia del placer, felicidad y
satisfacción. Son una serie de excitaciones y actividades existentes desde la infancia que
producen placer. Recuerden que estas excitaciones enfatizan la pulsión. Cada etapa implica un
conjunto de emociones, ansiedades, conflictos y defensas, y cada una tiene un estilo de relación
de objeto. La personalidad por tanto se forma a través de las fijaciones que vamos teniendo en
cada una
Sus fases evolutivas se representan de la siguiente manera:
-Etapa oral (nacimiento-18 meses): Interacción directa con el mundo a través de la boca, la libido
se concentra aquí de tal manera que el placer es fundamental en esta área del cuerpo, y a su
vez del descubrimiento del mundo. El ello domina completamente en esta etapa, el llevarse las
cosas a la boca reduce la tensión (principio del placer). No existe como tal una noción de sí
mismo, en ese momento el infante no sabe quien es y no se reconoce. Quienes se quedaron
fijados en esta etapa son personas que gustan de llevarse cosas a la boca, hablar y comer
mucho, fumar, etc. Quien supera con éxito esta etapa adquieren un mayor sentido de
-Etapa anal (18 meses-3 años): El placer se centra en la defecación, ya sea reteniendo o
expulsando, se adquiere además el control de esfínter. La restricción de sus impulsos, es decir,
el no hacer donde quiera, genera un conflicto entre el ello y el super yo. El elogio en esta etapa
por hacer donde le marca el adulto produce persona creativas y productivas, mientras que el
castigar por el fracaso de no hacer donde se le indica y el tiempo, produce personas rebeldes,
rasgos anales expulsivos (desaliñados, crueles, destructivos y hostiles) o retentivos (rígido y
obsesivo, avaros).
-Etapa fálica (3-6 años): Comienza la masturbación, el descubrimiento por los genitales, no es
extraño ver entonces a niños(as) practicando la autoestimulación, rosándose con muebles o
peluches al descubrir el placer que se produce. Surge el complejo de Edipo, en donde la angustia
por castración es parte de esta etapa, perder el falo (pene), el cuál simbólicamente representa el
poder y la autoridad, algo que las mujeres no tienen, lo cual también genera curiosidad y
frustración en algunas por ver que algo les falta. Quienes se quedan fijados en esta etapa pueden
volverse promiscuos.
-Etapa de latencia (7-10 años): Etapa de relativa calma de la libido en la que la disminución de
impulsos es parte de la misma, en la que destapa además el surgimiento del yo y super yo. La
sublimación como mecanismo de defensa actúa de tal forma que se canaliza la libido hacia
actividades socialmente aceptables. Lo importante aquí es la adquisición de habilidades sociales,
comunicación y desarrollo de la confianza en sí mismo. Quienes no superen esto, obviamente
estarán en la posición contraria.
-Etapa genital (11 en adelante): La libido retorna hacia los genitales, comienza el desapego por
los padres, por lo que la autonomía e independencia se empiezan a adquirir como parte del
desprendimiento por el primer vínculo. Surgimiento de la identidad sexual, diferenciación de
sexos. Las relaciones amorosas comienzan a aparecer, por lo que el narcisismo y egocentrismo
disminuyen, a diferencia de las etapas anteriores. Ahora el sexo ya no es narcisista, el placer no
se concentra en uno mismo, sino que se comparte con los demás la gratificación sexual. Las
fijaciones en esta etapa tienen consecuencia frigidez, relaciones amorosas insatisfactorias,
impotencia, relaciones torpes, etc.

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