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Ahora bien, el artículo 269 de la ley 20744, que responde al artículo 248 del t.o.

por el decreto
390/1991, introdujo una modificación relevante en el tema que nos ocupa, porque suprimió la
alusión precisa a las "condiciones señaladas" en el sistema previsional para acceder al beneficio de
pensión y estableció que el derecho a la indemnización nace "...mediante la sola acreditación del
vínculo..."

Es evidente, entonces, que la ley quiso simplificar y desvincular el origen del crédito de las demás
exigencias que preveía la ley 18037 y, a partir de 1974, sólo se requiere, para declarar procedente la
reparación pecuniaria, que el derechohabiente pruebe el vínculo mejor situado en la prelación legal.

En síntesis, la ley 20744 al derogar la ley 11729 reflotó el instituto de que se trata, pero modificó los
requisitos necesarios para su admisibilidad, al suprimir aquella exigencia polémica que implicaba
reunir las "condiciones" de la ley previsional para la admisibilidad del derecho a la pensión, y
establecer que el crédito es procedente, reitero, "...mediante la sola acreditación del vínculo en el
orden y prelación...".

El artículo 269 de la ley 20744 (hoy 248 del texto ordenado) modificó esta situación, y nada hace
pensar que tal cosa haya ocurrido por inadvertencia. Ante todo suprimió, en un texto que comienza
igual que su antecedente, la mención de las condiciones fijadas por la ley previsional, y en su
reemplazo insertó la aclaración "mediante la sola acreditación del vínculo". Como el sistema anterior
requería la prueba de otros hechos adicionales (edad, incapacidad, etc.), el nuevo texto indica -a mi
juicio- que el legislador ha elegido prescindir de tales exigencias y otorgar el beneficio a quien
acredite el vínculo mejor situado dentro del orden de prelación fijado en la ley 18037, con
independencia de las demás circunstancias.

RESUELVE:

Fijar la siguiente doctrina:

"En caso de muerte del trabajador las personas enumeradas en el artículo 38 de la ley 18037 (t.o.
1976), tienen derecho a percibir la indemnización prevista en el artículo 248, LCT, con la sola
acreditación del vínculo y el orden y prelación, sin el cumplimiento de las demás condiciones
establecidas para obtener el derecho a pensión por la misma norma".

Vilela - Pacilio - Moreno - Bermúdez - González - Rodríguez - Guibourg - Lasarte - Eiras - Moroni -
Perugini - Corach - Vaccari - Morell - Lescano - Fernández Madrid - Morando - Capón Filas - Boutigue -
Bergna - López - Pigretti - Arcal - Billoch - Álvarez

Así también, considero que cabe modificar el fallo de grado en cuanto condenó a la demandada a la
entrega de los certificados previstos en el artículo 80 L.C.T. Ello es así por cuanto, se advierte una
clara contradicción entre los argumentos expuestos por la sentenciante a quo en tanto que el fallo
que cita en su decisorio (v. fs. 251vta, primer párrafo) como fundamento desestimatorio para la
sanción prevista en el artículo 45 de la ley Nº 25.345 considera que “los derechohabientes carecen de
legitimación para exigir los certificados reconocidos al trabajador”. Sin embargo, a renglón seguido
condenó a la empleadora a la entrega de los certificados previstos en el mencionado artículo 80
L.C.T.

Aun así, carece de interés la hija del causante -al presente mayor de edad- para solicitar dichos
certificados, en tanto que el “certificado de trabajo” previsto en dicha norma le sirve al trabajador
para conseguirse otro empleo, mientras que el segundo se utiliza para gestionar un reconocimiento
de servicios o la obtención de un beneficio previsional que queda archivado en las oficinas de la
ANSES” (v. entre tantas otras, S.D. Nº 90.947, 21/11/2005, “González, Claudia Roxana c/ Cargos SRL
s/ Certificados de Trabajo”, S.D. Nº 95.314 del 18/4/2011, “Velázquez, María Luisa c/Confecciones
Manuquin S.A. y otro”; í. S.D. 95.810 del 13/10/2011, “Monzón César Jeremías c/ Callobre S.A.”; S.D.
Nº 97.447, 31/10/2013, “Berte María Sandra c/ Leguisamon, Héctor Eduardo s/ despido”) extremos
estos que ninguna relación guardan con la hija del causante.

Por todo lo expuesto, propongo dejar sin efecto la condena de hacer entrega de los certificados
previstos en el artículo 80 L.C.T.

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