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DERECHO CIVIL I
Parte General y Derecho de la persona
TEMA 1
El núcleo central del Derecho civil viene representado por la persona en sí misma considerada,
en su dimensión familiar y en sus relaciones patrimoniales.
El Código Civil español, con una estructura acusadamente tributaria del francés, regula las
siguientes materias:
Las situaciones típicas que pueden configurarse como contenido de diversas formas históricas
del Derecho civil han sido tradicionalmente individualizadas en la persona, la familia y el
patrimonio:
EL CÓDIGO CIVIL
Tras la restauración canonista, en enero de 1880, el Ministro de Justicia, Álvarez Bugall, insta a
la Comisión de Códigos a que en el plazo de un año, sobre la base del Proyecto de 1851,
redactado el Código, propugnando una transición con los países del Derecho foral que
permitiese salir del impasse e incorporando al efecto juristas de los territorios forales.
Al mes siguiente, el nuevo Ministro de Justicia del gobierno liberal presidido por Sagasta,
Manuel Alonso Martínez, trata de impulsar la idea codificadora, recurriendo a la idea de la Ley
de Bases, se presentaría a las Cámaras legislativas una ley en la que se contuvieran los
principios y fundamentos a desarrollar en el Código Civil, mientras que la redacción del texto
articulado quedará encomendada a los organismos técnicos.
Alonso Martinez es rechazado y el siguiente Ministro de Justicia, Silvela, con ligeros retoques
volvió a insistir en la idea de la Ley de bases en el 1885, que fue aprobada definitivamente el
11 de mayo de 1888, siendo Álvarez Martinez Ministro de Justicia de nuevo.
Siguiendo las bases establecidas por dicha ley, la Comisión de Códigos llevó a cabo su misión
de redactar el texto articulado, publicado finalmente en la Gaceta (hoy BOE) de 25, 26 y 27 de
julio de 1889.
Desde su publicación, el texto articulado del Código Civil ha sido objeto de numerosas
reformas, aunque la mayor parte del mismo ha resistido bien el paso del tiempo y sigue fiel a
los textos originarios.
Entre las reformas habidas, las fundamentales y más profundas son las debidas a la necesidad
de adecuar el contenido de la Constitución española de 1978 (democrática). Partiendo ésta de
la igualdad entre hombre y mujer y de los hijos matrimoniales y extramatrimoniales en las
Leyes: 11/1981, 30/1981 y 11/1990.
También cabe destacar la Ley del 17 de marzo de 1973, desarrollada articuladamente por el
Decreto de 31 de mayo de 1974, en cuya virtud se dio nueva redacción al Título preliminar del
Código Civil.
LA CUESTIÓN FORAL
TEMA 2
El carácter propio de las normas jurídicas viene dado por su carácter de obligatoriedad y por su
nota de coercibilidad, característica de las normas jurídicas.
1. No es necesario que exista una disposición o un texto normativo concreto para que
pueda hablarse de norma jurídica; las costumbres no son normas jurídicas vinculantes
para el conjunto de la comunidad y normalmente no están recogidas en texto alguno.
2. Las disposiciones normativas escritas no son todas ellas portadoras de una norma
jurídica, sino que, al contrario, requieren comúnmente la combinación de varias para
delimitar el mandato jurídico que merece la calificación de norma.
Una disposición jurídica completa es portadora de una norma jurídica propiamente dicha,
mientras que las disposiciones jurídicas incompletas requerirían ser combinadas con otras del
mismo carácter o con disposiciones completas a las que estén referidas.
a) Las disposiciones que tienen como finalidad aclarar o desenvolver conceptos o ideas
fijadas en otras normas jurídicas.
b) Las disposiciones que se limitan a reenviar o remitir a una normativa ya existente.
c) Las disposiciones que se limitan a concretar la aplicación y eficacia, en determinados
casos, de una verdadera norma.
Una norma jurídica requiere que la disposición o texto a considerar contenga un mandato
relativo a un conflicto de intereses que, por su trascendencia social, merezca la contemplación
del Derecho.
La norma jurídica precisa de una realidad social a regular y un mandato o precepto referido a
dicha realidad. Ambos elementos son formulados en la norma con carácter general y abstracto
y suelen ser identificados por la doctrina jurídica con los nombres de supuesto de hecho y
consecuencia jurídica.
Denominase supuesto de hecho a las diversas situaciones fácticas a que están dirigidas las
normas. Lo mismo puede tratarse de un acto humano que de hechos naturales, así como
cualesquiera otras situaciones o circunstancias sociales que, por su generalizada existencia,
aconsejen ser regulados.
Las reglas jurídicas son fundamentalmente reglas de carácter perceptivo que contienen
siempre una valoración del conflicto de intereses que tienden a resolver, así como la atribución
de derechos o imposición de obligaciones que comportan.
La generalidad significa que la norma no está dirigida a una persona concreta sino a la una
serie de personas o a la colectividad toda.
El Derecho especial lo componen normas o sectores normativos que tienen por objeto la
regulación de materias o relaciones jurídicas determinadas y concretas que están dirigidas
hacia un sector determinado de los destinatarios potenciales de las normas (ciudadanos), que
no vienen considerados como personas en sí mismas , sino como integrantes de ciertos
colectivos que están sometidos a un régimen jurídico propio, que se considera especial; a los
comerciantes y empresarios se les aplicará el Derecho mercantil, a los trabajadores por cuenta
ajena el Derecho laboral.
Frente a ello, el sector normativo que constituye el tronco común del Derecho y que regula las
relaciones entre personas sin ulteriores calificativos, se denomina Derecho común, para
resaltar que el mismo tiene una mayor generalidad.
En nuestro Ordenamiento, la función del Derecho común viene desempeñada por el Derecho
civil y en particular por el Código Civil, cuyo art. 4.3 dispone que “las disposiciones de este
Código se aplicarán como supletorias en las materias regidas por otras leyes”.
Las normas jurídicas normalmente son de aplicación en todo el territorio de una comunidad
política dada. No obstante, dicha regla encuentra excepciones de bastante trascendencia, por
ejemplo, la existencia de Estados federales, en los cuales los entes federados cuentan con
legislación propia (Länder alemanes, cantones suizos, estados de Estados Unidos).
En cuanto instrumento ordenador de las relaciones sociales, el Derecho y las normas jurídicas
que lo integran se caracterizan generalmente por su imperatividad: el mandato contenido en
la norma.
Las normas dispositivas son mandatos normativos reguladores de supuestos de hecho que
pueden ser sustituidos por las personas interesadas ene ellos por reglas diversas. En tal caso, la
norma jurídica desempeña una función supletoria de la propia capacidad de autorregulación
del problema reconocido por el Ordenamiento jurídico a los particulares (autonomía privada).
Hablando en términos muy generales, el Derecho civil está compuesto fundamentalmente por
normas dispositivas. Por el contrario, el Derecho público desconoce prácticamente la
capacidad de autorregulación por los particulares.
Según dispone el art 1.1 del CC “las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la
costumbre y los principios generales del derecho”.
En dicho art se escalonan los medios de expresión de las normas jurídicas desde una
perspectiva formal, en cuanto vehículos portadores de éstas. Al mismo tiempo, se deduce que
existen instituciones o grupos sociales legitimados para crear normas jurídicas: las Cortes
Generales pueden dictar leyes, los miembros del pueblo pueden crear costumbres y usos
vinculantes para la colectividad.
El título preliminar del CC tiene valore constitucional, pero no cabe duda de que mayor valor
constitucional tiene el propio art 1.2 de la Constitución “la soberanía nacional reside en el
pueblo español, del que emanan los poderes del Estado”.
La ineludible necesidad de buscar consenso entre las diversas fuerzas políticas, de lograr
soluciones de compromiso, ha traído consigo la imprecisión y ambigüedad.
Pero hay también otro aspecto positivo que debe subrayarse, y es que permite que gobiernen-
respetando la Constitución- fuerzas políticas de diferente signo.
La reforma de la Constitución requiere un alto grado de consenso entre los parlamentarios que
representan al pueblo, como Diputados o Senadores, en las Cortes Generales:
a) Cualquier proyecto de reforma constitucional deberá ser aprobado por una mayoría de
tres quintos (60 por 100) de cada una de las cámaras, bastando, de otra parte, una
décima parte de los Diputados o Senadores para que el proyecto en su caso aprobado
haya de ser sometido a referéndum popular.
b) En caso de que la reforma afecte a toda la Constitución o una parte sustancial de la
misma, se exigen de forma cumulativa los siguientes requisitos:
1. Que se apruebe el proyecto por mayoría de dos tercios de Diputados y Senadores
y se proceda a disolver las Cortes y convocar nuevas elecciones generales.
2. Que las nuevas Cámaras aprueben el nuevo texto constitucional igualmente por
mayoría de dos tercios en cada una de ellas.
3. Convocatoria de referéndum para ratificación de un nuevo texto constitucional.
La constitución actual se ha de caracterizar ante todo como norma jurídica superior del
ordenamiento jurídico.
Es una norma superior, porque en ella se define el propio sistema de fuentes del Derecho y
porque se autoconfigura como Constitución rígida, autoconcediéndose una superlegalidad
formal y al mismo tiempo una superlegalidad material, de acuerdo con la cual todo el resto del
ordenamiento jurídico ha de adecuarse a la Constitución y a los principios y valores
constitucionales.
Así lo impone el art 9.1 integrado en el título preliminar “los ciudadanos y los poderes públicos
están sujetos a la Constitución y al resto del ordenamiento jurídico” y de otra parte, la
disposición derogatoria tercera: “quedan derogadas cuantas disposiciones se opongan a lo
establecido en esta Constitución”.
TEMA 3
LA ANALOGÍA
Dado que el propio sistema reconoce la existencia de las “lagunas de la ley”, el Ordenamiento
jurídico suministra al intérprete los instrumentos capaces de superar el vacío normativo
apreciado, este instrumento se conoce con el nombre de analogía. Analogía que básicamente
Dispone el art 4.1 del CCB que “procederá la aplicación analógica de las normas cuando éstas
no contemplen un supuesto específico, pero regulen otro semejante entre los que se aprecie
identidad de razón”.
Nos referimos a analogía legis queriéndose con ello indicar que un vacío normativo concreto
es rellenado acudiéndose a otra norma concreta y determinada, que da una solución
extensible al supuesto carente de regulación.
La iuris es una analogía técnica de aplicación de principios generales del Derecho, que
solamente se aplican en defecto de ley o costumbre; la legis es una técnica de aplicación de la
ley, que es la fuente de derecho primaria con un carácter general en nuestro ordenamiento.
Por eso, la analogía legis produce como resultado la extensión de la aplicación de las leyes,
antes de acudirse a las fuentes subsidiarias del Derecho.
Para que una norma determinada pueda ser aplicada analógicamente se precisa que haya
identidad de razón entre el supuesto contemplado por la norma y el supuesto que se quiere
solucionar. La expresión identidad de razón quiere significar que el criterio que inspira a la
norma que resuelve un caso concreto, sea adecuado y apto para solucionar el caso carente de
regulación.
Dice el art 4.2 del CC “no se aplicarán a supuestos ni en momentos distintos de los
comprendidos expresamente en ellas”. Estas restricciones al uso de la analogía requieren de
alguna precisión:
1. Normas temporales: si una norma se dicta para que afecte a los sucesos acaecidos en
un periodo concreto de tiempo, pasado tal periodo la norma deja de mantener su
vigencia, por lo que no resulta lógicamente aplicable.
2. Leyes penales: la vigencia de los principios de tipicidad y legalidad imponen que nadie
pueda ser sancionado por observar una conducta que la ley no haya tipificado como
delito o falta.
3. Normas excepcionales: se inferiría su contradicción con los criterios generales de la
priva o sus principios.
4. Normas prohibitivas, limitativas de la capacidad de la persona y las limitativas de los
derechos individuales.
Cuando se falla un conflicto sobre la base de la concepción o intuición de lo justo y bueno que
pueda tener el aplicador de Derecho, se dice que está fallando en equidad. Esto ocurre
cuando en vez de acudir a un juez, se designa un árbitro para que resuelva un conflicto sobre la
base de equidad: el llamado árbitro de equidad, en el cual el árbitro falla “según su saber y
entender”.
Esta posibilidad es excepcional en nuestro ordenamiento. Así dispone el art 3.2 del CC que “las
resoluciones de los Tribunales sólo podrán descansar de manera exclusiva en ella (la equidad)
cuando la ley expresamente lo permita”.
El art 3.2 del CC dispone que “la equidad habrá de ponderarse en la aplicación de las normas”.
En este caso, la equidad se emplea, no como criterio de integración del ordenamiento, sino
como instrumento en la aplicación del mismo, sirviendo para adaptar la generalidad y el rigor
de las normas jurídicas a las circunstancias del caso concreto.
Expresan los criterios de ordenación de la convivencia social, empleando para ello un conjunto
de palabras cuyo sentido ha de ser desenpeñado por el aplicador de Derecho. Esta tarea de
averiguación del sentido de las palabras que integran la norma, con la finalidad de aplicarla al
caso planteado, se denomina técnicamente interpretación.
Dispone el art 3 del CC en su párrafo 1º “las normas se interpretarán según el sentido propio
de sus palabras (literal), en relación con el contexto (sistemático), los antecedentes históricos y
legislativos (histórico) y la realidad social del tiempo en que han de ser aplicadas (sociológico),
atendiendo fundamentalmente al espíritu y finalidad (lógico) de ellas”.
LA ENTRADA EN VIGOR
Una vez publicada, la disposición normativa puede entrar en vigor de forma inmediata, el 1 de
enero del año siguiente, a los tres meses de su publicación, etc. En caso de que la fecha de
publicación no coincida con la entrada en vigor, la tradición impone hablar de vacatio legis,
para identificar el periodo temporal durante la cual la vigencia o vigor de la ley publicada se
encuentra en suspenso.
LA IGNORANCIA DE LA LEY
En primer término, las normas deben ser objeto de publicidad, como recoge el art 9.3 del CC.
Esta publicidad formal implica la teórica posibilidad de que cualquiera pueda tener acceso a la
norma en cuestión.
Por eso y sobre la base de esa publicidad formal, se establece la regla de efectividad del
ordenamiento y deber de cumplimiento de las normas, sea conocido o ignorado su contenido.
Este es el significado de la expresión contenida en el art 6.1 del CC cuando dice que “la
ignorancia de las leyes no excusa de su cumplimiento”, no vale alegar la ignorancia de una
norma, con la pretensión de quedar exonerado del deber de cumplirla.
El cumplimiento de las normas es obligado, sin que los ciudadanos puedan decidir a su
capricho si cumplen o no los mandatos normativos.
Sin embargo, el Art 6.2 del CC recoge que “la exclusión voluntaria de la ley aplicable sólo será
válida cuando no contraríe el interés o el orden público ni perjudique a terceros”.
Pues, junto a normas que se imponen absolutamente siempre con o contra la voluntad y
deseos de sus destinatarios, es frecuente que las normas autoricen a los propios interesados a
reglamentar las situaciones que les afecten privadamente, estableciendo un conjunto de reglas
particulares que traen su fuerza de la llamada autonomía de la voluntad de los particulares o
autonomía privada.
Cuando esto sucede, la regulación contenida en la norma jurídica solamente entre en juego en
defecto o por ausencia de la regulación convencional por parte de los interesados. Cuando eso
ocurre se está ante un caso de exclusión voluntaria a la ley aplicable. Por ejemplo, es regla
contenida en la ley que el préstamo de dinero no produce intereses, pero la propia disposición
legal autoriza la posibilidad de pacto expreso en contrario.
Las condiciones y requisitos a que se refiere el art 6.2 para que sea posible la exclusión
voluntaria de la ley aplicable, sobran, pues esa posibilidad depende de la naturaleza o carácter
dispositivo o no que una determinada norma pueda tener. El propio legislador atenderá a tales
condiciones y, en caso de que estén en juego los legítimos intereses de terceros, o el orden
público, diseñará la norma como imperativa, o al menos, ofrecerá las claves necesarias para
que así pueda ser interpretada.
El art 6.3 contempla la modalidad más sencilla de la infracción de las normas: la realización de
actos contrarios a lo dispuesto en ellas. Así la observancia de una conducta, un acto aislado o
un comportamiento omisivo que vaya en contra de lo dispuesto por una norma, constituye
infracción del Ordenamiento y producirá las oportunas consecuencias de toda índole.
TEMA 4
LA RELACIÓN JURÍDICA
Consiste en “cualquier tipo de relación entre seres humanos que se encuentra regulada por el
derecho o que, sin estarlo, produce consecuencias jurídicas. Éstas se clasifican en:
EL DERECHO SUBJETIVO
Ese poder que el Ordenamiento otorga o reconoce a los particulares para que satisfagan sus
propios intereses, se conoce técnicamente con el nombre de derecho subjetivo.
LAS FACULTADES
La idea de derecho subjetivo constituye un concepto unitario que, dentro del poder concreto
que otorga, se encuentra compuesto de una serie de posibilidades de actuación que, son
susceptibles de distinción y de utilización separada por su titular. A tales posibilidades de
actuación, derivadas de un derecho subjetivo, se les conoce técnicamente con el nombre de
facultades.
Por tanto, las facultades son de menor amplitud objetiva que el derecho subjetivo en el que se
integran y, generalmente, se han de considerar dependientes de la vida o dinámica del propio
derecho subjetivo matriz. La mayor parte de las facultades pueden desgajarse o
independizarse del derecho subjetivo matriz una vez constituido y generar un nuevo derecho
subjetivo derivado que tendrá un menor alcance o un contenido menor.
LAS POTESTADES
Ejercitar un derecho es hacer uso del poder que comporta. Luego en función del derecho que
se trate, así serán los actos del ejercicio que le correspondan.
Ahora bien, no es preciso que sea el propio titular quien ejercite sus derechos subjetivos. Cabe,
por el contrario, que los derechos de una persona sean ejercitados materialmente por otra.
Esto ocurre, necesariamente cuando el titular es incapaz de ejercitar sus derechos, por
ejemplo, por no haber alcanzado todavía la mayoría de edad. Cuando tal sucede, el
ordenamiento jurídico establece que los derechos del incapaz sean ejercitados, en interés del
incapaz, por sus representantes legales.
El ejercicio de los derechos subjetivos debe llevarse a cabo de forma razonable y adecuada a la
propia función desempeñada por cada uno de los derechos en la cotidiana convivencia social,
sin extralimitaciones privadas de sentido o presididas por la idea de ruptura de una
convivencia razonable.
Dicha contemplación de las cosas, tampoco es extraño que se vea perturbada por quienes se
extralimitan en el ejercicio de sus derechos, atentando contra los demás o contra los intereses
generales.
Ante ello, es necesario que el legislador cuente con mecanismos restauradores del ejercicio
razonable de los derechos que permitan la ordenada convivencia social y, en su caso, la
jerarquización de los intereses jurídicamente protegidos.
Bajo semejante expresión se agrupan las consecuencias relativas al ejercicio de los derechos
nacidas a causa de la concurrencia de diversos derechos recayentes sobre un mismo objeto o
que despliegan su eficacia en un ámbito que puede verse afectado por diversos derechos
contrastantes entre sí.
- LA COLISIÓN DE DERECHOS
En la pugna entre intereses generales y de carácter privado habrán de primar aquellos. Por
ello, supongamos, la propiedad privada cede frente la expropiación forzosa.
En el supuesto de que exista oposición entre derechos patrimoniales prevalecerán, según los
casos, los de mayor antigüedad en su constitución.
En definitiva, el Ordenamiento jurídico exige que los derechos subjetivos sean ejercitados
conforme a su propia función y significado, vetando su ejercicio de manera desorbitada o
contraria a los parámetros de conducta socialmente asumidos.
LA BUENA FÉ
El primer párrafo del art 7 dispone que “los derechos deberán ejercitarse conforme a las
exigencias de la buena fe”, es decir, que los derechos que se ostentan deban materializarse de
conformidad con el modelo de conducta que socialmente es considerado honesto y adecuado.
La alegación de la doctrina de los propios actos requiere que el sujeto pasivo demuestre que,
en relación con él mismo, el sujeto activo del derecho subjetivo haya desplegado con
anterioridad una conducta que, interpretada de buena fe, demuestra la contradicción o
incompatibilidad de la nueva postura del titular del derecho subjetivo; circunstancia que
destruye la confianza que para el sujeto pasivo comportaba la conducta anterior del sujeto
activo. Por tanto, dicha ruptura de la confianza ha de considerarse contraria a la buena fe, en
cuanto el titular de derecho subjetivo no puede actuar a su antojo y por mero capricho,
jugando con las expectativas de las personas que con él se relacionan.
Conforme a lo establecido en el CC, los presupuestos de aplicación del abuso del derecho son
básicamente los dos siguientes:
TEMA 5
La precisión del periodo temporal durante el cual puedan ejercitarse las facultades que
poseen, varía de acuerdo con la naturaleza del derecho de que se trate, con el acto concreto
de ejercicio que se pretenda efectuar, etc.
Quien ostenta un derecho subjetivo tiene el poder de imponer su decisión sobre otra u otras
personas, que se verán afectados como consecuencia del ejercicio de aquel derecho, de forma
temporalmente limitada.
1. Siempre que no se establezca otra cosa, en los plazos señalados por días, a contar de
uno determinado, quedará éste excluido del cómputo, el cual deberá empezar el día
siguiente, y si los plazos estuvieran fijados por meses o años, se comportaría de fecha
en fecha. Cuando en el mes de vencimiento no hubiera equivalente al inicial del
cómputo, se entenderá que el plazo expira el último mes.
2. En el cómputo civil de los plazos no se excluyen los días inhábiles.
Prescripción extintiva, cuando el transcurso del tiempo acarrea la pérdida o decadencia del
ejercicio de los derechos por su titular.
Prescripción adquisitiva, cuando el transcurso del tiempo, junto con una situación de
apariencia jurídica, provoca el nacimiento o consolidación de un derecho a favor de una
persona.
PRESUPUESTOS DE LA PRESCRIPCIÓN
Art 1.969- el cómputo del plazo prescriptivo establecido en cada caso se inicia desde el
momento en que el derecho pudo haber sido ejercitado, salvo que se disponga otra cosa
diferente.
1.971- la prescripción de las obligaciones determinadas por sentencia judicial, a partir del
momento en el que ésta sea firme.
Desde el prisma del sujeto obligado, la consecuencia básica de la prescripción radica en que
esta le produce un beneficio, derivado de la inactividad del titular del derecho subjetivo.
Por tal motivo, la ley considera que ese beneficio para el sujeto pasivo debe ser dejado en
manos del propio interesado y le exige que tenga una conducta diligente que, al menos, debe
consistir en la alegación de la prescripción frente al titular del derecho en el caso de que éste
finalmente opte por ejercitar su derecho.
Por esos mismos motivos, la ley autoriza la renuncia de la prescripción una vez que ha vencido
el plazo de la misma, de conformidad con las reglas generales ya estudiadas sobre la renuncia
de derechos.
1.962- los derechos reales sobre bienes muebles prescriben a los 6 años.
1.963- los derechos reales sobre bienes inmuebles prescriben a los 30 años, salvo la acción
hipotecaria, que prescribe a los 20 años.
1.964- los derechos de crédito o personales cuentan con el plazo general de 15 años.
Una vez transcurrido el plazo marcado, sin posibilidad alguna de suspensión o interrupción, el
de que se trate no podrá ya ser ejercitado por su titular.
TEMA 6
LA PERSONALIDAD
Capacidad jurídica, significa tener la aptitud o idoneidad necesarias para ser titular de
derechos y/o obligaciones.
Capacidad de obrar, implica la posibilidad, aptitud o idoneidad de una persona para ejercitar o
poner en práctica los derechos y obligaciones que le sean importables o referibles.
ESTADO CIVIL
Los estados civiles son situaciones permanentes o cualidades de la persona que predeterminan
la capacidad de obrar de ésta. Señalamos los siguientes:
1. El matrimonio y la filiación
2. La edad de una doble perspectiva: la mayor edad porque otorga plena capacidad de
obrar y la menor edad, cuya conclusión es la contraria.
3. La incapacitación judicialmente declarada, pues priva de capacidad a quien la sufre.
4. La nacionalidad y la vecindad civil, como determinante de derechos y deberes de
personas.
Entre los escasos procesos especiales que la nueva LEC ha considerado oportuno mantener,
regula el Título I del Libro IV “los procesos sobre capacidad, filiación, matrimonio y menores”, a
lo largo de los artículos 748 a 781, ambos inclusive.
Art 10.2 Real Decreto 2070/1999 “La muerte del individuo podrá certificarse tras la
confirmación del cese irreversible de las funciones cardiorrespiratorias o del cese irreversible
de las funciones encefálicas. Será registrada como hora de muerte del fallecimiento del
paciente la hora en el que se completó el diagnostico de la muerte”
LA CONMORIENCIA
Cuando fallecen simultáneamente dos o más personas que tuvieran recíprocamente derecho a
heredar de los otros. Se solucionó el tema recurriendo a una serie de presunciones, basadas en
la fortaleza física de los conmorientes, de forma que:
Ley Orgánica 1/1982 art 4- “aunque la muerte del sujeto del derecho extingue los derechos de
la personalidad, la memoria de aquel constituye una prolongación de ésta última que debe
también ser tutelada por el Derecho”- faculta para ejercer las acciones de protección civil del
honor, la intimidad o la imagen a los herederos o parientes de las personas fallecidas
previamente.
LEC2000 “para los derechos fundamentales del primer bloque aludido, aquellos que se refieren
a bienes jurídicos del ámbito vital extrajudicial, la presente ley establece que los procesos
correspondientes se sustancien por un cauce procedimental, de tramitación preferente, más
rápido que el establecido por la Ley de la Protección Jurisdiccional de los Derechos
Fundamentales de 1978: el de los juicios ordinarios con demanda y contestación por escrito,
seguidos de vista y sentencia”.
EL DERECHO A LA VIDA
LAS LIBERTADES
Art 9 CE “corresponde a los poderes públicos promover las condiciones para que la libertad y la
igualdad del individuo y de los grupos en que se integran sea reales y efectivos; remover los
obstáculos que impidan o dificulten su plenitud y facilitar la participación de todos los
ciudadanos en la política económica, cultural y social”.
Art 15 CE, considera el derecho que tenemos todos a la integridad moral, al reconocimiento de
la propia dignidad y al respeto y consideración por parte de los demás miembros de la
comunidad.
Art 18.1 CE, “se garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar a la propia
imagen”,
La Ley Orgánica del derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen se
encarga de subrayar que las ideas del honor, la intimidad y la imagen son contingentes y
variables. Art 2 “la protección civil del honor, de la intimidad y de la propia imagen quedará
delimitada por las leyes y por los usos sociales, atendiendo al ámbito que, por sus propios
actos, mantenga cada persona reservado pata sí misma y su familia”.
El derecho a la propia imagen, significa propiamente hablando que para hacer pública la
representación grafica de cualquier persona es necesario contar con su autorización.
El propio legislador ha procurado prestar particular atención a la enumeración de los actos que
puedan considerarse atentativos contra tales derechos se denominan en la Ley Orgánica del
Derecho al Honor, a la Intimidad Personal y a la Propia Imagen, intromisiones legítimas y se
encuentran relacionadas en el extenso art 7.
TEMA 7
LA MINORIA DE EDAD
Tradicionalmente el menor de edad era total y absolutamente incapaz para realizar actos con
eficacia jurídica.
La ley 11/1981 modificó los preceptos del CC relativos al menor, reconociéndole una cierta
capacidad, aunque limitada, el Derecho positivo ha acabado por reconocer que la adquisición
de la capacidad de obrar es gradual y paulatina.
1. El menor puede realizar por si mismo determinados actos, de acuerdo con las leyes y
sus condiciones de madurez.
2. El menor que haya cumplido 16 años podrá administrar por si mismo los bienes que
haya adquirido por su trabajo o industria.
3. Los padres no podrán disponer de los derechos de los que sean titulares los hijos, ni de
sus muebles inmuebles, salvo que cuenten con el consentimiento del menor que haya
cumplido 16 años o con autorización judicial.
4. Es necesario el consentimiento del menor que haya cumplido 16 años cuando sus
padres pretendan emanciparlo.
LA EMANCIPACIÓN
CLASES DE EMANCIPACIÓN
3. Emancipación por matrimonio: según establece el art 316 “el matrimonio produce de
derecho la emancipación” sin necesidad de la concurrencia de requisito
complementario. “Quien por el matrimonio constituye una nueva familia, no ha de
seguir sujeto a otra autoridad familiar”.
4. Emancipación por vida independiente: dispone el art 319 que “se reputará para todos
los efectos como emancipado al hijo mayor de 16 años que con el consentimiento de
sus padres viviere independientemente de éstos. Los padres podrán revocar este
consentimiento”.
Ley 20/2011 art 70.4 “la emancipación tácita o por vida independiente podrá
inscribirse mediante la acreditación documental de la situación de independencia y el
consentimiento de quienes ejercen la patria potestad. La concesión de la
emancipación y emancipación por vía independiente, así como el beneficio de la
mayor edad, no producirán efectos frente a terceros mientras no se inscriban en el
Registro Civil”.
EFECTOS DE LA EMANCIPACIÓN
“Para que el casado menor de edad pueda enajenar o grabar bienes inmuebles,
establecimientos mercantiles u objetos de extraordinario valor que sean comunes, basta si es
mayor el otro cónyuge, el consentimiento de los dos; si también es menor, se necesitará,
además, el de los padres de uno y otro”
El emancipado tiene capacidad plena para regir su persona como si fuera mayor (art 323 pr.)
Privar de la capacidad de obra a una persona que goza de ella es una labor encomendada
exclusivamente a la autoridad judicial: sólo el Juez tras el correspondiente proceso y mediante
sentencia, en virtud de las causas establecidas en el art 200 y podrá declarar incapaz a una
persona (art 199). LEC 2000
A partir de su entrada en vigor, la LEC 2000 ha considerado oportuno derogar el art 211 del CC
e integrar dentro de su propia regulación el internamiento no voluntario por razón de
trastorno psíquico. Art 763:
LA PRODIGALIDAD
760.3 LEC-2000 “la sentencia que declare la prodigalidad determinará los actos que el pródigo
no puede realizar sin el consentimiento de la persona que debe asistirle”.
TEMA 8
LA AUSENCIA
Se denomina ausente a quien, además de encontrarse fuera del lugar en el que habitualmente
desarrolla su vida ordinaria, ha desaparecido sin dejar noticias o sin comunicarse con sus
allegados y familiares.
A tal efecto, nuestro Código establece una serie escalonada de medidas que, comenzando por
una representación interina y provisional de los intereses del ausente, puede concluir incluso
con la declaración de fallecimiento del desaparecido, a partir de la cual el ausente debe ser
considerado oficialmente muerto.
La ley 4/2000 acortó los plazos establecidos en la regulación anterior del Código para llevar a
efecto la declaración del fallecimiento, tratando de evitar sobre y ante todo las consecuencias
perniciosas por las familias de los pescadores muertos en la mar.
A partir del año de desaparición o de las últimas noticias, deberían verse sustituidas por las
correspondientes a la situación de ausencia legal.
El nombramiento del defensor no requiere que haya transcurrido plazo alguno desde la
desaparición y carencia de noticias de cualquier persona, basta con la incógnita.
Ha de ser nombrado por el Juez mediante auto “a instancia de parte interesada o del
Ministerio Fiscal”, tras haber seguido el oportuno procedimiento de jurisdicción voluntaria. El
auto de nombramiento debe inscribirse en el Registro Civil.
Según el art 181, el defensor nato del desaparecido será su cónyuge, siempre que sea mayor
de edad y que no haya habido separación legal.
En caso de falta o inexistencia de cónyuge, habrá de ser nombrado defensor “el pariente más
próximo hasta el cuarto grado, también mayor de edad”. Si no existiera ninguno de los
familiares considerados, dispone el art 181 que “el Juez nombrará persona solvente y de
buenos antecedentes, previa audiencia del Ministerio Fiscal”.
Las funciones del defensor deben entenderse limitadas al amparo y representación del
desaparecido “en juicio de los negocios que no admitan demora sin perjuicio grave” (art 181.1)
Asume funciones puramente cautelares y legalmente muy delimitadas.
Se formaliza a través de un auto judicial y, en todo caso, requiere verse precedida de una
especial publicidad del expediente. Dispone el art 2.083.3 de la LEC que “es requisito
indispensable la publicidad de la incoación del expediente mediante dos edictos que con
intervalo de tiempo de 15 días se publicarán en el BOE, en un periódico de gran circulación de
Madrid y en otro de la capital de provincia en la que el ausente hubiere tenido su última
residencia, o en su defecto, su último domicilio. Además se anunciará por la Radio Nacional
dos veces y con el mismo intervalo de 15 días”.
“Cualquier persona que racionalmente estime tener sobre los bienes del desaparecido algún
derecho ejercitable en vida del mismo o dependiente de su muerte” al tiempo que el
Ministerio Fiscal y los familiares quedan obligados a promoverla.
Las personas obligadas a instar la declaración de ausencia legal son: 1. El cónyuge del ausente
no separado legalmente 2. Los parientes consanguíneos hasta el cuarto grado 3. El Ministerio
Fiscal, de oficio o a virtud de denuncia.
Art 189 “el cónyuge del ausente tendrá derecho a la separación de bienes”. Cualquiera que sea
el régimen económico del matrimonio, en caso de declaración de ausencia legal, el
denominado cónyuge presente tendrá derecho a solicitar al Juez, la sustitución de dicho
régimen por el de separación.
Indica el art 2.039.1 de la LEC que “en el auto de declaración legal de ausencia, el Juzgado
nombrará el representante del ausente con arreglo a lo dispuesto en el art 184 del CC”.
Conforme a los art 184 y siguientes del CC, el representante del ausente puede pertenecer a
dos grupos de representantes diferentes: los legítimos y los dativos
a) Representantes legítimos
- El cónyuge presente mayor de edad no separado legalmente o de hecho
- Cualquiera de los hijos mayores de edad siendo preferidos los que convivían con el
ausente y, en caso de ser varios, el mayor de ellos.
- El ascendiente más próximo de menor edad, con independencia de que pertenezca a
la línea paterna y materna.
- Los hermanos mayores de edad que hayan convivido familiarmente con el ausente,
con preferencia del mayor de entre ellos.
b) El representante dativo
En caso de inexistencia de los familiares reseñados, el art 184.2 faculta al Juez para designar, a
su prudente arbitrio, representante dativo del ausente a cualquier “persona solvente de
buenos antecedentes” y su nombramiento es de segundo orden, ante la eventualidad de que
los familiares más allegados al ausente no puedan desempeñar la representación de éste.
Art 184 “le corresponde la representación del declarado ausente, la pesquisa de su persona, la
protección y administración de sus bienes y el cumplimiento de sus obligaciones”
Las obligaciones básicas del representante del ausente, cualquiera que sea su condición,
consiste en inventariar y administrar correctamente los bienes que conforman el patrimonio
del ausente, obteniendo los rendimientos normativos de aquellos.
Art 186 califica de “poseedores temporales del patrimonio del ausente” únicamente a los
representantes legítimos, quienes tienen derecho a “hacer suyos los productos líquidos” del
patrimonio del ausente en la cuantía que el Juez señale. Así pues, los representantes legítimos
reciben una retribución que depende de sus propias aptitudes y capacidad técnica para
administrar el patrimonio del ausente, que sigue perteneciendo a éste en exclusiva,
LA DECLARACIÓN DE FALLECIMIENTO
Supone una presunción, no excluye la reaparición del declarado fallecido, pero mientras tal no
ocurra se le considera muerto.
REQUISITOS REQUERIDOS
Los requisitos establecidos se identifican con el transcurso de ciertos periodos temporales que
permiten fundadamente presumir la muerte del ausente. La declaración de fallecimiento se
caracteriza por requerir una especial publicidad del expediente. La Ley 4/2000 establece:
Los plazos indicados se computarán desde la expiración del año natural en que se tuvieron las
ultimas noticias o en su defecto del año en el que ocurrió la desaparición, tal y como se recoge
en el art 193 CC.
La declaración de fallecimiento dará lugar a la herencia del fallecido (art 196.1), salvo algunas
excepciones, consecuencia de la posibilidad de “reaparición del fallecido”, tiene una clara
función cautelar y principalmente se concretan en:
TEMA 9
NACIONALIDAD
Preámbulo de la Ley 18/1990 expresa que “las normas que regulan la nacionalidad son, para
cada Estado, de una importancia capital, pues delimitan el elemento personal insustituible de
aquél. Este carácter fundamental de normas exige la claridad y coherencia de criterios, de tal
forma que la Administración pueda saber en todo momento quiénes son sus ciudadanos”
Las situaciones de apatridia, en las que se encontrarían todas aquellas personas que no tienen
nacionalidad alguna, son consideradas por nuestro CC, y a ellas les será de aplicación, como ley
personal, la ley del lugar de su residencia habitual.
REGULACIÓN NORMATIVA
Los referidos artículos del CC han tenido cinco redacciones distintas, pues la nacionalidad ha
sido objeto de modificación legislativa recurrente y sucesiva.
La atribución de la nacionalidad realizada por el art 17 a, funciona con independencia del lugar
de nacimiento. Igualmente es aplicable incluso en el caso de que la nacionalidad española del
progenitor o progenitores se encuentre en estado latente o de suspenso. Asimismo es
indiferente que la filiación sea matrimonial o extramatrimonial.
Atendiendo a este criterio, los supuestos que originan la atribución de nacionalidad española
de origen son los siguientes:
1. El nacimiento en España del hijo de padres extranjeros si, al menos uno de ellos
hubiere nacido también en nuestro territorio nacional. Dicha norma pretende evitar la
continuación de estirpes familiares conectadas a España que tengan atribuida otra
nacionalidad.
LA NACIONALIDAD DERIVATIVA
LA OPCIÓN
Con un plazo de dos años a contar desde el momento en que se da el supuesto de hecho
propio de la adquisición de la nacionalidad española por opción.
Los plazos legalmente previstos para el ejercicio de la opción son naturalmente de caducidad.
Por tanto, una vez transcurridos, el eventual optante pierde todo derecho a utilizar dicha vía
de adquisición derivativa de la nacionalidad española.
LA CARTA DE NATURALEZA
Art 21 1º párrafo “la nacionalidad española se adquiere por carta de naturaleza, otorgada
discrecionalmente mediante Real Decreto, cuando en el interesado concurran circunstancias
excepcionales”
La llamada carta de naturaleza puede identificarse como una forma especial y privilegiada de
otorgamiento de la nacionalidad española por el poder ejecutivo. Tales singularidades
consisten principalmente en las circunstancias excepcionales del interesado y en su
otorgamiento discrecional, pues, el Gobierno puede valorar libremente tales circunstancias
excepcionales y dispone de un amplio ámbito de decisión al respecto.
Art 18 de la Ley 52/2007, por la que se reconocen y amplían derechos y se establecen medidas
a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura.
Art 41 de la Ley 29/2011 de reconocimiento y protección integral a las víctimas del terrorismo,
bajo la rúbrica de la concesión de la nacionalidad, establece textualmente que “La condición
de víctima del terrorismo a que se refiere el art 4.1 de esta Ley se considerará como
a) Que el mayor de 14 años y capaz de prestar una declaración por si, jure o prometa
fidelidad al Rey y obediencia a la Constitución y a las Leyes.
b) Que la misma persona declare que renuncia a su anterior nacionalidad
c) Que la adquisición se inscriba en el Registro Civil español
Los requisitos considerados deben ser cumplidos por los interesados en la adquisición
derivativa de la nacionalidad española mediante la oportuna declaración del interesado ante el
Encargado del Registro Civil correspondiente y su concreción depende de la modalidad de
adquisición llevada a cabo:
LA VECINDAD CIVIL
Art 14.1 “la sujeción al Derecho civil común o al especial o foral se determina por la vecindad
civil”
En caso de igual vecindad, el criterio ius sanguinis deviene fundamental. En caso de que la
vecindad de los padres no sea coincidente, el criterio prioritario de atribución corresponderá al
lugar de nacimiento, y subsidiariamente entrará en juego la vecindad común. No obstante
ninguno de ambos criterios de atribución tendrá virtualidad alguna en el supuesto de que los
padres atribuyan a los hijos la vecindad civil de cualquiera de ellos.
Cualquier menor de edad que haya cumplido 14 años podrá optar por la vecindad civil del
lugar del nacimiento o por la última vecindad de cualquiera de sus padres. Por tanto, el ius soli
también puede desempeñar un papel de cierta relevancia en materia de vecindad.
En definitiva, los criterios de atribución de la vecindad civil son múltiples y, por tanto, pese a lo
premioso del tema, consideraciones de orden pedagógico imponen la necesidad de
considerarlos por separado y con un cierto detalle.
El primer criterio de atribución de la vecindad civil viene representado por el ius sanguinis.
Establece el art 14.2 que “tienen vecindad civil en territorio de derecho común, o en uno de los
de derecho especial o foral, los nacidos de padres que tengan tal vecindad”.
La vigente redacción del art 14 parte de la base de que existen una serie de criterios legales de
atribución de la vecindad civil al hijo por naturaleza o por adopción, pero al mismo tiempo,
faculta de una parte a los padres para que elijan la vecindad civil de los hijos, sin olvidar una
cierta continuidad de la vecindad civil de éstos
Art 14.3 “los padres, o el que de ellos ejerza o le haya sido atribuida la patria potestad, podrán
atribuir al hijo la vecindad civil de cualquiera de ellos en tanto no transcurran los seis meses
siguientes al nacimiento o la adopción”
El Encargado del Registro Civil debiera exigir la actuación conjunta y concorde de los padres en
la atribución al hijo de la vecindad civil de cualquiera de ellos, sea o no coincidente con la del
lugar de nacimiento.
En caso de falta de acuerdo entre los padres la decisión final la habría de adoptar el Juez.
El primer párrafo del art 14.3 determina que respecto de los padres con distinta vecindad civil,
los criterios de atribución de vecindad civil al hijo son “el lugar de nacimiento y, en último
término, la vecindad de derecho común”.
Ley 11/1990 “el matrimonio no altera la vecindad civil”. Según ello el matrimonio entre
españoles de diferente vecindad civil puede verse extraordinariamente complicado en
cuestiones de régimen económico patrimonial y hereditarias
En previsión de ello el vigente art 14.4 atribuye a cualquiera de los cónyuges la facultad de
optar, en cualquier momento de vigencia real del matrimonio, por la vecindad civil del otro,
permitiendo así una relativa unificación de las reglas civiles aplicables.
El último párrafo del art 14.3 permite a los hijos pronunciarse de forma personal acerca de la
vecindad civil que desean ostentar dentro de un amplio margen de decisión, pues pueden
optar tanto por la vecindad civil correspondiente al lugar de nacimiento, cuanto por la última
vecindad de cualquiera de sus padres.
El plazo de ejercicio de la opción comienza a cumplirse los 14 años y se extingue “un año
después de su emancipación”.
Ley 11/1990 art 14.5 “la vecindad civil se adquiere: 1º por residencia continuada durante dos
años, siempre que el interesado manifieste ser ésa su voluntad. 2º por residencia continuada
de 10 años, sin declaración en contrario durante ese plazo. Ambas declaraciones se harán
constar en el Registro Civil y no necesitan ser reiteradas”
EL DOMICILIO
El término domicilio tiene un acusado entronque con la vivienda de la persona, aunque por
extensión puede estar también referido a otras indicaciones del lugar de residencia habitual de
la persona.
El art 19 reconoce a los españoles el “derecho a elegir libremente su residencia y a circular por
el territorio nacional”
DOMICILIO LEGAL
Los supuestos de domicilio legal vendrían determinados por la fijación de un lugar como
domicilio de una persona por cualquier disposición legislativa, con independencia del lugar de
residencia efectiva de la persona en cuestión
instrumental dirigido a que las partes conozcan los actos procesales que sean de su interés, sin
que, por tanto, la fijación de un “domicilio procesal” pueda predeterminar el domicilio
propiamente dicho.
En el caso de que las partes actúen a través de Procurador, verdaderamente el domicilio de los
litigantes carece de relevancia alguna, pues su fijación únicamente tiene por objeto la emisión
y recepción de las correspondientes citaciones y notificaciones.
TEMA 10
EL REGISTRO CIVIL
Art 1.1 Ley del Registro Civil “en el Registro Civil se inscribirán los hechos concernientes al
estado civil de las personas y aquellos otros que determina la Ley”.
El 2º párrafo del art 1 de la LRC indica que constituyen objeto del RC los siguientes datos
relativos a las personas:
1. El nacimiento
2. La filiación
3. El nombre y apellidos
4. La emancipación y habilitación de edad
5. Las modificaciones judiciales de la capacidad de las personas o que éstas han sido
declaradas en concurso, quiebra o suspensión de pagos.
6. Las declaraciones de ausencia o fallecimiento
7. La nacionalidad y vecindad
8. La patria potestad, tutela y demás representaciones que señale la Ley
9. El matrimonio
10. La defunción
Asimismo, se inscribirán en todo caso los hechos ocurridos fuera de España cuando las
correspondientes inscripciones deban servir de base a inscripciones marginales exigidas por el
derecho español.
La sección primera se encuentra regulada en los art 40 y siguientes en la LRC. Desde el punto
de vista registral, la inscripción del nacimiento representa el punto medular de todo el sistema
registral, asumiendo el papel de inscripción central que proporciona información sobre las
restantes inscripciones de la persona.
Art 39 prevé que al margen de la inscripción de nacimiento se pondrá nota de referencia de las
isncripciones0 de matrimonio, representación y defunción del nacido.
La sección segunda tiene evidentemente por objeto la inscripción “del acto del matrimonio y
de la fecha, hora y lugar en que se contrae” (art 69) como anotaciones marginales a dicha
inscripción principal de matrimonio, la propia LRC considera las siguientes:
La sección tercera, tiene por objeto inscribir la muerte de la persona, con indicación de la hora,
fecha y lugar en que acontece. La inscripción del óbito se practica en virtud de la declaración
de quien tenga conocimiento de ella y particularmente de los parientes del difunto o de los
habitantes de su misma casa.
La sección cuarta se regula en los art 88 y siguientes de la LRC. La representación legal por
antonomasia es la ostentada por los padres respecto de los hijos menores que se encuentran
sometidos a la patria potestad.
El RC es único y depende con carácter general del Ministerio de Justicia, tal y como indica el art
9 de la LRC, cuya previsión normativa no puede considerarse afectada por la Constitución y el
reparto de competencias entre el Estado y las Comunidades Autónomas.
De acuerdo con el art 10 de la Ley, el RC está integrado por los Registros Municipales, los
Registros Consulares y el Registro Central.
REGISTROS MUNICIPALES: según el Reglamento del RC, en todo municipio debe existir
un Registro, en el que atendiendo al criterio territorial se inscribirán aquellos hechos
que en él acaezcan.