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Cultura

Entendemos por cultura a todas aquellas manifestaciones materiales, espirituales e ideológicas que representan a
una o varias personas y que las identifican como parte de un conjunto mayor de individuos. La cultura es una
creación del ser humano si tenemos en cuenta que los restantes seres vivos subsisten a partir de la utilización del
medio pero no de la creación del mismo. Así, si bien compartimos con ellos las funciones orgánicas que nos hacen
nacer, crecer, reproducirnos y morir, la cultura es un bien exclusivo del hombre que iguala a todos los individuos (ya
que todos podemos crearla) pero que al mismo tiempo nos hace diferentes entre unos y otros (porque cada uno
crea su propia cultura), aumentando la riqueza que el ser humano compone.

Nuestros patrones de conducta, sistemas de creencias, principios y formas de vida derivan de la cultura, que en
pocas palabras es la suma de todas las formas de arte, de amor y de pensamiento, que con el paso del tiempo han
permitido a los seres humanos ser más libres.

Las representaciones culturales como el arte, la literatura, el lenguaje y la religión, junto con los valores y creencias
de una comunidad, forman su esencia y se manifiestan a través del estilo de vida de quienes pertenecen a ella. Cada
cultura es especial, distinta y es esa diversidad lo que más nos enriquece.

Aculturación

El término aculturación es el que se utiliza normalmente para hacer referencia al proceso social mediante el cual una
persona, un grupo de individuos o una comunidad entera ve transformado su sistema cultural a partir de la
adquisición de nuevos elementos o valores culturales pertenecientes a otra comunidad. El proceso de aculturación
puede ser visto tanto como un fenómeno positivo como un fenómeno negativo en tanto que puede representar
la integración pero también la pérdida de identidad.

La aculturación fue entendida como un proceso social que significaba pérdida (entendiendo el prefijo “a” como
negativo) de la propia cultura para adquirir otra nueva, o más aún, otorgamiento de una cultura a comunidades que
carecían de ella. Tal cosa sucedió por ejemplo con respecto a los aborígenes americanos que perdieron su cultura
(algunos creen que era inexistente, aunque esto es imposible entendiendo por cultura las creaciones humanas) en
favor de la europea, impuesta en forma compulsiva.

También se entiende por aculturación el proceso individual por el cual alguien se va asimilando a otra cultura
diferente de la propia, perdiendo sus valores, creencias, costumbres, lengua, para absorber la cultura nueva,
espontánea o voluntariamente. Esto sucede en los casos de inmigración.

Diferencias entre transculturación y aculturación

Muchos han identificado aculturación con la transculturación, pero este último término implica el pasaje de una a
otra cultura, mientras que la aculturación, modernamente entendida, es el resultado del contacto entre culturas
distintas, ya sea que se haya producido en forma pacífica, como encuentro, o violenta, como choque, donde se van
perdiendo identidades, adquiriendo otras, y modificando otras tantas. El resultado es una cultura nueva, que
involucra por ende el proceso de transculturación, diferente a las involucradas, en la mayoría de los casos, con
predominio de alguna de ellas sobre la otra.

transculturación es un fenómeno que ocurre cuando un grupo social recibe y adopta las formas culturales que
provienen de otro grupo. La comunidad, por lo tanto, termina sustituyendo en mayor o menor medida sus propias
prácticas culturales.

El concepto fue desarrollado en el campo de la antropología. El antropólogo cubano Fernando Ortiz


Fernández (1881–1969) es señalado como el responsable de acuñar la noción en el marco de sus estudios sobre el
contacto cultural entre distintos grupos.
Además de todo lo expuesto tenemos que subrayar que este fenómeno de la transculturación se puede dividir en
distintos tipos. Así, está la colonización, la inmigración, el renacimiento o la recepción a distancia.

Características de la transculturación

En las ciencias sociales, la transculturación es un concepto que tiene como objetivo identificar y definir los
mecanismos y las tendencias históricas que influencian una determinada identidad cultural.

De esta forma, la transculturación se caracteriza por tres fases que pueden ser definidos como: aculturación,
desculturación y neoculturación.

La aculturación, como primera fase de la transculturación, se define como la adquisición de una cultura distinta y
nueva. La desculturación es el desarraigo o desprendimiento de la cultura precedente y, finalmente, la
neoculturación es la creación de nuevos fenómenos culturales.

La vergüenza étnica

es un término adoptado por sociólogos y antropólogos para denominar el comportamiento de algunas personas que
se sienten disminuidas por poseer o rasgos indígenas y africanos o por ser descendientes de estas dos razas.

Es muy común ver en Venezuela, en donde la gran mayoría de la población tiene un fenotipo con características
indígenas y negroides, a personas que les molesta ser identificadas con estos dos grupos. Más allá de esto, existen
muchos que aclaran tener un ancestro europeo, así sea un bisabuelo de un tatarabuelo, no importa, eso puede
servir según ellos para indicar “que no soy tan indio o no soy tan negro como cualquiera pueda pensar”.

El eurocentrismo

es una forma de etnocentrismo (colocar a una cultura como superior con respecto al resto). En el caso del
eurocentrismo la cultura que se considera superior es la europea, lo que se convirtió históricamente, en motivo de
dominio y sumisión sobre otras civilizaciones cuyos valores se tomaron como inferiores, y por ende no dignos de
respeto.

En el siglo XIX, siguiendo con la tradición iniciada en siglos precedentes, las potencias imperialistas europeas trataron
de imponer una escala de valores supuestamente superior a la de los pueblos sometidos. Entre estos últimos se
incluyeron algunos con culturas milenarias, como el indio y el chino.

Si bien esto acabó, aún sigue existiendo una tendencia a ver a Europa como la cuna de la civilización, y a sus valores
como ejemplos.

Dios

Dios es el ser supremo al que las religiones monoteístas consideran como creador del universo. Se trata de una
deidad a la que diversas religiones rinden culto y alaban. La palabra proviene del concepto latino deus y se escribe
con mayúscula inicial cuando se refiere a la mencionada idea de ser supremo para las religiones como
el cristianismo, el judaísmo y el Islam, entre otras.

Por lo general, Dios es considerado como omnipresente (está en todas partes), omnipotente (puede hacer todo)
y omnisciente (sabe todo). De acuerdo a la religión, recibe distintos nombres, como Alá (Islam) o Yahvé (judaísmo).
Las religiones que creen en un único dios son las monoteístas, opuestas a las politeístas.

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