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IU sigue apostando por acabar con la corrupción

Francisco Fernández. Responsable de Comunicación de IU Almuñécar

Hace un par de días me tomé unas cervezas con un buen amigo que simpatiza con los socialistas. Se preguntaba
en voz alta si había hecho bien su grupo, y de paso nosotros, en votar una alcaldesa del Partido Popular. No lo
tenía claro. Tenía problemas de conciencia. Le duraron media hora más o menos. Al acabar la conversación, y las
cervezas, estaba tan convencido de haber hecho lo correcto como lo estaban todos los militantes socialistas que en
mayo de 2011 votaron por abrumadora mayoría lo mismo que la gente de Izquierda Unida.

No hablaré de las cervezas ni de las tapas, pero sí creo de interés general desgranar, para desmemoriados, los
argumentos que aquella noche utilicé en la conversación.

No hemos sacado a Benavides del poder por haber dejado a IU sin local ni secretario de grupo. No hemos sacado
del poder a Benavides por tener los paseos levantados varios años arruinando al comercio de la zona. No hemos
sacado a Benavides del poder por haber despedido injustamente a cinco trabajadores municipales que cumplían su
labor con probada eficacia. No hemos sacado del poder a Benavides por el lamentable PGOU que tan caro nos
costó y que finalmente acabó en un cajón porque incumplía todas las normas superiores. No hemos sacado a
Benavides del poder por estafar a cientos de ciudadanos con unas cocheras en Velilla y San Cristóbal que tuvieron
que pagar al doble del precio inicial. No hemos sacado a Benavides del poder por reírse del pueblo yéndose de
fiesta una semana sí y otra también a costa del contribuyente. No hemos sacado a Benavides por el hecho de que
estuviera en la Fiesta de la Cerveza en Munich mientras los almuñequeros pasaban miedo ante la avalancha de
agua y lodo que anegó nuestro pueblo acabando con la vida de un vecino. En mayo de 2007, no sabíamos que
iban a pasar estas cosas que fueron noticia entre 2007 y 2011.

Y, sin embargo, en 2007 ya sabíamos que nuestro enemigo político era este señor. Hemos sacado a Benavides del
poder porque, ante todo, IU lucha contra la corrupción. No hay más que ver la pegatina que usó IU en 2007
cuando Iván se presentaba como candidato de nuestra organización. No hay más que ver lo que decía el programa
electoral de IU en 2007. No hay más que recordar qué dijo IU, toda IU, en mayo de 2007. Para muestra, está bien
recordar que el 30 de mayo de 2007, la prensa recogía un acuerdo unánime de nuestra organización según el cual
IU apoyaría a cualquier candidato a la alcaldía que no fuera Benavides. Y lo haría ‘sin pedir nada a cambio,
para restablecer la legalidad, la democracia, la transparencia y la libertad’.

Recordemos ese dato porque es de gran importancia para el debate: 2007. No hemos echado a Benavides del
poder por todas las barbaridades y tropelías que cometió en la legislatura del 2007 al 2011. No. Benavides ya
estaba condenado por nosotros desde mucho antes, desde que hicimos un diagnóstico de la situación política del
municipio y decidimos que en Almuñécar no podía haber democracia ni transparencia mientras ese individuo, y la
mafia que le rodea, controlase el poder.

Por esos motivos, IU emplazó al resto de grupos políticos en mayo de 2007 para alcanzar un acuerdo que
desalojara del poder al individuo que ha llevado a la ruina la hacienda municipal al par que llenaba de prosperidad
a muchos empresarios locales y de fuera. Lamentablemente, en 2007 no fue posible ponerse de acuerdo. Había
demasiado miedo y demasiados intereses creados.

En 2011 sacamos bastantes más votos. Pasamos de uno a dos concejales, y como era nuestra obligación, lo
volvimos a intentar. Era nuestro compromiso, plasmado en el programa electoral, difundido día a día en nuestros
comunicados y asambleas, explicado con profusión en la campaña electoral. Y en esta ocasión, el resto de grupos
fueron más receptivos y nuestra propuesta se abrió paso.

Benavides fue desalojado democráticamente del poder en beneficio de la ciudadanía, de la transparencia y de la


decencia. La apuesta estaba tan clara que no hubo fisura alguna en IU. En la asamblea masiva que tomó el
acuerdo de echar a Benavides de la alcaldía no hubo un solo voto en contra. Tan sólo una abstención rompió la
unanimidad de decenas de afiliados y simpatizantes que nos pedían, con vehemencia, que fuéramos valientes y
coherentes con todo lo que habíamos hecho y dicho en los años anteriores.

La dirección provincial respaldó nuestra propuesta sin titubeos. La dirección andaluza refrendó también el
acuerdo. Gracias a Diego Valderas y gracias a Manolo Morales porque supieron entender la necesidad de dar un
paso tan complejo como inevitable.
A partir de ese día, en Almuñécar se instauró la normalidad. Y aunque IU quedó en la oposición por voluntad
propia, la acción del equipo de gobierno cambió. No tanto como nos hubiese gustado, pero sí lo suficiente como
para que la gente notara la evidente transformación que se estaba produciendo en el municipio.

Los corruptos que mandaban de verdad en el ayuntamiento dejaron paso a personas más decentes, los
injustamente despedidos fueron readmitidos, el grupo municipal de IU fue tratado con respeto a la legalidad, el
urbanismo dejó de usarse como un arma contra rivales políticos, la recaudación de nuestros impuestos dejó de
estar en manos de una empresa privada, los grupos culturales volvieron a funcionar sin vetos estúpidos, las salas
de la Casa de la Cultura volvieron a estar disponibles para IU, el sueldo de la alcaldesa bajó de forma importante
respecto al que tenía su antecesor, la zona azul desapareció por las tardes, la tarifa por aparcar en los parkings
bajó a la mitad, la Oficina de Atención al Consumidor duplicó su horario, la biblioteca amplió horario para que
los estudiantes pudiesen usarla en vacaciones, las cuentas municipales se pusieron al día, multiplicamos por diez
el impuesto que pagan los bancos por sus cajeros, el derroche se redujo aunque no con la contundencia que desde
IU reclamábamos …

Claro que podíamos haber avanzado más. Siempre se puede ir un paso más lejos. Pero cuando las decisiones
dependen de varios grupos políticos, todo es complejo. Por eso, la Bolsa de Empleo se quedó en una parodia. Y
por eso, no pudimos conseguir una reducción drástica del número de concejales liberados. Por eso, la
transparencia en la web municipal es un simple balbuceo, un puedo y no quiero.

Por eso, los concejales de gobierno y los de la oposición siguieron disfrutando injustamente de una plaza de
aparcamiento gratuita hasta que cerraron el parking del mercado. Nuestra moción para quitar ese privilegio fue
rechazada por todos los grupos. Ahí se pusieron de acuerdo sin problema alguno. Sólo nos quedaba predicar con
el ejemplo. Y por eso, los concejales de IU han aparcado durante toda la legislatura en la calle, donde lo hace
cualquier ciudadano. Y en esa misma línea, los concejales de IU han renunciado a las entradas de invitación que
el ayuntamiento sigue dando al resto de grupos políticos para asistir sin pagar a espectáculos como el Festival de
Jazz, por ejemplo. No dejan de ser gestos, pero ahí están.

Así pues, lagunas muchas; problemas que no se han resuelto, bastantes; vicios y defectos que continúan, algunos;
pero no tengo ninguna duda de que hicimos lo correcto. Hicimos en 2011 lo que teníamos que haber hecho en
2007. Y aunque no siempre fue así, IU es, hoy por hoy, y desde hace ya varios años, una organización seria, muy
seria y rigurosa. Por eso, se nos respeta. Se nos respeta y se nos teme.

Los corruptos saben que somos sus principales enemigos. No somos una organización muy grande, pero sí somos
muy influyentes en la opinión pública y, por tanto, capaces de condicionar de forma importante las decisiones de
otros grupos. Podemos afirmarlo con la certeza de que no mentimos: el acuerdo para desalojar a Benavides del
poder no hubiera sido posible sin la apuesta decidida de IU limando asperezas, impulsando reuniones,
concertando voluntades, proponiendo soluciones de consenso en los temas más complejos…

Esa apuesta decidida de IU por acabar con la corrupción ha sido decisiva. Lo sabe todo el mundo en este pueblo.
Lo saben especialmente los que han sido desalojados del poder. Por eso, llevan varios años intentando
deslegitimar a IU de todas las maneras posibles. La calumnia, la injuria, la descalificación, la mentira reiterada y
pertinaz, también el chantaje; incluso el envío de topos a nuestras reuniones. Todo lo han intentado pero han
pinchado en hueso. Lo saben, y echarán el resto para sembrar la duda en algunas personas que tienen poca
memoria o poca inteligencia, o poco de ambas.

Por nuestra parte, nada que ocultar. Seguiremos trabajando en la misma línea con la legitimidad que nos da el
saber que hemos subido de manera espectacular en todas las citas electorales que se han producido en los últimos
años. Da igual que cojamos las europeas, las municipales, las autonómicas o las nacionales. Desde 2007 acá no
hemos parado de crecer. Cada nueva cita electoral ha supuesto para IU Almuñécar una subida respecto a la
anterior.

Con este bagaje y esta experiencia, IU sigue siendo un proyecto ilusionante en permanente construcción. Cada
vez más votos, cada vez más afiliados, cada vez más gente en nuestras reuniones.

Y a pesar de eso, en IU no nos conformamos. Queremos ir más allá. Queremos ganar estas elecciones de 2015.
Queremos conformar una mayoría social que trascienda el debate entre lo malo y lo peor, entre la derecha y la
extrema derecha. Queremos dar un paso adelante para llevar al ayuntamiento un modelo de gestión diferente que
cuente con la ciudadanía y que ponga en manos públicas los servicios que los gobiernos anteriores han ido
privatizando. Con esa intención, estamos trabajando para que sea posible transformar este ayuntamiento de forma
radical. Por eso, decimos que es tiempo de izquierda.
Almuñécar, 18 de mayo de 2015

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