Está en la página 1de 3

FACTORES DEL CONCRETO QUE AFECTAN LA DURABILIDAD

La durabilidad del hormigón es la capacidad que tiene de resistir a la acción del ambiente,
ataques físicos, químicos, biológicos o cualquier otro proceso que tienda a deteriorarlo, siendo el
conjunto de cualidades que le permiten poseer al final de su vida prevista útil, un coeficiente de
seguridad aceptable. Para conseguir se mantengan en pie durante tanto tiempo hay que prestar
gran atención a diferentes factores que merman la durabilidad del hormigón y que pueden
mandar al traste el futuro de la infraestructura. La calidad de su composición tanto desde el punto
de vista de la granulometría de sus áridos como el contenido de su cemento, que debe ser lo
bastante rico; el contenido de agua, que debe limitarse estrictamente a asegurar la
impermeabilidad y la compacidad del hormigón y, finalmente calidad en cuanto a su
compactación y curado, cuyo cuidado es muy primordial.

Debe entenderse que la durabilidad está sujeta de modo simultaneo a diversos procesos físicos y
químicos. Es así como la velocidad, extensión y efecto del transporte, y los mecanismos de
enlace están muy influidos por la estructura de los poros, la forma y el microclima que rodea la
superficie del hormigón. Cualquier estructura de hormigón está expuesta a unas acciones de tipo
físico o químico que pueden llegar a producir su degradación, bien como consecuencia de la
corrosión de la armadura o bien por ataques agresivos directos sobre el propio hormigón. Existen
clases generales de exposición relativas a la corrosión de las armaduras y clases específicas de
exposición relativas a otros procesos de degradación del propio hormigón.

El concepto básico reside en que el concreto es químicamente inalterable al ataque de agentes


químicos que se hallan en estado sólido.

Para que exista alguna posibilidad de agresión el agente químico debe estar en solución en una
cierta concentración y además tener la opción de ingresar en la estructura de la pasta durante un
tempo considerable, es decir debe haber flujo de la solución concentrada hacia el interior del
concreto y este flujo debe mantenerse el tiempo suficiente para que se produzca la reacción.

Este marco de referencia reduce pues las posibilidades de ataque químico externo al concreto,
existiendo algunos factores generales que incrementan la posibilidad de deterioro como son: las
temperaturas elevadas, velocidades de flujo altas, mucha absorción y permeabilidad, el curado
deficiente y los ciclos de humedecimiento y secado.

Los ambientes agresivos usuales están constituidos por aire, agua y suelos contaminados que
entran en contacto con las estructuras de concreto.

Se puede decir pues que el concreto es uno de los materiales que demuestra mayor durabilidad
frente a ambientes químicamente agresivos, ya que si se compara estadísticamente los casos de
deterioro con aquellos en que mantiene sus condiciones iniciales pese a la agresividad, se concluye
en que estos casos son excepcionales.
Un hormigón endurecido puede deteriorarse como consecuencia de acciones físicas de naturaleza
muy diferentes:

El agua puede penetrar en el hormigón y si esta se hiela dará lugar a tensiones que podrán
destruirlo. Se conoce como ciclos de hielo-deshielo. Si los áridos presentan coeficientes de
dilatación térmica diferentes al de la pasta, los cambios fuertes de temperatura crearán tensiones
reduciendo sus resistencias y destruyéndolos. El calor de hidratación del cemento puede ocasionar
con el paso del tiempo contracciones y posibles fisuras.

La abrasión, erosión y cavitación son acciones que terminan destruyendo al hormigón.

La resistencia que presenta el hormigón al ataque químico depende de su permeabilidad y de la


distribución y tamaño de sus poros. La agresión química puede hacerse de dos formas
fundamentales:

Disolución de los compuestos fácilmente solubles del propio hormigón o por la formación de sales
también solubles y extracción de estas.

Por ataque con formación de compuestos insolubles de mayor volumen que los primitivos.

Esta agresividad disminuye si se ha empleado en el hormigón una relación agua/cemento baja, si


el tipo y contenido de cemento son los adecuados en ese determinado medio y si el hormigón tiene
baja absorción y permeabilidad. La corrosión del acero en el hormigón armado se produce
mediante un mecanismo electroquímico o galvánico. Este proceso está influenciado por las
características propias del hormigón y por el espesor de recubrimiento.

En el seno del hormigón la presencia de humedad y oxigeno dan lugar a que se origine
una corrosión galvánica o electroquímica, al existir agua que forma el electrolito de la
pila galvánica. Esta corrosión puede verse acelerada por la presencia de cloruros. El hormigón
debido a su alcalinidad (la portlandita o el CaOH2 procedente de la hidratación del cemento le
confieren un pH=13) produce una pasivación del acero de las barras.

Otro factor que afecta a la durabilidad del concreto es su deterioro, esto puede ser debido a una
fisuración o a una erosión provocada por agentes externos. Las Fisuras en el Hormigón, son roturas
que aparecen generalmente en la superficie de este, debido a la existencia de tensiones superiores
a su capacidad de resistencia. Cuando la fisura atraviesa de lado a lado el espesor de una pieza, se
convierte en grieta. Las fisuras se originan en las variaciones de longitud de determinadas caras
del hormigón con respecto a las otras, y derivan de tensiones que desarrolla el material mismo por
retracciones térmicas o hidráulicas o entumecimientos que se manifiestan generalmente en las
superficies libres.

Las fisuras pueden ser provocadas por fuerzas intrínsecas o excéntricas, siendo las primeras
provocadas por la misma compresión del concreto el cual no puede soportar la carga de la
estructura, y las segundas provocadas por los diferenciales de temperatura que provocan
deformaciones por temperatura en el concreto; hay otros tipos de fisuras que se por medio de la
CEB se deben tener en cuenta para la durabilidad del concreto como son: la fisuración por la
armadura, por medio de la geometría de la estructura cuando estas se presentan en cambios bruscos
de su sección y por ultimo debido a la dosificación de sus agregados. La erosión, la cual su
principal causante son los agregados gruesos por su superior resistencia al desgaste frente a la
pasta, la erosión principalmente se presenta en estructuras hidráulicas debido a su roce con el agua
el cual provoca un leve desgaste en la piel del hormigón (capa superficial).

La temperatura ambiente e interna se deben tener en cuenta ya que la variación de estas puede
afectar en gran medida a las reacciones químicas que se presentan en el concreto que provocan la
carbonatación y/o corrosión, las cuales si se presentan a la vez es cuando le pueden hacer más
daño a la armadura y/o hormigón; pero por el contrario una variación en su humedad puede
mejorar su inhibición de algunas de estas reacciones químicas previniendo la expansión,
carbonatación y corrosión del hormigón.

También podría gustarte