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SOMOS SAL Y LUZ

En países donde ha habido una proliferación de la Iglesia de Jesús y la Iglesia no asumió su


responsabilidad profética de ser la luz y orar por ese país, satanás ha ganado ventaja.

¿POR QUÉ ORAR POR NUESTRO PAÍS?

1. Salmos 33:12 “Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, El pueblo que Él escogió como
heredad para sí.” Un país no es bienaventurado porque tenga una buena economía, lo que hace un
país bendecido es que Jehová es su Dios.

2. La Iglesia que ora sostiene los valores morales de una nación.

3. Proverbios 14:34 La justicia engrandece a la nación; Mas el pecado es afrenta de las naciones. Los
predicadores temen a decir la verdad, temen a perder las contribuciones a la iglesia. El mundo
entero está bajo el maligno, y sólo la Iglesia puede hacerle contrapeso al maligno por medio de la
oración. Satanás odia la oración, él quiere que hagamos de todo excepto que oremos. ¡OREMOS
HASTA QUE BAJE EL PODER! La gente justa es la que ora; es la que se humilla ante Dios. Él pecado
nos impide orar porque nos separa y nos divide de Dios.

4. 2 Crónicas 7:14 Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, y oraren, y


buscaren mi rostro, y se convirtieren de sus malos caminos – esto debe iniciar en la Iglesia de Cristo,
para entonces recibir la promesa -; entonces yo oiré desde los cielos, y perdonaré sus pecados, y
sanaré su tierra. La humildad y la oración de la Iglesia pueden mover a Dios a sanar una nación. La
Iglesia de Cristo debemos ser la luz del mundo, y mantener una postura de santidad. Los
predicadores deben cambiar o redirigir sus mensajes, pues las personas no estarán en un nivel más
alto de lo que se le predica. ¡No podemos ser doblegados por ninguna corriente mundana, tenemos
que ser doblegados sólo por el Espíritu Santo!

5. La oración persistente puede provocar un avivamiento del Espíritu Santo que puede provocar
cambios en la sociedad.

6. Oremos por nuestro país para que los gobernantes tengan un oído para oír a Dios. Cada
gobernante debe reconocer que ha sido puesto por Dios.

7. Oremos por el país, para que Dios saque de su lugar aquellos que dañan el pueblo y causan
tropiezo al avance del evangelio. La Iglesia debe empezar a orar que venga el Reino de Dios, de
justicia, paz y gozo.

8. Oremos por el país para que los pecados que destruyeron Sodoma y Gomorra, no sea la causa de
destrucción del nuestro.

9. Oremos por el país para que tengamos paz y podamos predicar este Evangelio con libertad.

¡OREMOS POR NUESTRO PAÍS!

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