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Dentro del vestuario laboral nos encontramos con la ropa de protección, que es toda aquella
prenda que protege el cuerpo (tronco, brazos y piernas) de uno o varios peligros. Su elección
deberá basarse en el estudio y la evaluación de los riesgos dependiendo de:
Por este motivo, este proceso debe ser realizado por personal cualificado que se encargue
de realizar la evaluación y prevención de riesgos, teniendo en cuenta las necesidades
profesionales que se vayan a cubrir, dando prioridad a las medidas de protección colectiva
frente a las medidas de protección individual.
Tipos de ropa de protección
Dentro de vestuario laboral existen muchos tipos de ropa de protección disponibles para
proteger frente a una gran variedad de riesgos, como, por ejemplo:
Categoría 1
Aquella ropa de trabajo que debido a su diseño sencillo, el usuario pueda juzgar por sí
mismo su eficacia contra riesgos mínimos, y cuyos efectos, cuando sean graduales, puedan
ser percibidos a tiempo y sin peligro para el usuario, como por ejemplo las agresiones
mecánicas de efectos superficiales o los agentes atmosféricos que no sean excepcionales o
extremos.
• Este vestuario ha de superar la EN13688, norma armonizada que regula los requisitos
mínimos a cumplir por la Vestuario Laboral, cambio dimensional frente al lavado,
designación de tallas, etiquetado, propiedades fisiológicas, solidez del calor,… Además
existen otras normas que regulan los requisitos a cumplir por aquellas prendas que van
destinadas a proteger frente a determinados riesgos que se pueden considerar mínimos:
– modelo o referencia.
– talla.
– marcado CE.
– instrucciones de mantenimiento.
– composición.
Categoría 2
Aquel vestuario destinado a proteger frente a riesgos in-ter-medios o de todo tipo que no
pudieran llegar a causar le-sio-nes muy graves o la muerte.
• Estas prendas han de supe-rar, ade-más de la EN13688, la norma ar-mo-ni-zada que regule
el riesgo frente al que se re-co-mienda por ejemplo:
El marcado que han de llevar estas prendas es el mismo que el de categoría 1, añadiendo el
pictograma indicativo del riesgo y sus niveles de resistencia.
Categoría 3
Ropa destinada a proteger al usuario de un peligro mortal o que pueda dañar gravemente y
de forma irreversible la salud sin que se pueda descubrir a tiempo su efecto inmediato. Esta
ropa ha de superar, además de la EN13688, la norma armonizada que regule el riesgo frente
al que se recomiende esa ropa:
EN13034 Ropa de protección limitada contra productos químicos líquidos (Tipo 6).
El marcado que han de llevar estas prendas es el mismo que el de categoría 2, pero
añadiendo al marcado CE el número de identificación del Organismo de control notificado
encargado del control de calidad CE en la fase de producción.
Deben ser certificados por un organismo notificado y el fabricante adoptar uno de los
sistemas de garantía de calidad CE regulados para su comercialización según el R.D.
1407/1992.
Equipos de Protección Individual
Se entiende por ropa de protección la que sustituye o cubre a la ropa personal, y que está diseñada,
para proporcionar protección contra uno o más peligros, básicamente:
La configuración de la ropa protectora varía mucho en función del uso a que vaya destinada. No
obstante, los elementos normales son casi siempre similares a las prendas de uso común
(pantalones, chaqueta, capucha, botas y guantes). En aplicaciones como la resistencia a la llama o
la manipulación de metales fundidos se utilizan elementos especiales, como calzones, brazaletes y
mandiles fabricados con fibras o materiales naturales o sintéticos, tratados o sin tratar (un ejemplo
histórico sería el amianto). La ropa protectora frente a riesgos químicos suele ser de confección más
especializada.
Usualmente, la ropa de protección se clasifica en función del riesgo específico para cuya protección
está destinada. Así, y de un modo genérico, se pueden considerar los siguientes tipos de ropa de
protección:
Ropa de protección frente a riesgos de tipo mecánico
Las agresiones mecánicas contra las que está diseñada este tipo
de ropa esencialmente consisten en rozaduras, pinchazos,
cortes e impactos.
En cuanto a las características de protección, algunos tipos de ropa presentan diversas clases de
protección y otros no. En el caso de existir estas clases de protección, los niveles de prestación se
indicarán conjuntamente con el pictograma identificativo de la ropa de protección en cuestión que
deben venir suficientemente explicados en el folleto del fabricante, así como indicaciones relativas
a las situaciones en las que debe utilizarse la prenda y sus límites de utilización admisibles.
Este tipo de prendas está diseñado para proteger frente a agresiones térmicas (calor y/o fuego) en
sus diversas variantes, como pueden ser:
llamas
No se forma agujero.
Se deben necesitar al menos 15 gotas de metal fundido para elevar al menos en 40º la temperatura
de la muestra pretratada.
En cualquier caso, indicaciones relativas al marcado, niveles de prestación etc. deben venir
claramente expresadas en el folleto informativo del fabricante.
Así, para cada pareja, constituida por material constituyente de la prenda/producto químico, es
preciso fijar los niveles de protección. Dichos niveles se definen a través de una escala con seis
índices de protección (el 1 indica la menor protección y el 6 la máxima). Estos "índices de protección"
se determinan en función de un parámetro de ensayo denominado "tiempo de paso" (BT.
Breakthrough Time) el cual indica el tiempo que el producto químico tarda en atravesar el material.
Trajes tipo 1: Herméticos a productos químicos gaseosos o en forma de vapor. Cubren todo el
cuerpo, incluyendo guantes, botas y equipo de protección respiratoria. Todos ellos están
constituidos por materiales no transpirables y con resistencia a la permeación. Se subdividen en:
Trajes tipo 2: Son como los del tipo 1 c, pero sus costuras no son estancas. Todos ellos están
constituidos por materiales no transpirables y con resistencia a la permeación.
Trajes tipo 3: Tienen conexiones herméticas a productos químicos líquidos en forma de chorro a
presión. Todos ellos están constituidos por materiales no transpirables y con resistencia a la
permeación.
Trajes tipo 4: Tienen conexiones herméticas a productos químicos líquidos en forma de spray.
Pueden estar constituidos por materiales transpirables o no, pero que tienen que ofrecer resistencia
a la permeación.
Trajes tipo 5: Tienen conexiones herméticas a productos químicos en forma de partículas sólidas.
Están confeccionados por materiales transpirables y el nivel de prestación se mide por la resistencia
a la penetración de partículas sólidas.
Trajes tipo 6: Ofrecen protección limitada frente a pequeñas salpicaduras de productos químicos
líquidos. Están confeccionados por materiales transpirables y el nivel de prestación se mide por la
resistencia a la penetración de líquidos.
Así pues vemos como el tipo 1 es el más hermético y el tipo 6 el menos hermético.
No debe, en estas condiciones, confundirse esta clasificación de los trajes con los índices de
protección de los materiales (anteriormente presentados), en los que como vimos la gradación era
justo la inversa: el 1 indicaba la menor protección y el 6 la máxima.
Esta clase de riesgos han recibido mucha atención a consecuencia de la difusión del SIDA y la
hepatitis, que se transmiten con la sangre. Por tanto, los puestos de trabajo que puedan suponer
exposición a la sangre o los fluidos orgánicos suelen exigir el uso de ropa y guantes resistentes a los
líquidos. Las enfermedades transmitidas por los animales mediante la manipulación (el ántrax, por
ejemplo) se conocen desde hace mucho tiempo y requieren medidas de protección similares a las
utilizadas para manipular los patógenos transportados por la sangre que afectan al hombre. Los
campos de actividad donde se suelen presentar los riesgos de tipo biológico son: medicina, industria
alimentaria y tratamiento de residuos.
En general, la eficacia de la ropa que protege frente a radiaciones ionizantes se basa en el principio
del apantallamiento (como los mandiles y guantes forrados de plomo, por ejemplo); en cambio, la
ropa que protege frente a radiaciones no ionizantes, como las microondas, se basa en la conexión a
tierra, el aislamiento mediante blindajes electromagnéticos y los tejidos con elevada conductividad
eléctrica y disipación estática.
Ropa de protección de alta visibilidad
Existen tres clases para este tipo de ropa (1, 2 y 3), siendo la clase 3 la que ofrece mayores
características de visibilidad y la 1, las menores.
La detección visual del usuario, se mejora con un alto contraste entre la ropa y el ambiente de fondo
en el que se verá, así como con una mayor extensión de las áreas cubiertas por los materiales de
alta visibilidad. Se definen tres rangos de color de material de fondo y de material combinado; los
tres confieren durante el día, visibilidad en la mayor par te de los medios rurales y urbanos. De todas
formas, los usuarios deberán tener en cuenta el entorno específico en el que se desarrolla su
actividad, para determinar cuál es el tipo de protección necesario y seleccionar así el color que
proporcione el mejor contraste. Dos tablas indican dos clases de materiales de característica única.
Los niveles más altos de retrorreflexión, aseguran el mejor contraste y la mejor visibilidad. Así pues,
deberá utilizarse el producto retrorreflectante con el coeficiente de retrorreflexión más elevado.
Se definen tres clases de ropa de protección, según las áreas mínimas de material reflectante que
incorporan. Aunque el área utilizada en la prenda depende obviamente del tipo de ropa y la talla
del usuario, hay que resaltar que la ropa de clase 3 ofrece mayor visibilidad en la mayoría de los
medios urbanos y rurales que la ropa de clase 2, la cual a su vez supera en visibilidad a la de clase 1.
En la actualidad las características de este tipo de ropa vienen reguladas por la norma EN 471.
X: Clase de superficie de la materia de base fluorescente (0 a 3): Indica la clase de la materia visible
del retroreflectante y del fluorescente.
Por su parte, la ropa antiestática se utiliza en situaciones en las que las descargas eléctricas debidas
a la acumulación de electricidad estática en la ropa pueden resultar altamente peligrosas
(atmósferas explosivas y deflagrantes).