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TEMA: LA REFINERÍA DE CARTAGENA

Notas de clase de la profesora María teresa Ripoll.


(Para uso exclusivo de mis alumnos: no citar, no circular)

Fuentes: Ripoll, María Teresa y Báez, Javier. DESARROLLO


INDUSTRIAL Y CULTURA EMPRESARIAL EN CARTAGENA:
La Andian National Corp. y la Refinería de Mamonal, 2000.
También prensa económica colombiana.

Historia de la refinería de Cartagena


El contrato de la Concesión De Mares le dio el privilegio a la
compañía Tropical Oil Co., (una filial de la Standard Oil Co.),
para explorar y explotar la producción de petróleo del
yacimiento Las Infantas, ubicado en el departamento de
Santander, por espacio de 30 años (1921-1951). Para que la
Tropical Oil Co. pudiera transportar el petróleo extraído de
los yacimientos de Las Infantas en Santander, debía
construirse un oleoducto. Una compañía canadiense llamada
Andian National Corporation fue la encargada de construir
este oleoducto, que consistía en tender una tubería desde
Barrancabermeja hasta el puerto de Cartagena, con nueve
estaciones de bombeo en ese trayecto, que comenzó a
funcionar, transportando el crudo a partir de 1926.
Cartagena se convirtió así en el puerto petrolero del país.

La Tropical Oil construyó la refinería de Barrancabermeja, en


donde procesaba parte del petróleo extraído de su Concesión
de Mares, y los productos de esta refinería, combustibles y
lubricantes, los distribuía en el mercado colombiano. La
Concesión de Mares estipulaba que treinta años después de
haber firmada la concesión, la compañía norteamericana
debía entregar a Colombia los yacimientos de petróleo y la
refinería de Barrancabermeja. El oleoducto que construyó la
Andian no se incluyó en esta concesión, y por tanto no haría
parte de los retornos a la nación colombiana por haber sido
construido por la Andian National Co., una compañía
canadiense, en apariencia independiente de la Tropical Oil.

El gobierno colombiano comenzó a prepararse para recibir y


manejar estos bienes creando la Empresa Colombiana de

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Petróleo, ECOPETROL, que a partir de 1951,debía asumir los
activos revertidos de la Tropical Oil Co.

La refinería construida por la Tropical en Barrancabermeja


había entrado en funcionamiento desde 1923, es decir, tres
años antes de que esta compañía comenzara a exportar el
petróleo de la Concesión De Mares desde Cartagena. Pero el
combustible que producía la refinería de Barranca, en 1951,
momento de la reversión del contrato a la nación, era
insuficiente para cubrir la demanda de combustible del país,
por lo que Colombia estaba importando gasolina. Esta
demanda creciente de gasolina ocurrió porque entre 1920 y
1950, en Colombia se había incrementado el parque
automotor, puesto que fue un período en el que en el mundo
entero se expandió y popularizó el uso de automóviles y el
transporte de carga en camiones. También evolucionó y se
incrementó la aviación comercial y el transporte aéreo, para
lo cual fue necesario la producción de combustible para
aviones que también producía la refinería de
Barrancabermeja.

Este incremento en la demanda de combustible hacía


necesario ampliar la capacidad de producción de la refinería
de Barrancabermeja en el momento en que ésta debía revertir
a Ecopetrol. Con este fin el gobierno firmó un contrato con
una nueva compañía americana, la INTERCOL, para que
ampliara la refinería de Barrancabermeja. En este contrato se
acordó que a cambio de la ampliación de la capacidad de
refinación, Intercol continuaría administrando y
usufructuando de la producción de la refinería de Barranca
hasta 1961. De esta manera se prolongó la administración
norteamericana de la refinería de Barranca durante diez años
más, hasta 1961, año en que finalmente ECOPETROL
asumió el manejo directo de esta refinería.

¿Porqué entonces construir una segunda refinería?

Porque al parecer la ampliación de la capacidad de refinación


de la planta de Barranca no fue suficiente, ante la creciente
demanda de combustible del país. Se había pasado de
procesar 22.000 barriles de crudo diarios, a procesar 35.000
barriles de crudo diario. El suministro de combustible y sus

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derivados en Colombia de parte de la refinería de Barranca
sólo cubría el 77% del total de la demanda interna. Colombia
tuvo que importar nuevamente combustible para cubrir la
demanda insatisfecha de combustible que perduró en la
Costa norte.

INTERCOL propuso entonces al gobierno la construcción de


una segunda refinería en la Costa norte para hacerla
autosuficiente. INTERCOL no aceptó la participación de
ECOPETROL en este proyecto. La construcción de la refinería
de Cartagena se llevó a cabo entre 1955 y 1957, al lado del
puerto terminal del oleoducto de la Andian, en la zona de
Mamonal. Los planos y diseños estuvieron a cargo de la Esso
Research & Engineering Co., y de C.F. Braun. Además,
Intercol contrató a la firma Bechtel S.A. para la construcción
de las distintas plantas. Intercol debió instalar sus propios
equipos de generación eléctrica y una planta para
tratamiento de aguas, debido a los insuficientes suministros
de los servicios de las Empresas Públicas Municipales. El
costo total de la inversión fue de 33 millones de dólares.

Colombia dejo de ganar mucho dinero al no participar


ECOPETROL en el proyecto de la refinería de Cartagena. No
obstante, la refinería de Cartagena fue una inversión positiva
para el posterior desarrollo industrial de Cartagena.

La refinería de Cartagena construida por Intercol inició


operaciones en diciembre de 1957 con una capacidad de
refinación de 26.300 barriles de crudo diarios. La de barranca
había sido ampliada a 35.000 b.c.d. en 1954. Abasteció de
combustible a las costas del Caribe colombiano y del Pacífico,
(Cauca, Nariño y Chocó), atendiendo a esta última región
mediante buques tanques que atracaban en Buenaventura
movilizados a través del Canal de Panamá, con notorio
encarecimiento de los precios. Con la puesta en marcha de la
refinería de Cartagena la producción de refinados del país se
triplicó entre 1957 y 1961.

Evolución de la capacidad de refinación y de la


propiedad de la Refinería de Cartagena

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1957 26.300 barriles de crudo diarios
1958 28.000 bcd
1962 33.200 bcd
1963 42.000 bcd
1974 Reficar es adquirida por Ecopetrol por un valor de 35
millones de dólares.
1981 Aumenta su capacidad de refinación a 75.000 bcd
2006 Glencore adquiere 51% de las acciones de Ecopetrol,
ésta queda con el 49% de Reficar.
2009 Ecopetrol readquiere el 100% de las acciones de
Reficar

Entre 1957-1974 la ANDIAN e INTERCOL se fusionaron para


la administración conjunta de la refinería de Cartagena.
Muchos empleados de la Andian quedaron cesantes después
de esa fusión. Durante este tiempo los cargos directivos
permanecieron en manos de norteamericanos y canadienses,
y los cargos menores en manos de colombianos que fueron
capacitados por la compañía. Se construyó una
termoeléctrica en la zona de Mamonal para generar la energía
que necesitaba esta refinería, y para atender la demanda
creciente de la ciudad y de las poblaciones vecinas.

El combustible que usaba la refinería era en parte generado


por ella misma y en parte provenía de un gasoducto instalado
desde el departamento de Córdoba, por otra compañía
extranjera, que comenzó a operar a partir de 1965, dando
inicio a la explotación de gas natural en Colombia. La
instalación de este gasoducto al tiempo de la refinería de
Cartagena permitió el surgimiento de nuevas industrias que
se establecieron en Mamonal a partir de los años sesenta.

Las décadas de los años sesenta y setenta fueron muy


importantes para la Empresa Colombiana de Petróleos,
ECOPETROL. Desde 1961 entró a manejar la refinería de
Barrancabermeja, ampliando progresivamente su capacidad
de refinación hasta llegar a 75.000 barriles en 1981.
Finalmente en 1974, la segunda refinería del país que era la
refinería de Cartagena fue adquirida por ECOPETROL por un
valor de 35 millones de dólares, más el valor del 40% de las
acciones del Oleoducto del Pacífico, que pertenecía a Intercol.

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El desarrollo del polo industrial de Mamonal

La instalación de la Refinería de Cartagena y del gasoducto


permitió el despegue de la industria petroquímica en el sector
de Mamonal, que inicialmente se nutría con insumos
producidos por la Refinería. Más tarde la zona se convertiría
en un polo de desarrollo industrial, con el arribo de otras
industrias que se establecieron allí atraídas por la
infraestructura que había comenzado a conformarse en es
zona.

En 1960 se estableció ABOCOL (abonos colombianos), y para


abastecer de materia prima a Abocol se construyó Amoniacos
del Caribe (Amocar), y asi sucesivamente fueron surgiendo
industrias químicas y petroquímicas en los años siguientes.

Pero fue entre 1960 y 1973 que tuvo lugar la gran expansión
industrial de la zona:

En 1963 se instalaron Amoníacos del Caribe AMOCAR,


ABOCOL, y CARBOQUÍMICA. En 1965 CABOT, CYANAMID,
DOW CHEMICAL, y PETCO. En 1966 le siguieron POLYMER,
y QUIMOR, en 1967 ALCALIS y un astillero, CONASTIL.

En la década de los 70s, DEXTON, LAMITEC, POLYBAN,


PROPILCO, fueron algunas de las empresas que surgieron
inicialmente. Más adelante se instalaron otras empresas
dedicadas a la explotación de recursos marítimos y a la
producción de alimentos, como Vikingos, Acuacultura,
Océanos, Atunes de Colombia, Frigopesca, Indupollo,
Agrosoledad. A estas industrias se sumaron otras de
prestación de servicios, como las zonas francas y los
astilleros Cartagena y Vikingos.

El empuje que traía la zona en los años 70 decayó un poco a


mediados de los años 80, como consecuencia de una recesión
mundial y de condiciones cambiarias poco favorables a las
exportaciones. Por ejemplo, la producción de químicos, que
en 1974 representaba el 54% del total de la producción
industrial de Cartagena, se redujo a una participación del
33% en 1982. también se redujo la participación del sector

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químicos en las exportaciones, al pasar de representar el 18.6
% del total de las exportaciones industriales colombianas en
1974, a representar el 10.7 por ciento del total en 1981. Las
inversiones en la zona de Mamonal se reactivaron
nuevamente hacia mediados de los años 80 con el
establecimiento de industrias del plástico, metalmecánicas y
otras.

En 1995 la zona de Mamonal albergaba 36 industrias de


distintos sectores económicos: petroquímicas, de alimentos, y
de prestación de servicios. Entre 2004 y 2008 la zona
industrial de Mamonal pasó de tener 113 empresas a tener
170, un crecimiento en compañías de un 50%, de las cuales
un 80% son empresas nacionales.

El proyecto de ampliación de la Refinería

Por otro lado, la capacidad de producción de la refinería se


había mantenido igual desde la década de 1980, con una
capacidad de refinación de 75.000 barriles de petróleo
diarios. En los inicios del siglo XXI era imperativo modernizar
la refinería aumentando su capacidad de refinación, porque
solo de esa manera podría ampliarse el suministro interno de
combustible y mejorar su calidad. Además, desde 1997 se
venía contemplando el suministro de refinados para la
fabricación de olefinas, polímeros y plásticos, que son
elementos básicos en la industria petroquímica. La
ampliación era necesaria para hacer la refinería más eficiente
y evitaría que siguiera produciendo a pérdida. Ecopetrol
buscaba entonces socios para este proyecto de ampliación
tan necesario para su supervivencia.

En el 2006, el presidente Uribe decidió que la ampliación se


haría con un socio extranjero mayoritario, (51%), que
aportara capital, tecnología y experiencia. Ecopetrol (49%)
aportaría la refinería de Cartagena con todos sus defectos. La
licitación la ganó la empresa minera suiza Glencore (a la
brasilera Petrobras).

"Lo de la experiencia era vital. Se trataba de construir una


refinería modernísima, con el doble de la capacidad y
complejidad de la de Cartagena, para 150.000 barriles de

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crudos pesados. Se diseñaría, en el argot de la industria, para
llegar al fondo del barril, o sea, para transformar todo el
crudo en valiosos productos blancos (97%) con bajísimos
contaminantes, especialmente azufre, nafta, diésel, gsolina,
jetfuel. El residuo final sería sólo carbón coque (vendible a
buen precio). Se eliminaba la producción de fuel oil (20% de
los refinados colombianos), combustible cada vez menos
apetecido y de precio deprimido. En ese momento existían en
operación dos o tres refinerías parecidas en el mundo,
ninguna en América Latina." (Rodolfo Segovia, Ministro de
Minas).

Glencore, que no tenía suficiente experiencia en ampliación,


salió a buscar quien le ayudara en Reficar. Después de
asesorarse escogió a Chicago Bridge & Iron (CBI) como
contratista general para ingeniería, compras y construcción.
CBI era un reputado contratista de ingeniería y constructor
de sofisticados tanque y estructuras, aunque sin gran
experiencia en refinerías. CBI se contrató con el apoyo de la
firma italiana Technip, esa sí con amplio conocimiento en
refinación y experiencia en Colombia. Para fines del 2008 se
avanzaba en el proyecto, cuando Glencore, en diciembre de
ese año, propuso suspender las obras alegando
incertidumbres de mercado por la crisis mundial que
afectaban sus posibilidades de financiación. Hizo exigencias
inaceptables, quizás atemorizada por un proyecto con el cual
estaba poco familiarizada.

A mediados del 2009 Ecopetrol readquirió la refinería de


Cartagena, más el capital de trabajo invertido por Glencore
hasta la fecha, con un substancial descuento de 45%.
Colombia no tenía otra opción. Ecopetrol optó por continuar
con el proyecto, con la confianza en los cálculos de retorno de
la inversión, y el optimismo que le daba los altos pecios del
petróleo para hacer los aportes de capital que le hubiesen
correspondido al socio. Ecopetrol heredó el contrato con la
CBI y lo mantuvo. No tenía motivos para no continuar y
cambiar de contratista podía retrasar el proyecto. La firma
italiana Technip decidió no continuar en el proyecto.

En el mes de octubre de 2015 la Refinería de Cartagena entró


en marcha la primera de las tres unidades destinadas a

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operar en la refinación de petróleo. El área de construcción
comprende 140 hectáreas de terreno, lo que equivale
aproximadamente a la extensión de 280 canchas de fútbol.
Durante su ampliación llegaron a trabajar allí 34.000
personas, 95% de los cuales son colombianos. En su interior
se han construido 11 kilómetros de vías pavimentadas. Se
instalaron 700 kilómetros de tubería, y 4.500 kilómetros de
cables. en su construcción se usaron 45.000 toneladas de
acero estructural, lo que alcanzaría para levantar siete veces
la torre Eiffel de Paris. El principal proveedor de acero es
China.

El presupuesto inicial en el 2009 fue de 3.777 millones de


dólares. El costo final de la obra fue de 8.016 millones de
dólares. Los sobrecostos se debieron a cambios en los diseños
y en las especificaciones. Se sabe que la refinería final es
mucho mejor que la que se presupuestó en el 2009, a pesar
del clima de fraude y corrupción que ha dominado los
medios. La nueva Refinería tendrá una capacidad de
producción de 165.000 bcd, de los cuales 75.000 serán de
diésel, 30.000 de nafta, 30.000 de gasolina, 14.000 de jet
fuel, 5.000 de propileno, 4.000 de GLP, 270 ton. de azufre, y
75.000 ton. de coque. Será autosuficiente en generación de
energía eléctrica y agua.

En el 2016, cuando la refinería ponga en marcha todas sus


unidades, será la refinería tecnológicamente más avanzada de
América Latina. Esta obra llega en momentos en que
Colombia ha aumentado sus reservas de hidrocarburo
utilizando nuevas tecnologías de extracción de petróleo. El
efecto principal que tendrá la puesta en funcionamiento de
todas las unidades de la planta es que se dejarán de importar
más de un millón de barriles al mes de combustibles.
Además, se producirá un petróleo más limpio y eficaz, lo que
es un avance en términos de eficiencia ambiental. De esta
manera la ampliación de la nueva refinería contribuirá a
aumentar la competitividad al generar excedentes de uso en
la industria petroquímica, al tiempo de ejercer un mayor
cumplimiento con las regulaciones ambientales.

Fuentes sobre la ampliación de Reficar:

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1. "Los vericuetos de la historia de la Refinería de Cartagena",
de Oscar Güesguán Serpa, en El Espectador, domingo 16 de
agosto 2015.
2. Lina Orozco, "Entró en marcha Reficar, el esperado milagro
industrial", Sección Economía de La República, jueves 22 de
octubre de 2015.
3. Rodolfo Segovia, "Caso Reficar: mucho ruido y pocas
castañas", El Tiempo, domingo 7 de mayo 2017, pp. 16, 17.
Segovia es ingeniero químico del MIT, exministro de Minas y
Energía, exsenador, presidente de Ecopetrol de Petroquímica
colombiana y de Propilco.

Contratos de Concesión y Contratos de Asociación

Las primeras formas de contratación en lo relacionado con la


explotación minera en Colombia surgieron en la primera
mitad del siglo XX bajo una fuerte influencia, que era la
necesidad que tenía el país de atraer inversión extranjera. En
1913, la inversión norteamericana en Colombia era de
aproximadamente cuatro millones de dólares. Con el inicio de
la explotación de hidrocarburos en la década de 1920, el
monto de la inversión norteamericana pasó de 32 millones en
1920 a 280 millones de dólares en 1929.

La forma de contratación más común en el sector minero en


la primera mitad del siglo XX fue la de las Concesiones. Un
contrato de Concesión era aquel celebrado entre el Estado y
un particular, para efectuar, por cuenta y riesgo del
particular, los estudios, trabajos y obras necesarias para la
exploración y explotación de minerales de propiedad estatal
que pudieran encontrarse dentro de una zona determinada.
Dichos minerales se debían explotar bajo los términos y
condiciones establecidos en la Ley o Código de Minas del
momento. Los contratos de Concesión se pactaban por el
tiempo solicitado por el proponente hasta un máximo de 30
años, tiempo que comenzaba a contar a partir de la fecha de
inscripción del contrato en el registro minero nacional.

El inversionista se comprometía a pagar al Estado una regalía


(participación de los ingresos del inversionista, una cantidad
fija) como contraprestación. La regalía establecida por la

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Concesión variaba entre un siete y un catorce por ciento,
dependiendo de la ubicación del lugar a explotar.

El sistema de Contrato de Concesiones rigió hasta 1974. La


Ley 20 de 1969 fue el origen de los Contratos de Asociación
en Colombia. Esta modalidad de contratación establece el
principio de propiedad absoluta de la Nación de las minas y
yacimientos de hidrocarburos, respetando los derechos
preestablecidos a favor de particulares, con condiciones para
su ejercicio, y bajo situaciones jurídicas concretas. Esta Ley
20 declaró de utilidad pública y de interés social la industria
minera, y formuló la extinción de derechos adquiridos por
particulares en la minería, ya fuera por adjudicación, acceso,
merced, remate, o cualquier otra causa.

Finalmente el Decreto 2310 de 1974 abolió las Concesiones y


señaló como administrador de los recursos mineros a
Ecopetrol y Ecominas, que son quienes exploran
directamente o celebran Contratos de Asociación, o de
Operación de Servicios u cualquier otra modalidad distinta de
la Concesión.

La principal diferencia entre la Concesión y el Contrato de


Asociación consiste en que en la Concesión no hay ninguna
ingerencia de organismos del Estado en la exploración,
programación y ejecución de las operaciones industriales,
especialmente no hay ninguna ingerencia en la etapa de
exploración. En el Contrato de Asociación, como lo indica su
nombre, el asociado y Ecopetrol o Ecominas preparan en
forma conjunta las operaciones, los presupuestos respectivos
y todas las actividades necesarias para el aprovechamiento de
los recursos petrolíferos, siempre que se esté en la etapa de
explotación de los recursos. La etapa de exploración es tarea
llevada a cabo por cuenta y riesgo de la parte asociada,
participando Ecopetrol y Ecominas unicamente cuando se
descubre un campo explotable. Además, Ecopetrol y
Ecominas pueden establecer los términos del Contrato de
Asociación, como el monto de las regalías, por ejemplo,
otorgando dentro del monto un porcentaje de 9.5% del valor
bruto de la producción al departamento donde se encuentre
el yacimiento, y un 2.5% de dicho valor al municipio
respectivo. Además, en el contrato de Asociación, después de

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pagada o descontada la regalía de la producción bruta, la
diferencia se reparte por partes iguales entre el Estado y el
inversionista.
Cronología de ECOPETROL

La empresa Colombiana de petróleos, Ecopetrol, fue creada


en 1951 como empresa estatal para asumir los activos
revertidos de la Tropical Oil Co., la compañía que adquirió la
Concesión De Mares y puso en producción el Campo La Cira-
Infantas en el valle medio del Magdalena, a 300 Kms de
distancia de Bogotá.

En 1961 Ecopetrol asumió el manejo directo de la Refinería


de Barrancabermeja.

En 1968 se le adjudicó al Ministerio de Minas y Petróleo el


manejo de las fuentes de energía de la Nación: petróleo, gas
natural, carbón y minerales radiactivos. En 1974 se revisó de
nuevo la organización administrativa del Ministerio de Minas
que pasó a llamarse Ministerio de Minas y Energía.

En 1974 adquirió la Refinería de Cartagena.

En 1983 se descubrió, en compañía de OXI, el yacimiento


Caño Limón en Coveñas con reservas estimadas en 1.100
millones de barriles. Colombia volvió a exportar petróleo.

En 1990 se descubrió con la British Petroleum el yacimiento


Cusiana y Cupiagua, en los Llanos orientales.

En 2003 Ecopetrol S.A. se convirtió en una sociedad pública


por acciones, 100% del Estado, vinculada al Ministerio de
Minas y Energía. Ello le permitió liberarse de las funciones
del Estado, como administrador del recurso petrolero. Para
realizar esta función se creó la Agencia Nacional de
Hidrocarburos, con visión empresarial y comercial.

Actualmente Ecopetrol es la Empresa más grande del país,


con una utilidad neta de 5.25 billones de pesos en 2009. Es
la principal compañía petrolera de Colombia, una de las
cuatro principales de América Latina, y está entre las 40
petroleras más grandes del mundo. Ecopetrol tendrá a cargo

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la operación de Reficar. Su actual presidente es el exministro
de hacienda Juan Carlos Echeverry.

OLEODUCTOS, POLIDUCTOS Y GASODUCTOS

El primer oleoducto que se construyó en Colombia fue el


tramo entre Barrancabermeja y Cartagena para transportar el
crudo de la Tropical Oil. Su construcción duro 18 meses, con
538 kilómetros de extensión y una capacidad inicial de
bombeo de 30.000 bcd. Tenía 9 estaciones de bombeo. y
entró en funcionamiento en 1926. Al año siguiente aumentó
su capacidad transportadora en 58.000 bcd. y de nuevo en
1945 instaló más estaciones de bombeo que agilizaron el
transporte de crudo. El oleoducto de la ANDIAN prestó
servicios hasta 1984, cuando se inauguró el bombeo de un
nuevo oleoducto Barrancabermeja-Coveñas-Cartagena para el
transporte de combustible para exportación.

Colombia cuenta con una red de oleoductos de 5.665 Km.,


que tiene capacidad par transportar 1.3 millones de barriles
diarios. La producción de petróleo en Colombia ha crecido
más rápidamente que la infraestructura de su transporte por
oleoducto, lo que ha obligado a usar el transporte de petróleo
en carrotanques que resultan más costoso y riesgoso desde el
punto de vista ambiental.

El sistema de poliductos en Colombia es de 3.716 Km. , con


una capacidad de mover productos refinados como nafta y
combustible de 336.000 barriles por día.

Existe una entidad, CENIT, filial de transporte de


ECOPETROL, que maneja más de 80 por ciento de la red de
oleoductos y poliductos del país. Para fines del año 2014,
CENIT planeaba aumentar en 35.000 barriles de crudo diario
su capacidad de transporte por oleoductos, y para el 2015 el
objetivo que tiene es tener entre 170.000 y 190.000 barriles
adicionales de capacidad diaria.
POLIDUCTOS: Transportan derivados de los hidrocarburos
como Nafta y combustibles.
OLEODUCTOS: transporta crudos
GASODUCTOS: Transporta gas

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LA MINERÍA. EL CARBÓN

Fuentes:
1. Amparo Jiménez Valencia, “El contrato de asociación: restricciones y
oportunidades de negocios hasta 1980”, en su libro Stakeholders, una
forma innovadora de gobernabilidad de empresa. Análisis de un caso
colombiano, Uniandes, 2002, pp. 63-80.

2. René de la Pedraja, "El carbón: descenso y auge", en Petróleo,


electricidad, carbón y política en Colombia, 1993: 335 y sgtes.

Generalidades:
Existen varias clases de carbón. El carbón con el que estamos más
familiarizados es el carbón vegetal, que se obtiene por combustión lenta
de la madera y que sirve como combustible, por ejemplo en los asados a la
parrilla. Hay también un carbón animal, que también se obtiene mediante
combustión de los huesos, y se usa principalmente en procesos químicos
como absorbente para decolorar bebidas y otros. Y está el carbón mineral,
que es un elemento fósil, se encuentra en minas, hay varias clases, y se usa
principalmente como combustible industrial. El carbón mineral suministra
el 25 por ciento de la energía consumida en el mundo, y es solo superado
por el petróleo como fuente energética. Genera el 40 por ciento de la
producción mundial de energía eléctrica. Las reservas más importantes del
mundo se hallan en Estados Unidos, Rusia. China, Australia e India.

Carbón mineral
El carbón mineral es el que nos interesa en esta clase por sus múltiples
usos en la industria. Las principales aplicaciones y usos del carbón mineral
son:

1. Generación de energía eléctrica.


2. El derivado del carbón mineral es el coque, que es un combustible
sólido y poderoso que resulta de calcinar carbón mineral. Se usa como
combustible principalmente en altos hornos. Dos terceras partes del acero
mundial se produce usando carbón coque.

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3. El carbón mineral tiene un uso importante en la siderurgia, (arte de
extraer hierro y trabajarlo), pues la mezcla de minerales de hierro con
carbón produce una aleación mejorada del hierro.
4. Se usa en industrias que requieren mucha energía en sus procesos,
como por ejemplo las fábricas de cemento y de ladrillos.
5. Un uso doméstico.
6. En carboquímica, mediante un proceso de gasificación del carbón se
obtiene gas de síntesis, que es una materia prima básica que puede
transformarse en amoníaco, metanol, gasolina. La carboquímica es una
aplicación común en China y África del Sur.
7. Se usa también como petróleo sintético pues mediante un proceso de
licuefacción el carbón mineral puede ser transformado en un crudo
parecido al petróleo.

Los procesos en carboquímica y para elaborar petróleo sintético son


altamente contaminantes del medio ambiente y requieren mucha energía,
por lo que no son aconsejables.

En las primeras décadas del siglo XX no existía una política nacional en


relación al carbón porque las prioridades regionales predominaron en ese
campo. Cada región de Colombia había explotado el carbón según sus
necesidades y capacidades. La producción se había concentrado en las
zonas aledañas a Bogotá, Cali y Medellín, en donde había abundancia de
depósitos que contribuyeron al desarrollo de estas ciudades. La carencia
de depósitos en sus territorios en la Costa norte había sido un obstáculo
para su desarrollo. A fines del siglo XIX la Costa importaba carbón de
Inglaterra, porque entonces con las dificultades del transporte le salía más
barato importarlo que traerlo del interior.

En 1935 la producción de fuel oil como sustituto había reducido las


importaciones de carbón. La Segunda Guerra Mundial terminó por
suspender estas importaciones, y para suplantar ese vacío las minas de
carbón en Antioquia enviaban carbón hasta el río Magdalena desde
donde era transportado en planchones hasta Barranquilla. Pero este
sistema era muy costoso, por lo que el fuel oil y otros derivados del
petróleo terminaron por reemplazar al carbón entre los consumidores de
la Costa.

Fuel Oil, literalmente traduce "aceite-combustible", pero en los


diccionarios lo traducen como combustóleo, y sobre él dice wikipedia que

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es "una fracción del petróleo que se obtiene como residuo en la
destilación."

El fuel oil por sus bajos costos ha sido un fuerte competidor del carbón en
Colombia. Cuando en la refinería de Barrancabermeja se refinaba
suficiente petróleo para atender la demanda interna de gasolina, resultaba
un excedente de fuel oil. El fuel Oil comenzó a sustituir al carbón como
combustible de los ferrocarriles hacia 1930, por su menor precio y porque
no producían el hollín que producía el carbón y que contaminaba el
ambiente. Sin embargo los intereses económico de los dueños de minas
de carbón prevalecieron sobre los del fuel oil para los ferrocarriles. El
carbón fue utilizado como combustible en los tramos de los ferrocarriles
nacionales entre 1930 y 1950, fecha en que los ferrocarriles perdieron
importancia como clientes para el carbón de las distintas regiones
colombianas.

Los nuevos mercados para el carbón en Colombia eran 1) las plantas


termoeléctricas; 2) las fábricas de cemento y 3) las acerías, incluida la
fundición de metales. Otras menos importantes eran las cervecerías y las
plantas químicas.
Las termoeléctricas cobraron importancia a partir de 1940, y esta
importancia aumentó cuando las empresas de energía pasaron a ser
propiedad del Estado.
El carbón ha sido una fuente importante de energía en la producción de
cemento, y en la medida en que aumentó la construcción en Colombia a lo
largo del siglo las cementeras aumentaron su importancia como clientas
del carbón. Las primeras fábricas de cemento surgieron en Bogotá, la más
famosa Cementos Samper, que ya en 1938 consumía 37.500 toneladas;
hubo otras cementeras en Antioquia y en Cali.
Los talleres metalúrgicos también consumen carbón para sus fundiciones.
La inauguración en Boyacá de Acerías Paz del Río, en 1955, repercutió
positivamente sobre el consumo de energía en todo el país. Hasta
entonces Colombia había importado todo su acero y hierro, pero a partir
de Acerías las metalúrgicas se convirtieron en los principales consumidores
de carbón del país porque necesitaban grandes cantidades de carbón para
producir el coque empleado en los altos hornos en los talleres en donde se
convertía el acero en productos terminados. Paz del Rio además de
adquirir carbón de los dueños de yacimientos explotaba sus propias minas.

15
Bogotá utilizó carbón mineral como combustible doméstico entre 1900 y
1945, cuando la población de la ciudad creció de cien mil habitantes a más
de 400.000, después de la Segunda Guerra Mundial. Pero desde fines de
1942 el precio del carbón aumentó en Bogotá en un 80 por ciento, cuando
todavía el carbón mineral era una necesidad básica para cocinar, para
calentar el agua y para planchar. El medio ambiente estaba tan
contaminado por el extendido uso del carbón que los puños y los cuellos
de las camisas terminaban negros al final del día. A fines de la década de
1940 las estufas eléctricas comenzaron a usarse entre las familias de clase
media y alta. Muchas de las fábricas más pequeñas también se pasaron a
derivados del petróleo como combustible y los ferrocarriles al fuel oil. En
las décadas de 1950 y 1960 las amas de casa bogotanas no eran
vulnerables a los precios del carbón porque se habían pasado al uso de
estufas eléctricas o de gas.

En la zona de Cali en el Valle del Cauca también había minas de carbón,


pero sólo unas pocas minas eran apropiadas para la mecanización de su
explotación, a diferencia de las que se hallaban en Boyacá, cerca de
Bogotá. Casi todas las excavaciones tenían problemas de inundación de
aguas subterráneas. Además, el contenido de ceniza en el carbón era muy
alto, alcanzando en los depósitos un promedio de ceniza que oscilaba
entre el 27 y el 35 por ciento, hasta el punto que los geólogos concluyeron
que en lugar de hablar del contenido de ceniza debía hablarse de cenizas
con cierto contenido de carbón.

Historia del desarrollo del carbón del Cerrejón

En 1865 el ingeniero John May, contratado por el gobierno colombiano,


descubrió los yacimientos de carbón del Cerrejón a 67 kms de la costa
Atlántica. Informó a las autoridades del potencial de las reservas, pero el
gobierno estaba en quiebra por las muchas guerras civiles y abandonó el
proyecto en 1883 por falta de financiación.

Sólo cuando estalló la Segunda Guerra Mundial se revivió el interés por la


explotación de las minas del Cerrejón. En 1941 con la Segunda Guerra
Mundial renació el interés por el proyecto. El gobierno envió a la zona una
misión geológica encabezada por Víctor Oppenheim, que presentó un
informe favorable al Instituto de Fomento Industrial (IFI). El IFI estudió el
proyecto pero el interés se desvió hacia las Acerías de Paz del Río, en
Boyacá. En 1951, el IFI comenzó a explotar el carbón del Cerrejón, pero

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abandonó la empresa ante la imposibilidad de asumir los altos costos que
requería esta inversión.

En 1958 el Ministerio de Minas abrió una licitación internacional, y varias


compañías norteamericanas se mostraron interesadas, en particular la
Peabody Coal Company y la Kentuky Coal Corporation, pero finalmente
ninguna de las firmas interesadas aceptó las condiciones del gobierno,
porque para entonces el carbón planteaba problemas de mercadeo. El
carbón del Cerrejón era bueno para calefacción y generación de energía
eléctrica pero poco apropiado para la producción de coque, y en los años
50 y 60 la mayor demanda de carbón era para la producción de coque. El
proyecto se durmió unos años más.

Carbocol-Intercor
Fue a partir del decenio de 1970 que se inició la explotación de este
recurso natural en Colombia. Para ello fue preciso la creación de Carbones
de Colombia, CARBOCOL, la empresa del Estado encargada de la
explotación carbonífera, y un contrato de asociación con una empresa
extranjera llamada INTERCOR.

CARBOCOL S.A. se constituyó el 16 de noviembre de 1976. Es una empresa


del Estado, adscrita al Ministerio de Minas y Energía, creada con el objeto
de administrar los recursos carboníferos de Colombia. Desde 1993 sus
actividades se redujeron exclusivamente al Complejo Carbonífero del
Cerrejón, Zona Norte. El Cerrejón Zona Norte está situado al noreste de
Colombia, en la Guajira. La mina está ubicada entre los municipios de
Barranca y Maicao, 60 kms al sur de Riohacha. La misión de Carbocol es
“asegurar el manejo racional del recurso carbonífero objeto del contrato
de asociación Cerrejón Zona Norte”.

INTERCOR, (International Colombian Ressources Corporation), es una


empresa privada con ánimo de lucro, cuyo capital pertenece a accionistas
privados. Nació como una filial de Exxon Corporation, con más de 75 años
de experiencia en el sector energético de Colombia, y su domicilio social se
estableció en Colombia. En 1975 INTERCOR participó en una licitación del
Estado colombiano con 16 compañías más, para el desarrollo de Cerrejón
Norte y ganó.

En diciembre de 1976 se firmó el contrato de asociación entre Carbocol e


Intercor. El contrato estipulaba tres etapas: exploración, que se realizó

17
entre 1977 y 1980, para evaluar la cantidad y calidad del carbón, el
impacto ambiental, y definir la comercialización del producto. La fase del
montaje e instalación, entre 1981 y 1986, con un costo de 2.835 millones
de dólares, desembolsada en partes iguales por los asociados. La última
etapa de producción comenzó en 1986.

El contrato de asociación Carbocol-Intercor se firmó inicialmente por 33


años, hasta el 2009. En noviembre de 1998 prolongaron de común
acuerdo el contrato de asociación por 25 años, y se permitió a las
multinacionales Amcoal (Africa del sur), Glencor (Suiza) y RTZ (Inglaterra)
participar en la producción y tener acceso a la infraestructura de Puerto
Bolívar, propiedad de Carbocol-Intercor. De acuerdo a lo estipulado en el
contrato, Carbocol tiene a su cargo la explotación, el transporte y el
embarque del carbón de El Cerrejón Norte. La capacidad de producción
del complejo es de 15 millones de toneladas anuales, cifra que alcanzó en
1997. La comercialización del carbón corresponde a los dos asociados por
partes iguales.

Cerrejón Norte, situada 60 km al sur de Riohacha, es la mayor zona


carbonífera del país, con reservas estimadas en 2.400 millones de
toneladas de carbón térmico de alta calidad situado a 250 metros de
profundidad. A comienzos de 1998 Carbocol-Intercor habían exportado
más de 145 millones de toneladas métricas. Para el transporte del carbón
se construyó una via férrea de 150 Km de largo entre la mina de carbón y
el puerto, llamado Puerto Bolívar. El transporte se efectúa en dos
ferrocarriles de aproximadamente 120 vagones cada uno, cada vagón con
una capacidad de 100 toneladas. Al llegar al puerto el carbón se descarga
en una estación y desde allí se envía al cargador lineal de barcos por medio
de una banda transportadora.

El muelle de carga está situado en Puerto Bolívar, Guajira, a una distancia


de 150 kilómetros de la mina. Es el principal puerto carbonífero de
América Latina, y uno de los más importantes del mundo. Es un puerto
moderno con capacidad de almacenamiento de 1.700.000 toneladas, y
capacidad para recibir buques de hasta 170.000 toneladas de peso
muerto. Las instalaciones portuarias cuentan con un sistema de descargue,
transferencia y muestreo, apiladores-recolectores, y un cargador lineal de
buques. Cuenta con aeropuerto, muelles con almacenamiento de
combustibles, bodegas y oficinas.

18
Las exportaciones totales de carbón térmico colombiano, incluido
Cerrejón, alcanzaron en 1996 un total de 25 millones de toneladas, lo cual
sitúa a Colombia entre los cinco principales exportadores del mundo, con
una alta participación en el mercado internacional del carbón. El Cerrejón
Norte exportó en 1996, 14.5 millones de toneladas (la mitad del total
exportado) destinado un 75% a Europa, 22% al continente americano y 3%
al lejano oriente. El carbón del Cerrejón se utiliza como combustible para
la generación de vapor en el sector eléctrico e industrial, y como mezcla en
procesos siderúrgicos.

La crisis energética de los años 70 y el carbón del Cerrejón

Con la crisis energética de los años setenta, que subió el precio del
petróleo en el mundo, bajo control de los países productores asociados en
la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo), resurgió el
interés por explotar el carbón del Cerrejón, y en octubre de 1973 el
gobierno colombiano firmó el primer acuerdo de intención con la
multinacional Peabody Coal. Todas las decisiones de producción del
Cerrejón se tomaron entre 1973 y 1982, cuando el país por primera vez se
convirtió en importador de petróleo (1975). Renació entonces el interés
por el carbón, una fuente de energía poco costosa que permitía la
generación de energía termoeléctrica.

Colombia enfrentó la crisis energética de los 70s desde una mejor posición
que otros países latinoamericanos. Colombia era uno de los cinco
“gigantes energéticos” (Argentina, Brasil, México, Venezuela y Colombia).
Estos cinco países representaban el 82% del consumo total de energía en
1979, en América Latina, y el 88% de la producción total de energía, y
reunían el 87% del total de la producción de petróleo crudo de América
Latina. Colombia era la que menos consumía. El apelativo de gigante
energético para Colombia se justificaba si se identificaban las fuentes de
energía: el país contaba con grandes reservas de gas natural que
comenzaron a explotarse a fines de los 70s. Era el cuarto país dotado de
fuentes de energía hidroeléctrica después de Brasil, Chile y Perú. Y el
primer país en producción y consumo de carbón.

Los contratos de concesión y los contratos de asociación

El contrato de asociación surgió como la mejor opción frente a otras


formas de contrato, como la del contrato de concesión. La principal

19
diferencia entre el contrato de asociación y el contrato de concesión
consiste en que en la concesión los organismos del Estado no tienen
ninguna participación en la exploración, programación y ejecución de las
operaciones industriales, especialmente en la etapa de exploración. En los
contratos de asociación, por el contrario, el asociado y los organismos del
Estado preparan en forma conjunta las operaciones, los presupuestos
respectivos, y todas las actividades necesarias para el aprovechamiento de
los recursos naturales, siempre y cuando se este en la etapa de
explotación de los recursos. En la etapa primera, de exploración y
búsqueda de esos recursos, es una tarea exclusiva de la parte asociada,
ellos asumen el riesgo, y el Estado solo participa cuando ya se descubre un
campo explorable. Además, los organismos del Estado como Ecopetrol y
Ecominas pueden establecer los términos del contrato de asociación,
como el monto de las regalías y el monto de regalías para el municipio.

El sistema de contrato de concesiones rigió en Colombia hasta 1974. La


Ley 20 de 1969 fue el origen de los contratos de asociación. Bajo los
contratos de asociación se establece el principio de propiedad absoluta de
la nación de las minas y yacimientos de hidrocarburos del subsuelo,
respetando los derechos preestablecidos a particulares con condiciones y
bajo situaciones jurídicas concretas. La Ley 20 de 1969 declaró de utilidad
pública y de interés social la industria minera, y formuló la extinción de
derechos adquiridos en la minería de parte de particulares, ya fuera por
adjudicación, acceso, merced, remate o cualquier otra causa. Finalmente
el Decreto 2310 de 1974 abolió las Concesiones y señaló a Ecopetrol y
Ecominas los administradores de os recursos mineros de Colombia.

Las grandes decisiones sobre El Cerrejón se tomaron durante el gobierno


de Alfonso López Michelsen, 1974-1978

Las decisiones más significativas para concretar la explotación del Cerrejón


fueron tres:
a) El contrato de asociación con Intercor
b) Las renegociaciones entre la Peabody y el IFI . No había uniformidad de
criterios en el contrato de asociación, lo que condujo a la eliminación del
contrato y a la salida del país de la multinacional
c) La constitución de la empresa estatal Carbocol. Además, la crisis del
petróleo significaba un potencial para obtener importantes beneficios en
la explotación del carbón, aumentando el poder de negociación del
gobierno colombiano.

20
Al final del gobierno de López quedó claro que había que destacar varios
aspectos de las políticas del sector energético: a) la importancia de
mejorar la información sobre la industria del carbón; b) la importancia de
realizar estudios técnicos y económicos, y de crear una empresa nacional
con suficiente capital; c) la importancia del carbón para diversificar
exportaciones d) el valor social agregado en la creación de empleos y
transacciones internas.

El 16 de noviembre de 1976 se creó Carbones de Colombia, CARBOCOL,


como la única agencia del Estado responsable de la dirección de los
recursos carboníferos. Capital suscrito era de 367.347.000 representados
en acciones. Objeto social: explorar, explotar, transformar, transportar y
comercializar todo tipo de yacimiento carbonífero del país.

Cerrejón Norte es hoy una empresa conjunta, perteneciente por partes


iguales a BHP Billiton, Anglo American y Glencore. Es una mina a cielo
abierto que produce más de 32 millones de toneladas de carbón al año,
transportada mediante un ferrocarril de 150 km. de largo, a un puerto
capaz de recibir buques de hasta 180.000 ton de capacidad. Emplea a
10.000 personas de las cuales el 99% son colombianos. Es el exportador
privado más grande del país y uno de los contribuyentes en impuestos más
importantes.

La Drummond

Esta compañía norteamericana adquirió en la década de 1980 los derechos


mineros de reservas de carbón cerca de La Loma, en el Cesar, e inició
explotaciones a mediados de la década de 1990. Su operación minera en
Colombia incluye las minas a cielo abierto de Pribbenow y El Descanso, en
el Cesar. Tiene reservas carboníferas de aproximadamente dos mil
millones de toneladas en los proyectos de La Loma, El Descanso, Rincón
Hondo, Similoa y Cerrolargo. Los dos primeros ya se encuentran en
explotación. Ha hecho una fuerte inversión en infraestructura en la zona.
Pasó de exportar un millón de toneladas de carbón en 1995, a exportar
aproximadamente 32.6 millones de toneladas en 2016.

Es la segunda empresa carbonera más grande de Colombia. No tiene


buena reputación en el país. A continuación algunas noticias en los medios

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sobre esta empresa a la que se le investiga por muchas acusaciones.
Veamos algunas.

Salomón Kalmanovitz en una columna de El Espectador, “Historia de la


Drummond y el Cesar”, 11 enero de 2009.

“Entre 1995 y 2007 la Drummond, una sociedad familiar ubicada en


Alabama, ha extraído 160 millones de toneladas de carbón de alta calidad
del departamento del Cesar.”
“…Es evidente el descuido ambiental de la empresa. El carbón es
conducido en tractomulas o en el ferrocarril de trocha angosta con
vagones pequeños y se pasa a barcazas que se adentran en el mar Caribe
para entregar su contaminante carga. Cada traspaso y viaje libera
mineralpulverizado a la atmósfera que es nocivo para la salud humana, de
animales y de plantas…El mismo polvillo ha deteriorado la calidad de las
playas de Santa Marta…El Ministerio de Medio Ambiente sí multó con 100
millones de pesos (menos de 50 mil dólares) a la firma American Port Co.,
filial de la multinacional Drummond, por polucionar las playas del
Rodadero en 2007”.

Dinero.com/home en la sección Negocios, “El novelón de la Drummond”:

La venta de la Drummond, la segunda carbonera más grande de Colombia,


aun no se concreta; piden U.S. 8.000 millones, suma superior a la venta de
Bavaria a SABMiller…

“La historia de la venta de esta minera…nació por un dilema familiar. Garry


Drummond, su dueño y cabeza visible, no tendría en su familia quien
siguiera
manejando el negocio.”
“La tensión más alta en la historia se alcanzó en enero de este año, cuando
los diarios Sunday Times y The Australian dieron cuenta de una eventual
oferta de la minera suiza Xstrata por Drummond. Xstrata es una de las
multinacionales mineras más grandes del planeta, con ingresos que para
2010 superaban los U.S. 30.000 millones, de los cuales el carbón
representa 29% de sus negocios. Esta compañía, además, ya tiene
participación en Colombia: es dueña de 33% de El Cerrejón y sus socios
son BHP Billiton y Anglo American.”
“…y finalmente, en el caso de Colombia los dos más grandes jugadores,
Cerrejón y Drummond, empezaron a exportar a Asia, en donde los

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consumos de India y China vienen en ascenso. Para el caso de la
Drummond, que el año pasado recibió 3.6 billones, el mercado asiático ya
pesa cerca del 18% de sus ingresos.

Revista Semana, “Fe de carbonero”, 18 septiembre 2010.

“Drummond fue fundada en 1935 por Herman Drummond. El negocio


empezó gracias a un crédito de 300 dólares que tenía como garantía las
tres mulas encargadas de jalar los vagones para trasportar el mineral de la
boca de la mina…” Es una empresa de familia. El actual presidente, Garry
Drummond, es hijo del fundador y asumió el cargo en 1973.
Según Fabio Echeverri, “En la década de 1980 había dos explotaciones
mineras en el Cesar. Una pertenecía a la firma Simesa, de la que yo era
directivo, y la otra era de una empresa que pertenecía al hombre de
negocios Allan Wallfy. Drummond se interesó en ellos y los compró.” Esos
dos proyectos terminaron convertidos en la mina La Loma, el proyecto
carbonífero que le abrió las puertas de Colombia a la carbonera. “Hoy la
firma no solo cuenta con La Loma sino con su gran proyecto El Descanso…”

Artículo en eltiempo.com.co, por Sergio Silva Numa, 16 enero 2014, en el


que habla del segundo libro de Luis Jorge Garay sobre el tema minero:
Minería en Colombia: institucionalidad y territorio, paradojas y conflicto.

“¿Qué se esconde tras las más de 80 millones de toneladas de carbón y las


76 de oro que salen del país año tras año?”

Lo que queda en evidencia del estudio de la Contraloría es:


“…la calidad de vida de la población de las zonas de explotación de
minerales, no solo no mejoró, sino que, en la mayoría de los casos, vio
consolidar su retraso en contraste con otras regiones.”
Un par de ejemplos bastan: los indicadores de pobreza de Chocó (que
desde el 2009 incrementó de manera acelerada la obtención de oro, hasta
alcanzar un 39% de la producción colombiana) son del 74%. Además tiene
un déficit de vivienda de 82% que preocupa.”
“Y si el oro deja a su paso tales carencias, el carbón no se queda atrás. En
los municipios productores en el Cesar, tierra de la Drummond, que es de
donde sale el 48% de nuestro carbón, hay un promedio de necesidades
básicas insatisfechas (NBI) del 76%, 31 puntos más que la cifra
departamental y 20 más que la nacional que es el 54%.”

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La tasa de mortalidad infantil (TMI) que en Colombia era en 2010 de 18
por mil, en Cesar y Guajira, áreas carboníferas, estas tasas son de 20 y 32
muertos respectivamente.
Tampoco generan mucho empleo local: la participación en el empleo es de
1.2% (238.000 puestos), lo que contrasta con los trabajos que crea el
sector agropecuario (3.6 millones) o el sector industrial (2.7 millones).

Otro artículo de la misma edición de eltiempo.com, 16 enero de 2014,


“Hay un fracaso estatal contra la minería ilegal: Contraloría”, dice:

Son 10 investigadores los que participan en el libro sobre minería que


dirige Luis Jorge Garay, y coinciden en afirmar que ese sector, que aporta
2.4% al total de la producción económica, “está en una encrucijada”:
“La informalidad domina al sector, la pobreza ronda los municipios dueños
de la riqueza minera, el daño ambiental que queda es irreversible y el
Estado no se había pellizcado pues las leyes existentes en esa materia son
permisivas de múltiples inconsistencias…”
“…al menos el 25 % del lavado de activos se hace a través de la minería
ilegal.”
“Colombia recibe cerca de once billones de pesos en regalías…, sería
importante pedir una rendición de cuentas para saber en qué se están
utilizando esos recursos.”

El Tiempo, jueves 16 enero 2014, “Se crecen los líos de la Drummond”:

Se anuncia que la Contraloría General le abrió dos nuevos procesos de


responsabilidad fiscal, que se suman a los dos que ya tiene, “porque
extendió la longitud del muelle de cargue sin pagar más y porque
sobrepasó la capacidad autorizada de los buques, pero solo pagó por
buques de 70,000 toneladas.” Es decir, la compañía se comprometió a usar
buques de 70.000 toneladas, pero se estableció que cuenta con buques de
160.000 toneladas, lo que representa un desfalco fiscal por 20.000
millones de pesos.

Los otros dos procesos que se le siguen son por liquidaciones inexactas de
las regalías que debe pagar a la Nación, y por el daño ambiental que no ha
resarcido. Sobre la indebida liquidación de regalías desde hace 10 años ya
hay embargos. Parte del problema surgió porque el Estado le ha permitido
a la Drummond descontar de las regalías las inversiones que ha hecho en
infraestructura de transporte para la región. En cuanto al daño ambiental

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causado en parte por el transporte del carbón en barcazas hasta el barco,
con riesgo de volcamiento en la bahia, en lugar del cargue directo, el
proceso contra la compañía es de 130.000 millones de pesos.

La Drummond tenía autorizada una extensión de 150 metros de playa


para cargar barcazas, pero la extendió a 589 metros. El contrato amplió
esta extensión en 1997 con respecto al contrato firmado en 1992, no
obstante no incrementaron la tarifa. Por esta irregularidad la Contraloría
anunció a la Drummond un cobro retroactivo.

No solo la Drummond es investigada. Los procesos de la Contraloría contra


Cerrejón Zona Norte suman cargos por 144.000 millones de pesos; los dos
nuevos procesos a la Drummond de parte de la Contraloría suman cargos
fiscales por 134.000 millones de pesos, y hay además cargos contra nueve
sociedades portuarias más, entre ellas la de Buenaventura, Santa Marta,
Barranquilla y Cartagena.

El Espectador, domingo 2 de febrero de 2014


"Tatequieto a la minería", de Juan David Laverde Palma

El Espectador revela la ponencia que discute la Corte Constitucional para


frenar los impactos de esta actividad en las regiones.

Las voces de los ambientalistas sólo tuvieron ecos cuando quedaron


registradas las imagenes de varias toneladas de carbón que la
multinacional Drummond vertió al mar en Santa Marta. Un daño
irreparable al ecosistema que el Ministerio del Medio Ambiente en una
multa de apenas $6.956 millones.
"La Corte Constitucional está a punto de ponerle un tatequieto a esta
explotación al resolver una demanda contra el Código de Minas que podría
cambiar de una buena vez el mapa de la depredación del subsuelo
colombiano." Se trata de una ponencia en la que el magistrado Alberto
Rojas Ríos sostiene que se debe tumbar una norma que prohíbe a los
municipios vetar o intervenir en los procesos de explotación minera de su
territorio. Es decir, si Bogotá aprueba un proyecto minero de nada valen
las protestas de los habitantes de la zona en donde se desarrolle el
proyecto. Según el magistrado, esta norme viola el principio de autonomía
de las regiones que son quienes padecen las consecuencias de la
explotación minera. O sea, se desconocen en Bogotá las opiniones de los
concejos municipales, obligados a velar por el medio ambiente, y

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facultados para hacer los planes de ordenamiento territorial. Alega el
magistrado que además la minería altera las costumbres de los pobladores
de la zona explotada, porque además de contaminar el medio ambiente
genera deserción escolar, aumenta la drogadicción, prostitución, violencia
y madresolterismo, por la migración de gentes nuevas al sitio explotado.

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