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106 La Tinta Sobre El Movimiento Revisi N y Prpuestas Carlos Sandoval PDF
106 La Tinta Sobre El Movimiento Revisi N y Prpuestas Carlos Sandoval PDF
Resumen
El presente ensayo es una revisión bibliográfica de los artículos académicos
referidos al movimiento estudiantil chileno de los años 2011-2014. Se propone
en este sentido una categorización que retoma anteriores propuestas de
ordenamiento que establecen tres interpretaciones sobre el origen del
movimiento: un origen propiamente sociológico, otro desde la esfera económica
y finalmente un tipo de interpretación política. La propuesta defendida en este
sentido es que existiría un cuarto tipo de trabajos que atribuirían a factores
culturales el éxito e impacto del movimiento de los estudiantes. En relación a
las proyecciones y soluciones contenidas en los distintos análisis se establece
que se ha privilegiado un tipo de visión en la que se ve a la política como
aquella esfera privilegiada para albergar las salidas a un conflicto que posee
orígenes más bien estructurales. Dicha tensión quedaría en evidencia en el
actual escenario político ante todo frente a los escándalos de corrupción en el
nuevo ciclo político.
Palabras claves: Movimiento estudiantil chileno, Revisión bibliográfica,
propuesta de ordenamiento, separación entre la política, lo social y lo
económico
1
El presente artículo es un avance de una investigación mayor dirigida hacia la
elaboración de un libro sobre el movimiento estudiantil chileno (2011-2014) preparado
por el Centro de Investigación OIKOS de la Facultad de Administración y Economía de
la Universidad de Santiago de Chile. El autor agradece a los miembros del equipo de
OIKOS. Como así también al Sociólogo Juan Pablo Rodríguez y la antropóloga Camila
Silva.
2
Carlos Azócar Ortiz es licenciado en Sociología por la Universidad de Chile y tesista de
la Maestría en Estudios Latinoamericanos de la Universidad Nacional Autónoma de
México. Actualmente se desempeña además como investigador en el Centro de
Investigación OIKOS de la Facultad de Administración y Economía de la Universidad de
Santiago de Chile.
Resum
El present assaig és una revisió bibliogràfica dels articles acadèmics referits al
moviment estudiantil xilè dels anys 2011-2014. Es proposa en aquest sentit una
categorització que reprèn anteriors propostes d'ordenament que estableixen
tres interpretacions sobre l'origen del moviment: un origen pròpiament
sociològic, un altre des de l'esfera econòmica i finalment un tipus d'interpretació
política. La proposta defensada en aquest sentit és que existiria un quart tipus
de treballs que atribuirien a factors culturals l'èxit i impacte del moviment dels
estudiants. En relació a les projeccions i solucions contingudes en les diferents
anàlisis s'estableix que s'ha privilegiat un tipus de visió en la qual es veu a la
política com aquella esfera privilegiada per albergar les sortides a un conflicte
que posseeix orígens més aviat estructurals. Aquesta tensió quedaria en
evidència en l'actual escenari polític enfront dels escàndols de corrupció en el
nou cicle polític.
Abstract
Introducción.
El presente artículo tiene por objeto hacer una revisión preliminar de las
múltiples y variadas interpretaciones académicas que se han realizado sobre el
movimiento estudiantil chileno, a cuatro años de su aparición y a la luz del
nuevo escenario político del país. Este escenario está configurado por la
ejecución de la agenda de reformas del gobierno de centro izquierda de Michel
Bachelet que, en gran medida, capitalizó electoralmente el malestar de la
sociedad chilena.
La idea, en este sentido, es poder realizar un balance de la forma en la cual el
movimiento estudiantil ha sido analizado desde la academia, examinando
cuáles fueron en su momento y actualidad las causas y orígenes que se le
atribuyeron a la aparición del más importante movimiento social de la segunda
república chilena. En este mismo sentido, interesa averiguar también cuáles
fueron las consecuencias que se vislumbraron, contrastando dichas
proyecciones con los sucesos que han ido marcando los primeros pasos de un
gobierno que a muchas luces parece tener un dificultoso avance. Dichas
dificultades se extienden en gran medida a toda la clase política al salir a la luz
una serie de eventos de corrupción que han restado de enorme legitimidad a
un sistema político que han entrado nuevamente en crisis. Se plantea entonces
la hipótesis de que se está generando un momento histórico en la que, sin
duda alguna, los cambios de perspectiva propiciados por el movimiento
estudiantil están involucrados, incluso cuando los propios estudiantes, como
sujetos políticos organizados, han perdido relevancia en el último tiempo.
La labor acá emprendida busca, de este modo, poder rastrear las principales
líneas por las cuales el movimiento estudiantil fue leído y proyectado, siendo
las clásicas distinciones entre lo social, lo económico y lo político las que
predominan en las clasificaciones de las causas atribuidas a la emergencia del
movimiento, derivándose de lo político una cuarta causa ordenadora que por su
3
Definido por la RAE el corpus es: “Conjunto lo más extenso y ordenado posible de
datos o textos científicos, literarios, etc., que pueden servir de base a una
investigación.”
4
Uno de los más claros ejemplos de esta situación es el prólogo que le realizan los ex
dirigentes estudiantiles al libro “La Mala Educación” del Abogado y académico
Fernando Atria.
materiales de una “nueva clase media”, más educada y empoderada que busca
hacerse un sitio en la estructura social de la mano de la consecución de
derechos sociales. La segunda, hace referencia a la crisis del modelo
neoliberal imperante en el país, a causa de la desigualdad social que provoca y
la necesidad de plantear un proyecto social alternativo cuyo centro no sea el
mercado. La tercera apunta a la crisis del sistema político vigente por su
escasa representatividad y legitimidad.” (Fernández, 2013)
La interpretación de estas derivadas contextuales afecta a las formas con las
cuales se propone abordar pero también solucionar el conflicto del propio
movimiento estudiantil. Esta misma apreciación está presente en muchos
trabajos. Por ejemplo, se considera que las referencias en torno a la
profundidad de los cambios generados por los estudiantes estaría a la base de
una forma de interpretación en la que los cambios, necesarios para la
resolución del conflicto, pasan por cuestiones más bien de recursos o, de forma
contraria, por un cambio estructural profundo (Fernández, 2013; Vera, 2012;
Mayol, 2012). De esta forma, el movimiento puede entenderse “como un
episodio rápidamente disoluble en la rutina de un sistema político altamente
dado al control de la demanda social hasta interpretaciones que perciben en la
crisis de 2011 un parte aguas que derivará en la reconfiguración plena del
cuadro político hacia un escenario aún por definir”(Durán, 2012: 53).
La revisión sumaria de los trabajos, hace referencia a las causas que de alguna
manera explicarían el surgimiento de un movimiento que, si bien posee amplios
antecedentes históricos de mediano plazo, ha sido entendido, con mediano
acuerdo, como una sorpresa dentro de un escenario de crecimiento económico,
desde la llegada de la derecha al poder y, en términos generales, al situarse en
uno de los países considerados como modelos de la estabilidad política y
económica en la región (Azócar, 2013; Vera; 2012). Es por ello que la pregunta
por las causas del movimiento viene a ser el primer apartado al cual se le
prestará atención. Para luego, pasar a las salidas y proyecciones que se han
dado al conflicto por el cual surge el movimiento, para finalmente contrastar
todo aquello con el nuevo escenario político existente en Chile.
Explicaciones sociológicas.
Las explicaciones que han sido denominadas como sociológicas se refieren a
un tipo de fenómeno que sería propio de las sociedades que estarían en cierta
etapa de desarrollo en la cual específicamente ciertas capas medias, más que
clases, comienzan a exigir la participación en el reparto del poder5 y recursos.
Por tanto, la lógica peticionista de los estudiantes referiría una demanda
propiamente mesocrática (Fleet, 2012; Tironi, 2012; Tironi y Hermosilla, 2012).
Desde esta perspectiva, los cambios introducidos por la dictadura que han
afectado las “condiciones de mercado bajo las que se ha reproducido la nueva
clase media en los últimos treinta años en Chile no sólo han sido determinantes
para la formación de sus bases estructurales, sino que también de sus
referentes simbólicos o, de manera más general, de sus valores. La
5
Entendiendo el poder en un amplio sentido y con claros rasgos de una definición
weberiana del mismo.
Explicaciones Económicas.
La referida condición estructural daría paso al siguiente grupo de
interpretaciones sobre el surgimiento del movimiento estudiantil. A la luz de los
trabajos que pueden ser clasificados dentro de esta línea se pueden distinguir
básicamente dos tipos de análisis: por un lado, aquellos que refieren a la
desigualdad de ingresos –y, por encima, el desigual reparto de oportunidades
como origen del conflicto– y por otro lado aquellos análisis que refieren
directamente al modelo de desarrollo, la implementación del neoliberalismo en
Chile y la mercantilización de las distintas esferas de la sociedad como aquello
que definiría tanto el carácter de la demanda estudiantil como a los propios
estudiantes en tanto grupo social.
En relación a esta última deriva debe mencionarse que es común la referencia
al proceso de privatización y mercantilización como uno de los factores
estructurales que derivan en las movilizaciones. Sin embargo, son pocos los
enfoques que van más allá de la mera descripción del proceso para poder
adentrarse en la lógica de producción y re-producción del capital que
finalmente sustentaría y estaría a la base de dichos procesos propios del
neoliberalismo (Rifo, 2013) o del hiperliberalismo (Bruna del Campo, 2012).
Es por ello que se tiene que poner en relieve la visión planteada por Mauricio
Rifo quien describe el cambio en la educación, operado desde las reformas
estructurales vividas por la sociedad chilena, como una conversión de la propia
educación en un medio de producción. En este sentido, la creación del
mercado de la educación sería una forma de generar un tipo particular de
mercancía: el conocimiento, basado en un tipo de relación de producción entre
el estudiante transformado en cliente y subvencionado por el Estado y la
generación de ganancias por parte de los dueños de los centros educacionales.
Sin embargo, existiría un “segundo movimiento”, como el autor lo denomina,
aún más interesante, en tanto que la educación en el neoliberalismo estaría a
la base del proceso de desarrollo de las fuerzas productivas. En función de ello,
Por otro lado, pero desde una perspectiva similar, ciertas interpretaciones han
establecido que el movimiento ha logrado impugnar a la clase política en su
conjunto y no tan sólo la institucionalidad “una crítica implacable ―a veces
demoledora― de la institucionalidad y de las prácticas políticas imperantes en
el Chile postdictatorial. El carácter tutelado, protegido y de baja intensidad de la
democracia neoliberal chilena quedó al desnudo en muchas oportunidades
(Mayol, 2012). La “clase política” sin distinciones de partidos ni bloques fue
sometida a la crítica más incisiva de las últimas décadas y su nivel de
desaprobación ciudadana alcanzó porcentajes récords” (Grez, 2012).
6
El concepto de “enclaves autoritarios” es un concepto acuñado por Manuel Antonio
Garretón a través del cual se refiere de las herencias institucionales que no permiten la
instauración de la democracia en su máxima potencialidad. El concepto de enclaves
autoritarios aparece por primera vez en la bibliografía del autor en el texto “La
Posibilidad Democrática en Chile” (1989).
contrario, existen posiciones que si bien recogen este aporte de los estudiantes
como nuevos sujetos sociales, consideran que se hace necesario ocupar los
lugares del poder y transformarlos generando las alianzas y aglomeraciones
que sean necesarias para ello (Grez, 2012; Fernández, 2013).
Frente a este tipo de propuestas la idea fundamental es que no puede
reducirse la acción de los estudiantes y su éxito a manifestaciones puramente
expresivas, sin un objetivo que focalice la creación de un nuevo modelo de
sociedad que debe contener necesariamente una institucionalidad. De modo
tal, se plantea desde posiciones más moderadas que enfocan el problema en
términos de la forma en la cual las políticas públicas se pueden hacer cargo de
las demandas estudiantiles (García-Huidobro, 2012) a posiciones que en
definitiva consideran que la emergencia del movimiento plantea una
reformulación de las instituciones políticas en su conjunto existiendo de
manera constante “(…) la interpelación al Estado y su abandono de la
garantización del derecho a la educación, argumentando la hegemonía de la
Libertad de Enseñanza, la denuncia del lucro en el sistema educativo en
general y, por ello, la necesidad de cambios estructurales que solo podían
tener rango constitucional” (Bravo, 2012).
De este modo, lo que finalmente se establece es que el movimiento estudiantil
logra plantear un tipo de demanda que no puede ser satisfecha únicamente con
cambios cosméticos sino que necesariamente estaría en la búsqueda de la
generación de una nueva sociedad que, desde esta perspectiva, estaría
cimentada desde un nueva constitución política puesto que “ (…) en la
formulación de políticas públicas, en las dos últimas décadas Chile se ha
caracterizado por operar con un modelo definido por contar con un pequeño
número de actores que toman las decisiones, que interactúan repetidamente en
el tiempo y cuyo marco son unos partidos políticos que comparten en general
intereses” (Fernández, 2013: 6).
Desde estas posiciones la crítica más incisiva se refiere al hecho de que “(…)
los movimientos sociales pueden y deben abrirse al juego de la política,
procurando generar sus propios instrumentos políticos so pena de verse
obligados a retirarse a las áridas tierras de la Utopía fundamentalista o a
que son tradicionales, como las marchas, las tomas, las asambleas,
enfrentamientos violentos e incluso las huelgas de hambre. En otro ámbito,
existirían algunas otras acciones que estarían siendo renovadas y
resignificadas por parte de los estudiantes tales como las consultas
ciudadanas, los cacerolazos e inclusos las acciones artísticas, de humor e
ironía en el desarrollo de las marchas. Siendo las acciones identificadas como
estrictamente nuevas en el contexto chileno en específico, los denominados
Flash Mobs, corridas de protesta, producciones audiovisuales y las utilización
de medios no tradicionales (Tricot, 2012).
En relación a este último aspecto se establece que existe “un denominador
común, el impacto de Nuevas Tecnologías de la Información y la
Comunicación. Estas han entregado herramientas para que las distintas
organizaciones hagan extensivas sus demandas al mundo global” (Tricot, 2012:
10). Es en este ámbito donde han existido una serie de investigaciones que
ponen un importante acento en la forma en la que el movimiento estudiantil fue
abriendo nuevas estrategias de comunicación de manera exitosa enfrentando
en gran medida las formas parciales y sesgadas en las que fue tratado el
movimiento por parte de los medios tradicionales.
De forma aún más exacta se puede establecer que fueron básicamente dos los
tipos de trabajos que se dan en esta subdimensión; por un lado están aquellos
análisis que se enfocaron en el tratamiento que los medios y las autoridades le
dieron al movimientos y por otro lado, nos encontramos con aquellos análisis
que se enfocaron en la descripción misma de las nuevas dinámicas
comunicativas desplegadas por parte de los estudiantes y los medios
alternativos.
En relación al primer tipo, resulta interesante anotar que existen trabajos
empíricos con una importante producción de material investigativo que abordan
tanto los contenidos como las formas de tratamiento que tuvo el movimiento
estudiantil destacando un análisis realizado al tratamiento de un periódico
popular a la figura de Camila Vallejo, presidenta de la Federación de
Estudiantes de la Universidad de Chile en el 2011 en ese momento, en el
marco de la más grande concentración de las movilizaciones de aquel año. En
este sentido, un muy llamativo titular de aquel diario planteaba como desazón
la negativa que tuvo la dirigente comunista de participar en un baile con claras
connotaciones sexuales. El abordaje realizado permite, desde una perspectiva
crítica, desenmascarar un tipo de tratamiento sexista y degradante a la líder
más visible del movimiento. El titular del diario rezaba “Pese al clamor popular,
Camila Vallejo se negó a bailar la colita” y desde esa perspectiva se establece,
a partir de un análisis de las oposiciones contenidas en la noticia, que el
objetivo de aquel titular era directamente a “farandulizar y banalizar al
movimiento a través de sus líderes, restándole seriedad y profundidad al
análisis de la contingencia nacional y a los problemas sociales, entre ellos un
tema tan transcendente como la educación gratuita y de calidad.”(Romero,
2012: 886).
En esta misma línea, se puede situar otras investigaciones que abordan
también materiales periodísticos un tanto más complejos como son las
editoriales de los dos periódicos más importantes de Chile. Dos investigaciones
tomaron este material y analizaron por un lado el tratamiento dado al
movimiento y el conflicto estudiantil en su conjunto (Cabalin, 2013) y por otro, el
tratamiento dado a la crisis del sistema educativo en el marco de la discusión
sobre las reformas educativas (Santa Cruz y Olmedo, 2012).
En el primer artículo mencionado se hace referencia al concepto de “framming”
en el entendido de que los medios de comunicación están constantemente
dando el margen de referencia y encuadre a los sucesos que ocurren en una
determinada sociedad. Es así como, el análisis del tratamiento que se le dio al
movimiento estudiantil y al conflicto que le dio origen es sumamente interesante
de abordar desde esta perspectiva, pues permitiría establecer el
posicionamiento de los medios tradicionales frente al tema, los actores y las
posibles salidas al problema. En este sentido, se establece de forma taxativa
que “los medios son actores políticos en este debate. En su contenido, se
pueden encontrar las ideas, valores y posiciones ideológicas de los sectores en
pugna” (Cabalin, 2012: 645). Desde esas posiciones trataron de incidir en el
debate en curso al establecer que, en primer término, el conflicto estudiantil en
realidad era un conflicto coyuntural y en ningún caso un conflicto estructural,
alternativos y las redes han tenido en las movilizaciones sociales desde el año
2010 al 2013 (Rodríguez et al., 2014). En este sentido es que se establece que
si bien el rol de los medios alternativos ha sido crucial para la visibilización y
expansión de los movimientos sociales en general y el movimiento estudiantil
en particular “eso aún no deriva en que el movimiento se politice o empodere
con respecto a su posición dentro del sistema de medios, pese a la
coexistencia, durante el mismo período, de diversos movimientos relacionados
con la cultura libre en Internet, con una transición a la TV digital más diversa y
de mejor calidad” (Rodríguez et al. 2014: 87).
De este modo, las visiones sobre las formas en la que los movimientos sociales
se comunican internamente y con la sociedad es un tema que atraviesa al
movimiento estudiantil también. Y en particular existe un foco localizado en la
forma en la que las redes sociales han irrumpido en el desarrollo y proyección
de los mismos. Es así como algunos autores llegan a plantear que “Ya no
estamos ante modelos de comunicación centralizados, verticales y masivos al
estilo “Broadcast” sino a modelos horizontales, no jerarquizados y
personalizados, el estilo “Podcast”. (...) Los estudiantes adscritos a estructuras
partidarias estrictas y burocráticas son una minoría, su actuar IRL (in real life)
sigue siendo“Podcast”: el asambleismo, la autonomía y la acción parecen
seducir a los jóvenes de hoy.” (Cuadra, 2012).
Una de las proyecciones más importantes en este sentido ha sido aquella que
se puede situarse en el plano de la ideología y que ha redundado en el
resquebrajamiento de la ideología neoliberal (Gomez-Leyton, 2012) lo cual se
ha traducido especialmente en términos de la repolitización de la ciudadanía en
su conjunto (Garcés, 2011). Las proyecciones en este sentido se vincularon al
hecho de que necesariamente “En el corto plazo, sería deseable una
“conducción política” que sea capaz de traducir el actual movimiento estudiantil
en una propuesta política (lo que antaño hacían los partidos) que haga viable la
negociación con el gobierno y asegure de este modo, algunos logros y deje
para mañana lo que hoy no se consiga.” (Garcés, 2011). En este sentido las
proyecciones han priorizado la visión política y las salidas que dentro de este
plano se estarían desarrollando.
Ahora bien, las visiones en torno a lo político y la política institucional resultan
ser el principal punto en el cual se han distanciado las visiones más disruptivas.
La caracterización del sujeto social en cuestión, en este sentido, resulta capital
pues se podría vislumbrar que por un lado los estudiantes podrían ser
caracterizados como futuros miembros de la clase trabajadora y que en los
actual fase se encontrarían valorizando su fuerza de trabajo o bien serían
miembros de clase media pero que de alguna u otra manera están velando por
un tipo de aplicación de criterios universalistas para el funcionamiento de la
sociedad (Fleet, 2012).
Algunos de los autores más radicales plantean que existe una distancia
importante entre los estudiantes y los demás grupos subalternos que podrían
finalmente encabezar un proyecto de sociedad alternativo. Ahí está de hecho
una de la principales discordias (Agacino, 2013). En este sentido tanto de parte
de los estudiantes como de algunos de los autores establece que
necesariamente se deben establecer alianzas con otros actores sociales que
permitan una ofensiva de mayor alcance. Dicho de otro modo “El
enclaustramiento en quiméricos “falansterios”, cultivando una inmanente
“memoria popular”, tejiendo paciente mente la tela de su micro “poder” de
espalda a las mediaciones y conflictos de la política realmente existente,
ignorando al Estado y las correlaciones de fuerza entre los actores sociales y
7
http://www.papeldigital.info/ltrep/2014/12/28/01/paginas/039.pdf
8
http://www.elmostrador.cl/claves/caso-caval/
financiero y uno de los hombres más ricos del país, el empresario Andrónico
Luksic, atendió de manera personal a la nuera e hijo de la presidenta Bachelet
otorgándoles un crédito por 6.500 millones de pesos chilenos es decir 10
millones de dólares. Estos dineros serían utilizados para la compra de unos
terrenos en la sexta región para luego ser vendidos por una cifra muy superior
luego de que cambiará la calificación del uso de suelo de rural a urbano. Dicha
operación fue realizada en los primeros días elegida la presidenta y ha
determinado una serie de controversias alrededor de su figura al punto que sus
niveles de aprobación han tenido una baja sostenida en los últimos meses.
A todo este escenario se sumó una nueva investigación sobre una empresa
privatizada, SOQUIMICH, en la dictadura militar y que determinó que el yerno
del dictador pasara de ser un funcionario público a ser el dueño de la misma.
En este caso nuevamente estarían involucrados en la entrega de boletas
políticos pero no tan sólo de derecha sino que además el caso involucraría
además a otros políticos de la coalición gobernante. El caso está aún en
proceso y ha llevado a que la clase política a una crisis de la cual realmente
importante9.
A modo de conclusión: la política frente a lo político y lo social. ¿Un
nuevo sujeto social histórico?
La crisis actual de la política institucional ha derivado en un serio
cuestionamiento de las posibilidades de mantener la institucionalidad política
de forma intacta. En ocasiones anteriores, específicamente en el gobierno del
presidente Lagos, un escándalo de similares circunstancias fue resuelto a
través de un acuerdo político entre el gobierno y la oposición que permitió la
superación de la crisis10. Actualmente ya se firmó un acuerdo por parte de
todos los partidos políticos incluidos al partido comunista, y sin embargo la
crisis creciendo11.
9
http://www.elmostrador.cl/claves/caso-sqm/
10
http://www.emol.com/noticias/nacional/2007/07/23/263490/la-cronologia-de-los-
sobresueldos.html
11
http://www.radiovillafrancia.cl/partidos-de-gobierno-y-la-alianza-firman-acuerdo-
para-salida-institucional-a-la-crisis-de-corrupcion
12
http://www.latercera.com/noticia/nacional/2015/04/680-625734-9-gran-
convocatoria-e-incidentes-finales-marcaron-la-marcha-estudiantil-de-la.shtml
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