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Estos casos, entre otros, han puesto a trabajar a la industria aseguradora en el mundo
para reducir al máximo los riesgos y accidentes laborales utilizando estrategias más
preventivas que curativas.
Sin embargo, no todo el panorama es alentador si se tiene en cuenta que el año pasado hubo
un promedio de trabajadores afiliados al Sistema General de Riesgos Laborales de
10’234.360. Lo que significa que menos de la mitad del total de ocupados en el país que
en diciembre del año pasado llegó a los 22’649.000 -según las cifras del Dane- está afiliada.
Y el número de empresas que hacen parte de este sistema se situó en 742.450.
Dinero habló con Ítalo Benjamín Cardona, especialista de la Organización Internacional del
Trabajo (OIT) en legislación laboral y en administración de trabajo, salud y seguridad, en el
marco del Congreso de Seguridad, Salud y Ambiente, quien explicó que el tema que ha
preocupado al sector desde hace varios años es que los países cuenten con un adecuado
sistema de registro y notificación de accidentes.
“Nos encontramos que el sistema colombiano exige que las empresas deben notificar e
informar sobre los accidentes en general que resulten en su empresa a las ARL’s. Y que, en
el caso de aquellos accidentes graves, se reporten al Ministerio de Trabajo para que hagan
una gestión en conjunto. Sin embargo, aunque hay un registro importante o una cuenta por
parte de estas instituciones sobre el nivel de accidentalidad, nos sigue preocupando el
subregistro o aquella notificación que nunca llega a esas bases de datos”, abundó Cardona.
Al respecto, el coordinador de la OIT en Colombia, recalcó que “no se está visibilizando que
reportar los accidentes de trabajo sirve para contar con un panorama adecuado y diseñar
adecuadas estrategias para la prevención de éstos. Si no tenemos una estadística completa,
que nos identifique los diferentes sectores donde hay riesgos, nos es más difícil avanzar, de
alguna manera, en las respuestas que se pueden ofrecer”.
En ese sentido, Dinero quiso hablar con Alfredo Steve Sherrintong, psicólogo, doctor en
Gestión de Negocios Internacionales, especialista en el área de la ‘neuroseguridad’, para que
expusiera cómo desde este campo se pueden mitigar los riesgos y accidentes dentro de una
compañía.
El especialista indicó que este término estudia el funcionamiento del cerebro a la hora de
tomar decisiones y qué es lo que sucede en una persona -a nivel cerebral- cuando decide
hacer una u otra cosa. Es decir, identifica los comportamientos seguros e inseguros en
los humanos.
Hay que decir que este modelo se ha aplicado en la toma de decisiones en el comportamiento
seguro; o sea, qué es lo que hace que un trabajador decida o no ponerse, por ejemplo, un
casco de protección pese a que ha tenido capacitaciones y conoce los riesgos de no hacerlo.
“Para esto hemos estado estudiando ya varios años este comportamiento y lo que hemos visto
es que las personas inseguras toman decisiones que tienen que ver con factores emocionales.
Tienen un cerebro más inmaduro, funcionan como si fueran adolescentes que se dejan llevar
por los gustos e impulsos y no alcanzan a controlarlos”, sostuvo Sherrintong.
Y agregó que “las personas seguras también tienen ganas de quitarse el casco, pero lo
saben controlar. Es aquí donde juega un papel importante el aspecto emocional”.
Los errores
Dinero -con base en las hipótesis y estudios de Ítalo Benjamín Cardona, especialista de la
OIT, y de Alfredo Steve Sherrintong, psicólogo, doctor en Gestión de Negocios
Internacionales- le ofrece una lista de errores que no se deben cometer en una empresa si lo
que se busca es reducir los accidentes laborales:
1. No identificar y notificar sobre los accidentes laborales que ocurren en la compañía.
2. No avanzar en políticas de prevención; es decir, ver todavía el reporte de accidentes
como un riesgo o una posibilidad de una sanción o multa administrativa.
3. No formar equipos que investiguen los posibles riesgos que hay dentro de una
compañía y sus causas. No generar recomendaciones para cada espacio y/o labor.
4. No identificar qué acciones pueden ser puestas en marcha para prevenir accidentes y
reducir riesgos laborales y profesionales en el futuro.
5. No identificar que las acciones que cada persona practique tienen repercusiones en
otros. Se debe partir de la premisa que todos pueden salvar la vida de todos, desde el
gerente general o dueño hasta el menor cargo dentro de una compañía.
6. Fallar en la selección de personal, ya que hay personas que al ponerse nerviosas al
verse expuestas no se controlan lo que los lleva a cometer graves errores al interior
de un proceso o empresa. Al respecto, Sherrintong aseguró que ya no se debe
capacitar en conocimientos teóricos sino en ‘neurocompetencias’, qué es lo que hay
en el cerebro que permite ejecutar o no una acción.
En resumen, cada empresa debe recordar que una compañía saludable y menos
accidentada es mucho más productiva, no solo en materia de costos, sino en garantizar
derechos a los trabajadores para así no perder personal calificado y capacitado para
aumentar las cifras en cuanto a producción, ventas, ingresos, entre otros.
https://www.dinero.com/empresas/articulo/reduciendo-los-riesgos-laborales-en-las-empresas-
colombianas/259703