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Cómo limpiar el sensor de tu cámara y no

morir en el intento

Las manchas en los captadores digitales de nuestras cámaras de lente intercambiable


es un tema recurrente y que al menos una vez en nuestra vida de fotógrafos nos ha
quitado el sueño, sobre todo con nuestra primera cámara ré ex, al comprobar que de
repente y sin saber el porqué aparecen unas molestas motitas redondeadas siempre
en el mismo sitio en todas nuestras fotos (únicamente visibles utilizando aperturas de
diafragma cerradas).

El planeta está vivo y, por tanto, es todo lo contrario a un lugar aséptico y


absolutamente todas las cosas acaban por ensuciarse. El sensor de una cámara no iba a
ser la excepción e irse de rositas, así que la única solución es la misma que en
cualquier otro caso: la temida y odiada, aunque también agradecida a partes iguales,
limpieza.

Con este artículo, pretendemos conseguir que os quitéis ese miedo que todos
tenemos a estropear nuestra cámara, explicándoos de qué manera podemos limpiar el
sensor de nuestra cámara y librarnos de toda esa suciedad tan molesta sin dañarlo.

Sabed que esta suciedad, aparece en mayor o menor medida – y con mayor o menor
frecuencia – dependiendo de diversos factores como las condiciones ambientales de
temperatura, humedad y polvo en suspensión, las variaciones de las mismas, el lugar y
la manera de intercambiar los objetivos, etc. Sin embargo, aunque siempre tengamos
la cámara en el mismo sitio – por ejemplo, en nuestro estudio – y nunca cambiemos el
objetivo, mágicamente esas partículas de suciedad aparecen de todos modos. Es
verdad que si se trata de un cuerpo y objetivo sellados – como la mayor parte de la
gama profesional – es mucho más raro que ocurra, pero también es más habitual que
si disponemos de ese material sí que intercambiemos objetivos frecuentemente. Ya
hemos comentado muchas veces la mejor manera de hacer esa operación (de espaldas
al viento, con la cámara “boca a abajo”...) pero hoy vamos a centrarnos en el remedio
y no en la prevención.
Las cámaras modernas suelen incluir sistemas de autolimpieza, mediante sistemas de
vibración por ultrasonidos u otros, pero a decir verdad el único con cierta efectividad
es el de Olympus y aún así son una ayuda pero nunca evitarán por completo que
tengamos que hacer una limpieza manual al cabo de cierto tiempo.

Hay generalmente un miedo atroz, alimentado por las propias marcas y servicios
o ciales de reparación, a tan siquiera mirar directamente al sensor ya que podría
dañarse. Es cierto que debemos tener cierto respeto y no tocar nada si no sabemos lo
que hacemos, ya que es la parte más crítica de la cámara (si el captador falla, no hay
foto que valga), pero siendo cuidadosos y un poco manitas no hay razón para no
realizar su limpieza nosotros mismos, al igual que un usuario medio jamás abrirá
“las tripas” de su ordenador pero los más manitas se montan el suyo propio pieza a
pieza.

Aunque hay varios métodos, a continuación vamos a ver los pasos a seguir más
recomendados por los expertos para deshacernos de la suciedad en el sensor:

1. El primer paso es común a cualquier tipo de intervención sobre el sensor y se trata


de bloquear el espejo, para lo cual encontraréis una opción en el menú de vuestra
cámara ré ex (para cámaras sin espejo obviaremos este paso).
2. En segundo lugar, empezaremos por una limpieza del polvo depositado pero no
adherido, utilizando únicamente una pera de aire normal y corriente (ni se os
ocurra utilizar botes de aire comprimido si no queréis cubrir el sensor de escarcha).
Son las mismas que se usan para limpiar los objetivos y podéis encontrarlas a la
venta en cualquier tienda de fotografía o en la red (eBay, DealExtreme…).
Simplemente deberemos “soplar” con ella repetidas veces sobre el sensor y con la
cámara boca a abajo para evitar que el polvo que se desprende se vuelva a depositar
en él. Tened especial cuidado de no tocarlo con la punta del blower o pera.
Al terminar esta operación, comprobaremos si hemos conseguido eliminar las
manchas del sensor con el método habitual: disparar a algo luminoso y uniforme,
como un cielo o fondo blanco, a una apertura lo más cerrada posible como F/22-32
y el objetivo en desenfoque.
3. Si sigue habiendo manchas en la foto (se ven más claramente si aumentamos el
contraste de la imagen), el siguiente paso es utilizar pinceles especiales con
cerdas naturales que también podéis encontrar en vuestro proveedor habitual. Nos
harán falta dos que sean fáciles de diferenciar, uno para el sensor y otro para el
resto (espejo, pantalla de enfoque, cavidad que rodea el sensor y la montura, etc.),
que además deberemos cargar de electricidad estática soplándolos con un bote
de aire comprimido antes de usarlos y pasarlos solamente una vez por cada lado
antes de volver a soplarlos. Otra opción es utilizar un pincel Butter y que se carga
de electricidad estática él solito. Tened mucho cuidado de no tocarlos con las
manos ni ensuciarlos con cualquier otra cosa, especialmente el que usemos para el
sensor, ya que si no en lugar de limpiar lo ensuciaremos más. Volvemos a
comprobar si hay manchas, ya que en muchos casos ya lo habremos logrado.
4. Si aún así, se sigue apreciando suciedad o motas que resisten, tendremos que
ponernos más serios y pasar a fregar, como dice mi compañero Rodrigo Rivas. El
siguiente paso o nivel de limpieza, es utilizar almohadillas húmedas o sensor
swab[1] si buscáis en inglés, que ya vienen impregnadas en líquido limpiador,
colocadas sobre su aplicador de plástico y son de la medida del sensor. Comprad la
medida adecuada para vuestra cámara, también en los proveedores habituales, o
bien otras toallitas[2] que hay para colocar manualmente en los aplicadores y el
líquido limpiador[3]. Por supuesto, antes de usarlas hay que repetir lo de la pera de
aire y los pinceles para que no haya ninguna partícula dura que raye el sensor, y se
“friega” una sola vez por cada lado de la almohadilla para evitar devolver al
sensor la suciedad que hemos capturado.
5. Si llegados a este punto, todavía no nos hemos conseguido deshacer por completo
de la suciedad, sólo nos quedan dos opciones. La primera sería repetir el proceso,
lo cual es recomendable si apreciamos una gran mejoría pero todavía resiste un
pequeño porcentaje, y la segunda sería optar por el último nivel que consiste en
poner nuestra cámara en manos de un servicio o cial que te garantice la limpieza
y sobre todo se responsabilizarán de cualquier posible daño que le ocasionasen al
sensor.

Personalmente, yo he utilizado este método en varias ocasiones, y la verdad es que


siempre me ha funcionado bien, sin tener que llegar a recurrir a los servicios de
especialistas. Así que espero que os sea de ayuda esta información.

Fotos de nuestro grupo en Flickr[4] | Andi Licious[5] | Roger Costa[6] | Peter Pearson[7]
Tutorial con imágenes en inglés | Copper Hill Images[8]
En YouTube | The LensRentals.com Method[9] | Tutorial de pictureline.com[10]

Links

1. http://www. ickr.com/photos/akeg/3678719555/

2. http://www. ickr.com/photos/simon_cousins/3608405646/
3. http://www. ickr.com/photos/wstryder/3353972098/

4. http://www. ickr.com/groups/xatakafoto/
5. http://www. ickr.com/photos/andilicious/4259470264/

6. http://www. ickr.com/photos/rogercm/3471743666/
7. http://www. ickr.com/photos/peterpearson/4372112375/

8. http://www.copperhillimages.com/index.php?pr=tutorials
9. http://www.youtube.com/watch?v=iRW9AmDPqr0

10. http://www.youtube.com/watch?v=doF-M3HqisI

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