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Emociones negativas ¿son tan malas?: cómo gestionarlas
31 comentarios / Ansiedad, Autoestima, Depresión, Equilibrio Emocional / Por Paola
La tiranía de la "Felicidad":
Vivimos en una sociedad en la que parece que el estado ideal es "ser feliz", ver todo de manera positiva.
Se niega la tristeza, se juzga el enfado o se quiere eliminar el miedo.. pero estas son emociones básicas, estan en nuestros genes:
absolutamente todos los seres humanos las sentimos (y muchos animales también) y tienen una función.
Las redes sociales, la publicidad.. nos venden una idea artificial de la felicidad. Hay mucha charlatanería sobre el "control" de las
emociones y el pensamiento positivo mal entendido en internet (y fuera). Gurús de la salud emocional que venden gafas con
cristales de color de rosa y te dicen que has de liberarte de la tristeza, el miedo y las angustias para vivir en un mundo "happy-
flower" en el que todo es positivo, estamos siempre relajados y la vida es maravillosa... entonces cuando nos sentimos mal
pensamos que es nuestra culpa, que no sabemos manejar nustras emociones para estar bien, que TENEMOS que estar siempre
bien.
¿Realmente son tan malas las emociones Negativas? ¿tenemos que deshacernos de ellas? ¿cómo gestionarlas?
Estas son las seis emociones básicas según Paul Ekman. Otros autores en estudios de relativismo cultural identifican solamente
cuatro emociones principales: alegría, enfado, miedo y tristeza. De estas emociones "base" se derivan un amplio abanico de
sensaciones y emociones humanas, con diversos matices, como si de una paleta de colores se tratara: ira, verguenza, celos, rencor,
orgullo, desesperación, euforia, lástima.. etc
Normalmente algunas emociones como la tristeza, el miedo y el enfado suelen ser categorizadas como "emociones negativas", no
me gusta nada esta expresión, considero que es demasiado peyorativa. Pero entiendo que se refiere a que son emociones
incómodas de sentir, la incomodidad está paraalgo, biológicamente nos indica algo: que necesitamos cambiar algo o prestar
atención a algo.
Al categorizar una emoción como negativa puede atribuirse que dicha emoción es "mala", que debemos evitarla.. "no llores", "no
te enfades", "no tengas miedo".. parece que tengamos que "luchar" contra nuestras emociones: y considero que esta visión es
errónea, debemos saber escuchar a nuestras emociones y no evitarlas o "luchar" contra ellas. Las emociones tienen una finalidad,
si aparecen es por algo y para "decirnos" algo.
Las emociones son muy complejas y se derivan muchas más emociones y sensaciones de estas seis emociones básicas de Ekman,
pero a grandes rasgos podríamos "explicar" la finalidad de cada una del siguiente modo:
Con nuestras reacciones buscamos algo que consideramos que será bueno para nosotros.
Por ejemplo:
El miedo busca protegernos de un posible daño, nos previene. Pero a veces, si este miedo perdura y toma excesivo peso y
puede acabar por paralizarnos, bloquearnos. Entonces no deja que seamos nosotros mismos, nos resta toda espontaneidad,
convirtiéndose en un padre sobreprotector que no nos deja hacer nada. Lo que empezó con buena intención nos hace daño
y no nos deja ser nosotros mismos.
Por otro lado la rabia es una reacción ante una frustración, algo que nos daña o causa malestar: nos prepara al "ataque", y
nos está avisando que nos sentimos frustrados o atacados. El problema es no dejar que pase, aguantarla, mantenerla
reprimida, recrearnos en ella y alimentarla, pues se convierte en rencores y bloqueos que no nos dejan avanzar, o la vamos
aguantando y alimentando en una olla a presión que tarde o temprano explota.
La tristeza a su vez también se manifiesta ante una frustración, un sentimiento de pérdida o indefensión.. muchas veces
queremos "sacudirla", distraernos, hacer cosas para estar mejor.. no nos permitimos sentir: "no lllores", "no estés triste",
"¡venga anímate!", etc. No hay mejor manera de prolongar la tristeza que intentando "no estar tristes".
Por lo que las emociones no son "malas" en sí, el problema suele estar en lo que hacemos frente a ellas: si queremos "no sentirlas",
"evitarlas" o reprimirlas es cuando pueden surgir problemas.
Lo fundamental y principal es reconocerlas: reconocer la emoción y aceptarla. (¿estoy triste?, ¿enfadado? ¿envidioso?
¿siento rabia? ¿miedo?) No intentes "no estarlo", acéptalo y ponle nombre.
Acepta la emoción, no "luches contra ella" permítete sentirla y escúchala, pregúntate ¿qué me quiere decir este
sentimiento? ¿cuál es su finalidad? ¿qué me está contando? Acepta lo que te dice. (Ojo: aceptar lo que nos dice la emoción,
no implica que nos guste lo que nos diga evidentemente.)
Hablar con nosotros mismos, y actuar desde la templanza: como en el cuento del anillo del rey, cuando una emoción intensa
nos embarga, no somos capaces de resolver apropiadamente, de forma creativa o lógica los problemas: la deseperación nos
bloquea y nos lleva a conductas poco productivas (o incluso destructivas) El tema es que una emoción muy intensa tiene un
ciclo y si dejamos que siga ese ciclo, y la aceptamos, ésta se "templa" y nos deja ver con mayor claridad.
Lamentablemente en nuestra sociedad nos enseñan poco respecto a reconocer y aceptar las emociones.
Si a un niño se le rompe su juguete favorito y llora, lo más común es que oiga: "no te preocupes, te compraré otro, no llores.." en
lugar de "Vaya, sé que te gustaba mucho ese juguete, es normal que estés tan triste ¡que pena!"
Nos enseñan a reprimir las emociones desde pequeños en lugar de a reconocerlas, aceptarlas, y expresarlas de forma asertiva:
preferimos no llorar, no mostrar nuestro enfado o quejas en público "por educación", si manifiestas tus temores eres un cobarde o
un pusilánime, si sientes celos o envidia eres "mala persona". No escuchamos y procesamos las emociones ni dejamos que sigan
su curso: las reprimimos creando una bola oscura y pesada en nuestro interior que acarreamos con resignación o con rabia, vamos
creando complejos, aplastando nuestra autoestima, acumulando rabia y frustraciones, penas que escondemos bajo una sonrisa..
hasta que a veces esta bola explota, y puede explotar de muchas maneras: ataques de ansiedad, accesos de ira, depresión,
conductas autodestructivas. Todas esas emociones contenidas, negadas, que no quisimos escuchar, se convierten en un mar muy
difícil de navegar, de entender y de calmar.
A veces intentamos compensar nuestros sentimientos negativos intentando "centrarnos en lo positivo" y forzamos también lo
positivo para "tapar" lo negativo. Como si en un día de lluvia dibujáramos un sol en la ventana y nos lo quisieramos creer.
"Hay que ver las cosas siempre de forma positiva".. eso es contraproducente. Ser optimista es genial: pero no se trata de pecar de
ingenuos, de forzarlo, sino de verlo todo con equilibrio: tanto lo bueno como lo malo. Vivir relajados y en equilibrio.
Es importante disfrutar de la vida, del momento, ver lo bueno. Tener la capacidad de ser objetivo, de darle a las cosas el peso que
realmente tienen, se trata de vivir de forma relajada: Un optimismo forzado es contraproducente. Unas gafas de color de rosa no
te ayudarán a ser feliz. El equilibrio es la clave.
Escuchar a tus emociones por escrito: escribir es realmente muy terapéutico, una buena manera de trabajar nuestro
diálogo interno. Al trabajar dando forma de lenguaje escrito a lo que sentimos conseguimos ordenar y procesar las
emociones, tomamos control y damos forma, racionalizamos, y organizamos nuestro diálogo interno. Escribe tu diario de
emociones, cuéntante a tí mismo lo que sientes y escúchalo. Es importante escucharnos desde el cariño, aunque no nos
guste lo que sentimos: escucharlo desde el amor a nosotros mismos. Para poder entendernos y aceptarnos, y a partir de ahí
encontrar soluciones y sanar heridas, hemos de hablarnos desde el cariño a nosotros mismos.
Practicar relajación, meditación y mindfuldness: nos ayuda a escucharnos a través de nuestro cuerpo, a ser conscientes del
momento presente conectándonos con el aquí y ahora, a reconocer nuestras sensaciones físicas y saber serenarnos en
momentos de ansiedad. Además mejorará nuestra concentración y capacidad para resolver problemas.
Hacer deporte y cuidar nuestra salud física: Tener hábitos saludables de alimentación, sueño, y deporte al igual que la
relajación, nos ayudará a concentrarnos, nos mantendrá equilibrados y con energía. Tendremos la mente más clara. Ya se
sabe "mens sana in corpore sano".
Paola Graziano.
Psicóloga.
Bibliografía Recomendada:
Podcast Episodio 1
Diferencias y similitudes entre relajación, mindfuldness y
meditación
Técnicas de Relajación
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Me siento Solo
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Responder
2.
Duvan
31 mayo, 2019 a las 3:40
Responder
3.
José miguel
18 abril, 2019 a las 12:13
Responder
4.
Martha
4 marzo, 2019 a las 15:21
Paola, muchas gracias por tus reflexiones. Sabes tuve lucha con mis emociones pero dejarlas fluir y escribir cada emoción
logre identificarla. Ademas cuando estaba triste solo quería recibir un abrazo y lo pedía. Así es que este articulo es ideal
ponerlos en practicas. Felicidades y muchas bendiciones!!
Responder
1.
Liset
20 junio, 2019 a las 15:05
Responder
5.
Ruben G Lopez
22 febrero, 2019 a las 2:22
Gracias de nuevo!!
Responder
6.
Adrián Cabrera
8 febrero, 2019 a las 21:22
Gracias Doctora, excelente articulo, muy bueno es de mucha ayuda para mi, saludos cordiales.
Atentamente
Adrián Cabrera.
Responder
7.
Andrea osorio
29 enero, 2019 a las 23:11
Que buen articulo muchas gracias, me llego como anillo al dedo estoy en ansiedad constante gracias por este articulo ahora
podre manejarla
Responder
8.
stephany
29 enero, 2019 a las 14:26
excelente tema de verdad no tenia conocimiento de que las emociones hay que dejarlas fluir, y por mucho tiempo las he
reprimido porque eso es lo que me enseñaron desde pequeña, de verdad muchas gracias paola gracias a tus articulos he
aprendido muchas cosas
Responder
9.
Esther
29 enero, 2019 a las 13:16
Responder
10.
daissy
8 diciembre, 2016 a las 19:05
estoy tratando identificar las emociones, pero en ocaciones no lo logro, tambien me permito que tan real es mi mundo de
acuerdo a la emocion, he tenido muchas sorpresas, el escrito me reafirma la importancia de tener un dialogo interno, sin
excusarme
mil gracias, besos
Responder
11.
Trini
21 febrero, 2016 a las 11:43
Un gran artículo y de mucha ayuda.Mi conclusión es escuchar nuestras emociones y aceptarlas e intentar canalizarlas,
dejando que fluyan para evitar estacamientos.Tarea difícil
Responder
1.
admin
11 marzo, 2016 a las 8:23
Muchas gracias Trini, efectivamente es una tarea difícil, pero es una habilidad que podemos practicar. Un saludo
Responder
12.
Gloria
12 febrero, 2016 a las 1:49
Excelente mensaje que nos ayudan cada día en este mundo tan complicado ,lleno de diversidades. Hay que alejar la
negatividad
De nuestras vidas y tratar de alegrarnos con ideas positivas
Gracias por sus consejos paola Graziano
Responder
13.
Felipe Oxom
11 febrero, 2016 a las 20:19
Buen día Paola, interesante articulo y muy formativo el que contribuye al fortalecimiento de la persona, sobre todo a
personas que hemos sido educados en una cultura machista, en donde dar a conocer los sentimientos es una cosa mala,
pero gracias a la lectura nos damos cuenta que esto, como dice tu articulo el reprimir a la larga causa daño y daña. Gracias
esperamos más artículos como este.
Responder
1.
Teresa
29 abril, 2019 a las 6:52
Hola Paola, estoy de acuerdo contigo escuchar nuestras emociones para poder gestionar nuestros obstáculos
,debería ser una asignatura en el colegio no te parece?
Responder
1.
Paola
29 abril, 2019 a las 17:14
Responder
14.
Sandra Guadalupe Giorgis
10 febrero, 2016 a las 18:46
Hola Paola! Que interesante artículo. !! me gusto mucho leerlo. Opino que cuando emociones negativa te invaden, hay que
reconocerlas porsupuesto! sin embargo también es importante poder dejar esa emoción de lado! eso cuesta bastante
(sobre todo si hay pensamientos recurrentes) dejarlas de lado me refiero a poder hacer algo que te agrade, distraerte, como
tú lo dices … no la mantengas!
Responder
15.
Miguel Calvo
10 febrero, 2016 a las 16:18
Hola, Paola!!! Tu artículo específico de emociones humanas es un campo tan complejo como interesante.El equilibrio
emocional, hoy en día, es muy complicado.Tal vez cada generación tenga su forma de ser, carácter que piense en positivo
siempre o en escasas oportunidades.La edad de cada uno condiciona al desarrollo o comportamiento personal en la
sociedad, también influye el famoso estatus social: Si tu poder adquisitivo es boyante hará que no tengas muchos
problemas emocionales-negativos en tu vida, incluso si tu nivel académico es inferior te podrá hacer que te sientas inferior
en la sociedad…En fin, Paola, las emociones se crean en el transcurso de la vida y las circunstancias te harán el resto: Ser
una persona en equilibrio emocional o la vida no será tan agradable.Recibe un fuerte abrazo y muchas gracias por las
informaciones pedagógicas.
Responder
16.
Angélica Araujo
10 febrero, 2016 a las 2:05
Aprendí una manera distinta de sobre llevar las emociones negativas. Gracias.
Responder
17.
Maria Cristiana Gutierrez
9 febrero, 2016 a las 17:21
Responder
18.
Andrea
9 febrero, 2016 a las 17:11
Me pareció muy interesante muchas gracias Paola.
Responder
19.
Germán Vicuña
9 febrero, 2016 a las 16:34
Excelente artículo Paola. Pienso que, las emociones son tan necesarias como el agua para beber o el aire que respiramos.
Porque de qué forma nos podríamos dar a conocer ante nuestros semejantes? El experimentar tristeza, alegría, miedo, asco,
sorpresa, enfado, son emociones con los cuales vivimos a diario y debemos aprender a controlarlas para lograr el equilibrio
necesario durante el transcurso de nuestra vida. Confieso que no es tan fácil y a veces puede más el dolor ante la pérdida de
un ser muy querido para que la tristeza se apodere y nos desestabilice emocionalmente, o cuando la alegría nos provoca tal
grado de euforia y damos rienda suelta a demostrar la sensación de sentirnos en las nubes. El cuento » El Anillo del Rey»
tiene mucho que ver con estas situaciones y emociones.
Responder
1.
admin
9 febrero, 2016 a las 16:48
Responder
20.
Sergio valenzuela Mondaca
9 febrero, 2016 a las 15:26
Me parece que lo que dices es «aceptable». Suponiendo que los seres humanos estuviéramos configurados como un
computador, y cada emoción, produjera las mismas acciones y reaccionase. Las culturas los contextos y la creencias, echan
por tierra cualquier «pastilla», que pretenda ser tragada para paliar una u otra sensación. Tal como lo mencionas, las
emociones no son buenas ni malas. Creo que la «ocasión o el contexto» serán los determinantes cualitativos y cuantitativos
en los resultados finales. Hay algo eso si, que me llama la atención: «la carencia de emociones»: por alguna razón, siento que
es la que está penetrando como respuesta solapada y disfrazada de un determinado bienestar. «Solía aplicarse una
maxi,ma, hace muchos años atrás: «Yo esto bien, tú estás bien» . Hoy es: Si yo tengo, estoy bien y si tengo más, estaré
mejor!. Aún cuando ese más, implique que otro ser humano quedó sin nada. Al menos es lo que observo entre las distintas
clase sociales de Chile.
Responder
1.
admin
9 febrero, 2016 a las 13:38
Gracias por tu comentario Sergio, efectivamente la sociedad condiciona en la educación emocional. La «carencia de
emociones» no es propia del ser humano. Somos seres emocionales. Un saludo
Responder
21.
Brenda
9 febrero, 2016 a las 14:38
Creo que seguir desde tan lejos este tipo de lecturas me h servido mucho… Por mi parte creo que e reprimido mis
emociones y no las dejo fluir.. Y es importante hacerlo aprender a conocernos y descubrirnos
Responder
22.
Rossemary
9 febrero, 2016 a las 11:51
Estupendo articulo, felicitaciones este articulo es de gran ayuda para comprender que las emociones de nuestros hijos,
están alertando de lo que le puede estar pasando.
Gracias sinceras Paola.
Responder
1.
admin
9 febrero, 2016 a las 13:39
Responder
23.
Jorge Bach
9 febrero, 2016 a las 11:43
Responder
1.
admin
9 febrero, 2016 a las 13:39
¡Muchas Gracias!
Responder
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