Está en la página 1de 10

INDICE

CAPITULO IV: ANALISIS Y DESARROLLO DEL PROCESO................................................ 2


4. Resoluciones judiciales ....................................................................................................... 2
4.1. Definiciones ......................................................................................................................... 2
4.2. Actos Procesales del Juez ............................................................................................... 2
4.3. ¿Cuántas CLASES de resoluciones hay en proceso? ............................................. 3
4.3.1 Decreto ................................................................................................................................ 3
4.3.2. Auto..................................................................................................................................... 3
4.3.3. Sentencia ........................................................................................................................... 4
4.4. ¿Cuáles son las PARTES de una Resolución? .......................................................... 5
4.5. Sentencia (Caso N° 4154-2007) ....................................................................................... 5
CAPITULO IV: ANALISIS Y DESARROLLO DEL PROCESO
4. Resoluciones judiciales
4.1. Definiciones

 Es el acto procesal proveniente de un tribunal, mediante el cual resuelve las


peticiones de las partes, o autoriza u ordena el cumplimiento de
determinadas medidas.
 Las Resoluciones judiciales requieren cumplir determinadas formalidades
para validez y eficacia, siendo la más común la escrituración y registro (por
ejemplo: en audio), según sea el tipo de procedimiento en que indican.
 Las que concluyen un proceso judicial de cualquier materia y que quedan
consentidas o son ejecutoriadas, es decir, que son firmes ya que se han
agotado contra ellas todos los recursos que franquea la Ley, dentro de los
plazos respectivos.

Es el acto jurídico procesal mediante el cual se impulsa, decide al interior del


proceso o pone al fin del proceso.

IMPULSA: DECRETO,

DECIDE AL INTERIOR DEL PROCESO: AUTO, Y

PONE FIN AL PROCESO: SENTENCIA

4.2. Actos Procesales del Juez


Son los actos realizados por el juez dentro del proceso, se refieren a las
resoluciones y actuaciones judiciales. Y su vez se sub dividen en:

 Actos de Documentación: Estos se plasman mediante las resoluciones:


Decretos, autos y sentencias.
 Actos de Decisión: Se ejecutan mediante la expedición de las resoluciones
judiciales con el objeto de dirigir el proceso o fallarlo.
 Actos de comunicación: El juez comunica sus decisiones a los sujetos
procesales, a otros funcionarios o jueces para determinadas diligencias, lo
hace a través de: Oficios, exhortos.

4.3. ¿Cuántas CLASES de resoluciones hay en proceso?

4.3.1 Decreto
Es una resolución, Acto Jurídico Procesal del juez o el Secretario, por el cual se
impulsa el proceso en asuntos, pedidos de mero o simple trámite, una variación de
domicilio procesal, solicitar que se gire oficio a una entidad pública o privada, etc.

Los Decretos no requieren de fundamentación, es por ello que solo tienen una parte
DECISORIA o resolutiva.

- Plazo para emitir el Decreto: 2 días hábiles

- Partes de un Decreto: Una sola parte, la parte decisoria.

- Contenido de un Decreto, según el art.122 del C.P.C. debe contener:

 Lugar y Fecha,
 Número de la Resolución.
 Parte Resolutiva o decisoria, y
 La firma completa del Secretario, el Juez facultativamente puede rubricarla.
 Medio Impugnatorio que procede contra el Decreto: Recurso de Reposición,
en el plazo de 3 días hábiles.

4.3.2. Auto
Es una resolución, acto jurídico procesal del Juez, mediante el cual califica
(fundamenta, sustenta, motiva) sus decisiones al interior del proceso de cuestiones
menos o regularmente importante.

Se emite AUTO, para admitir la demanda, la contrademanda y sus contestaciones,


para sanear del proceso o admitir las pruebas, etc.

- Plazo para emitir el Auto: 5 días hábiles

- Partes de un Auto: Tiene dos (2) partes: La parte Considerativa y Decisoria.


- Contenido de un Auto, según lo dispone el art.122 del C.P.C:

 Lugar y Fecha,
 Número de la Resolución.
 Parte Expositiva,
 Parte Resolutiva o decisoria,
 Plazo para su cumplimiento, y
 Las firmas del Juez y del Secretario.
 Medio Impugnatorio que procede contra el Auto: Recurso de Apelación de
Auto, en el plazo de 3 días hábiles

4.3.3. Sentencia
Es una resolución, acto jurídico procesal, mediante el cual se pone fin a la instancia
o al proceso. Resuelve el conflicto de intereses o elimina la incertidumbre jurídica.

- Plazo para emitir la sentencia, varía según la vía procedimental,

 C: 50 días,
 A: 25 días,
 S: En el mismo acto de la audiencia Única o en el plazo máximo de 10 días
de vencido la audiencia.

- Partes de una Sentencia: Tiene tres (3) partes: La parte Expositiva, Considerativa
y el Fallo o Decisoria.

- Contenido de una sentencia (art.122 del C.P.C.)

 Lugar y Fecha,
 Número de la Resolución.
 Parte Expositiva,
 Parte Resolutiva o decisoria,
 Plazo para su cumplimiento,
 Costas y Costos, y
 Las firmas del Juez y del Secretario.
Medio Impugnatorio que procede contra la Sentencia: Recurso de Apelación de
Sentencia, el plazo para presentarla varía de acuerdo a la vía procedimental, C: 10
días, A: 5 días y S: 5 días hábiles.

4.4. ¿Cuáles son las PARTES de una Resolución?

 Decreto: decisoria
 Auto: considerativa, decisoria
 Sentencia: expositiva, considerativa, resolutiva o fallo

4.5. SENTENCIA (Caso N° 4154-2007)

Expediente: 2007-04154-0-1801-JR-CI-02
Demandante: SILVESTRE PORLLES GARCIA
Demandados: JOHNNY JAIMES RIVERA Y OTRO
Materia: TERCERIA DE PROPIEDAD

SENTENCIA
Considerando:
PRIMERO: Que, los medios probatorios tienen por finalidad acreditar los hechos
expuestos por las partes, producir certeza en el Juez respecto a los puntos
controvertidos y fundamentar sus decisiones de conformidad con lo dispuesto por
el Juez en el Articulo 188°del código procesal civil.
SEGUNDO: Que, la tercería de propiedad solo puede fundarse en la propiedad de
los bienes afectados por medida cautelar o para la ejecución, conforme a lo
previsto en el artículo 533° del Código Procesal Civil. En ese sentido, para que
prospere la demanda, el demandante debe acreditar su derecho de propiedad
sobre el bien afectado y que ese derecho sea oponible al del acreedor en el
proceso en el que se ordenó el embargo.
Así se mencionan ocho considerandos más que conllevan a tomar una decisión en
esta primera instancia.
FALLO
Declarando FUNDADA la demanda interpuesta por SILVESTRE PORLLES
GARCIA, en consecuencia, ordeno se deje sin efecto y se LEVANTE el embargo
en forma de inscripción sobre los derechos y acciones que recae sobre el inmueble
ubicado en la parcela 33 de la Ex Cooperativa Tambo Inga, Panamericana Norte
KM 28, Manzana B lote 6, Complejo Industrial Puente Piedra, inscrito en el asiento
3-C de la ficha N° PO1170037 del Registro Predial Urbano, que aparece inscrito en
el asiento 00016, con costas y costos exceptuándose al demandado JOHNNY
JAIMES RIVERA.

ANALISIS:

En este caso es que se pide el levantamiento de embargo en favor del demandando


Johnny James Rivera, ya que se tomó en cuenta que el tercerista Silvestre Porlles
García junto a su esposa señalan que efectivamente celebraron un contrato de
transferencia de los derechos y acciones que tenían Omar y Sergio Porlles, siendo
que con el primero se procedió a regularizar dicha transferencia estando inscrito en
los Registros Públicos de Lima.

Una vez mencionado cómo es que nos encontraremos frente a la situación


específica de la tercería, es necesario describir cómo se desarrolla este proceso
civil en nuestro país. Para empezar, la tercería se desarrolla como un proceso
abreviado, y se encuentra tipificada en los artículos comprendidos desde el 533º al
539º del Código Procesal Civil. Textualmente se entiende a la tercería como:

“Artículo 533.- Fundamento

La tercería se entiende con el demandante y el demandado, y sólo puede


fundarse en la propiedad de los bienes afectados judicialmente por medida
cautelar o para la ejecución; o en el derecho preferente a ser pagado con el
precio de tales bienes. Sin perjuicio de lo señalado, puede fundarse en la
propiedad de bienes afectados con garantías reales, cuando el derecho del
tercerista se encuentra inscrito con anterioridad a dicha afectación."
Es necesario hacer un paréntesis para señalar que, no se puede interponer la
tercería (de propiedad) en el caso de discutir la propiedad de un bien inmueble frente
a un gravamen de carácter hipotecario. Esto pues, si bien las medidas cautelares y
las garantías reales tienen como finalidad asegurar el cumplimiento de la obligación,
estas diferirán sustancialmente al momento de observar cómo es que se originaron
estas situaciones, y en el caso de las garantías reales primará la voluntad de las
partes en autorregular sus relaciones jurídicas; mientras que en las medidas
cautelares primará la voluntad del Estado, expresada en la actividad jurisdiccional.

Es por esta razón que, no cabría la posibilidad de dilucidar la prelación de estos


derechos uno frente a otro en un proceso de tercería, el cual simplemente se versa
en el levantar la medida cautelar y excluir el bien de propiedad del tercero, u otorgar
el derecho de preferencia respecto al pago de la ejecución del mismo, del proceso
principal.

Esto quiere decir, tal cual se mencionó en las cuestiones previas, la tercería será
aquel proceso por el cual un tercero, ajeno al proceso, interviene en éste
reclamando su derecho de propiedad frente al bien motivo de medida cautelar o
para su ejecución, o en todo caso el derecho a preferencia que debe tener respecto
al pago de lo obtenido por la ejecución.

Hace algún tiempo vengo observando que en algunos casos las demandas de
tercería de propiedad interpuestas con la finalidad de dejar sin efecto hipotecas son
declaradas improcedentes por los Jueces que conocen los procesos de ejecución
de garantías, y en otros casos son admitidas a trámite suspendiéndose el remate
judicial del inmueble; de la misma forma al momento de conocer estos casos la
Corte Superior ha tenido decisiones distintas y contradictorias. En tal sentido, hoy
no existe un criterio judicial uniforme respecto al tema bajo análisis, lo que tiene
como consecuencia que no haya seguridad jurídica para los acreedores que
cuentan con garantías hipotecarias en su favor, lo que repercute directamente en
las operaciones comerciales, tema este último que dejo para los especialistas en
análisis económico del derecho.
Para determinar si mediante tercerías de propiedad se puede obtener la desafección
de un bien gravado con una hipoteca, lo primero que debemos determinar es cuales
son las diferencias principales que existen entre las medidas cautelares y las
garantías reales. Si bien en ambos casos el acreedor lo que pretende es asegurar
la ejecución de un derecho; diferencia a estas figuras jurídicas que las garantías
reales nacen del consentimiento de las partes con el objetivo de asegurar el
cumplimiento de un crédito del cual son accesorias, sin importar que el derecho que
garantizan sea exigible en esos momentos ni que haya o no un proceso judicial en
trámite, mientras que las medidas cautelares tienen un carácter netamente procesal
e instrumental, toda vez que surgen por mandato judicial a pedido de una de las
partes, con la finalidad de asegurar el posible resultado final que puede tener un
proceso en el que se esté reclamando un derecho exigible.

Cabe precisar al respecto, que en el caso de las garantías reales, las mismas son
levantadas o canceladas si hay voluntad del titular de ese derecho de hacerlo, o si
se extingue, anula o es declarado ineficaz el crédito que garantizan, lo que daría
lugar a que por su carácter accesorio la garantía también quede sin efecto; en tal
sentido, en la medida que el crédito que asegure la hipoteca sea exigible y el
documento que contiene la misma sea válido, la eficacia de esta garantía no se
verá afectada por las resultas del proceso judicial en el que se ventile su ejecución,
puesto que un rechazo de la demanda por aspectos procesales o que no afecten la
exigibilidad del crédito no va a volver en ineficaz la garantía. No ocurre lo mismo en
el caso de las medidas cautelares, las que por su carácter instrumental y en
consecuencia ser accesorias a las resultas del proceso principal, se extinguirán ya
sea que el proceso termine con una sentencia desestimatoria o inhibitoria, sin
importar si el derecho controvertido y que se pretendía asegurar, sea o no exigible.

Las garantías hipotecarias al constituir un derecho real, otorgan a su beneficiario


principalmente dos derechos: a) Derecho de Persecución del bien hipotecado, sin
importar los cambios de titular que se produzcan respecto a la propiedad o posesión
del mismo, y b) Derecho de Preferencia, que se produce en relación con su
antigüedad de acuerdo a la fecha de inscripción en el Registro Público
correspondiente, salvo el caso en el que se ceda su rango.

En estos atributos podemos encontrar una diferencia importante entre la hipoteca y


por ejemplo los embargos en forma de inscripción, puesto que la primera es
oponible a cualquier transferencia de propiedad que se haya efectuado antes de su
constitución, siempre que la garantía se haya inscrito en los Registros Públicos con
anterioridad a la transferencia de propiedad y el beneficiario esté amparado por la
buena fe registral, lo que no ocurre en el caso del embargo, que al no ser un derecho
real no es oponible erga omnes, y es necesario que al momento de la afectación los
derechos sean del demandado, en este caso, así el deudor aparezca en los
Registros Públicos como titular de los bienes afectados, se tendrá que levantar el
embargo si un tercero demuestra haber sido propietario del bien antes que se haya
realizado la afectación. Es decir, la prioridad en la inscripción registral no determina
que la medida cautelar sea oponible a un derecho real, tal como se desprende
además el artículo 2022 del Código Civil.

Son justamente estas atribuciones que otorga la hipoteca a su titular y que no da el


embargo, las que en teoría deberían brindarles a los acreedores seguridad jurídica,
en cuanto garantizan su derecho de poder perseguir el bien afectado para
ejecutarlo, sin importar quien sea su titular, y que su gravamen tenga la preferencia
que le da la prioridad en el registro, sin importar los actos jurídicos previos y
posteriores que se efectúen sobre el bien, puesto que cuando el acreedor aceptó
la hipoteca conocía perfectamente la situación legal del inmueble al estudiar la
información registral, quedando protegido así su derecho de los actos que no hayan
estado inscritos en esos momentos.

No obstante, lo expuesto, esta seguridad jurídica que le brinda nuestro


ordenamiento civil a la hipoteca es transgredida día a día por resoluciones judiciales
que admiten procesos de tercerías de propiedad contra ejecuciones de garantías
hipotecarias, al no distinguir algunos Magistrados que no es lo mismo cancelar una
garantía real que dejar sin efecto una medida cautelar, derechos que como hemos
explicado con anterioridad son totalmente distintos.

También podría gustarte