Energía nuclear y eólica en el mismo

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Desde hace tiempo, la problemática ambiental y la preocupación social
existente relativa a los residuos han incrementado el rechazo hacia la energía
proveniente de la fisión del Uranio, la energía nuclear. Aquí se listan las
ventajas y puntos fuertes de este tipo de generación de energía y se comparan
con otro tipo de energía renovable como es, ente caso, la energía eólica, que
en España es la fuente renovable más extendida y usada. Ambas tecnologías
son diferentes y no son sustitutivas, sino complementarias.
a) Generación

La energía nuclear es de generación energética continua, funcionando las 24

horas del día y los 365 días del año, solamente necesitando detenerse en caso
de mantenimiento o recarga de combustible. La energía eólica puede llegar a
ser prácticamente continua en lugares de vientos muy elevados, pero la
realidad es que sus horas de funcionamiento son muy inferiores a la nuclear.
Los aerogeneradores necesitan velocidades determinadas, lo cual quiere decir
vientos ni muy elevados ni muy bajos. De esta manera, los factores de
funcionamiento o carga de parques eólicos suelen rondar valores de entre un
20% y un 40% mientras que la generación nuclear supone un valor medio del
90%.

En cuanto a cantidad de energía, las centrales nucleares son uno de los tipos
de generación con mayor potencia, generan un volumen de energía media de
1.400 MW . Mientras que la energía generada por un parque eólico
considerable, puede llegar, de media, a los 275 MW de generación en mar
abierto.

b) Impacto sobre el medio ambiente natural

Para la nuclear, el impacto más remarcable son los residuos radioactivos. La

problemática de estos residuos radica en los tiempos sumamente elevados que
deben permanecer aislados hasta dejar de ser radioactivos, no en la capacidad
de aislarlos y blindarlos. Existen ciertos residuos como el Plutonio que poseen
tiempos de actividad muy elevados, llegando a 375.800 años.

Los aerogeneradores tienen asociados otros impactos ambientales, aunque sí

es cierto que resultan menos acusados que los relacionados con residuos
radioactivos. Así pues, los mayores problemas que plantean son su elevado
impacto visual y afección sobre la fauna. El impacto visual resulta inevitable y
es más una cuestión de cada persona, aun así, existen medidas sencillas para
evitarlo. Por otro lado, a pesar de lo que mucha gente cree, se ha probado que
realmente los aerogeneradores realmente no suponen un impacto significativo
sobre las aves y murciélagos, si bien es cierto que existen accidentes, son
casos reducidos y pueden ser fácilmente evitados con medidas como sistemas
de aviso o paradas del parque.

También es muy importante remarcar que ambas energías son libres de

emisiones de CO2 durante su funcionamiento, lo cual es clave respecto de
otras formas de generación energética. En caso de la nuclear, según
estimaciones, esto supone un ahorro a la atmósfera de 670 gCO2 por cada
kWh generado si se compara con las nuevas centrales avanzadas de ciclo
combinado.

c) Impacto sobre las personas y sociedad

Tanto energía eólica como nuclear, poseen impactos negativos muy reducidos
sobre las personas y la sociedad. La eólica posee impactos como la capacidad
generar destellos y sombras, caída de hielo o ruido que son fácilmente
eliminados con un correcto diseño. Por otro lado, la energía nuclear habiendo
sido siempre polémica sobre su seguridad, no supone realmente un riesgo
elevado, ya que las medidas de seguridad, control y vigilancia establecidas
para controlar desde un accidente o fallo con emisión de material radioactivo
están sujetos a controles y legislaciones muy exigentes y restrictivas. Además
se necesita un volumen de evaluaciones, revisiones y documentación muy
elevado comparado con otro tipo de centrales o industrias. Los accidentes
importantes sucedidos a lo largo de la historia radican en fallos y deficiencia de
diseño en origen. Por ejemplo, en Chernóbil se cometió un error humano en la
realización de una prueba mientras el reactor se mantenía en operación,
además no existían estructuras y sistemas de seguridad acordes ni cultura de
seguridad. En Fukushima el diseño era deficiente desde un inicio, ya que los
reactores sí estaban construidos a prueba de seísmos, pero no el resto de
componentes de la central, así como un muro de contención para tsunamis que
debido a la reducida altura con el que se diseñó, no detuvo la ola.

d) Precio de la energía

Para la instalación de una central nuclear es necesario un desembolso de

capital alto, que puede llegar a ser de 3680 €/kWe. La energía eólica sin
embargo, también requiere de una inversión que a pesar de ser más reducida
que la nuclear, sí es bastante elevada de por sí, puede llegar a alcanzar
valores de 1.666 €/kWe. Si el parque es off-shore, este valor se incrementa
considerablemente.

La mayor diferencia se basa en el precio al que debe venderse la electricidad

de cada una, para ello se usa el LCOE o precio nivelado de la electricidad. El
LCOE de la energía de origen eólico ronda valores de entre 70 a poco más de
87 €/MWh, mientras que la nuclear se sitúa generalmente en valores de entre
44 y 87 €/MWh (los valores dependen fuertemente del país). Por ende, se
puede apreciar a priori que la energía nuclear desemboca en un consumo de
energía algo más barato.

Conclusión

Teniendo en cuenta la problemática española de escasez casi total de recursos

fósiles, resulta evidente que un autoabastecimiento energético es necesario,
por ello, se debería fomentar las inversiones en energía eólica y mantener las
instalaciones nucleares. En muchos países es común el uso de un sistema
híbrido de energía, en el que energías de generación continúa como la nuclear
cubren la base de la demanda con su generación continua mientras que las de
carácter renovable (carácter flexible), cubren picos y amoldan la generación a
la demanda. Esto llevaría no sólo a una reducción importante en cuanto a
emisiones de CO2 globales se refiere, sino también a un modelo de
abastecimiento más autodependiente y sostenible, con un precio de la
electricidad más accesible gracias a la acción conjunta de ambas energías.