La segunda mitad del siglo XVIII

Formas para orquesta

El género musical más relevante de mediados del siglo XVIII fue la sinfonía, una obra en tres o
cuatro movimientos, en un principio en estilo homofónico y sin la división entre orquesta y solistas
que la distinguía del concierto. Utilizaban la estructura en tres movimientos: Rápido-lento-rápido.
Solían utilizarse para introducir una ópera, sin una relación necesaria con esta. Puede destacarse la
sinfonía en Fa mayor de Giovanni Battista Sammartini. Stamitz fue el primer compositor en usar lo
que se convertiría el plan estándar: cuatro movimientos, con un minueto y un trío como tercer
movimiento y un final muy rápido (presto). También introdujo un tema de fuerte contraste tras la
modulación a la dominante de la primera sección del allegro (1er mov). Acercándose a la forma
sonata, tripartita y bitemática. Con un puente de transición entre ambos temas y un desarrollo
antes de recapitular los temas al final de la obra.

Sinfonía concertante. Nació a raíz del gusto por melodías agradables y los solistas virtuosos. Era
parecida al concierto con dos omás instrumentos solistas añadidos a la orquesta regular, en el cual
era confiado el material principal. Rápido-lento-rápido

Concierto. Siguió siendo popular. Johann Christian Bach fue de los primeros en componer
conciertos para piano. Sus obras eran casi siempre en estilo galante. Fue una de las influencias de
Mozart. También eran de tres movimientos Rápido-lento-rápido. Pero el primer movimiento
conservo elementos de la forma ritornello de los barrocos. Estos alternaban los ritornellos
orquestales con episodios del solista, y los combinaba con contrastes de tonalidad y material
temático característicos de la forma sonata. Tres secciones solista, estructuradas de manera
equivalente a los tres períodos principales de la forma sonata. Estas secciones están ubicadas
entre los cuatro ritornellos orquestales. Un ejemplo es el concierto para Clave o Piano y Cuerdas
en Mi bemol Mayor, op 7 de J.C. Bach.

Música para entretenimiento. Gran cantidad de música para orquesta y otros conjuntos eran
escritas como música de fondo para ser interpretada durante una comida, fiesta, etc.

Sobre los instrumentos

Toda la producción cembalistica de esta época aparece preocupada por la evolución técnica
del piano-forte.
En 1758 Federici construye el primer piano de caja rectangular. El constructor Stein (1728-1742),
conocido íntimamente y técnicamente a través de las cartas de Mozart, corona los esfuerzos
anteriores.
Todavía no podemos hablar de la estética que se vislumbra tras los títulos tan significativos de
Haydn, Mozart y el primer Beethoven: Sonata per clavecín o piano-forte. La entrada del piano-
forte en la música instrumental alemana apunta desde el principio hacia dos características lejanas
ya del clavecín: simplicidad de estructura y emotividad. Hay una huida del ornamento en general.
La simplicidad aparece ya en Carl Philipp Emanuel Bach y en la escuela de Mannheim, modelos
durante unos años para compositores alemanes.
El piano fue inventado por la necesidad de mecanizar el salterio, el cual debido a su toque con
baquetas era poco práctico, aumentar la intensidad del sonido del clavicordio, que su
funcionamiento con una tangente que hacía vibrar la cuerda daba dinámica pero no intesidad, y la
necesidad de hacer más expresivo al clavecín, este último utilizaba un pelcro para tocar la cuerda
el cual daba intensidad pero nada de dinámica. Así el piana con su mecanismo con macillos que
percuten la cuerda logró llegar a los niveles de expresividad que se buscaban en la época.