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Oratorio de María Rosa Molas

María Rosa Molas, cuyo nombre de bautismo fue Rosa Francisca María de los
Dolores fue una religiosa y fundadora española. A los 16 años Dolores siente la
llamada de Dios: quiere «consagrarse completamente al Señor y al consuelo del
necesitado». Pero tiene que esperar. Años de trabajo en casa y largos ratos de
oración. Pasa los domingos con los enfermos del Hospital. Esta joven «era toda
una señora». El 6 de enero de 1841 ingresa religiosa en el Hospital de Reus.
Fue una madre para los enfermos. En la Casa de Caridad atiende a los pobres y
dirige el Colegio de señoritas. Una frase lapidaria resume estos años: «Su
caridad fue para con todos incondicional y sin límites». Fundó la orden de las
Hermanas de Nuestra Señora de la Consolación y es venerada como santa por
la Iglesia católica Estudió en Reus y fue educada en la fe cristiana por sus
padres, que eran muy religiosos. Era sensible ante la pobreza y desde joven se
dedicó a curar a enfermos... En 1857 dirigió en Tortosa la casa de Misericordia
y en 1858 fundó la congregación de las Hermanas de Nuestra Señora de la
Consolación, que años más tarde se extendió por otros lugares. El 8 de mayo
de 1977 fue beatificada por Pablo VI, y canonizada por Juan Pablo II el 11 de
diciembre de 1988. En la actualidad, las continuadoras de su obra las Hermanas
de Nuestras Señora de la Consolación, están presentes en cuatro continentes:
Europa (España, Eslovaquia, Italia y Portugal); Asia (Corea del Sur y Filipinas);
África (Burkina Faso, Costa de Marfil, Mozambique y Togo) y América
(Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Ecuador, México, Perú y Venezuela) La vida de
María Rosa Molas es una palabra de Consolación para todo el mundo. Sus
seguidores aceptan que «en el mundo parece que estaba únicamente para
consuelo de todos». Esa era y sigue siendo su misión en la Iglesia: Hacerse
transparencia de la Misericordia del Padre y enseñar a los hombres los caminos
de la Consolación de Dios. El carisma de la Hermanas de la Consolación tiene
una finalidad muy concreta: llevar a los hombres la misericordia y consolación
de Dios, con actitudes de bondad, amor, sencillez y servicio comprometi-do. Su
campo apostólico se ha desarrollado en la educación cristiana integral, la
asistencia hospitalaria y benéfica y la evangelización en zonas rurales y países
de misión.

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