elevemos al cielo la voz, que, en las alas de un vuelo silente ella llegue hasta el trono de Dios nuestra voz, es la voz milenaria que en los Andes, sonora se oyó, cuyo eco vibró en Atusparia y el 70, jamás se apagó.
ESTROFAS
De los waras se viva el orgullo
fuertes muslos, fino pedernal de esta tierra que canta su orgullo con acento y amor maternal.
De tus hijos, su sangre bendita
a la patria logró libertar, en Luzuriaga tu genio palpita y a Raymondi, enseñaste a amar.
La amistad, bella flama sagrada,
de cien pueblos te hizo capital y su mano gigante, apretada, te brindó su calor maternal.
San Cristóbal, en el tiempo te mira:
tu pasado, grandioso sin par, tu presente el mundo lo Admira, tu futuro, ¡La gloria alcanzar!