I.S.F.D. Nº 3 “Dr.

Julio Cesar Avanza”

TEORÍAS SOCIOPOLÍTICAS Y EDUCACIÓN
PROFESORADO DE EDUCACIÓN ESPECIAL – 2° Año B
Profesora: Cristina Adrián

Ficha de cátedra – Algunas referencias al concepto de Institución

Son varios los autores que evidencian diferencias a la hora de definir el concepto de
institución de acuerdo a las perspectivas que les brindan los ámbitos de las disciplinas en las
que se desenvuelven.
Lapassade (1980) hace referencia a la institución en tanto estructura que surge en
determinado momento de la sociedad, que va atravesando todos los niveles de dicha
sociedad, y que en el proceso de institucionalización a través del doble juego de lo instituido -lo
que ya está normatizado, lo que ya se pone en juego en las relaciones cotidianas- y lo
instituyente – lo que pugna por ser parte por un cambio y volverse parte de lo habitual en las
relaciones de todos los días-, se configura como única realidad posible, a partir de la
naturalización de la institución. Esta idea de institución atraviesa los aspectos económicos,
políticos e ideológicos De allí plantea Lapassade, la necesidad de un análisis institucional que
posibilite encontrar la parte oculta de aquello que está instituido, que permita interpretar ese
orden social instituido históricamente que sostiene determinadas relaciones sociales
dominantes.
Por su parte Etzioni (1991), toma el concepto de institución como un sinónimo del término
organización, o específicamente de ciertos tipos de organizaciones, aunque aclara que “a
veces, institución se refiere a un fenómeno del todo diferente –en concreto, a un principio
normativo que define culturalmente una conducta, como el matrimonio o la propiedad.”
Estas organizaciones se constituirían para el logro de determinados fines, aunque a veces el
mantenimiento de sus propias estructuras se convierta en un fin en sí mismo y se produzca
una desviación de los fines originales. Por otra parte el análisis de los fines de una organización
implica no sólo entrevistar a quienes forman parte de ella en búsqueda de una respuesta, sino
también el análisis de los recursos y de la dirección de los esfuerzos.
Cabe aclarar que Etzioni hace referencia al tipo de organizaciones modernas, sobre todo a
aquellas de tipo empresarial que tienen objetivos relacionados con lo económico, marcadas
por la racionalización, por lo que el análisis de las mismas está determinado principalmente
por las variables de eficacia y eficiencia, lo que puede llegar a plantear problemas a la hora de
evaluar aspectos más fáciles de mensurar que otros, y llevar a sobrevaluar los primeros en
detrimento de los segundos.
Este carácter racional de las organizaciones a las que alude el autor, está relacionado a la
búsqueda de la felicidad humana aunque se llegaría a esto a través de dos caminos distintos
según las escuelas de la Administración científica y la de las Relaciones Humanas. Según esta
última, un trabajador más satisfecho, más feliz, aumentaría su rendimiento en beneficio de la
organización, en tanto para la primera, esto se explicaría por el aumento de la rentabilidad de
la organización y la posterior satisfacción económica del trabajador. Una síntesis de ambas
escuelas estaría representada por el enfoque estructuralista que plantea un análisis de la
organización a través de los elementos formales e informales que la conforman, su
articulación; las relaciones de los grupos informales tanto dentro como fuera de la

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organización; el problema de las jerarquías; las compensaciones sociales y materiales; la forma
en que interactúan la organización y su medio y la inclusión en el campo de análisis tanto de
las organizaciones laborales como no laborales.
Desde otro ángulo los autores Berger y Luckmann (1969), dan cuenta de las relaciones del
hombre con su ambiente caracterizadas por su apertura al mundo y la plasticidad del ser
humano, que delimitan y a su vez permiten la construcción de formaciones socio-culturales.
Así, si bien es factible que el hombre aislado se desarrolle, la característica humana, específica
del hombre (que lo diferencia del animal) está ligada a lo social. El desarrollo del ser humano
es siempre antecedido y transformado por un orden social. Este orden social podría ser
explicado por una teoría de la institucionalización. La misma sostiene que el proceso
institucionalizador comenzaría a partir de la interacción de por lo menos dos individuos entre
los que aparezca una tipificación recíproca de acciones habitualizadas entre ellos. Es decir, dos
individuos luego de interactuar un tiempo observan rutinas que se repiten, acciones
habitualizadas en cada uno de ellos, esto les permitirá la posibilidad de prever las acciones del
otro. En este punto marcan los autores un comienzo incipiente de institucionalización, que
luego se perfeccionará con la llegada de una tercera persona o más a las que los dos individuos
originales deberán transmitirle aquellas habituaciones y tipificaciones que marcaron la relación
original. Al adquirir historicidad, plantean Berger y Luckmann, la tipificación recíproca de los
dos individuos iniciales, ésta adquiere también objetividad. Entonces, los productos
externalizados de la acción humana que alcanzan objetividad a través de este proceso se
establecen como instituciones. Este mundo institucional que crea y recrea el hombre luego
debe ser legitimado a través de diversos mecanismos para que sea posible transmitirlo y que
sea aceptado por las generaciones futuras.
Entre los tres autores mencionados existen diferencias en el abordaje que se hace del
concepto institución, no obstante ello, todos ellos acentúan el carácter de construcción social
del mismo, y en su carácter de tal puede ser reproducido y transformado por el hombre,
aunque este dado el grado de objetivación que adquieren algunas de las instituciones no
lleguen a ver esta posibilidad.
Como toda institución, la escuela se constituyó a partir de la tipificación de interacciones
entre individuos y como tal, están preestablecidas las funciones, o más precisamente los roles,
que competen a cada uno de los actores sociales que comparten el ámbito de la institución
escolar. Estos roles son mantenidos y legitimados continuamente entre los miembros de la
sociedad, sin embargo no debe dejar de tenerse en cuenta, que la institución escuela es un
producto de la interacción social, está inmersa en un contexto y por lo tanto, es atravesada por
múltiples variables que convergen en dicho contexto (políticas, económicas, ideológicas, etc).
Estas variables que intervienen en alto grado en el funcionamiento de la institución, como así
también la interacción constante de quienes desempeñan roles dentro de la institución, tienen
la posibilidad de cambiar el orden instituido aunque muchas veces este se presente a los
actores sociales como inmodificable

Bibliografía:
BERGER , P. y LUCKMAN, T. (1969) La construcción social de la realidad. Buenos aires.
Amorrortu editores.
ETZIONI, J. (1991) Organizaciones modernas. UTEHA. México.
LAPASSADE (1980) Socioanálisis y potencial humano. Barcelona. Gedisa.