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UNIVERSIDAD DE CIENCIAS Y ARTES DE CHIAPAS

FACULTAD DE CIENCIAS HUMANAS Y SOCIALES

DIPLOMADO EN
TANATOLOGÍA

MÓDULO 5
PROCESO DE INTERVENCION EN LA
TANATOLOGIA I

TRABAJO INDEPENDIENTE 1
CONCEPTOS QUE DIRECCIONAN AL
ORIENTADOR Y SU RELACION CON EL
CLIENTE

ALUMNA: DEYANIRA MONTSERRAT LARA PINTO

PROFESOR QUE IMPARTE

PSIC. ARIADNA SANTIAGO NAVARRETE

TUXTLA GUTIÉRREZ, CHIAPAS, 29 DE OCTUBRE DE 2017


Un buen orientador sabe que el ayudar pide mucho trabajo. Atiende a la otra
persona tanto física como psicológicamente. Sabe lo que su propio cuerpo está
diciendo y puede leer los mensajes no verbales de su cliente. Escucha atentamente
al otro, conociendo que la acertada orientación es un proceso intenso en el cual se
puede conseguir mucho si las dos personas están dispuestas a colaborar.
Responde frecuentemente al otro, ya que está trabajando para comprenderlo.
Responde desde el marco de referencia de su cliente, porque él puede ver el mundo
a través de los ojos de su cliente. Respeta a su cliente y expresa su- respeto al estar
disponible para él, trabajando con él, no juzgándole, confiando en las fuerzas
constructivas encontradas en él y finalmente con la esperanza de que viva la vida
tan efectivamente como pueda. Se interesa auténticamente por la persona que ha
venido buscando ayuda; esto es, no está a la defensiva, es espontáneo y siempre
dispuesto a decir lo que piensa y siente, siempre que sea en beneficio de su cliente.
Un buen orientador es concreto en sus expresiones, trata con sentimientos reales y
conducta real más que con formulaciones vagas, psicodinámicas oscuras, o con
generalidades. Su hablar aunque cuidadoso y humano, es también llano y va al
grano. La acción es lo más importante para el buen orientador. Puesto que él es un
, agente en su propia vida - uno que se apodera de la vida antes que someterse a
ella, es capaz de ayudar a su cliente a elaborar programas de acción que conduzcan
a cambios constructivos de la conducta.

COMENTARIO
Aunque tengamos título en psicología o en otras áreas del desarrollo humano, no
todos somos agente de ayuda, y en esta disciplina para ser efectivos, hay que amar
el don de servir y de aprender, el especialista en tanatología no debe temer
mostrarse en la congruencia de su vida y sus actos.
BIBLIOGRAFIA
Egan, G. (1981). El orientador experto un modelo para la ayuda sistemática y la
relación interpersonal (1ª edición). México: Grupo Editorial Iberoamérica.

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