afilan el puñal para otra noche gangster sobre sus pieles cobrizas se trazan tatuajes en tinta pueblo cruces y saritas que bendigan la jornada lumpen casi todos son esclavos del blanco en polvo una dosis o dos o más como para prenderse de valor - Aunque huela a mierda pura a pura mierda – (la blanca) se dispara como el cañón fulminante a la psiquis tiempo para la danza salvaje sin vuelta para el arrebato de los fajos “verdes” con el índice en el gatillo
En la esquina del mercado yace un saldo:
Héctor, el mono, vendedor de abarrotes fajándose las buenas acciones al alma Porque de seguro el auxilio llegará cuando ya haya partido.