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Volúmenes
Las letras de unidad A: y B: se asignaron históricamente a las unidades de disquete, obsoletas hoy día. Podemos
asignarlas manualmente a unidades de almacenamiento extraíbles (USB, eSATA, FireWire,…)
El orden en que se asigna las letras de unidad es a partir de C:. Primero las particiones primarias del primer disco
del primer controlador de discos, luego las primarias del segundo disco del primer controlador de disco y así hasta
acabar con las particiones primarias de todos los discos y controladoras. Después se asignan las particiones
lógicas(extendidas). Primero todas las lógicas del primer disco de la primera controladora, luego todas las del
segundo de la primera controladora y así hasta acabar con las controladoras, discos y particiones. A continuación
las unidades extraíbles (Cdrom y otros). Si son enchufables son asignadas por orden de aparición.
También podemos conectar letras de unidad a carpetas compartidas en red. Disponemos de letras de unidad hasta
la Z (26 unidades). Ver comando “net use” o desde el explorador de Windows menú “Herramientas” y“conectar a
unidad de red”
Una vez asignadas Windows identifica la letra de unidad con el GUID de la partición. De manera que si cambiamos
un disco de posición en la controladora o entre controladoras (si el sistema consigue arrancar con esos cambios)
Windows sigue identificándolas por la letra que tenían en la anterior posición. Podemos cambiar esta asignación
manualmente desde alguna de las herramientas de particiones que ofrece Windows.
Desde la consola de comandos tenemos “Diskpart”, “Format”, “chkdsk” y “Convert”. A continuación la consola
Diskpart en acción. Una gran ventaja de Diskpart es que podemos ejecutar un “script”(secuencia de comandos),
que podríamos ejecutar sobre muchos discos o particiones y que siempre haga una tarea que desde el GUI sea
repetitiva y tediosa.
Format crea un sistema de archivos nuevo en un volumen. Se borran toda la información que hubiera.
Format a: /fs:ntfs
Chkdsk comprueba un volumen en busca de errores al desmontarse. El siguiente comando comprobará el volumen
C:. La opción /F(fix) intenta reparar errores y la opción /R recuperar bloques perdidos.
Chkdsk c: /F /R
A continuación la herramienta “diskmgmt.msc” tras conectar un nuevo disco a la máquina. Nos pregunta si
queremos particionar en modo MBR o GPT.
Si picamos con botón derecho sobre el espacio sin asignar de la unidad 0, que ya tiene particiones simples…
En cambio si picamos sobre el espacio sin particionar del segundo disco…
Un poco de teoría…
Discos básicos.
Antes del lanzamiento de Windows 2000 eran los únicos que se utilizaban. Un disco básico contiene
particiones, también llamadas volúmenes básicos.
Los discos básicos utilizan la tabla de particiones MBR (Master Boot Record). Los discos básicos que
utilizan la MBR tienen la limitación de que sólo se puede crear en ellos hasta cuatro particiones primarias,
o bien tres primarias y una extendida. Dentro de la partición extendida tenemos la posibilidad de muchas
unidades lógicas hasta la total capacidad del disco duro.
Los discos básicos también admiten tablas de particiones GUID. Las tablas de particiones basadas en
GUID admiten hasta 128 particiones primarias de 18 exabytes, y no existen las particiones extendidas.
Mientras que en las tablas de particiones MBR el límite como hemos visto está en cuatro primarias o bien
tres primarias y una extendida, siendo el límite máximo de cada partición de dos terabytes.
Para trabajar con particiones GUID y discos GPT a partir de la versión de Windows XP de 64 bits.
Discos dinámicos.
Es un método de almacenamiento introducido a partir del lanzamiento de Windows 2000 y soportado por
todas las versiones posteriores de Windows a excepción de Windows XP Home, que carece de soporte
para este tipo de almacenamiento. Los discos dinámicos tienen características y funcionalidades que no
pueden ser utilizadas con los discos básicos. En los discos dinámicos creamos volúmenes dinámicos.
Este tipo de volúmenes pueden ser de cinco tipos: simples, distribuidos, seccionados, reflejados y RAID-
5.
Volumen simple: Pues eso, un volumen simple, sin seccionado, ni distribuido ni espejado.
Volumen reflejado(mirror o RAID1): Los volúmenes reflejados usan dos copias llamadas espejo, aunque
aparecen como una única entidad. Cuando se escribe cualquier dato en el volumen reflejado,
inmediatamente se reproduce en las copias espejo.
La funcionalidad de este tipo de volumen es fácil de imaginar: al funcionar el sistema con copias espejo, la
fiabilidad de los datos almacenados es mayor. Normalmente los volúmenes reflejados funcionan con
discos separados, ya que de este modo, si uno de los discos fallase, el sistema podría seguir
funcionando con el
disco no afectado. Para hacer esto es necesario desdoblar o romper el volumen espejado.
Es especialmente importante utilizar discos de las mismas características cuando se creen volúmenes de
este tipo y utilizar controladoras independientes para cada disco ya que esto aumenta la tolerancia a
errores, sobre todo si queremos reflejar volúmenes de sistema o de inicio.
Volumen distribuido: Es una forma de repartir el espacio no asignado en un sistema con varios discos en
una única unidad lógica, lo cual permite utilizar más eficientemente el espacio disponible y las letras de
unidad, este tipo de volumen no puede ser reflejado y no es tolerante a errores, aunque permite extender
su tamaño a otras unidades disponibles.
Volumen seccionado o RAID0: Podríamos decir que es una variante del volumen distribuido, ya que
también utiliza el espacio de varios discos y los convierte en una única unidad lógica. Este tipo de volumen
utiliza un tipo especial de formato para escribir en el disco y tiene más rendimiento que el volumen
distribuido. En contraprestación, los fallos de escritura suelen ser mayores que en el caso del volumen
distribuido.
No se pueden extender a otros discos dinámicos en caso de que sea necesario y tampoco se pueden
reflejar. Quizá sea la forma menos fiable de almacenamiento dinámico ya que si uno de los discos
contenidos en el volumen seccionado falla, el resto del volumen fallará también. Ofrece un alto rendimiento
porque puedo hacer operaciones simultáneas de lectura/escritura en ambos discos.
Volumen RAID 5: Este tipo de volumen es tolerante a errores, y se caracteriza por tener sus datos
distribuidos en tres o más discos físicos. Al contrario que el RAID0, se pueden recuperar los datos, en
caso de que uno de los discos falle.
2. Picamos con botón derecho sobre espacio libre y “nuevo volumen reflejado”
3. Agregamos los discos al espejo.
4. Atención a este paso: al crear un nuevo volumen siempre nos pregunta si queremos Asignar una
letra de unidad o Montar en una carpeta NTFS vacía. Esto último significa que podemos “montar”
un volumen entero dentro de otro volumen existente.
Y ya tenemos nuestro volumen E: distribuido. Fijarse que los tamaños de las particiones no tienen
que ser iguales y pueden ser más de dos, como si ocurre con una configuración en espejo.
Reducir un volumen
Vamos a reducir una parte del volumen creado anteriormente
Muy importante el mensaje “No se puede reducir un volumen más allá del punto en que haya algún archivo que no
se pueda mover”. Por supuesto. Si el volumen contiene datos se podrá reducir solo el espacio vacío.
Para extender volúmenes operaríamos de manera similar, siempre que exista espacio no asignado al que expandir
la partición.