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La Inexactitud Registral
La Inexactitud Registral
TEMA:
“la inexactitud registral y su rectificación utilizando la doctrina y la
legislación”
CÓDIGO:
3106130036
DOCENTE:
Espinoza Salcedo, Orlando Jesús
ALUMNO (A):
Berrocal Gómez, Alissa Marisol
CURSO:
Derecho Notarial y Registral
CICLO:
X
AYACUCHO - 2019
LA INEXACTITUD REGISTRAL Y SU RECTIFICACIÓN
I. Inexactitud Registral
1.1. Concepto
“Se emplea genéricamente la denominación de “inexactitud” para caracterizar todas las discordancias
entre realidad y registro, reservando el nombre de “error registral” para una especie de inexactitud
que tiene' su origen en una equivocación del registrador.
Se entenderá por inexactitud del Registro todo desacuerdo existente entre lo registrado y la realidad
extrarregistral.
Cuando la inexactitud del Registro provenga de error u omisión cometido en algún asiento o partida
registral, se rectificará en la forma establecida en el presente Título.
Para el correcto entendimiento del contenido del presente Título es necesario formular algunas
consideraciones previas, respecto al concepto de “Inexactitud Registral”. Dentro de los Sistemas
Registrales como el peruano, en los cuales la inscripción no es constitutiva, suele presentarse la
denominada “inexactitud registral”. Como “la discordancia entre el registro y la realidad jurídica
extrarregistral” (Díez-Picazo, 1995, p 523). Y es que, como apunta el citado autor, por obvias razones,
la discordancia no puede
existir en los sistemas en que, dado el carácter constitutivo de la inscripción, no existe una realidad
jurídica distinta a la publicada en el Registro.
“La inexactitud se da en todos los sistemas registrales. Decir que la inscripción de carácter
constitutivo hace desaparecer toda posibilidad de inexactitud, es precisamente y cuando menos, otra
inexactitud. Lo que sucede en estos sistemas es que, por imperio de la ley, lo registrado se impone a
la realidad, el fiel se inclina hacia el asiento registral restando valor a la verdad exterior. Esto no es
otra cosa que la supresión de los efectos de la ausencia de exactitud con el simple recurso de declarar
–ministerio legis– rectificada la realidad y así lograr el paralelismo deseado. Hay exactitud –e
integridad– porque no existe otra realidad más de lo que figura en el asiento” (p. 309).
La inexactitud registral es una situación nociva para la seguridad jurídica que debe proporcionar todo
sistema registral, pues si se tiene en cuenta que los asientos registrales aspiran a una presunción de
exactitud e integridad, la discordancia existente con la realidad extrarregistral podrá llevar a
consecuencias negativas para el tráfico jurídico, que tratan de evitarse a través de los principios
registrales de fe pública registral (artículo 2014º del Código Civil) y de oponibilidad de lo inscrito
(artículo 2022º del Código Civil), que brindan a los terceros una protección contra aquellos hechos
que pudieran afectar su adquisición y que no aparezcan publicados en el Registro respectivo.
El principio de buena fe pública registral está basado en la presunción iuris tantum de la exactitud de
los asientos registrales. Esto es así pues la inserción de incertidumbre en los
actos o contratos registrables llevaría a todo el sistema a colapsar. De esta forma la fe pública hace
presumir exactos los datos contenidos en sus asientos aun cuando se den situaciones en la realidad
distintas a las que son pública en el registro.
1.4.2. Inexactitud generada por la no presentación al registro de los documentos que contienen
actos o contratos merecedores de publicidad
La falta del acceso al Registro del título, derecho o relación jurídica inscribible o registrable provoca,
naturalmente, una inexactitud registral, pues los libros hipotecarios dejan de publicar una mutación
jurídico-real producida extrarregistralmente.
1.4.3. Inexactitud generada por la cancelación del asiento por caducidad del título.
Los plazos de cancelación de documentos específicamente en la ley aseguran que los documentos no
se mantengan anotados de forma eterna. Por esta razón, es posible que aun cuando se haya presentado
el documento con la intención de dar publicidad al acto o contrato contenido en él, el plazo de su
anotación de este documento haya superado el plazo legal para su cancelación, por lo cual el
documento queda sin desplegar ningún efecto en cuanto a la publicidad. De tal forma que aun cuando
el documento fue presentado, pasado el plazo para su caducidad, para efectos registrales este
documento no existe, produciendo inexactitud pues en la base de datos tal anotación ya no es vigente.
El titulo o derecho real subsiste, es existente en la realidad jurídica extrarregistral, pero ha quedado
des inscrito, bien por obra de una cancelación indebida bien por una cancelación querida por el titular
registral, este supuesto se refiere a la situación en la cual existe un título inscrito revestido de la
publicidad del Registro, pero inexistente en la realidad extrarregistral, debido a que ya se ha realizado
la debida cancelación de éste acto o contrato pero sin que el documento que contiene dicha
cancelación haya sido presentado al Registro.
II. La Rectificación.
Todo error deberá rectificarse mediante un nuevo asiento que precise y enmiende claramente el error
cometido.
Las omisiones se rectificarán con la extensión de un asiento en el que se precise el dato omitido o la
circunstancia de no haberse extendido en su oportunidad.
Este artículo señala la forma de rectificación de los asientos respectivos, siendo aplicable tanto a
errores materiales como de concepto. El artículo 180º del NRGRP sólo se refería a ello en el caso de
los errores de concepto: “Los errores de concepto se rectifican por un nuevo asiento”; circunstancia
que, por obvias razones de técnica registral y aplicación concordada con el artículo 165º in fine del
Reglamento abrogado, también era de aplicación al caso de la rectificación de errores materiales,
siendo los dos preceptos recogidos en el artículo bajo comento.
El nuevo asiento que se extienda practicando la rectificación deberá contener de manera clara y
precisa, tanto la indicación como la corrección del error omitido. Obviamente, este asiento también
deberá contener los requisitos generales de los asientos de inscripción, a que se contrae el artículo 50º
y ss. del NRGRP, con excepción, en caso de rectificaciones de oficio, de los datos referentes a la
presentación de una solicitud de inscripción (datos del asiento de presentación, derechos pagados,
etc.), siendo más bien indispensable la mención del título archivado que da mérito a la rectificación
de oficio.
Respecto a los casos en que los errores se originan en “omisiones”, este artículo prevé dos clases de
omisiones:
a) La omisión total del asiento, que implicaría que el Registrador, p. ej., en lugar de extender
dos asientos (compraventa e hipoteca), por error sólo extendió el referente a la compraventa,
no dejando constancia registral de la inscripción de la hipoteca contenida
b) de la inscripción de la hipoteca contenida en el mismo título. Para dicho caso, este artículo
prevé que se precise, en un nuevo asiento, la circunstancia de no haberse extendido en su
oportunidad.
c) La omisión de algún dato en el asiento registral, p.ej., la duración de un derecho de usufructo,
en cuyo supuesto, en el nuevo asiento sólo se precisará, rectificando el ya extendido, el dato
omitido originalmente.
De esta manera, se trató de completar la redacción del artículo 77º del Anteproyecto, que se refería
con carácter general a “las omisiones”, cuando en verdad sólo regulaba los supuestos de omisión de
extender todo un asiento.
En la legislación española se regula de manera específica el contenido del nuevo asiento rectificatorio,
como puede apreciase de la revisión del artículo 313º del Reglamento Hipotecario. Sobre la necesidad
de la extensión de un nuevo asiento, resulta evidente que los artículos 165º y 180º de NRGRP
abrogado tuvieron como antecedente directo lo establecido en los artículos 215º y 219º de la Ley
Hipotecaria española.
Este artículo tiene por finalidad establecer la manera en que se formularán los pedidos relacionados
con la rectificación de los errores en los asientos registrales, obviamente, en el supuesto, que por no
encontrarse en los casos de rectificación “de oficio”, o por ser de interés de las partes presentar una
solicitud expresa, se requiere que se efectúe la rectificación del asiento o asientos.
Téngase en cuenta que este artículo no es aplicable a los supuestos de inexactitud distintos a los
“errores en los asientos registrales”, en la medida que cuando se trate de reestablecer la inexactitud
debida a la falta de inscripción de un acto o por nulidad del acto inscrito, lo que deberá solicitarse
más bien que una rectificación, será la inscripción del acto ya celebrado pero no perfeccionado o de
la sentencia firme que declare la nulidad del acto inscrito. En ese sentido, la rogación, conteniendo el
nuevo título modificatorio requerirá la inscripción, p. ej., de la compraventa del inmueble o de la
nulidad de la hipoteca, de la misma manera que se efectúa para todos los demás actos, conforme a las
normas que respecto a presentación de títulos contiene el Título III del NRGRP.
Específicamente, respecto a los errores en los asientos registrales, el artículo bajo comentario contiene
las siguientes previsiones:
a) Se aplicarán las normas generales que sobre solicitud de inscripción contiene el artículo 12º
del NRGRP concordante con el artículo III del Título Preliminar del mismo Reglamento. Esto
respecto, a las personas legitimadas para solicitar la rectificación, remitiéndonos a los
comentarios ya vertidos de los artículos pertinentes, que resultan igualmente aplicables al
presente caso.
b) Las solicitudes de rectificación deben presentarse necesariamente a través del Diario, de la
misma manera que se presenta la totalidad de títulos. De esta forma se pone fin a la práctica,
no legalmente establecida, que las solicitudes de rectificación de errores materiales fueran
presentadas por la Oficina de Trámite Documentario de las Oficinas Registrales, careciendo
por consiguiente de número de asiento de presentación. Esta modificación es muy importante,
como precisaremos más adelante.
c) En cuanto a los datos a ser indicados en la solicitud de rectificación se requiere que se precise
el error materia de rectificación, número y fecha del título archivado que dé lugar a la
modificación respectiva. Dichos datos serán suficientes cuando se trate de errores materiales
o errores de concepto que resulten claramente del título archivado inscrito [artículo 84º inciso
a) del NRGRP], pero, en el supuesto previsto en el inciso b) del mismo artículo 84º,
necesariamente se tendrá que presentar el título modificatorio que corresponda.
Finalmente, concluiremos precisando que este artículo se desdobló del artículo 76º del Anteproyecto
que regulaba tanto la necesidad de solicitud y oportunidad de la rectificación, como la forma de
presentación de las solicitudes correspondientes. La Comisión Revisora estimó por conveniente,
regular en el artículo precedente no sólo los supuestos de procedencia sino de improcedencia de las
rectificaciones, regulando más bien en otro artículo los requisitos formales para la rectificación, como
aparece en el Proyecto y en el texto aprobado del NRGRP.
2.3. Forma de la rectificación
Según el artículo 78, “Todo error deberá rectificarse mediante un nuevo asiento que precise y
enmiende claramente el error cometido. Las omisiones se rectificarán con la extensión de un asiento
en el que se precise el dato omitido o la circunstancia de no haberse extendido en su oportunidad”.
Este artículo señala la forma de rectificación de los asientos respectivos, siendo aplicable tanto a
errores materiales como de concepto. El artículo 180º del NRGRP sólo se refería a ello en el caso de
los errores de concepto: “Los errores de concepto se rectifican por un nuevo asiento”; circunstancia
que, por obvias razones de técnica registral y aplicación concordada con el artículo 165º in fine del
Reglamento abrogado, también era de aplicación al caso de la rectificación de errores materiales,
siendo los dos preceptos recogidos en el artículo bajo comento.
Respecto a los casos en que los errores se originan en “omisiones”, este artículo prevé dos clases de
omisiones:
• La omisión total del asiento, que implicaría que el Registrador, p. ej., en lugar de extender
dos asientos (compraventa e hipoteca), por error sólo extendió el referente a la compraventa,
no dejando constancia registral de la inscripción de la hipoteca contenida en el mismo título.
Para dicho caso, este artículo prevé que se precise, en un nuevo asiento, la circunstancia de
no haberse extendido en su oportunidad.
• La omisión de algún dato en el asiento registral, p.ej., la duración de un derecho de usufructo,
en cuyo supuesto, en el nuevo asiento sólo se precisará, rectificando el ya extendido, el dato
omitido originalmente.
Los errores en los asientos o partidas registrales pueden ser materiales o de concepto.
Lacruz y Sancho (1984). Consideran que “el error en los asientos registrales, en términos generales,
es “toda representación falsa del objeto que se pretende publicar, por deficiencia del precepto
representativo” (p. 260).
Para Roca, R. y Roca, L. (1996), constituye un supuesto en que “la inexactitud del Registro proviene
de la defectuosidad (por error o intención) al redactarse el asiento, por expresarse en éste algo
diferente de lo que el título registrado decía. Puede haberse inscrito una transmisión con nombre
equivocado en el adquirente, sin que esta equivocación proceda del título. Cabe que se haya registrado
una adquisición hereditaria con una cuota libre o gravada distinta de la real. Puede haberse inscrito
una hipoteca por débito de cuantía diferente a la que consta del título inscrito, etc.”(p. 201).
Por su parte, (Carzolio, 1997, p. 317). Considera que al referirse a las inexactitudes registrales, señala
aludiendo al error, que “existen aquellas cuyo origen es registral, es decir, las que tienen una
circunstancia generadora producida en el registro, sea al confeccionar el asiento, sea al emitir una
certificación. Puede ser que el instrumento a inscribir refleje correctamente la realidad, pero que un
error u omisión del registrador al realizar la toma de razón, dé como resultado un asiento inexacto,
erróneo u omitido, tornando disconforme lo registrado con la realidad”
Como puede apreciarse, al referirnos a errores en los asientos registrales, no comprendemos en ellos
a los casos en que el error se origina en defectos existentes en los títulos que dieron mérito a las
correspondientes inscripciones. Esto, puesto que si bien el defecto en el título registrado puede dar
lugar a una inexactitud registral, la misma no se habrá originado en sede Registral y deberá, en todo
caso, ser rectificada a través de otro instrumento que dé mérito a la modificación del ya inscrito (título
modificatorio posterior). Dentro de las distintas clases de errores que pueden cometerse en la
elaboración de los asientos registrales, se diferencia, por su contenido, entre errores materiales y
errores de concepto. Por errores materiales se entiende la equivocación u omisión al consignar
nombres, cantidades, números y otros datos plasmados en los asientos registrales, que no cambian el
sentido o la sustancia del mismo. En cambio, los errores de concepto implican una alteración o
variación en el sentido de un término, expresión o de una idea, que alteran la sustancia interna del
acto y dan lugar a una inexactitud ideológica. En el Derecho comparado, es frecuente encontrar esta
distinción, atribuyéndose mayores exigencias, como veremos a continuación, a la rectificación de los
errores de concepto.
Nuestro ARGRP si bien no contenía un artículo expreso que estableciera la clasificación de errores,
a través de los artículos 175º y ss. recogía dicha clasificación, atribuyéndole los efectos que
enunciaremos al comentar los artículos siguientes. La fuente directa de la cual se tomó la redacción
del NRGRP es el artículo 211º de la Ley Hipotecaria española, cuyo texto es el siguiente: “Los errores
cometidos en los asientos del Registro a que se refiere el apartado c) del artículo 40º, podrán ser
materiales o de concepto”. Finalmente, debemos dejar constancia, que a través de distintas sesiones
de la Comisión Revisora se discutió la posibilidad de sustituir la clasificación de errores materiales y
de concepto, por otra que lograra una mayor claridad en su aplicación específica, pues se apreció una
marcada tendencia de las instancias registrales, a entender restrictivamente la definición de errores
materiales, planteando frecuentemente la existencia de errores de concepto, a los efectos de no
proceder a su rectificación de oficio. En tal sentido, personalmente fuimos de la opinión que,
abandonando la tradición proveniente de la legislación española, sólo se clasificara los errores en: a)
Rectificables de Oficio, por resultar evidentes de los títulos inscritos, y; b) Rectificables a solicitud
de parte por no resultar evidentes. Sin embargo, primó la tendencia en el sentido de mantener la
clasificación vigente, aunque estableciendo supuestos excepcionales en los que procede la
rectificación de oficio de los errores de concepto.
a) Si se han escrito una o más palabras, nombres propios o cifras distintas a los que constan en
el título archivado respectivo;
b) Si se ha omitido la expresión de algún dato o circunstancia que debe constar en el asiento;
c) Si se ha extendido el asiento en partida o rubro diferente al que le corresponde;
d) Si se han numerado defectuosamente los asientos o partidas.
Las rectificaciones de los errores materiales se harán en mérito del respectivo título archivado, salvo
que éste no se encuentre en la oficina, en cuyo caso se procederá conforme al Capítulo II del Título
VIII de este Reglamento, a efecto de que previamente se reconstruya el título archivado
correspondiente.
a) Cuando resulten claramente del título archivado: en mérito al mismo título ya inscrito, pudiendo
extenderse la rectificación a solicitud de parte o, de oficio, en el supuesto previsto en el segundo
párrafo del Artículo 76º del presente Reglamento;
b) Cuando no resulten claramente del título archivado: en virtud de nuevo título modificatorio
otorgado por todos los interesados o en mérito de resolución judicial, si el error fue producido por la
redacción vaga, ambigua o inexacta del título primitivo.
c. Rectificación Amparada en Documentos Fehacientes
Cuando la rectificación se refiera a hechos susceptibles de ser probados de un modo absoluto con
documentos fehacientes, bastará la petición de la parte interesada acompañada de los documentos que
aclaren el error producido. Dichos documentos pueden consistir en copias legalizadas de documentos
de identidad, partidas del Registro de Estado Civil o cualquier otro que demuestre indubitablemente
la inexactitud registral.
La rectificación surtirá efecto desde la fecha de la presentación del título que contiene la solicitud
respectiva. En los casos de rectificación de oficio, surtirá efecto desde la fecha en que se realice.
En ningún caso la rectificación del Registro perjudicará los derechos adquiridos por tercero de buena
fe durante la vigencia del asiento que se declare inexacto.
Una vez efectuada la rectificación del error (material o de concepto) del asiento registral, surge la
cuestión de determinar las consecuencias de la extensión del asiento
rectifica tori, en especial respecto a los actos posteriormente inscritos en la partida registral, que
fueron incorporados a la publicidad registral teniendo como presupuesto de su calificación, la
exactitud del asiento registral ahora rectificado.
La situación antes mencionada tiene particular importancia para determinar si el tercero que adquiere
derechos bajo dicha presunción de exactitud puede verse perjudicado con la rectificación practicada.
Las rectificaciones de errores estarán afectas al pago de derechos registrales, excepto cuando los
errores sean imputables al Registro, en cuyo caso, no devengarán el pago del derecho registral
respectivo.
El tema del pago de los derechos registrales en el caso de rectificaciones de errores es uno de los que
dio lugar a la costumbre que las rectificaciones de los errores materiales se presentasen a través de la
Oficina de Trámite Documentario y no a través del Diario, en el entendido (erróneo) que su sola
presentación por el Diario, conllevaba, necesariamente el reconocimiento del interesado de la
necesidad de abonar derechos registrales por la rectificación. Como puede apreciarse, actualmente
todos los pedidos de rectificación, bien sea de errores materiales bien sea de errores de concepto,
deberán ser ingresados por el Diario de la Oficina Registral respectiva, lo que no, necesariamente,
implicará que la solicitud deba estar afectada al pago de derechos registrales.
Conforme al Artículo 2013º del Código Civil, corresponde exclusivamente al órgano jurisdiccional
la declaración de invalidez de los asientos registrales. Consecuentemente no resulta procedente que
mediante rectificación, de oficio o a solicitud de parte, se produzca declaración en tal sentido.
CONCLUSIONES
• Para determinar la inexactitud debemos comparar lo que consta en los asientos regístrales y
el contenido del documento que accedió al registro a los efectos de su inscripción
• Los Registradores rectificarán las inexactitudes a solicitud de parte. Asimismo, pueden
proceder de oficio, cuando adviertan la existencia de errores materiales. En el caso de errores
de concepto, la rectificación procederá de oficio solamente cuando con ocasión de la
calificación de una solicitud de inscripción, el Registrador determine que ésta no puede
realizarse si previamente no se rectifica el error, en mérito al título ya inscrito.
• Los errores en los asientos o partidas registrales pueden ser materiales o de concepto.
• Las inexactitudes provenientes de supuestos distintos a error (falta de inscripción, falta de
extensión de asiento cancelatorio o nulidad del título registrado) siempre requerirán solicitud
de parte, que contenga el título modificatorio posterior. En tal sentido, estas inexactitudes no
pueden rectificarse de oficio.
• Las inexactitudes consistentes en errores materiales, pueden en todos los casos, rectificarse
de oficio, sin perjuicio que cualquier interesado pueda pedir expresamente su rectificación.
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
o Carzolio, M. (1997). “Las Inexactitudes Registrales. Rectificación de Asientos.
o Modos” en Derecho Notarial y Registral (Materiales de Enseñanza). Lima: Instituto
Peruano de Estudios Forenses.
o Díez-picazo, L. (1995). Fundamentos del Derecho Civil Patrimonial. Volumen Tercero. Las
Relaciones Jurídico-reales. El Registro de la Propiedad. La Posesión. 4a ed. Editorial
Civitas S.A.
o Lacruz, J. y Sancho, F. (1984). Elementos de Derecho Civil III: Derecho Registral
Inmobiliario; José María Bosch Editor; 2 a ed. Barcelona 1984.
o Moisset, L. (1981). Concepto vertido en Cátedra de Introducción al D. Registral.
o Roca. R. y Roca, L. (1996). Derecho Hipotecario,8 a ed. Barcelona: Casa Editorial Bosch.
o Reglamento General de los Registros Públicos.