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Una vez que nos ponemos a excavar propiamente llega el momento de clavar rodilla en el suelo. Ahí,
en el campo de batalla. Tú, tu pico, tu pala y tu rasqueta (def: extensión de tu mano que usarás menos
de lo que desees ) y empiezas a llenar carretillas una y otra vez. Pronto te enfrentarás a una de las
grandes di cultades derivada de la estratigrafía misma.
Te hablo de ese genio travieso que hará de las suyas y tratará de confundirnos y que es conocido
desde los años 70 por el nombre de Matrix Harris. Mr Harris jugará contigo al gato y al ratón,
apareciendo y desapareciendo, descontextualizando los artefactos encontrados y poniéndote las
cosas difíciles.
–
En su época ase solía utilizar el sistema de excavación de Wheeler donde cada capa era conocida por
un número, cada objeto con otro, cada relleno, cada cosa tenía su número. Y al nal se formaba todo
un complejo numérico que ni el mayor número primo.
Durante una excavación, se observan y se aprecian cambios de textura, color y contenido de capas de
tierra. Esta información se recopila en planos (para una visión horizontal) y en secciones (para obtener
una visión vertical).
Si somos capaces de localizar cortes en la tierra y rellenos, y cuándo una tierra ha sido removida o
cuándo ha sido depositada, podremos establecer una secuencia cronológica que nos ayudará a
entender la actividad que se ha llevado a cabo en el yacimiento en el orden en que sucedió.
El trabajo de Harris se presenta por tanto como “un intento de de nir los principios de la estratigrafía
arqueológica”; es decir, en situar las unidades estratigrá cas en su “orden secuencial relativo”. La
Matrix de Harris se compone por un conjunto de casillas rectangulares impresas en una hoja de papel.
Lo tienes aquí en las chas
RELACIONES ESTRATIGRÁFICAS CON LA MATRIX DE
HARRIS
Este sistema admite únicamente tres posibles relaciones entre dos unidades estratigrá cas: No existe
conexión, hay superposición, o son correlativas, o lo que es lo mismo: sobre/bajo, corta/es cortada,
rellena/es rellenada, igual a o sin relación.
Dependiendo del nexo que une las casillas, por línea vertical u horizontal se establece una u otra
correlación. Ésta herramienta junto con las chas permite mejorar la recopilación de datos del trabajo
arqueológico. A continuación tienes un dibujo en el que se muestra de manera sencilla las principales
relaciones de algunos eventos arqueológicos que pueden aparecer en una excavación.
A está formado por un estrato de raya oblicua que representaría el natural, y a ambos lados
tendría un estrato de puntos y otro opaco. Encima de ambos se encontraría la capa super cial.
En este caso, los estratos de puntos y opaco no tendrían ninguna relación.
B viene a representar un estrato opaco bajo un estrato de puntos que a su vez está bajo el
estrato super cila. En este caso sí que tendrían relación ambos estratos. Diríamos “opaco” está
bajo “puntos” o “puntos” está sobre “opaco”.
C formaría una estratigrafía más compleja (y más real de lo que te podrías encontrar) siendo el
estrato de rayas oblicuas el natural, arriba estaría el estrato opaco que sería posteriormente
cortado por un agujero cuyo relleno se representa con las rayas horizontales. La lectura sería:
“opaco” está sobre natural. “corte” corta a “opaco”. “corte” es rellenado por “horizontal”. Por tanto
el relleno opaco de ambos lados de “corte” son el mismo relleno.
4. Recopila las relaciones estratigrá cas más importantes dentro de un área extensa.
5. Permite presentar la información de manera más visual y comprensiva para las personas ajenas a la
excavación.
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