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Al momento de adquirir un bono, una de las dudas más comunes que surge entre los inversionistas es la

diferencia entre el valor nominal y el valor efectivo de los títulos que va a adquirir.
Existe una gran diferencia entre el valor nominal y el valor efectivo que se paga al momento de adquirir
un bono. El valor nominal es aquel que le asigna un emisor al bono o la deuda que desea emitir. Esto no
quiere decir que este sea el valor al cual se vaya a comercializar el instrumento. El valor efectivo es el
valor al cual se adquiere el título en el mercado, el cual depende de muchas circunstancias dentro y fuera
del control del emisor. La definición de cada uno de estos valores nos sirven de referencia para conocer el
valor real del título y en el caso de una deuda o bono el valor del interés que pagaría. El bono tiene varias
características que influyen sobre el valor efectivo a pagar al momento de negociarlo, lo cual hace que el
cálculo del valor efectivo del bono es un poco más complejo. El bono tiene un valor nominal el cuál es el
valor adeudado por el emisor (es el valor emitido) y una tasa de interés o cupón que es la tasa de interés
que debe de pagar de manera periódica o a vencimiento el emisor a los dueños de los bonos. Luego de
que el bono pasa al mercado secundario y en ocasiones hasta en el propio mercado primario (cuando se
negocia por primera vez el bono) el valor efectivo es distinto al valor nominal. El primer motivo por el
cual sucede esta situación se debe a que el bono diariamente va amortizando el interés o cupón que debe
de pagar. Este interés es reconocido y pagado al momento de la compra y venta del bono. Es decir, quien
adquiere le reconoce al vendedor los intereses que tiene acumulado el bono que aún no ha pagado. Esto
porque se asume que el que está comprando el bono va a tener en su posesión el bono cuando este pague
intereses. En resumen, aunque el rendimiento del bono sea similar al cupón que paga el valor nominal va
a ser distinto al valor efectivo porque este último va a considerar los intereses acumulados que aún no
han sido pagados al momento de negociar el bono. A este fenómeno se le llama cupón o intereses
corrido.
El segundo motivo se debe a que el rendimiento que espera el mercado y que se negocia por el bono
puede ser distinto a la tasa de interés o cupón que paga el emisor. Esta diferencia entre el rendimiento y
el cupón se traduce en pagar una prima (pagar un valor mayor al valor nominal) cuando el rendimiento
esperado por el mercado es menor al cupón o un descuento (pagar un valor inferior al nominal) cuando el
rendimiento esperado por el mercado es superior al cupón. El rendimiento esperado por el mercado
depende de las tasas de interés del mercado en general. Cuando el rendimiento esperado por el mercado
es distinto al cupón del bono el valor efectivo del bono es distinto al valor nominal. Por ejemplo, el Banco
Central puede emitir un bono con uninterés o cupón de 12% anual a un plazo de 5 años. Sin embargo,
cuando solo le falta un año para el vencimiento las tasas a un año están a un 8%. El dueño sabe que en
caso de vender su bono el rendimiento que puede conseguir al mismo plazo que le queda a su bono es de
8% y los clientes interesados en invertir a un plazo de un año reconocen que las tasas a este plazo son de
8%. El cliente puede vender el bono con una prima. En caso de vender el bono por encima del valor
nominal va a recibir el rendimiento esperado (dividiendo el cupón entre el valor efectivo pagado). La
calculadora del BC explica de manera más técnica ambas situaciones para que el inversionista pueda
matemáticamente verificar el valor efectivo de su inversión. Muchos inversionistas confunden con los
términos y empiezan a dudar de la negociación que realizan. Inclusive, por no entender las diferencias
entre estos términos no compran bonos con primas. Sin embargo, esta prima no depende del
intermediario de valores ni del emisor, es el mercado el que define el nivel al cual se negocia el
instrumento. Los inversionistas entienden que esta prima se la está ganando el intermediario de valores
cuando puede no ser este el caso. Un ejemplo muy típico es que muchas veces en las subastas
competitivas el bono se negocia a una prima o descuento desde el momento en el que nace este (pueden
hacer referencia al artículo de “Como Participar en las Subastas”) eliminando asi la teoría de que el
intermediario se está ganando esta prima. Cuando revisamos el valor en custodia de nuestras inversiones
(que solo muestra el valor nominal de las inversiones) es distinto al valor del portafolio o al valor efectivo
pagado por cada una de las inversiones.

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