Comte considera que las sociedades atravesaron tres etapas de
desarrollo, a lo que llama la ley de evolución intelectual de la humanidad o ley de los tres estados.
Se tomara en cuenta el hecho de que Comte acepta como estado a toda
situación o determinada época en la que se halla el espíritu humano en torno al saber, así, todas las especulaciones ineludiblemente pasaran por estos tres estados teóricos.
1) Primer estado teológico o ficticio: Marcado por la creencia de que
algo mágico está detrás de los fenómenos, se apela a la fe por encima del entendimiento y se explica el mundo mediante preceptos religiosos. Tienes tres fases o formas: - Fetichismo: En el que se atribuyen a objetos materiales propiedades mágicas o sobrenaturales que pueden permitirles hasta ser venerados, está relacionado con la superstición, no exige la fe ni se ocupa de los principios morales, como ejemplo tenemos la magia, la hechicería, el uso de amuletos, etc. - Politeísmo: La imaginación es el centro de esta fase, la vida es transportada a seres ficticios cuya intervención activa seria la fuente de todos los fenómenos humanos por ejemplo los dioses griegos, romanos, hinduistas, etc. - Monoteísmo: Que restringe la imaginación y plantea la sujeción de los fenómenos naturales a leyes invariables, trata entonces de explicar causas o efectos a partir de una acción sobrenatural, esta última fase posee gran influencia social aquí se adora a un solo dios, como en el cristianismo o en el islam. 2) Segundo estado Metafísico u Ontológico: trata del ser, no es la imaginación la observación, aquí se privilegia el razonamiento, se intenta explicar la naturaleza de los seres el origen y el destino de las cosas y se reemplaza la entidad sobrenatural por abstracciones personificadas, por ejemplo la existencia del alma o por defecto el poder de la mente. - Filosofía
3) Tercer estado Positivo o Real: estado relacionado con la ciencia, lo
que Comte llama el estado emancipador y racional, aquí se subordina la imaginación a la observación, es la primera condición de toda especulación científica, la observación como única base posible para el acceso al conocimiento y en consecuencia a la verdad. La regla fundamental en este estado es que toda proposición proviene de los verdaderos hechos y la eficacia científica resulta de conformidad con los fenómenos que han sido observados. El principal carácter del espíritu positivo es la previsión racional, es decir, no se acumulan hechos, ver para prever. Estudiar lo que es a fin de concluir de ello lo que será la invariabilidad de las leyes. El mundo se explica de manera técnica y práctica, no desde lo teológico o lo metafísico, el espíritu humano llega allí por especulaciones que se han establecido de antemano y que esto ha permitido gradualmente un estado lógico mejor, el paso del estado teológico al estado positivo. Las ciencias y la manera en la que se tiene que desarrollar el pensamiento humano obedecen a un orden “efectivo” del desarrollo de la filosofía natural, de alguna forma se alcanzaría la perfección de la ciencia en cuanto a precisión de conocimiento, del pensamiento y de la sociedad. “Comte sólo reconocía el progreso en el marco del
capitalismo y, apoyándose en la concepción idealista de la
historia, la cual, según él, es el resultado de la evolución de
las ideas, desarrollaba la ley de los “tres estados” de la
evolución social: el teológico, el metafísico y el positivo.
Comte identificaba la última etapa con la dominación de la
ciencia por la burguesía. De ahí la conclusión de que el
régimen capitalista era el más racional y fruto de la victoria
del pensamiento científico.”
Rosental e Iudin, Diccionario filosófico, Ediciones Pueblos Unidos.