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Obsolescencia programada

Obsolescencia programa es considerada como el motor secreto de nuestra sociedad


de consumo una economía de crecimiento donde la idea no es satisfacer algún tipo de
necesidad si no crecer por crecer.
En la navidad de 1924, en ginebra, se reúnen varios “trajeados” con el fin de crear
lo que seria el primer cartel de bombillas en el mundo para controlar su producción y
posteriormente al consumidor, pues querían obligarlos a comprar bombillas con
regularidad. Forma de pensar que iría en contra de lo que en un principio seria la meta de
los fabricantes, que estas bombillas duraran lo más posible.
La bombilla seria solo el primer producto en aplicar lo que seria la obsolescencia
programada y aunque no parecía tan mala idea para dinamizar la economía, en esa época no
se tenia preocupación alguna por lo que seria el impacto ambiental que se generaría como
consecuencia de esta política de consumo masivo.
La obsolescencia programada surgió al mismo tiempo que la producción en masa y
la sociedad de consumo, es un patrón que empezó con lo que sería la revolución industrial,
las personas estaban fascinadas con la producción pues de lo que serían las nuevas
máquinas salían productos mucho más económicos, el problema surge cuando se saturo el
mercado con tanta producción. Las personas compraban más por diversión que por la
propia necesidad, la economía se acelera.
1929 la crisis de Wall Street freno la sociedad de consumo y llevo a los Estados
Unidos a una recesión económica, el desempleo llego hasta el 25% y las colas ya no eran
para comprar productos si no para poder trabajar y sobrevivir.
BERNARD LONDON sugiere hacer obligatoria la aplicación de la obsolescencia
programada, siendo esta la primera vez que apareció el término. El sugirió que todos los
productos fueran desarrollados con una vida útil programada con el fin de equilibrar el
capital y trabajo, de esta forma siempre habría un pedazo de pastel en el mercado para
nuevos productos y siempre habría trabajo para todo el mundo. Finalmente, esta idea nunca
se llevo a cabo al menos no desde el punto de vista de obligar al consumidor si no para
seducirlo y venderle la idea de que necesita la última versión del producto, apoyándose en
el diseño de los productos y el marketing.
Hoy día la obsolescencia programada se enseña en escuelas de diseño e ingeniería,
donde se promueve el objetivo de las compras frecuentes y repetidas por parte del
consumidor.
Si la gente no compra, la economía no crece. A los consumidores se les vende la
idea de que necesitan cosas que realmente no son tan necesarias, algo más nuevo sin
importar que lo anterior aun funcione.
Bajo la idea de Usar y descartar se reduce la durabilidad de todos los productos
existentes en el mercado, pues la idea es incrementar las ventas para dinamizar la
economía.
En la era de internet los consumidores ahora están dispuestos a lo que seria la lucha
contra la obsolescencia programada, como ejemplo esta la compañía de Apple quienes en
un primer caso que escalo hasta los tribunales de los Estados Unidos, en sus IPods la
batería tenía una corta vida útil y no se podía reemplazar obligando a sus consumidores a
adquirir uno nuevo.
La obsolescencia programa no solo tiene un impacto económico en consumidores,
sino que también genera toneladas de residuos que terminan en zonas del planeta más
vulnerables como Ghana en África y aunque un tratado internacional prohíbe enviar
deseños electrónicos a países del tercer mundo, los mercaderes los declaran como
productos de segunda mano. Y más del 80% de estos productos no se pueden reparar y
terminan siendo abandonados en vertederos por todo el país.
Este modelo de negocio estaría llegando a su fin pues ya no hay lugares en el
mundo donde dejar estos desechos, con el paso del tiempo nos hemos dado cuenta que el
planeta no puede sostener esto durante mucho tiempo más y la gente de todo el mundo ha
empezado a luchar en contra de la obsolescencia programada.
Personas como Warner Philips ahora piensan que los negocios y la sostenibilidad
van de la mano y que estas son la mejor base para un negocio, para lograrlo considera los
costos totales de lo que sería el costo real de recursos utilizados y el consumo de energía,
incluyendo consumo indirecto de transporte. Asegura que, de ser factores tomados en
cuenta por los empresarios de todo el mundo, estos tendrían incentivos para lograr hacer
productos con alta duración.
Los críticos de la obsolescencia programa no solo creen que baste con reformar los
procesos productivos si no que sugieren replantear la economía y los valores, algo que
llamarían una revolución cultural ya que involucra un cambio de mentalidad y paradigma,
le llaman decrecimiento donde intentan demostrar una necesidad de un cambio de lógica, y
se basa en la premisa de reducir la huella ecológica que deja el despilfarro, producto de la
sobreproducción y el sobreconsumo.

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